Huachicol: Fox, Calderón, EPN
Tres tristes gobiernos
ciegos
De los tres involucrados en el auge del huachicoleo
el único que hasta ahora no ha dicho ni pío es Enrique Peña Nieto, pero
a Vicente Fox y Felipe Calderón no les para la lengua. Esta tercia es
la directamente responsable del crecimiento exponencial del jugoso
negocio ilegal de robo de combustible en los pasados 18 años, con el
consecuente daño patrimonial al Estado mexicano y el fortalecimiento del
crimen organizado.
De eso dicen no acordarse, pero en la mañanera de ayer el presidente
López Obrador se encargó de refrescarles la memoria: “Fox, Calderón y
Peña Nieto conocían a detalle las cifras sobre el robo de hidrocarburos,
pero no actuaron. Tenían la información, pero no se actuaba. Es muy
difícil decir ‘yo no sabía’; las autoridades sabían. Tolerancia, vamos a
decir, de todos. Omisión”.
Los ex mandatarios, detalló López Obrador,
eran informados de forma diaria, pero como que había una especie de ceguera, no se veía. ¿Y cómo no se ve que se están robando mil pipas diarias? Era una especie de tolerancia, algo pactado porque se daba por hecho, pero de tiempo atrás, estamos hablando de tres sexenios. Lo sabían todos, desde Fox. Era evidente que se sabía, tan se sabía que el sistema de información (sobre el hurto de combustible) lo encontramos establecido. Era una cosa increíble.
Así es: el negocio del robo de combustible acumula, cuando menos, 18
años en jauja, con multimillonarias ganancias y, por lo mismo,
voluminosas pérdidas para el erario nacional. Y los gobernadores no se
quedaron atrás: todos lo sabían y nada hicieron. Allí está el ejemplo de
los panistas en Guanajuato, uno de los estados con mayor crecimiento en
el número de tomas clandestinas.
Y la cadenita panista en aquel estado huachicolero comenzó con uno de los blanquiazules que hoy
exige actuar en contradel robo de combustibles y califica de
ineptitudla estrategia de López Obrador. Se trata de Juan Carlos Romero Hicks, gobernador foxista de 2000 a 2006, y hoy coordinador del grupo parlamentario blanquiazul en la Cámara de Diputados. Cara dura, ante todo.
Lo mismo en Puebla, el más relevante entre los estados huachicoleros,
con dos gobernadores priístas y tres panistas en el transcurso del
presente siglo, es decir, en el periodo en el que el robo de combustible
creció como la espuma. Y en este contexto, cómo olvidar la bonita foto
en la que aparece otro vociferante prianista, Javier Lozano Alarcón, quien, sonriente y siendo senador, aparece al lado de El Cachetes, líder huachicolero en la entidad, el mismo que le regaló una camioneta Cadillac.
Pero bueno, como se ha documentado en este espacio, Fox, Calderón y Peña Nieto presentaron sus respectivos
planes integralespara
combatirel robo de combustible, los cuales involucraron a Ejército, Marina, Policía Federal y Procuraduría General de la República, amén del propio Petróleos Mexicanos y las secretarías de Energía y de Hacienda, con un resultado espeluznante, pues entre 2003 y 2018 (periodo de vigencia de dichos
planes) el número de tomas clandestinas pasó de unas cuantas decenas a más de 15 mil en 2018 (además, el hurto directo en las terminales de Pemex).
El fracaso de tales
planesfue rotundo para el Estado mexicano, pero exitosísimo para el crimen organizado, pues vio crecer vertiginosamente sus ganancias. Pero de eso los prianistas no se quejaron.
En síntesis, como lo ha dicho AMLO, “desde hace tres sexenios se
conocía el incremento sustancial del robo de combustible, que iba mucho
más allá de la ordeña de ductos; no estamos hablando sólo de huachicol,
sino de un plan que tiene vinculación dentro del gobierno y que se
apoya en un sistema de distribución de combustibles, porque no es fácil
vender mil pipas de gasolina al día”.
Las rebanadas del pastel
Cierto es que una mejor estrategia de comunicación
gubernamental no hubiera caído nada mal, pero en este renglón la nueva
administración se mantiene en pañales, por decirlo suave.
Twitter: @cafevega
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