Don Alfonso Poncho
Iñiguez Pérez es uno de los habitantes del pueblo de Temacapulín que se
oponen a la construcción de la presa El Zapotillo, en los Altos de
Jalisco. En la entrada de su casa tiene colgada una fotografía donde
aparece junto con su esposa y el licenciado Andrés Manuel López Obrador,
tomada en la segunda visita que como candidato a la Presidencia de la
República hizo al poblado. La muestra con mucho orgullo mientras explica
que la fotografía se tomó el día que el candidato le hizo el honor de
inaugurar una tiendita de abarrotes que tiene en su casa.
Es un buen hombre, nos prometió que cuando llegara al poder se suspendería la presa, me comenta. Le informo que cuando ya era presidente electo el licenciado Andrés Manuel López Obrador ha dicho que la presa se construirá; sonríe al tiempo que me dice:
Vamos a ver qué pasa.
En las palabras de don Poncho está su convicción y la de sus
vecinos de que la presa no se construirá. No sólo porque se aferran a
no desaparecer como pueblo sino porque, me aclara, después de 13 años de
estar en la lucha ellos siguen adelante, independientemente de lo que
digan los presidentes de la República o los gobernadores del estado de
Jalisco, a quienes se han tenido que enfrentar para lograr sus
objetivos. Los primeros años de lucha sus reclamos no encontraron mucho
eco, pero el 31 de diciembre de 2009, después de cuatro años de reclamos
y justo cuando comenzaba la construcción de la presa, la Comisión
Estatal de Derechos Humanos de Jalisco emitió la recomendación 35/2009,
en la que reconocía que con la obra se habían cometido graves
violaciones a los derechos de propiedad, legalidad, seguridad jurídica,
consulta y participación, medio ambiente, desarrollo y salud, entre
otros, de las comunidades de Temacapulín, Acasico y Palmarejo.
En estos días la presa El Zapotillo igual que el acueducto
Zapotillo-León vuelve a colocarse como un problema que requiere la
atención de los gobiernos federal y estatal. Después que el actual
Presidente de la República declarara que la obra seguiría adelante, el
Comité Salvemos Temacapulín, Acasico y Palmarejo le recordó sus promesas
de campaña y exigió que la obra se cancelara y se auditara para saber
la forma en que se habían manejado los recursos destinados a ella. Unos
días después que el licenciado Andrés Manuel López Obrador tomara
posesión del cargo, la Comisión Estatal de Derechos Humanos del Estado
de Jalisco otorgó el premio de derechos humanos Francisco Tenamaxtle –en
honor a uno de los primeros indígenas que enfrentó la invasión
española– al Comité Salvemos Temacapulín, reconociendo su labor en
defensa de los derechos humanos.
El pasado 7 de enero, la misma comisión volvió a ocuparse del
problema mediante la recomendación 50/2018 dirigida al gobernador del
estado y a los ayuntamientos municipales de Cañadas de Obregón y
Mexticacán, donde se ubica la presa. En ella el organismo de derechos
humanos solicita al gobernador de la entidad le informe la situación que
guarda el cumplimiento de la recomendación 35/2009, al tiempo que
formula otras recomendaciones, entre ellas
que se compruebe con peritajes técnicos independientes la seguridad y no inundación de la comunidad de Temacapulín con una presa con altura de cortina de 80 metros y se anuncie públicamente la liberación de la población de Temacapulín de la posibilidad de sufrir inundación, o de ser afectada por un desplazamiento forzoso.
De igual manera recomienda que
antes de tomar cualquier decisión sobre el avance del proyecto El Zapotillo, se audite el proyecto y se convoque a las comunidades afectadas, las organizaciones de la sociedad civil y los especialistas, a revisar el estado actual de la presa El Zapotillo y se tomen decisiones sobre la obra con las comunidades afectadas y todos los actores involucrados, recomendando que
se reparen integralmente los daños de las comunidades desplazadas, se cumpla con los requisitos y lineamientos establecidos en los Principios Básicos y Directrices Sobre Desalojos y el Desplazamiento Generados por el Desarrollo, citados en el presente documento y se dote de tierras de cultivo para garantizarles el derecho a la alimentación y la vida campesina.
Sea que las autoridades a quienes va dirigida la acepten o no, la
recomendación da la razón a los opositores a la presa El Zapotillo, y
legitima 13 años de lucha contra una obra que amenaza terminar con su
existencia.
Ninguna refundación, ni la Cuarta Transformación, va sin el respeto a los derechos humanos de los pueblos, dijo el presidente del organismo de derechos humanos al dar a conocer la recomendación, en referencia a la promesa del gobernador de que refundará el estado y a la propuesta del Presidente de la República que promete llevar al país a la Cuarta Transformación. Veremos qué respuesta obtienen los inconformes. Y como dice don Poncho, ya verán ellos que sigue.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario