ColumnasJulio Hernández López: Astillero
El presidente de la República está tomando control de la situación. En el caso de Banamex ha hecho saber, mediante voceros autorizados, que no hay ni debe haber problema por el hecho de que en sus cuentas haya dinero del gobierno de Estados Unidos pues, se entiende, todo queda en casa, en familia, en buen plan o, dicho con palabras del representante nativo del Tesoro Imperial, Gus Kars Tens, los billetes verdes metidos por la Casa Blanca en el asunto no responden a una intención deliberada de participar en la banca y menos aún de intervenir en el sistema financiero mexicano. ¡N’ombre: ¿a quién se le ocurre?! ¿Intervencionismo, intenciones deliberadas? ¡Ni x ekibocazión! En otra área de la Presidencia, en la secretaría de seguridad, se informa además que se tiene un plan de contingencia muy bien estructurado por si la guerra contra el narcotráfico se sale de control en la frontera. Y una comisión del Congreso realizará estudios de campo en busca de frenar el tráfico de armas.Pero, mientras el presidente Barack Obama, la secretaria Janet Napolitano, el secretario Eric Holder, la decisiva Hillary Clinton y los legisladores gringos coordinados por Nancy Pelosi ponen cara de que van a meter orden en su traspatio alborotado (nosotros, en justa venganza, les enviamos a Gómez Mont), y alistan viajes a México que, nomás por su número y talante, hablan de ingobernabilidad manifiesta del vecino que se entretiene inventando represalias comerciales de bisutería, éste recibe en su gallinero tundas de quienes hasta ahora habían sido sus aliados y puntales, los priístas al acecho que, por voz de su otrora salvador –de él, Felipe, y su toma de posesión militar, y de Mouriño luego del escándalo de los contratos familiares–, le plantean a Calderón que debe fajarse los pantalones tanto en el increíble ring de abdicación que montará entre el desaire de tricolores y perredistas para tratar de justificar una decisión supuestamente técnica sobre la instalación de una refinería ahora politizada por decreto (¿lucha de lodo entre gobernadores para que al final se les culpe de lo que no se pueda hacer?) como en el terreno vergonzosamente manejado por Los Pinos Húmedos del expediente Cassez y el caso Citigroup-Banamex. A propósito, y ya que el lic. F.C. anda tan emocionado con el asunto de los foros convocados para tomar decisiones difíciles: ¿por qué no someter a discusión pública, y a una forma de consulta popular, esos casos críticos (Cassez y Banamex) e incluso la aprobación o rechazo de la permanencia en el cargo de quien ya está siendo rebasado desde Washington?Pantalones e intenciones, en una mezcla absurda que define la tragedia política actual. El fallido Napoleón de la Guerra contra el Narco se acoge a la sonrosada doctrina de lo sobrentendido, de la buena voluntad, de los propósitos nobles en cuanto a la Batalla por Banamex, como si la Constitución que juró cumplir y las leyes que está obligado a respetar se pudieran interpretar con esas consideraciones subjetivas, íntimas, discrecionales, permisivas (pero si el lobo jura que no tiene intención de comerse a las gallinas, ha de crersele al carnívoro estadunidense, faltaba más. Incluso, el propio Banamex aplaudió la interpretación hacendaria mexicana. Mejor aval no se podría tener). Y, por otro lado, el sonorense que hasta ahora ha sostenido a la administración calderónica más que el propio panismo, le lanza al supuestamente bravísimo guerrero blanquiazul el reto de que se ponga políticamente bien montado, con los pantalones bien fajados. En automática defensa de su compañero de partido, el senador Madero, que frente a Sarkozy pasó el trago amargo de ser exhibido como aspirante a censor, y que luego balbuceó y se enredó para explicar la razón de su pretensión de acallar al francés poderoso, saltó para decir que Calderón tiene muchos pantalones (en realidad, Beltrones no estableció el litigio en terrenos cuantitativos sino de firmeza y control de esas prendas). El director de la firma jurídica especializada en asuntos de elite, Litigar desde Gobernación, S.C., Fernando Gómez Mont, envió desde Washington un demoledor misil, disfrazado de boletín de prensa, para llamar al sastre sonorense priísta a que rectifique las medidas de cintura floja que arguyó en el desfile de modas de ayer: Beltrones debería, además, recuperar el debido respeto que debe regir las relaciones entre el Senado y Los Pinos.El jueves intenso comenzó con la detención de Vicentillo, pero no el hijo de algún ex presidente que con su familia hubiera montado una estructura de saqueo del erario mediante operaciones empresariales tejidas al amparo del poder, sino el hijo de Ismael Zambada, El Mayo, uno de los capos pesados e históricos. La detención de Vicente Zambada Niebla parece una ofrenda pensada en función de agradar a los dioses transfronterizos. Ya se verá, a la luz de la reacción que tenga el temido Mayo, qué tanto fue un golpe verdadero a la estructura del cártel de Sinaloa que hasta ahora, de Fox a Calderón, ha parecido ser el gran beneficiado de las acciones gubernamentales. También de visita en tierras norteñas, Marcelo Ebrard asentó que AMLO no es el candidato natural a las elecciones de 2012 y que, nomás pasando las elecciones intermedias, el PRD debe emprender una restructuración a fondo para tener viabilidad en las presidenciales. Y, para cerrar el cuadro, PAN y PRI deleitaron a los asistentes a la convención bancaria de Acapulco con un sainete sobre las responsabilidades de cada cártel partidista respecto al crecimiento del narcotráfico. Betty Paredes y Germancillo Martínez se lanzaron acusaciones sobre protección a políticos involucrados en el negocio de las drogas, en una versión playera de El comal le dijo a la olla.Y, mientras en Sonora el esposo Ramón Manríquez Guluarte, dirigente interino del PRD en el estado, hizo saber que su esposa Petra Ortiz Santos, diputada local con licencia, será la candidata del sol azteca a la gubernatura del estado, ¡feliz fin de semana!Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
El presidente de la República está tomando control de la situación. En el caso de Banamex ha hecho saber, mediante voceros autorizados, que no hay ni debe haber problema por el hecho de que en sus cuentas haya dinero del gobierno de Estados Unidos pues, se entiende, todo queda en casa, en familia, en buen plan o, dicho con palabras del representante nativo del Tesoro Imperial, Gus Kars Tens, los billetes verdes metidos por la Casa Blanca en el asunto no responden a una intención deliberada de participar en la banca y menos aún de intervenir en el sistema financiero mexicano. ¡N’ombre: ¿a quién se le ocurre?! ¿Intervencionismo, intenciones deliberadas? ¡Ni x ekibocazión! En otra área de la Presidencia, en la secretaría de seguridad, se informa además que se tiene un plan de contingencia muy bien estructurado por si la guerra contra el narcotráfico se sale de control en la frontera. Y una comisión del Congreso realizará estudios de campo en busca de frenar el tráfico de armas.Pero, mientras el presidente Barack Obama, la secretaria Janet Napolitano, el secretario Eric Holder, la decisiva Hillary Clinton y los legisladores gringos coordinados por Nancy Pelosi ponen cara de que van a meter orden en su traspatio alborotado (nosotros, en justa venganza, les enviamos a Gómez Mont), y alistan viajes a México que, nomás por su número y talante, hablan de ingobernabilidad manifiesta del vecino que se entretiene inventando represalias comerciales de bisutería, éste recibe en su gallinero tundas de quienes hasta ahora habían sido sus aliados y puntales, los priístas al acecho que, por voz de su otrora salvador –de él, Felipe, y su toma de posesión militar, y de Mouriño luego del escándalo de los contratos familiares–, le plantean a Calderón que debe fajarse los pantalones tanto en el increíble ring de abdicación que montará entre el desaire de tricolores y perredistas para tratar de justificar una decisión supuestamente técnica sobre la instalación de una refinería ahora politizada por decreto (¿lucha de lodo entre gobernadores para que al final se les culpe de lo que no se pueda hacer?) como en el terreno vergonzosamente manejado por Los Pinos Húmedos del expediente Cassez y el caso Citigroup-Banamex. A propósito, y ya que el lic. F.C. anda tan emocionado con el asunto de los foros convocados para tomar decisiones difíciles: ¿por qué no someter a discusión pública, y a una forma de consulta popular, esos casos críticos (Cassez y Banamex) e incluso la aprobación o rechazo de la permanencia en el cargo de quien ya está siendo rebasado desde Washington?Pantalones e intenciones, en una mezcla absurda que define la tragedia política actual. El fallido Napoleón de la Guerra contra el Narco se acoge a la sonrosada doctrina de lo sobrentendido, de la buena voluntad, de los propósitos nobles en cuanto a la Batalla por Banamex, como si la Constitución que juró cumplir y las leyes que está obligado a respetar se pudieran interpretar con esas consideraciones subjetivas, íntimas, discrecionales, permisivas (pero si el lobo jura que no tiene intención de comerse a las gallinas, ha de crersele al carnívoro estadunidense, faltaba más. Incluso, el propio Banamex aplaudió la interpretación hacendaria mexicana. Mejor aval no se podría tener). Y, por otro lado, el sonorense que hasta ahora ha sostenido a la administración calderónica más que el propio panismo, le lanza al supuestamente bravísimo guerrero blanquiazul el reto de que se ponga políticamente bien montado, con los pantalones bien fajados. En automática defensa de su compañero de partido, el senador Madero, que frente a Sarkozy pasó el trago amargo de ser exhibido como aspirante a censor, y que luego balbuceó y se enredó para explicar la razón de su pretensión de acallar al francés poderoso, saltó para decir que Calderón tiene muchos pantalones (en realidad, Beltrones no estableció el litigio en terrenos cuantitativos sino de firmeza y control de esas prendas). El director de la firma jurídica especializada en asuntos de elite, Litigar desde Gobernación, S.C., Fernando Gómez Mont, envió desde Washington un demoledor misil, disfrazado de boletín de prensa, para llamar al sastre sonorense priísta a que rectifique las medidas de cintura floja que arguyó en el desfile de modas de ayer: Beltrones debería, además, recuperar el debido respeto que debe regir las relaciones entre el Senado y Los Pinos.El jueves intenso comenzó con la detención de Vicentillo, pero no el hijo de algún ex presidente que con su familia hubiera montado una estructura de saqueo del erario mediante operaciones empresariales tejidas al amparo del poder, sino el hijo de Ismael Zambada, El Mayo, uno de los capos pesados e históricos. La detención de Vicente Zambada Niebla parece una ofrenda pensada en función de agradar a los dioses transfronterizos. Ya se verá, a la luz de la reacción que tenga el temido Mayo, qué tanto fue un golpe verdadero a la estructura del cártel de Sinaloa que hasta ahora, de Fox a Calderón, ha parecido ser el gran beneficiado de las acciones gubernamentales. También de visita en tierras norteñas, Marcelo Ebrard asentó que AMLO no es el candidato natural a las elecciones de 2012 y que, nomás pasando las elecciones intermedias, el PRD debe emprender una restructuración a fondo para tener viabilidad en las presidenciales. Y, para cerrar el cuadro, PAN y PRI deleitaron a los asistentes a la convención bancaria de Acapulco con un sainete sobre las responsabilidades de cada cártel partidista respecto al crecimiento del narcotráfico. Betty Paredes y Germancillo Martínez se lanzaron acusaciones sobre protección a políticos involucrados en el negocio de las drogas, en una versión playera de El comal le dijo a la olla.Y, mientras en Sonora el esposo Ramón Manríquez Guluarte, dirigente interino del PRD en el estado, hizo saber que su esposa Petra Ortiz Santos, diputada local con licencia, será la candidata del sol azteca a la gubernatura del estado, ¡feliz fin de semana!Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
Enrique Galván Ochoa: Dinero
Los banqueros reunidos en Acapulco en su convención anual tuvieron anoche un invitado de lujo: Felipe Calderón. Querían agradecerle un regalo –otro más– invaluable: horas antes la Secretaría de Hacienda había anunciado que Banamex y cualquier otra institución propiedad de un gobierno extranjero puede seguir funcionando en México, aunque pase por encima del artículo 13 de la Ley de Instituciones de Crédito, que dice lo siguiente: No podrán participar en forma alguna en el capital social de las instituciones de banca múltiple, personas morales extranjeras que ejerzan funciones de autoridad. El regalo tiene dedicatoria especial para Banamex y Citigroup. La cabeza visible de ambos es Roberto Hernández, quien, al mismo tiempo, es el inversionista número dos de Televisa. ¿Y en el caso improbable pero no imposible de que se llegara a presentar un problema por la forma irregular aunque autorizada de operar? La letra de la ley no deja lugar a dudas. No hay problema. Calderón enviará un proyecto de reformas al Congreso para adaptarla a las necesidades de los financieros. Si la situación de excepción se prolongara más de tres años, el banco tendría que vender el 25% de su capital social en la Bolsa Mexicana de Valores, a inversionistas que pueden ser mexicanos o extranjeros. Y de persistir esta situación por ooootros tres años –ya serían seis– deberá vender otra porción de acciones, hasta por un poco más del 50%. La legislación –según Hacienda– contemplará un régimen efectivo de sanciones en caso de incumplimiento. ¿Como cuáles? No se precisan, pero si son tan graves como las que se han querido imponer al negocio televisivo del señor Hernández, podemos anticipar cuál será el resultado final.¿Quién es más narco?Beatriz Paredes y Germán Martínez Cázares, invitados también, protagonizaron una discusión inusitada: ¿cuál partido protege más al narco, el PRI o el PAN? Su actuación provocó azoro y risas. Opacaron a Chucho Ortega, él sólo asistió a pedir perdón por las veces que en el pasado el PRD les causó alguna molestia a los banqueros, por ejemplo, cuando cuestionó el Fobaproa. Germán y Beatriz terminaron en empate técnico. Sin embargo, el show dejó tranquilos a los asistentes. Las acusaciones de proteger al narco, o beneficiarse de él en la campaña política, se cruzarán entre los partidos, no tocarán para nada al sector financiero.
Los banqueros reunidos en Acapulco en su convención anual tuvieron anoche un invitado de lujo: Felipe Calderón. Querían agradecerle un regalo –otro más– invaluable: horas antes la Secretaría de Hacienda había anunciado que Banamex y cualquier otra institución propiedad de un gobierno extranjero puede seguir funcionando en México, aunque pase por encima del artículo 13 de la Ley de Instituciones de Crédito, que dice lo siguiente: No podrán participar en forma alguna en el capital social de las instituciones de banca múltiple, personas morales extranjeras que ejerzan funciones de autoridad. El regalo tiene dedicatoria especial para Banamex y Citigroup. La cabeza visible de ambos es Roberto Hernández, quien, al mismo tiempo, es el inversionista número dos de Televisa. ¿Y en el caso improbable pero no imposible de que se llegara a presentar un problema por la forma irregular aunque autorizada de operar? La letra de la ley no deja lugar a dudas. No hay problema. Calderón enviará un proyecto de reformas al Congreso para adaptarla a las necesidades de los financieros. Si la situación de excepción se prolongara más de tres años, el banco tendría que vender el 25% de su capital social en la Bolsa Mexicana de Valores, a inversionistas que pueden ser mexicanos o extranjeros. Y de persistir esta situación por ooootros tres años –ya serían seis– deberá vender otra porción de acciones, hasta por un poco más del 50%. La legislación –según Hacienda– contemplará un régimen efectivo de sanciones en caso de incumplimiento. ¿Como cuáles? No se precisan, pero si son tan graves como las que se han querido imponer al negocio televisivo del señor Hernández, podemos anticipar cuál será el resultado final.¿Quién es más narco?Beatriz Paredes y Germán Martínez Cázares, invitados también, protagonizaron una discusión inusitada: ¿cuál partido protege más al narco, el PRI o el PAN? Su actuación provocó azoro y risas. Opacaron a Chucho Ortega, él sólo asistió a pedir perdón por las veces que en el pasado el PRD les causó alguna molestia a los banqueros, por ejemplo, cuando cuestionó el Fobaproa. Germán y Beatriz terminaron en empate técnico. Sin embargo, el show dejó tranquilos a los asistentes. Las acusaciones de proteger al narco, o beneficiarse de él en la campaña política, se cruzarán entre los partidos, no tocarán para nada al sector financiero.
Carlos Fernández-Vega: México SA
Ignominiosa y servil resulta la actitud del gobierno calderonista. Por un lado, discurso patriotero de por medio, aplica una represalia a los vecinos el norte con aranceles a persianas venecianas y arbolitos de Navidad por lo del transporte transfronterizo; por la otra, descaradamente dobla las corvas y viola la ley en el caso Banamex (Obamamex), para cuya solución no se sacó de la manga un debate público, como en el tema de la refinería, en el que también lo doblegaron.La sagrada famiglia financiera del sector público, amafiada con su par del sector privado (que a estas alturas son una misma) de nueva cuenta viola la ley de Instituciones de Crédito, y lo hace arguyendo que el mandato legal en la materia no sólo es antiguo, sino que comete el gravísimo error histórico de no incluir casos de emergencia derivados de crisis globales, según reza el galimatías que en forma de comunicado divulgó ayer la Secretaría de Hacienda.Resulta que el pasado 27 de febrero el gobierno estadunidense decidió rescatar a una de las más sucias instituciones bancarias de ese país, para lo cual adquirió 36 por ciento de las acciones de Citigroup, la trasnacional financiera propietaria de Banamex, un operativo que para el caso del banco que opera en México es totalmente ilegal, toda vez que la Ley de Instituciones de Crédito es más clara que el agua al dejar claramente establecido, en su artículo 13, que no podrán participar en forma alguna en el capital social de las instituciones de banca múltiple, personas morales extranjeras que ejerzan funciones de autoridad, por ejemplo, el gobierno de Estados Unidos.Para efectos de Banamex, la decisión de la Casa Blanca viola la legislación mexicana, y el gobierno calderonista debió actuar de inmediato y en consecuencia. No lo hizo. Por el contrario, se tomó alrededor de tres largas semanas para inventar justificaciones y descaradamente violar la citada ley. El artículo referido ¿admite otra interpretación? El gobierno calderonista, por medio de la Secretaría de Hacienda, cree que sí, para lo cual ofrece un sólido su argumento (vil refrito de lo pretextado por el propio Citigroup tres semanas atrás) que vale reproducirlo en su parte medular:La intervención del gobierno estadunidense en Citigroup no ha tenido por objeto convertirlo en prestador de servicios financieros; las medidas responden exclusivamente a la necesidad de salvaguardar sus sistemas financieros y los depósitos de sus ahorradores. Por tanto, tales medidas no responden a una intención deliberada de participar en la banca y menos aún de intervenir en el sistema financiero mexicano... La Ley de Instituciones de Crédito (aquella que expresamente prohíbe la participación de personas morales extranjeras que ejerzan funciones de autoridad, como el gobierno de Estados Unidos) no abarca casos de emergencia derivados de crisis globales, ni la participación mayoritaria de inversión extranjera. La prohibición establecida en el artículo 13 de la Ley de Instituciones de Crédito data de hace más de 20 años, en un contexto en que la inversión extranjera sólo se permitía de manera minoritaria y no consideraba los escenarios generados por una profunda crisis económica mundial. En consecuencia, los preceptos vigentes, dada su generalidad y antigüedad, no alcanzan a regular la situación actual del sistema financiero mexicano, donde ya se permite la participación extranjera al cien por ciento, ni los escenarios de emergencia que enfrenta el sistema financiero internacional. Por ello, rubrica la SHCP, conforme al principio de legalidad, la autoridad no tiene facultades para aplicar una regla no prevista (ergo el artículo 13 de la LIC no existe).La ley no alcanza, dice Hacienda, ergo hay que violarla; la ley no abarca casos de emergencia, arguye, luego entonces hay que tirarla al bote de la basura para beneficiar al Citigroup; la ley, en fin, data de hace más de 20 años (la Constitución desde hace 92, aunque cotidianamente la violen) y por lo mismo se la pasan por el arco del triunfo para confeccionarle un traje a la medida a la trasnacional financiera.Como la Ley de Instituciones de Crédito es antigua (1995), el gobierno calderonista, según dice la Secretaría de Hacienda, recurrió a un tratado comercial aún más viejo que dicha legislación, el TLCAN (1994), para servir al Citigroup y no objetar el control que tiene el gobierno de Barack Obama de la citada trasnacional financiera, a la que no se obliga, como la legislación lo establece, a vender su filial Banamex.Tan simple y sencillo como eso, porque en el peor de los casos sólo algunos legisladores reclamarán airadamente por la ilegal decisión del gobierno calderonista, sin mayores acciones ni riesgos. Tal actitud del poder que supuestamente es un contrapeso para el Ejecutivo no sólo ha permitido cualquier cantidad de excesos y violaciones a la ley, sino que ha sido parte activa. Así se reprivatizó la banca, se rescató a los banqueros, se legalizó el Fobaproa, se extranjerizaron las instituciones del sector financiero que opera en el país y se entregó el control del sistema nacional de pagos a intereses foráneos. Y así, con la mano en la cintura, se viola la ley en el caso Banamex.Ya en el descaro, la SHCP asegura que el gobierno federal estima necesario presentar al Congreso de la Unión una iniciativa de reforma con el objeto de reafirmar la rectoría del Estado sobre el sistema financiero nacional. En este sentido, se confirmará (es decir, el artículo 13 que no existe, según la misma dependencia) la prohibición de la participación de gobiernos extranjeros en dicho sistema, al tiempo que se establecerán con toda claridad los supuestos de excepción estrictamente necesarios para afrontar situaciones de crisis como las que se presentan hoy día.Qué cara más dura: afirmar que su intención es reafirmar la rectoría del Estado sobre el sistema financiero nacional, cuando es más que obvio y escandaloso que desde muchos años atrás en bandeja de plata la entregaron a los intereses privados. Y después se quejan por lo del Estado fallido.Las rebanadas del pastelEso sí, persianas venecianas, champú y arbolitos de Navidad made in USA forman parte de la represalia que el gobierno calderonista puso en marcha para que los gringos entiendan con quién se meten, y de qué tamaño será la respuesta si reinciden. Y cierto es: saben perfectamente con quién.cfvmexico_sa@hotmail.com • mexicosa@infinitum.com.mx
Ignominiosa y servil resulta la actitud del gobierno calderonista. Por un lado, discurso patriotero de por medio, aplica una represalia a los vecinos el norte con aranceles a persianas venecianas y arbolitos de Navidad por lo del transporte transfronterizo; por la otra, descaradamente dobla las corvas y viola la ley en el caso Banamex (Obamamex), para cuya solución no se sacó de la manga un debate público, como en el tema de la refinería, en el que también lo doblegaron.La sagrada famiglia financiera del sector público, amafiada con su par del sector privado (que a estas alturas son una misma) de nueva cuenta viola la ley de Instituciones de Crédito, y lo hace arguyendo que el mandato legal en la materia no sólo es antiguo, sino que comete el gravísimo error histórico de no incluir casos de emergencia derivados de crisis globales, según reza el galimatías que en forma de comunicado divulgó ayer la Secretaría de Hacienda.Resulta que el pasado 27 de febrero el gobierno estadunidense decidió rescatar a una de las más sucias instituciones bancarias de ese país, para lo cual adquirió 36 por ciento de las acciones de Citigroup, la trasnacional financiera propietaria de Banamex, un operativo que para el caso del banco que opera en México es totalmente ilegal, toda vez que la Ley de Instituciones de Crédito es más clara que el agua al dejar claramente establecido, en su artículo 13, que no podrán participar en forma alguna en el capital social de las instituciones de banca múltiple, personas morales extranjeras que ejerzan funciones de autoridad, por ejemplo, el gobierno de Estados Unidos.Para efectos de Banamex, la decisión de la Casa Blanca viola la legislación mexicana, y el gobierno calderonista debió actuar de inmediato y en consecuencia. No lo hizo. Por el contrario, se tomó alrededor de tres largas semanas para inventar justificaciones y descaradamente violar la citada ley. El artículo referido ¿admite otra interpretación? El gobierno calderonista, por medio de la Secretaría de Hacienda, cree que sí, para lo cual ofrece un sólido su argumento (vil refrito de lo pretextado por el propio Citigroup tres semanas atrás) que vale reproducirlo en su parte medular:La intervención del gobierno estadunidense en Citigroup no ha tenido por objeto convertirlo en prestador de servicios financieros; las medidas responden exclusivamente a la necesidad de salvaguardar sus sistemas financieros y los depósitos de sus ahorradores. Por tanto, tales medidas no responden a una intención deliberada de participar en la banca y menos aún de intervenir en el sistema financiero mexicano... La Ley de Instituciones de Crédito (aquella que expresamente prohíbe la participación de personas morales extranjeras que ejerzan funciones de autoridad, como el gobierno de Estados Unidos) no abarca casos de emergencia derivados de crisis globales, ni la participación mayoritaria de inversión extranjera. La prohibición establecida en el artículo 13 de la Ley de Instituciones de Crédito data de hace más de 20 años, en un contexto en que la inversión extranjera sólo se permitía de manera minoritaria y no consideraba los escenarios generados por una profunda crisis económica mundial. En consecuencia, los preceptos vigentes, dada su generalidad y antigüedad, no alcanzan a regular la situación actual del sistema financiero mexicano, donde ya se permite la participación extranjera al cien por ciento, ni los escenarios de emergencia que enfrenta el sistema financiero internacional. Por ello, rubrica la SHCP, conforme al principio de legalidad, la autoridad no tiene facultades para aplicar una regla no prevista (ergo el artículo 13 de la LIC no existe).La ley no alcanza, dice Hacienda, ergo hay que violarla; la ley no abarca casos de emergencia, arguye, luego entonces hay que tirarla al bote de la basura para beneficiar al Citigroup; la ley, en fin, data de hace más de 20 años (la Constitución desde hace 92, aunque cotidianamente la violen) y por lo mismo se la pasan por el arco del triunfo para confeccionarle un traje a la medida a la trasnacional financiera.Como la Ley de Instituciones de Crédito es antigua (1995), el gobierno calderonista, según dice la Secretaría de Hacienda, recurrió a un tratado comercial aún más viejo que dicha legislación, el TLCAN (1994), para servir al Citigroup y no objetar el control que tiene el gobierno de Barack Obama de la citada trasnacional financiera, a la que no se obliga, como la legislación lo establece, a vender su filial Banamex.Tan simple y sencillo como eso, porque en el peor de los casos sólo algunos legisladores reclamarán airadamente por la ilegal decisión del gobierno calderonista, sin mayores acciones ni riesgos. Tal actitud del poder que supuestamente es un contrapeso para el Ejecutivo no sólo ha permitido cualquier cantidad de excesos y violaciones a la ley, sino que ha sido parte activa. Así se reprivatizó la banca, se rescató a los banqueros, se legalizó el Fobaproa, se extranjerizaron las instituciones del sector financiero que opera en el país y se entregó el control del sistema nacional de pagos a intereses foráneos. Y así, con la mano en la cintura, se viola la ley en el caso Banamex.Ya en el descaro, la SHCP asegura que el gobierno federal estima necesario presentar al Congreso de la Unión una iniciativa de reforma con el objeto de reafirmar la rectoría del Estado sobre el sistema financiero nacional. En este sentido, se confirmará (es decir, el artículo 13 que no existe, según la misma dependencia) la prohibición de la participación de gobiernos extranjeros en dicho sistema, al tiempo que se establecerán con toda claridad los supuestos de excepción estrictamente necesarios para afrontar situaciones de crisis como las que se presentan hoy día.Qué cara más dura: afirmar que su intención es reafirmar la rectoría del Estado sobre el sistema financiero nacional, cuando es más que obvio y escandaloso que desde muchos años atrás en bandeja de plata la entregaron a los intereses privados. Y después se quejan por lo del Estado fallido.Las rebanadas del pastelEso sí, persianas venecianas, champú y arbolitos de Navidad made in USA forman parte de la represalia que el gobierno calderonista puso en marcha para que los gringos entiendan con quién se meten, y de qué tamaño será la respuesta si reinciden. Y cierto es: saben perfectamente con quién.cfvmexico_sa@hotmail.com • mexicosa@infinitum.com.mx
Julio Boltvinik: Economía Moral
ohn Bellamy Foster y Fred Magdoff (FyM) citan a un par de autores de lo que en Estados Unidos se llama economía radical que sostienen la tesis inversa a la que ellos, siguiendo a Paul Sweezy y Harry Magdoff (padre, ya fallecido, de Fred) desarrollan en su libro The Great Financial Crisis (Monthly Review Press, 2009), tesis que sostiene que la tendencia crónica al estancamiento del capital monopolista, genera una masa de excedente que no encuentra oportunidades de inversión productiva y que se canaliza al sistema financiero buscando ganancias. Ante la oferta masiva de recursos, el sistema financiero fomenta el sobre-endeudamiento de todos los sectores de la economía, incluidos los hogares (la deuda global acumulada en Estados Unidos de hogares, empresas y gobierno era de 3.5 veces el PIB en 2007) y diseña nuevos instrumentos financieros, de traslado de riesgos y de aseguramiento de éstos. Todo ello da lugar a la financiarización de la economía (el traslado del centro de gravedad de la economía del sector productivo al financiero). Es decir, la tesis central es que la financiarización es un resultado de la tendencia al estancamiento.Thomas Palley al igual que Özgur Orhangazi sostienen la tesis opuesta: es la financiarización la que genera el estancamiento. Palley incluso atribuye a la financiarización el estancamiento de los salarios reales y la creciente concentración del ingreso. No hay duda, dicen FyM, que un estancamiento prolongado y profundo puede derivar del estallido de una burbuja financiera, como ocurrió en Japón después de la ruptura de la burbuja de los valores del mercado inmobiliario en 1990. Sin embargo, sostienen que esta enfermedad económica puede ser vista de manera más útil como una crisis de financiarización que, al atascarse, paraliza el crecimiento que había generado.Orhaganzi argumenta que las mayores oportunidades de ganancias financieras excluyen las inversiones productivas, al cambiar los incentivos de los directivos corporativos. Así, el estancamiento se explicaría porque el crecimiento de la inversión financiera genera, por exclusión, un crecimiento muy lento de la inversión productiva. FyM refutan a este autor señalando que la idea de que la inversión real es excluida por la inversión financiera hace muy poco sentido cuando se le sitúa en el contexto de una economía caracterizada por cada vez menos oportunidades de inversión productiva y una creciente capacidad ociosa: el promedio de capacidad utilizada en la industria manufacturera en los años 1960-1969 fue de 85 por ciento, y más bajo en el periodo 1972-2007: 79.8 por ciento. También presentan una gráfica que muestra la tendencia a la baja de la inversión neta fija no residencial (INFNR) y el bajísimo nivel absoluto al que llegó en 2006. (Véase gráfica).Continuando su argumento contra Orhaganzi agregan que, como hay un número limitado de salidas de inversión rentables en la economía real, y como, ante ello, el proceso de acumulación se atasca constantemente, y como el amontonamiento de más y más deuda se convierte en palanca poderosa del crecimiento, cualquier desaceleración en el inflado de la burbuja de la deuda se convierte en una amenaza a tal crecimiento. Está en la naturaleza del capital monopolista financiero el que tienda a volverse adicto a la deuda: más y más deuda se requiere sólo para mantener la máquina funcionando, añaden citando un libro de Paul Sweezy y Harry Magdoff de 1988. Y rematan: “lo anterior no debe cegarnos al hecho que el problema real está en otra parte. En todo el sistema de explotación de clase enraizado en la producción. En este sentido, la financiarización es sólo una manera de compensar la enfermedad subyacente que afecta la acumulación de capital misma”. Y nos recuerdan que Marx escribió: La superficialidad de la economía política se muestra en el hecho que concibe la expansión y la contracción del crédito como la causa periódica de las alteraciones del ciclo industrial, cuando es un mero síntoma de ellas.La bien intencionada crítica de Palley, Orhaganzi y otros en la izquierda está orientada a la re-regulación del sistema financiero (después de muchos años de des-regulación), creando una arquitectura financiera que estabilice la economía y proteja el trabajo asalariado, dicen FyM. “Pero si la argumentación previa es correcta, continúan, tales empeños para re-regular las finanzas probablemente fracasarán en su objetivo principal, puesto que cualquier intento serio de controlar el sistema financiero corre el riesgo de desestabilizar el régimen de acumulación en su conjunto, que constantemente requiere de la financiarización para elevarse a niveles cada vez más altos”. Los autores terminan el capítulo 5 de su libro que he venido reseñando, comentando que Sweezy señaló en una conferencia en 1994 que lo único que podría hacerse para estabilizar la economía sería expandir de manera muy acelerada el gasto gubernamental en áreas que beneficiaran realmente a la población y llevar a cabo una redistribución radical del ingreso y la riqueza.En este capítulo, escrito originalmente en abril de 2008 como artículo de la revista Monthly Review, antes de que Obama fuese electo presidente, señalan que ninguna de las propuestas de Sweezy está en la agenda. Sin embargo, sabemos ahora que el presupuesto enviado por el presidente Obama y ya aprobado por el Congreso, sí conlleva la aceleración del gasto público en algunas áreas de alto beneficio para la población, como servicios de salud. No incluye medidas de redistribución radical del ingreso y la riqueza pero sí de elevación de las tasas impositivas a los altos ingresos, que se habían venido desgravando, como parte de las políticas neoliberales, desde 1980.Los autores muestran su cara radical y su coherencia al cerrar el capítulo: Si la meta es avanzar las necesidades de la humanidad como un todo, el mundo tarde o temprano tendrá que acoger un sistema social alternativo al capitalismo. No hay otro camino.jbolt@colmex.mx
ohn Bellamy Foster y Fred Magdoff (FyM) citan a un par de autores de lo que en Estados Unidos se llama economía radical que sostienen la tesis inversa a la que ellos, siguiendo a Paul Sweezy y Harry Magdoff (padre, ya fallecido, de Fred) desarrollan en su libro The Great Financial Crisis (Monthly Review Press, 2009), tesis que sostiene que la tendencia crónica al estancamiento del capital monopolista, genera una masa de excedente que no encuentra oportunidades de inversión productiva y que se canaliza al sistema financiero buscando ganancias. Ante la oferta masiva de recursos, el sistema financiero fomenta el sobre-endeudamiento de todos los sectores de la economía, incluidos los hogares (la deuda global acumulada en Estados Unidos de hogares, empresas y gobierno era de 3.5 veces el PIB en 2007) y diseña nuevos instrumentos financieros, de traslado de riesgos y de aseguramiento de éstos. Todo ello da lugar a la financiarización de la economía (el traslado del centro de gravedad de la economía del sector productivo al financiero). Es decir, la tesis central es que la financiarización es un resultado de la tendencia al estancamiento.Thomas Palley al igual que Özgur Orhangazi sostienen la tesis opuesta: es la financiarización la que genera el estancamiento. Palley incluso atribuye a la financiarización el estancamiento de los salarios reales y la creciente concentración del ingreso. No hay duda, dicen FyM, que un estancamiento prolongado y profundo puede derivar del estallido de una burbuja financiera, como ocurrió en Japón después de la ruptura de la burbuja de los valores del mercado inmobiliario en 1990. Sin embargo, sostienen que esta enfermedad económica puede ser vista de manera más útil como una crisis de financiarización que, al atascarse, paraliza el crecimiento que había generado.Orhaganzi argumenta que las mayores oportunidades de ganancias financieras excluyen las inversiones productivas, al cambiar los incentivos de los directivos corporativos. Así, el estancamiento se explicaría porque el crecimiento de la inversión financiera genera, por exclusión, un crecimiento muy lento de la inversión productiva. FyM refutan a este autor señalando que la idea de que la inversión real es excluida por la inversión financiera hace muy poco sentido cuando se le sitúa en el contexto de una economía caracterizada por cada vez menos oportunidades de inversión productiva y una creciente capacidad ociosa: el promedio de capacidad utilizada en la industria manufacturera en los años 1960-1969 fue de 85 por ciento, y más bajo en el periodo 1972-2007: 79.8 por ciento. También presentan una gráfica que muestra la tendencia a la baja de la inversión neta fija no residencial (INFNR) y el bajísimo nivel absoluto al que llegó en 2006. (Véase gráfica).Continuando su argumento contra Orhaganzi agregan que, como hay un número limitado de salidas de inversión rentables en la economía real, y como, ante ello, el proceso de acumulación se atasca constantemente, y como el amontonamiento de más y más deuda se convierte en palanca poderosa del crecimiento, cualquier desaceleración en el inflado de la burbuja de la deuda se convierte en una amenaza a tal crecimiento. Está en la naturaleza del capital monopolista financiero el que tienda a volverse adicto a la deuda: más y más deuda se requiere sólo para mantener la máquina funcionando, añaden citando un libro de Paul Sweezy y Harry Magdoff de 1988. Y rematan: “lo anterior no debe cegarnos al hecho que el problema real está en otra parte. En todo el sistema de explotación de clase enraizado en la producción. En este sentido, la financiarización es sólo una manera de compensar la enfermedad subyacente que afecta la acumulación de capital misma”. Y nos recuerdan que Marx escribió: La superficialidad de la economía política se muestra en el hecho que concibe la expansión y la contracción del crédito como la causa periódica de las alteraciones del ciclo industrial, cuando es un mero síntoma de ellas.La bien intencionada crítica de Palley, Orhaganzi y otros en la izquierda está orientada a la re-regulación del sistema financiero (después de muchos años de des-regulación), creando una arquitectura financiera que estabilice la economía y proteja el trabajo asalariado, dicen FyM. “Pero si la argumentación previa es correcta, continúan, tales empeños para re-regular las finanzas probablemente fracasarán en su objetivo principal, puesto que cualquier intento serio de controlar el sistema financiero corre el riesgo de desestabilizar el régimen de acumulación en su conjunto, que constantemente requiere de la financiarización para elevarse a niveles cada vez más altos”. Los autores terminan el capítulo 5 de su libro que he venido reseñando, comentando que Sweezy señaló en una conferencia en 1994 que lo único que podría hacerse para estabilizar la economía sería expandir de manera muy acelerada el gasto gubernamental en áreas que beneficiaran realmente a la población y llevar a cabo una redistribución radical del ingreso y la riqueza.En este capítulo, escrito originalmente en abril de 2008 como artículo de la revista Monthly Review, antes de que Obama fuese electo presidente, señalan que ninguna de las propuestas de Sweezy está en la agenda. Sin embargo, sabemos ahora que el presupuesto enviado por el presidente Obama y ya aprobado por el Congreso, sí conlleva la aceleración del gasto público en algunas áreas de alto beneficio para la población, como servicios de salud. No incluye medidas de redistribución radical del ingreso y la riqueza pero sí de elevación de las tasas impositivas a los altos ingresos, que se habían venido desgravando, como parte de las políticas neoliberales, desde 1980.Los autores muestran su cara radical y su coherencia al cerrar el capítulo: Si la meta es avanzar las necesidades de la humanidad como un todo, el mundo tarde o temprano tendrá que acoger un sistema social alternativo al capitalismo. No hay otro camino.jbolt@colmex.mx
Hacienda desconoce la leyAyer la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) fijó en un comunicado su postura ante la adquisición de una porción del capital de Banamex –con los programas de apoyo a su matriz, Citigroup– por parte del gobierno de Estados Unidos, y ante el hecho de que se haya configurado de esa manera una ilegalidad: en su artículo 13, la Ley de Instituciones de Crédito especifica, en forma clara e inequívoca, que no podrán participar en forma alguna en el capital social de las instituciones de banca múltiple personas morales extranjeras que ejerzan funciones de autoridad. En suma, la participación gubernamental de Washington en Banamex contraviene las leyes del país.Pero, lejos de asumir y reconocer este hecho, como es su responsabilidad, la SHCP optó por enredarse en la formulación de subterfugios y falacias inadmisibles, en una descalificación de las normas legales y, por tanto, en una actitud contraria a la ley. El boletín emitido por la dependencia asevera que, por la propia naturaleza de los programas de apoyo, es previsible que éstos se retiren conforme vaya mejorando el entorno económico; que la intervención de los gobiernos no ha tenido por objeto convertirlos en prestadores de servicios financieros, y que la adquisición de Citigroup por el gobierno del país vecino no responde a una intención deliberada de participar en la banca y menos aún de intervenir en el sistema financiero mexicano. Asimismo, alega que los beneficios de los apoyos otorgados en el extranjero se extienden a sus filiales en México, contribuyendo a conservar su valor, preservar su nivel de capitalización y mantener su capacidad operativa. En síntesis, según Hacienda, es aceptable tolerar una ilegalidad a condición de que sea temporal, que no tenga propósitos injerencistas y que reporte beneficios económicos.Aún más grave, la dependencia asevera que el artículo arriba citado ha generado diferentes opiniones respecto a las implicaciones, sobre las filiales mexicanas, de los apoyos y rescates implementados por gobiernos extranjeros en beneficio de las matrices; que existen otras disposiciones legales sobre la materia, las cuales deben ser tomadas en cuenta para establecer el criterio legal aplicable al caso concreto, y que corresponde a la SHCP la interpretación sobre la aplicación de estas leyes, como si hubiera algo que intrepretar ante un precepto legal tan claro y terminante.A continuación, la institución que encabeza Agustín Carstens se lanza a denostar el precepto referido, afirmando que data de hace más de 20 años y que está descontextualizado, porque no abarca casos de emergencia derivados de crisis globales ni la participación mayoritaria de inversión extranjera. Con semejante lógica bien puede alegarse la obsolescencia de la Constitución de 1917 en su conjunto o, peor, justificar homicidios perpetrados en circunstancias excepcionales y no previstas por las leyes.Está fuera de duda que la situación anómala fue generada en forma incidental por el rescate bancario estadunidense y que no obedece a un designio de Washington de apoderarse de una institución de crédito que opera en México. Es claro, asimismo, que el gobierno estadunidense ha terminado siendo accionista coyuntural de Banamex en el contexto de la severa crisis económica por la que atraviesa el mundo. Pero es igualmente cierto y evidente que una ley mexicana prohíbe tal participación.Ante esta circunstancia, la SHCP ha decidido desconocer (en el sentido de ignorar y en la acepción de atropellar) la ley, y tal hecho es inadmisible, vergonzoso y nefasto para la vida institucional de México. En vez de enfrentar las dificultades políticas que necesariamente derivan del cumplimiento de la norma referida, Hacienda propone hacerse de la vista gorda, remplazar la observancia de los preceptos legales por un espíritu de tolerancia ante el ilícito y regularizar, mediante la fabricación de leyes a modo, la contravención mencionada. Se trata de una exaltación de lo irregular, de un intento por relativizar el imperio de la ley y de una inmoralidad impresentable que debilita el marco normativo y el tramado institucional, socava la de por sí deficitaria legitimidad de la actual administración y demerita la credibilidad de lo que el Ejecutivo federal afirma que es su principal empeño: el restablecimiento del estado de derecho.
Víctor M. Quintana S.: La violencia del capitalismo minimalista
No se dio en la periferia extrema del capitalismo desarrollado. Se dio en el mismo confín de la opulencia, en la periferia próxima, en la frontera con el imperio. Lo que ocurre hoy en Ciudad Juárez, y en toda la frontera norte de México, no es sino la comprobación en los hechos del fracaso de una manera de maximizar las ganancias y minimizar los costos para los capitalistas y su Estado: el capitalismo minimalista.Fordismo al revés: una vez que se integran los mercados mundiales y se globalizan los procesos de producción, los genios neoliberales pensaron que parían una nueva etapa del capitalismo. Ya no era necesario pagar bien a los trabajadores y crear un amplio mercado para lo que ellos mismos producen. Ya no era necesario suavizar la lucha de clases mediante aumentos salariales, buenas condiciones de trabajo, reconocimiento a sindicatos representativos de los trabajadores, operación de un Estado benefactor. Con el grueso de los consumidores fuera de las fronteras, con los países pobres pujando por abaratar mano de obra y dumpear condiciones de trabajo, el modelo maquilero tenía todo para triunfar.Minimalismo en salarios y prestaciones sociales. Con la industria de sustitución de importaciones quebrada por los tratados comerciales, con la agricultura en vías de desmantelamiento por la misma apertura comercial y las políticas que sólo favorecen a los grandes productores, la competencia por un puesto de trabajo fijo se torna despiadada: lo gana quien está dispuesto a perder más. Se consolida así un régimen de salarios bajos y prestaciones de acuerdo con la productividad en la industria maquiladora. Pero en cuanto sobreviene una crisis como la posterior al 11 de septiembre, se contraen salarios y se esfuman prestaciones. Al fin y al cabo siempre habrá haitianos, hondureños o africanos que estén dispuestos a trabajar por un dólar al día.Minimalismo en derechos laborales. Este régimen sólo puede sostenerse sin el estorbo de sindicatos independientes y representativos o con la ayuda de sindicatos charros o blancos. Las centrales oficiales, CTM y CROC a la cabeza, están dispuestas a jugar el segundo juego. Vender contratos de protección a empresas, inventar sindicatos que nunca ven los trabajadores cuando requieren defenderse, sólo a la hora de pagarles cuotas. El laissez faire, laissez paser en versión de la gerontocracia autoritaria de los sindicatos antiobreros.Minimalismo en las condiciones de vida. Para un Estado –como el mexicano– que hace mucho dejó sus veleidades de Estado de bienestar, con que las trasnacionales traigan empleos al país basta. Adopta una actitud minimalista en la defensa de los derechos de los trabajadores. En la exigencia del cumplimiento de las normas ambientales. Construye sólo la infraestructura mínima para que las empresas operen bien, con ganancias. Los parques industriales son oasis de orden, buen gusto y limpieza entre los terregales, las viviendas precarias, las calles repletas de basura. Minimalismo en el transporte urbano: que lo garanticen con prestadores privados los maquileros, o los viejos carros chocolates de los trabajadores.Minimalismo también en la vivienda. Sólo la necesaria para la reproducción simple, muy simple, de la fuerza de trabajo. Casas de 40 metros cuadrados, fraccionamientos hacinados, sin espacios de convivencia; materiales y diseños de pésima calidad. Minimalismo para que los trabajadores puedan sólo dormir allí, y los fraccionadores y desarrolladores ganar lo máximo.Minimalismo en el desarrollo social. Basta con que la mayor parte de la familia tenga empleo, así sea mal pagado. Si tienen trabajo para la semana y antros para los fines de semana, ¿para qué más escuelas, opciones de cultura, guarderías o centros para prevenir o tratar adicciones?Complot de capitalistas y Estado en sus diversos niveles y órdenes. Éste pensó que con una intervención mínima ayudaría a aquellos a no tener respuesta en la lucha de ellos contra las clases trabajadoras. La fórmula empleos-bajos salarios-antros-alcohol-drogas-desmadre urbano parecía más eficaz que cualquier forma de represión o cooptación.Pero la realidad les respondió por donde menos lo esperaban. La violencia, huérfana de los dos grandes conflictos del siglo XX, como señala Wieworka, de la confrontación Este-Oeste, y de la lucha de clases, les brotó virulenta, escurridiza, omnipresente, multiforme, incontrolable, posmoderna, desordenadora. No la violencia creadora, con utopía, de los oprimidos, sino un big bang de explosión final de la violencia callejera, la doméstica, la de las bandas, la del crimen organizado, la de quienes dicen combatirlo. La violencia perversa, anómica.La violencia que ahora empapa nuestra frontera norte no se generó sólo por la acción de los malos. También se ha desarrollado y crecido por las acciones, omisiones y complicidades de quienes desde el Estado, desde la empresa o desde la sociedad se beneficiaron del capitalismo minimalista. A éste también hay que juzgarlo como factor de la inseguridad.
No se dio en la periferia extrema del capitalismo desarrollado. Se dio en el mismo confín de la opulencia, en la periferia próxima, en la frontera con el imperio. Lo que ocurre hoy en Ciudad Juárez, y en toda la frontera norte de México, no es sino la comprobación en los hechos del fracaso de una manera de maximizar las ganancias y minimizar los costos para los capitalistas y su Estado: el capitalismo minimalista.Fordismo al revés: una vez que se integran los mercados mundiales y se globalizan los procesos de producción, los genios neoliberales pensaron que parían una nueva etapa del capitalismo. Ya no era necesario pagar bien a los trabajadores y crear un amplio mercado para lo que ellos mismos producen. Ya no era necesario suavizar la lucha de clases mediante aumentos salariales, buenas condiciones de trabajo, reconocimiento a sindicatos representativos de los trabajadores, operación de un Estado benefactor. Con el grueso de los consumidores fuera de las fronteras, con los países pobres pujando por abaratar mano de obra y dumpear condiciones de trabajo, el modelo maquilero tenía todo para triunfar.Minimalismo en salarios y prestaciones sociales. Con la industria de sustitución de importaciones quebrada por los tratados comerciales, con la agricultura en vías de desmantelamiento por la misma apertura comercial y las políticas que sólo favorecen a los grandes productores, la competencia por un puesto de trabajo fijo se torna despiadada: lo gana quien está dispuesto a perder más. Se consolida así un régimen de salarios bajos y prestaciones de acuerdo con la productividad en la industria maquiladora. Pero en cuanto sobreviene una crisis como la posterior al 11 de septiembre, se contraen salarios y se esfuman prestaciones. Al fin y al cabo siempre habrá haitianos, hondureños o africanos que estén dispuestos a trabajar por un dólar al día.Minimalismo en derechos laborales. Este régimen sólo puede sostenerse sin el estorbo de sindicatos independientes y representativos o con la ayuda de sindicatos charros o blancos. Las centrales oficiales, CTM y CROC a la cabeza, están dispuestas a jugar el segundo juego. Vender contratos de protección a empresas, inventar sindicatos que nunca ven los trabajadores cuando requieren defenderse, sólo a la hora de pagarles cuotas. El laissez faire, laissez paser en versión de la gerontocracia autoritaria de los sindicatos antiobreros.Minimalismo en las condiciones de vida. Para un Estado –como el mexicano– que hace mucho dejó sus veleidades de Estado de bienestar, con que las trasnacionales traigan empleos al país basta. Adopta una actitud minimalista en la defensa de los derechos de los trabajadores. En la exigencia del cumplimiento de las normas ambientales. Construye sólo la infraestructura mínima para que las empresas operen bien, con ganancias. Los parques industriales son oasis de orden, buen gusto y limpieza entre los terregales, las viviendas precarias, las calles repletas de basura. Minimalismo en el transporte urbano: que lo garanticen con prestadores privados los maquileros, o los viejos carros chocolates de los trabajadores.Minimalismo también en la vivienda. Sólo la necesaria para la reproducción simple, muy simple, de la fuerza de trabajo. Casas de 40 metros cuadrados, fraccionamientos hacinados, sin espacios de convivencia; materiales y diseños de pésima calidad. Minimalismo para que los trabajadores puedan sólo dormir allí, y los fraccionadores y desarrolladores ganar lo máximo.Minimalismo en el desarrollo social. Basta con que la mayor parte de la familia tenga empleo, así sea mal pagado. Si tienen trabajo para la semana y antros para los fines de semana, ¿para qué más escuelas, opciones de cultura, guarderías o centros para prevenir o tratar adicciones?Complot de capitalistas y Estado en sus diversos niveles y órdenes. Éste pensó que con una intervención mínima ayudaría a aquellos a no tener respuesta en la lucha de ellos contra las clases trabajadoras. La fórmula empleos-bajos salarios-antros-alcohol-drogas-desmadre urbano parecía más eficaz que cualquier forma de represión o cooptación.Pero la realidad les respondió por donde menos lo esperaban. La violencia, huérfana de los dos grandes conflictos del siglo XX, como señala Wieworka, de la confrontación Este-Oeste, y de la lucha de clases, les brotó virulenta, escurridiza, omnipresente, multiforme, incontrolable, posmoderna, desordenadora. No la violencia creadora, con utopía, de los oprimidos, sino un big bang de explosión final de la violencia callejera, la doméstica, la de las bandas, la del crimen organizado, la de quienes dicen combatirlo. La violencia perversa, anómica.La violencia que ahora empapa nuestra frontera norte no se generó sólo por la acción de los malos. También se ha desarrollado y crecido por las acciones, omisiones y complicidades de quienes desde el Estado, desde la empresa o desde la sociedad se beneficiaron del capitalismo minimalista. A éste también hay que juzgarlo como factor de la inseguridad.
Luis Javier Garrido: La andanada
l gobierno ilegítimo panista está ofreciendo mayores concesiones a Washington a cambio de obtener su ayuda para sortear la crítica situación por la que atraviesa: a entregar recursos de la nación y atribuciones del Estado a cambio de beneficios privados.1. La reformulación de la estrategia estadunidense de dominación sobre México anunciada por la administración Obama para sustituir a la llamada Iniciativa Mérida, y que está ahora definiéndose en el Pentágono y el Departamento de Estado, amenaza con abrir nuevas vías para el control estadunidense de México por la actitud cada vez más entreguista del gobierno de facto de Calderón, empeñado en ofrecerlo todo con tal de que el nuevo equipo de la Casa Blanca considere como prioritario ayudar al PAN a mantenerse en el poder, lo que cristalizaría en la visita del nuevo presidente estadunidense a México en abril.2. La situación de México es cada vez más crítica antes de cumplirse el tercer año del gobierno ilegítimo, según coinciden los análisis hechos por el gran capital privado –como el de Bancomer, del que ayer daba cuenta La Jornada–, pero Felipe Calderón, absolutamente de espaldas al pueblo de México, sigue insistiendo en su misma actitud de indolencia entreguista, sin darse cuenta de que lo están desaprobando no sólo la mayoría de los mexicanos, empobrecidos cada vez más en estos años, sino también aquellos a quienes en su estulticia pretende estar beneficiando.3. El país está perplejo además tanto por el abandono que manifiesta el equipo calderoniano de sus responsabilidades constitucionales como por la ferocidad con la que está entregado a la corrupción. Mientras los responsables políticos del PAN tratan de ocultar sus vínculos evidentes con el narcopoder y de hacer creer que sólo el PRI está relacionado con los cárteles, Calderón y sus amigos siguen haciendo con las trasnacionales escandalosos negocios ilícitos en materia petrolera, como lo señaló Andrés Manuel López Obrador.4. La verdad de lo que acontece no puede ocultarse ya que los hechos son contundentes, como lo está entendiendo la propia derecha mexicana. El gobierno extremista de Calderón no tiene proyecto alguno para la nación, pues entiende que su obligación fundamental es ante los poderes trasnacionales –únicos a los que se siente obligado a rendir cuentas–, y que ésta se limita a tratar de aplicar los programas neoliberales privatizadores para seguir desmantelando el Estado nacional y a la vez el buscar seguir cediendo áreas estratégicas al gobierno estadunidense, para lo cual le ha resultado fundamental el clima de violencia que ha instaurado en un remedo del Plan Colombia. Calderón pretende seguir argumentando así ante Obama que el suyo es, junto con el de Uribe, uno de los gobiernos más confiables para Estados Unidos en el continente.5. La historia tiene sus ironías: en los años de la guerra fría, México era, además de Cuba, el único país latinoamericano que aspiraba a tener una diplomacia independiente frente a Estados Unidos, mientras las demás naciones del continente se asumían como protectorados, y hoy la situación es a la inversa. La carta que Calderón y su reducido equipo de confianza está jugando con Obama, demandándole su ayuda a través de las ya desesperadas gestiones de su embajador Sarukhán, ha cobrado un carácter singular, pues México, junto con Colombia, aparece como uno de los dos países más sometidos a Estados Unidos en el continente, como lo subraya el histórico triunfo electoral de Mauricio Funes, candidato del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), en las elecciones del domingo 15 en El Salvador, que entre otras cosas aisla aún más en el continente al gobierno ultraderechista de los panistas mexicanos.6. El signo que caracteriza a la mayor parte de los gobiernos del continente es el de la definición de políticas propias, pero el de México es el de un entreguismo sin límites ante Estados Unidos y el poder trasnacional. Cuando desde el interior del gobierno colombiano se denuncian ya los efectos catastróficos del Plan Colombia, aquí Calderón quiere que se nos imponga un remedo de éste.7. El modelo político neoliberal que se ha ido diseñando en los centros de poder financiero supone la reducción a su mínima expresión de los estados nacionales, pues tras la reconversión económica se busca que las decisiones esenciales en materia económica y social sean tomadas por los centros de poder financiero, y el control estratégico militar quede a cargo de las fuerzas del Pentágono, y a eso es a lo que está colaborando Calderón: a hacer de México un territorio de saqueo para el gran capital.8. La estrategia de Bush ha rendido sus frutos, y desde los años previos a la guerra de 1846-1848, jamás en la historia entre México y Estados Unidos se había producido una andanada de descalificación tan violenta contra México en el Congreso estadunidense y en los medios informativos de ese país, ni una injerencia tan abierta y ofensiva de las autoridades estadunidenses, que han contado con la complacencia vergonzosa del gobierno espurio que, carente de toda dignidad, lo ha aceptado todo.9. El actual desprestigio internacional de México como un país inmerso en la violencia, la corrupción y el narcotráfico es responsabilidad exclusiva de Calderón, que con su estulta decisión de lanzar una campaña de propaganda con su supuesta “guerra contra el narco”, no logró forjarse una imagen sino hundirse en un mayor descrédito, y sí consiguió, por otro lado, el objetivo buscado por Washington de acelerar la descomposición del Estado mexicano. Los exabruptos histéricos de Calderón al sorprenderse por la visión que se tiene en el exterior de su gobierno lo ponen por lo mismo en el centro de la discusión.10. El país requiere tener un funcionamiento institucional y conforme a la legalidad constitucional para enfrentar sus gravísimos problemas. Dar curso a la demanda de que es urgente destituir a Calderón del cargo por sus actos evidentes de traición a la patria y por su incapacidad manifiesta para ejercer el cargo, agravada por el escenario de alcoholización que se dice prevalece en Los Pinos, ambos casos conforme al segundo párrafo del 108 constitucional, es la vía para resarcir a la nación e iniciar una rectificación profunda de las políticas actuales, que ignoran por completo los derechos fundamentales de los mexicanos.
l gobierno ilegítimo panista está ofreciendo mayores concesiones a Washington a cambio de obtener su ayuda para sortear la crítica situación por la que atraviesa: a entregar recursos de la nación y atribuciones del Estado a cambio de beneficios privados.1. La reformulación de la estrategia estadunidense de dominación sobre México anunciada por la administración Obama para sustituir a la llamada Iniciativa Mérida, y que está ahora definiéndose en el Pentágono y el Departamento de Estado, amenaza con abrir nuevas vías para el control estadunidense de México por la actitud cada vez más entreguista del gobierno de facto de Calderón, empeñado en ofrecerlo todo con tal de que el nuevo equipo de la Casa Blanca considere como prioritario ayudar al PAN a mantenerse en el poder, lo que cristalizaría en la visita del nuevo presidente estadunidense a México en abril.2. La situación de México es cada vez más crítica antes de cumplirse el tercer año del gobierno ilegítimo, según coinciden los análisis hechos por el gran capital privado –como el de Bancomer, del que ayer daba cuenta La Jornada–, pero Felipe Calderón, absolutamente de espaldas al pueblo de México, sigue insistiendo en su misma actitud de indolencia entreguista, sin darse cuenta de que lo están desaprobando no sólo la mayoría de los mexicanos, empobrecidos cada vez más en estos años, sino también aquellos a quienes en su estulticia pretende estar beneficiando.3. El país está perplejo además tanto por el abandono que manifiesta el equipo calderoniano de sus responsabilidades constitucionales como por la ferocidad con la que está entregado a la corrupción. Mientras los responsables políticos del PAN tratan de ocultar sus vínculos evidentes con el narcopoder y de hacer creer que sólo el PRI está relacionado con los cárteles, Calderón y sus amigos siguen haciendo con las trasnacionales escandalosos negocios ilícitos en materia petrolera, como lo señaló Andrés Manuel López Obrador.4. La verdad de lo que acontece no puede ocultarse ya que los hechos son contundentes, como lo está entendiendo la propia derecha mexicana. El gobierno extremista de Calderón no tiene proyecto alguno para la nación, pues entiende que su obligación fundamental es ante los poderes trasnacionales –únicos a los que se siente obligado a rendir cuentas–, y que ésta se limita a tratar de aplicar los programas neoliberales privatizadores para seguir desmantelando el Estado nacional y a la vez el buscar seguir cediendo áreas estratégicas al gobierno estadunidense, para lo cual le ha resultado fundamental el clima de violencia que ha instaurado en un remedo del Plan Colombia. Calderón pretende seguir argumentando así ante Obama que el suyo es, junto con el de Uribe, uno de los gobiernos más confiables para Estados Unidos en el continente.5. La historia tiene sus ironías: en los años de la guerra fría, México era, además de Cuba, el único país latinoamericano que aspiraba a tener una diplomacia independiente frente a Estados Unidos, mientras las demás naciones del continente se asumían como protectorados, y hoy la situación es a la inversa. La carta que Calderón y su reducido equipo de confianza está jugando con Obama, demandándole su ayuda a través de las ya desesperadas gestiones de su embajador Sarukhán, ha cobrado un carácter singular, pues México, junto con Colombia, aparece como uno de los dos países más sometidos a Estados Unidos en el continente, como lo subraya el histórico triunfo electoral de Mauricio Funes, candidato del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), en las elecciones del domingo 15 en El Salvador, que entre otras cosas aisla aún más en el continente al gobierno ultraderechista de los panistas mexicanos.6. El signo que caracteriza a la mayor parte de los gobiernos del continente es el de la definición de políticas propias, pero el de México es el de un entreguismo sin límites ante Estados Unidos y el poder trasnacional. Cuando desde el interior del gobierno colombiano se denuncian ya los efectos catastróficos del Plan Colombia, aquí Calderón quiere que se nos imponga un remedo de éste.7. El modelo político neoliberal que se ha ido diseñando en los centros de poder financiero supone la reducción a su mínima expresión de los estados nacionales, pues tras la reconversión económica se busca que las decisiones esenciales en materia económica y social sean tomadas por los centros de poder financiero, y el control estratégico militar quede a cargo de las fuerzas del Pentágono, y a eso es a lo que está colaborando Calderón: a hacer de México un territorio de saqueo para el gran capital.8. La estrategia de Bush ha rendido sus frutos, y desde los años previos a la guerra de 1846-1848, jamás en la historia entre México y Estados Unidos se había producido una andanada de descalificación tan violenta contra México en el Congreso estadunidense y en los medios informativos de ese país, ni una injerencia tan abierta y ofensiva de las autoridades estadunidenses, que han contado con la complacencia vergonzosa del gobierno espurio que, carente de toda dignidad, lo ha aceptado todo.9. El actual desprestigio internacional de México como un país inmerso en la violencia, la corrupción y el narcotráfico es responsabilidad exclusiva de Calderón, que con su estulta decisión de lanzar una campaña de propaganda con su supuesta “guerra contra el narco”, no logró forjarse una imagen sino hundirse en un mayor descrédito, y sí consiguió, por otro lado, el objetivo buscado por Washington de acelerar la descomposición del Estado mexicano. Los exabruptos histéricos de Calderón al sorprenderse por la visión que se tiene en el exterior de su gobierno lo ponen por lo mismo en el centro de la discusión.10. El país requiere tener un funcionamiento institucional y conforme a la legalidad constitucional para enfrentar sus gravísimos problemas. Dar curso a la demanda de que es urgente destituir a Calderón del cargo por sus actos evidentes de traición a la patria y por su incapacidad manifiesta para ejercer el cargo, agravada por el escenario de alcoholización que se dice prevalece en Los Pinos, ambos casos conforme al segundo párrafo del 108 constitucional, es la vía para resarcir a la nación e iniciar una rectificación profunda de las políticas actuales, que ignoran por completo los derechos fundamentales de los mexicanos.
Gilberto López y Rivas: Los crímenes de Estado de Álvaro Uribe Vélez
Entre el 24 de febrero y el 11 de marzo de 2009, la Comisión Ética Contra los Crímenes de Estado en Colombia realizó su sexta visita. Esta comisión es una iniciativa para salvaguardar la memoria colectiva de las víctimas y acompañar sus procesos de dignificación, denuncia y resistencia, desde la sociedad civil internacional y teniendo en mente que las voces de los silenciados serán escuchadas.En esta ocasión, además del acompañamiento al pueblo indígena embera y afrodescendientes de la cuenca del río Jiguamiandó en la primera Consulta de los Pueblos y sendas visitas a los departamentos de Sucre y Putumayo, la Comisión Ética asistió al Encuentro de Familiares de Víctimas de Ejecuciones Extrajudiciales en Colombia, que tuvo lugar durante los días 5 y 6 de marzo, escuchando múltiples testimonios de ejecuciones extrajudiciales, mal llamadas falsos positivos, así como contextos y análisis de organizaciones que acompañan este proceso desde el Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado. Se encontraban presentes numerosos familiares provenientes de las diferentes regiones del país, por lo que se presentó un panorama altamente representativo de una situación nacional.En todo el país se han cometido cientos de asesinatos que conforman el patrón de desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales, ambos delitos considerados crímenes de lesa humanidad, cometidos por el Estado, principalmente por miembros de las fuerzas armadas colombianas –y/o sus paramilitares– de manera sistemática y generalizada. Esta grave violación se origina con anterioridad y tiene su exponencial desarrollo durante los mandatos del presidente Álvaro Uribe Vélez, en la puesta en práctica de la llamada política de seguridad democrática y a partir de la instrumentación del Plan Colombia, por lo que las víctimas son presentadas como bajas en combate para cobrar las recompensas económicas y recibir los reconocimientos y ascensos que el propio comandante general de las fuerzas militares ofrece de manera reiterada.Estas prácticas aberrantes se presentan como resultados de la guerra contrainsurgente para justificar los apoyos obtenidos por la vía del Plan Colombia y son claramente violatorias del derecho penal colombiano, los Convenios de Ginebra, el derecho internacional de los derechos humanos y, en especial, la Convención Americana de Derechos Humanos.Las víctimas de las ejecuciones extrajudiciales siguen un patrón definido: hombres jóvenes de no más de 35 años, pertenecientes a los sectores populares y más excluidos, con una presencia importante de jóvenes campesinos, o de áreas suburbanas y urbanas que se consideran prescindibles. En ese patrón se incluyen discapacitados o jóvenes que son considerados potenciales o reales opositores al régimen, por lo que encontramos elementos para calificar estos crímenes de lesa humanidad como una política de limpieza social, sólo comparable con la practicada por los execrables regímenes fascistas que prevalecieron en el siglo pasado. Se puede afirmar, sin retórica alguna y ante las dimensiones de la tragedia del pueblo colombiano, que el gobierno de Uribe ha hecho del crimen de Estado su política de Estado.La impunidad es una característica común de estos crímenes, en los que sus perpetradores no son investigados, ni mucho menos juzgados y sancionados. Las autoridades colombianas de los tres poderes y los organismos de control estatal como la procuraduría, y aun organismos que supuestamente defienden y preservan los derechos humanos, han actuado por omisión o comisión como cómplices de los mismos, mientras los medios masivos de comunicación, en su gran mayoría, se hacen eco de las versiones oficialistas sobre los hechos denunciados, cuando no ocultan o encubren totalmente estas graves transgresiones y, principalmente, la responsabilidad del Estado colombiano.Es sorprendente el valor de los familiares de las víctimas que salieron a la calle, acompañados por sectores de la sociedad civil y con la observación de la Comisión Ética, a manifestar su profunda indignación frente al Ministerio de Defensa y la Fiscalía el 6 de marzo, todo ello pese a las amenazas y los reales peligros que corren en un país donde no existe el estado de derecho y las instituciones están al servicio del terrorismo de Estado.La Comisión Ética se sumó a la exigencia del Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado para que en el caso de las ejecuciones extrajudiciales, se conforme un equipo especial dentro de la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía en Bogotá, para evitar eventuales interferencias que, dado el estatus e influencia de los investigados –en los lugares donde ocurrieron los hechos–, puedan afectar la imparcialidad de las diligencias.También la comisión destaca una militarización amplia, visible y evidente en los departamentos, que se expresa en innumerables retenes, repetidos requerimientos de identificación, impedimentos a la libre movilidad de las personas, sobrevuelos de helicópteros, cuarteles e instalaciones militares dentro de localidades, reclutamiento forzado y expedito (una leva en todo el sentido del término), prostitución de niñas y jóvenes, recorridos constantes de las tropas por las carreteras y poblados, presencia militar en la cotidianidad de la población civil (tiendas, casas, fincas, etcétera), la continuidad y reconversión del paramilitarismo, todo lo cual afecta la normalidad y la seguridad de las personas y constituye una clara infracción al derecho internacional humanitario. Esta es la realidad dantesca de Colombia, que Álvaro Uribe Vélez se ufana en presentar como modelo a seguir, y que las ultraderechas pretenden imponer a cualquier precio en el resto de América Latina, con la ayuda de sus mentores estadunidenses.
Entre el 24 de febrero y el 11 de marzo de 2009, la Comisión Ética Contra los Crímenes de Estado en Colombia realizó su sexta visita. Esta comisión es una iniciativa para salvaguardar la memoria colectiva de las víctimas y acompañar sus procesos de dignificación, denuncia y resistencia, desde la sociedad civil internacional y teniendo en mente que las voces de los silenciados serán escuchadas.En esta ocasión, además del acompañamiento al pueblo indígena embera y afrodescendientes de la cuenca del río Jiguamiandó en la primera Consulta de los Pueblos y sendas visitas a los departamentos de Sucre y Putumayo, la Comisión Ética asistió al Encuentro de Familiares de Víctimas de Ejecuciones Extrajudiciales en Colombia, que tuvo lugar durante los días 5 y 6 de marzo, escuchando múltiples testimonios de ejecuciones extrajudiciales, mal llamadas falsos positivos, así como contextos y análisis de organizaciones que acompañan este proceso desde el Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado. Se encontraban presentes numerosos familiares provenientes de las diferentes regiones del país, por lo que se presentó un panorama altamente representativo de una situación nacional.En todo el país se han cometido cientos de asesinatos que conforman el patrón de desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales, ambos delitos considerados crímenes de lesa humanidad, cometidos por el Estado, principalmente por miembros de las fuerzas armadas colombianas –y/o sus paramilitares– de manera sistemática y generalizada. Esta grave violación se origina con anterioridad y tiene su exponencial desarrollo durante los mandatos del presidente Álvaro Uribe Vélez, en la puesta en práctica de la llamada política de seguridad democrática y a partir de la instrumentación del Plan Colombia, por lo que las víctimas son presentadas como bajas en combate para cobrar las recompensas económicas y recibir los reconocimientos y ascensos que el propio comandante general de las fuerzas militares ofrece de manera reiterada.Estas prácticas aberrantes se presentan como resultados de la guerra contrainsurgente para justificar los apoyos obtenidos por la vía del Plan Colombia y son claramente violatorias del derecho penal colombiano, los Convenios de Ginebra, el derecho internacional de los derechos humanos y, en especial, la Convención Americana de Derechos Humanos.Las víctimas de las ejecuciones extrajudiciales siguen un patrón definido: hombres jóvenes de no más de 35 años, pertenecientes a los sectores populares y más excluidos, con una presencia importante de jóvenes campesinos, o de áreas suburbanas y urbanas que se consideran prescindibles. En ese patrón se incluyen discapacitados o jóvenes que son considerados potenciales o reales opositores al régimen, por lo que encontramos elementos para calificar estos crímenes de lesa humanidad como una política de limpieza social, sólo comparable con la practicada por los execrables regímenes fascistas que prevalecieron en el siglo pasado. Se puede afirmar, sin retórica alguna y ante las dimensiones de la tragedia del pueblo colombiano, que el gobierno de Uribe ha hecho del crimen de Estado su política de Estado.La impunidad es una característica común de estos crímenes, en los que sus perpetradores no son investigados, ni mucho menos juzgados y sancionados. Las autoridades colombianas de los tres poderes y los organismos de control estatal como la procuraduría, y aun organismos que supuestamente defienden y preservan los derechos humanos, han actuado por omisión o comisión como cómplices de los mismos, mientras los medios masivos de comunicación, en su gran mayoría, se hacen eco de las versiones oficialistas sobre los hechos denunciados, cuando no ocultan o encubren totalmente estas graves transgresiones y, principalmente, la responsabilidad del Estado colombiano.Es sorprendente el valor de los familiares de las víctimas que salieron a la calle, acompañados por sectores de la sociedad civil y con la observación de la Comisión Ética, a manifestar su profunda indignación frente al Ministerio de Defensa y la Fiscalía el 6 de marzo, todo ello pese a las amenazas y los reales peligros que corren en un país donde no existe el estado de derecho y las instituciones están al servicio del terrorismo de Estado.La Comisión Ética se sumó a la exigencia del Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado para que en el caso de las ejecuciones extrajudiciales, se conforme un equipo especial dentro de la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía en Bogotá, para evitar eventuales interferencias que, dado el estatus e influencia de los investigados –en los lugares donde ocurrieron los hechos–, puedan afectar la imparcialidad de las diligencias.También la comisión destaca una militarización amplia, visible y evidente en los departamentos, que se expresa en innumerables retenes, repetidos requerimientos de identificación, impedimentos a la libre movilidad de las personas, sobrevuelos de helicópteros, cuarteles e instalaciones militares dentro de localidades, reclutamiento forzado y expedito (una leva en todo el sentido del término), prostitución de niñas y jóvenes, recorridos constantes de las tropas por las carreteras y poblados, presencia militar en la cotidianidad de la población civil (tiendas, casas, fincas, etcétera), la continuidad y reconversión del paramilitarismo, todo lo cual afecta la normalidad y la seguridad de las personas y constituye una clara infracción al derecho internacional humanitario. Esta es la realidad dantesca de Colombia, que Álvaro Uribe Vélez se ufana en presentar como modelo a seguir, y que las ultraderechas pretenden imponer a cualquier precio en el resto de América Latina, con la ayuda de sus mentores estadunidenses.
Jorge Camil: Por fin, ¡los marines!
i ha visto películas de la Segunda Guerra Mundial ya conoce el guión, y el final feliz; el happy ending en el que la chica se besa con el marinerito en Champs Élysées el día de la liberación de París.Pues ahora transporte la escena al Paseo de la Reforma, donde un apuesto marine besa a una beautiful seniorita frente a la embajada de Estados Unidos el día feliz en que las fuerzas armadas de las barras y las estrellas nos entregan un país recién liberado del crimen organizado; liberación es liberación, qué más da, nazis por narcos.Eso sería para Mike Mullen la culminación de la cooperación entre los dos países; regresar a la política del buen vecino de Franklin D. Roosevelt, en la que nosotros éramos los buenos, y ellos los vecinos. Parafraseando la Marcha triunfal de Rubén Darío, “ya se oyen los claros clarines (¡más claro ni el agua!). ¡La espada se anuncia con vivo reflejo; ya viene, oro y hierro, el cortejo de los marines!” ¿Cree que la elevación de El Chapo a la lista de Forbes es casual? Por favor, es el golpe maestro: “Miren, su país es un desastre: sus narcos se codean ahora con la crema y nata de sus financieros y sus capitanes de industria”. ¿También erradicarán los marines la corrupción inmemorial de gobernantes y policías, y la venta de armas?El embate comenzó con la Iniciativa Mérida, y adquirió impulso con declaraciones que nos calificaron de Estado fallido, a la par con Pakistán; un peligro para la seguridad de Estados Unidos. Pakistán, porque tiene armas nucleares, y nosotros porque cuando llegue el colapso anunciado avasallaríamos la frontera. Recuerde que Dennis Blair, nuevo director de Inteligencia, declaró en el Congreso que la crisis económica, y no el terrorismo, constituye la mayor amenaza para la seguridad de su país; aseguró que la intensidad de la crisis amenaza con derribar gobiernos y generar oleadas de refugiados. Palabras con dedicatoria.Después Robert Gates, secretario de Defensa, explicó motu proprio en cadena nacional los beneficios de ayudar a México en su titánica lucha contra el crimen organizado, y elogió la valentía del presidente Calderón. Acto seguido (porque esta es una obra en muchos actos) vino Mullen, jefe del Estado Mayor Conjunto, para buscar maneras de mejorar la cooperación entre las fuerzas militares de los dos países.Estos gringos saben de marketing. Inventaron que tenemos una larga historia de cooperación militar, y para probarlo arrastraron a Mullen a convivir con veteranos del Escuadrón 201, a quienes describió como águilas aztecas que protegieron a las tropas de tierra y volaron misiones en apoyo de las operaciones navales de Estados Unidos. ¿Cómo se llamó esa película? ¿Fue en la que Anthony Quinn, noble latino, murió conteniendo a un batallón de alemanes para que los güeros pudieran escapar?Recordemos que desde 2005 un grupo de militares, ex directores de la CIA, funcionarios y ex funcionarios de México, Canadá y Estados Unidos se reúnen sigilosamente en algún lugar apartado para discutir, por increíble que parezca, los escenarios que podrían llevarnos a la integración de los tres países. (¿Integración con Estados Unidos? fue el título del artículo que publiqué sobre el tema en La Jornada el 17/10/08.)Habrá quienes se regocijen. Imagínese a los mismísimos rubios que liberaron Bagdad repartiendo barras de Hersheys en el Zócalo, o asoleándose en las playas de Marcelo Ebrard (¡atención beautiful senioritas!, ésta es la oportunidad de obtener su green card). Esos sí meterían orden; acabarían con Elba Esther, con las marchas de los maestros y los encuerados de los 400 Pueblos. Su récord es impecable: ¿dónde han intervenido sin desatar una guerra civil? En Irak iban por Hussein y terminaron matando a 100 mil civiles y perpetrando el robo del siglo: las segundas reservas petroleras del mundo.Imagínese las represalias del crimen organizado, y la violencia por el calentamiento de la guerra entre cárteles para defender un territorio que será cada día más preciado. Si escucha que vienen como asesores, como anunció Calderón, salga corriendo. Así ingresaron a Vietnam, donde John F. Kennedy envió 700 oficiales para prestar ayuda humanitaria, y terminaron con un ejército de medio millón, cuando, derrotados por el Vietcong, con el país destrozado y con la cola entre las patas, abandonaron Saigón huyendo de Ho Chi Minh.Cuando trasladen a los marines a México en 2010 abandonarán Irak con igual ignominia. (Ellos felices, ¿se imagina: cambiar las tormentas de arena por Acapulco?) Blair volvió a la carga de nuevo, advirtiendo que el gobierno mexicano perdió parte del territorio, y que eso erosionará la influencia política de EU. Mientras tanto, Calderón dejó ver que México está cediendo: admitió que la ayuda consistiría en compartir tecnología, información y datos de inteligencia.¡Bienvenidos a la república bananera de Vietnam! ¡Aprenda inglés! ¡Atención franeleros!, vendrán muchas Humvees (¿cómo se dice “se la lavo, mister”?). Contribuya a comprometer aún más el remedo de soberanía que nos legó el neoliberalismo.
i ha visto películas de la Segunda Guerra Mundial ya conoce el guión, y el final feliz; el happy ending en el que la chica se besa con el marinerito en Champs Élysées el día de la liberación de París.Pues ahora transporte la escena al Paseo de la Reforma, donde un apuesto marine besa a una beautiful seniorita frente a la embajada de Estados Unidos el día feliz en que las fuerzas armadas de las barras y las estrellas nos entregan un país recién liberado del crimen organizado; liberación es liberación, qué más da, nazis por narcos.Eso sería para Mike Mullen la culminación de la cooperación entre los dos países; regresar a la política del buen vecino de Franklin D. Roosevelt, en la que nosotros éramos los buenos, y ellos los vecinos. Parafraseando la Marcha triunfal de Rubén Darío, “ya se oyen los claros clarines (¡más claro ni el agua!). ¡La espada se anuncia con vivo reflejo; ya viene, oro y hierro, el cortejo de los marines!” ¿Cree que la elevación de El Chapo a la lista de Forbes es casual? Por favor, es el golpe maestro: “Miren, su país es un desastre: sus narcos se codean ahora con la crema y nata de sus financieros y sus capitanes de industria”. ¿También erradicarán los marines la corrupción inmemorial de gobernantes y policías, y la venta de armas?El embate comenzó con la Iniciativa Mérida, y adquirió impulso con declaraciones que nos calificaron de Estado fallido, a la par con Pakistán; un peligro para la seguridad de Estados Unidos. Pakistán, porque tiene armas nucleares, y nosotros porque cuando llegue el colapso anunciado avasallaríamos la frontera. Recuerde que Dennis Blair, nuevo director de Inteligencia, declaró en el Congreso que la crisis económica, y no el terrorismo, constituye la mayor amenaza para la seguridad de su país; aseguró que la intensidad de la crisis amenaza con derribar gobiernos y generar oleadas de refugiados. Palabras con dedicatoria.Después Robert Gates, secretario de Defensa, explicó motu proprio en cadena nacional los beneficios de ayudar a México en su titánica lucha contra el crimen organizado, y elogió la valentía del presidente Calderón. Acto seguido (porque esta es una obra en muchos actos) vino Mullen, jefe del Estado Mayor Conjunto, para buscar maneras de mejorar la cooperación entre las fuerzas militares de los dos países.Estos gringos saben de marketing. Inventaron que tenemos una larga historia de cooperación militar, y para probarlo arrastraron a Mullen a convivir con veteranos del Escuadrón 201, a quienes describió como águilas aztecas que protegieron a las tropas de tierra y volaron misiones en apoyo de las operaciones navales de Estados Unidos. ¿Cómo se llamó esa película? ¿Fue en la que Anthony Quinn, noble latino, murió conteniendo a un batallón de alemanes para que los güeros pudieran escapar?Recordemos que desde 2005 un grupo de militares, ex directores de la CIA, funcionarios y ex funcionarios de México, Canadá y Estados Unidos se reúnen sigilosamente en algún lugar apartado para discutir, por increíble que parezca, los escenarios que podrían llevarnos a la integración de los tres países. (¿Integración con Estados Unidos? fue el título del artículo que publiqué sobre el tema en La Jornada el 17/10/08.)Habrá quienes se regocijen. Imagínese a los mismísimos rubios que liberaron Bagdad repartiendo barras de Hersheys en el Zócalo, o asoleándose en las playas de Marcelo Ebrard (¡atención beautiful senioritas!, ésta es la oportunidad de obtener su green card). Esos sí meterían orden; acabarían con Elba Esther, con las marchas de los maestros y los encuerados de los 400 Pueblos. Su récord es impecable: ¿dónde han intervenido sin desatar una guerra civil? En Irak iban por Hussein y terminaron matando a 100 mil civiles y perpetrando el robo del siglo: las segundas reservas petroleras del mundo.Imagínese las represalias del crimen organizado, y la violencia por el calentamiento de la guerra entre cárteles para defender un territorio que será cada día más preciado. Si escucha que vienen como asesores, como anunció Calderón, salga corriendo. Así ingresaron a Vietnam, donde John F. Kennedy envió 700 oficiales para prestar ayuda humanitaria, y terminaron con un ejército de medio millón, cuando, derrotados por el Vietcong, con el país destrozado y con la cola entre las patas, abandonaron Saigón huyendo de Ho Chi Minh.Cuando trasladen a los marines a México en 2010 abandonarán Irak con igual ignominia. (Ellos felices, ¿se imagina: cambiar las tormentas de arena por Acapulco?) Blair volvió a la carga de nuevo, advirtiendo que el gobierno mexicano perdió parte del territorio, y que eso erosionará la influencia política de EU. Mientras tanto, Calderón dejó ver que México está cediendo: admitió que la ayuda consistiría en compartir tecnología, información y datos de inteligencia.¡Bienvenidos a la república bananera de Vietnam! ¡Aprenda inglés! ¡Atención franeleros!, vendrán muchas Humvees (¿cómo se dice “se la lavo, mister”?). Contribuya a comprometer aún más el remedo de soberanía que nos legó el neoliberalismo.
José Cueli: Recordando a Sabines
Jaime Sabines, tiempo de memoria eterna, siempre presente, asoma en el horizonte para evocarnos lo que somos y lo que sentimos los mexicanos. Poeta y cantor de lo popular, siempre rotundo y a la vez amoroso. Su poesía carece de alardes simplemente canta a la vida, al amor y a la muerte de una manera hermosa, pero sencilla, al alcance de todos. Su naturalidad tan fácil y a la vez tan honda.Poesía que se extiende por doquier en las vagas sombras de la búsqueda de soledad. Soledad en la que se envuelve y va de la luna romántica al fatídico sudario. Poesía que estremece los cuerpos al empuje de su lenguaje sencillo. Cada palabra suya, eslabón de esa cadena que no puede romper el poder humano, perdido en la noche de los tiempos, exhala una queja, un gemido un ay aterrador o un grito ronco. Palabras que en la mente son quejidos, plegarias, ayes y lamentos, eslabones sin conciencia encadenados en la inconciencia, y sólo surgen bajo el milagro del ritmo de su poesía, secreto impenetrable que se ofrece para ser adivinado.Poesía sabinesca, recuerdo de un pasado que de cierto siempre es presente, un presente-pasado chiapaneco cuya bruma, niebla desdibujada en palabras, sólo la historia se atreve a desaparecer.La palabra del poeta, ritmo musical de la selva, las separa y diferencia del maternal regazo en el que yacían inactivas. Al llano las llevó desde la sierra y al quebrar sus picos parece que por el encantamiento de sus palabras enlazadas unas a otras, de la tierra arraigadas en lo profundo, sencillas, naturales, las trepó al espacio de las masas donde flotan como una melodía siempre viva, siempre íntima, arraigada en lo profundo del alma.Poesía guiada por la sencillez de Jaime Sabines que va de la ternura a la pasión altiva y fiera. Por la ley del contraste hace entrar a las palabras a rastras al papel, lo que poco antes rozaba el firmamento con su música. En las brechas, entre las palabras teje sus armonías, a las que rasga con su pluma.Poesía promotora del entusiasmo fervoroso del poeta que, paso a paso, recorre el suelo mexicano, lo mismo árido que fértil, buscando flores y nopales verdes que cantar.En su mente ardía la inspiración, la llama que le permitía profanar con la palabra su propia intimidad y la de los demás, fácilmente, como no queriendo suave, muy suave, destruyendo los fantasmas de un pasado-presente oscurantista. Brotes de luz del negro caos en que la música impera sobre la fuerza.Jaime Sabines el poeta, el mexicano muy mexicano, busca salida a las palabras de dentro, no entrada a las del afuera, muy mexicanamente.Sabines sigue y seguirá entre nosotros en un íntimo diálogo entre almas. Sabines siempre presente entre los mexicanos porque de alguna forma es también nuestra propia voz.
Jaime Sabines, tiempo de memoria eterna, siempre presente, asoma en el horizonte para evocarnos lo que somos y lo que sentimos los mexicanos. Poeta y cantor de lo popular, siempre rotundo y a la vez amoroso. Su poesía carece de alardes simplemente canta a la vida, al amor y a la muerte de una manera hermosa, pero sencilla, al alcance de todos. Su naturalidad tan fácil y a la vez tan honda.Poesía que se extiende por doquier en las vagas sombras de la búsqueda de soledad. Soledad en la que se envuelve y va de la luna romántica al fatídico sudario. Poesía que estremece los cuerpos al empuje de su lenguaje sencillo. Cada palabra suya, eslabón de esa cadena que no puede romper el poder humano, perdido en la noche de los tiempos, exhala una queja, un gemido un ay aterrador o un grito ronco. Palabras que en la mente son quejidos, plegarias, ayes y lamentos, eslabones sin conciencia encadenados en la inconciencia, y sólo surgen bajo el milagro del ritmo de su poesía, secreto impenetrable que se ofrece para ser adivinado.Poesía sabinesca, recuerdo de un pasado que de cierto siempre es presente, un presente-pasado chiapaneco cuya bruma, niebla desdibujada en palabras, sólo la historia se atreve a desaparecer.La palabra del poeta, ritmo musical de la selva, las separa y diferencia del maternal regazo en el que yacían inactivas. Al llano las llevó desde la sierra y al quebrar sus picos parece que por el encantamiento de sus palabras enlazadas unas a otras, de la tierra arraigadas en lo profundo, sencillas, naturales, las trepó al espacio de las masas donde flotan como una melodía siempre viva, siempre íntima, arraigada en lo profundo del alma.Poesía guiada por la sencillez de Jaime Sabines que va de la ternura a la pasión altiva y fiera. Por la ley del contraste hace entrar a las palabras a rastras al papel, lo que poco antes rozaba el firmamento con su música. En las brechas, entre las palabras teje sus armonías, a las que rasga con su pluma.Poesía promotora del entusiasmo fervoroso del poeta que, paso a paso, recorre el suelo mexicano, lo mismo árido que fértil, buscando flores y nopales verdes que cantar.En su mente ardía la inspiración, la llama que le permitía profanar con la palabra su propia intimidad y la de los demás, fácilmente, como no queriendo suave, muy suave, destruyendo los fantasmas de un pasado-presente oscurantista. Brotes de luz del negro caos en que la música impera sobre la fuerza.Jaime Sabines el poeta, el mexicano muy mexicano, busca salida a las palabras de dentro, no entrada a las del afuera, muy mexicanamente.Sabines sigue y seguirá entre nosotros en un íntimo diálogo entre almas. Sabines siempre presente entre los mexicanos porque de alguna forma es también nuestra propia voz.
Porfirio Muñoz Ledo
Liderazgo continental
Más allá de las fronteras políticas aparece el imperio mutante de las civilizaciones. Los polos de poder se desplazan por la acumulación virtuosa de capacidades estratégicas, científicas, económicas o militares. Así ha ocurrido con el Brasil, cuyo liderazgo continental es hoy indiscutible. La presencia de Lula en Estados Unidos marca el renacimiento del diálogo norte-sur, enterrado por la prepotencia neoliberal. No tanto porque su entrevista con Obama sea la primera que éste realiza —ya en funciones— con un líder de los países emergentes, sino porque el visitante habló por todos nosotros, de modo directo o indirecto, pero sobre todo en el alcance conceptual. Suele hablarse de “química” en este género de encuentros, como ardid publicitario para exaltar una relación con argumentos intangibles, aunque nada importante haya ocurrido. Esta vez habría que hablar de bioquímica —sin alusión a la presencia del etanol en las conversaciones— por la evidente empatía libertaria y humana entre los gobernantes. Fueron el retrato vivo de la igualdad. El encuentro generó guías preparatorias para las dos cumbres próximas: la del G-20 y la de las Américas. Las tesis sostenidas por el brasileño en Nueva York y refrendadas en Washington ubican la crisis más allá de la desregulación financiera y sus efectos devastadores sobre el crecimiento y el empleo. Apunta a la “irracionalidad de los conceptos económicos que se creyeron eternos” y llama a la “reforma cabal de las instituciones para una nueva gobernabilidad global”. Ante la comunidad financiera dio lecciones de economía heterodoxa. Explicó las razones por las que su país ha salido ileso de la crisis y creado 11 millones de empleos en seis años. La reconversión energética y tecnológica, la primacía del mercado interno, la defensa de sus exportaciones, los controles sobre el sistema bancario, la integración regional, la coherencia programática y, sobre todo, la autonomía política que han ejercido. Asumió la defensa de los latinos, “cuyo aporte es esencial en la edificación de la nación más rica de la Tierra”. Actuó como portavoz de los países de la región, a los que conoce —dijo— “como la palma de su mano”. Ninguno lo desmintió; antes bien, varios dirigentes se identificaron explícitamente con su línea política. Así Mauricio Funes, presiente electo de El Salvador. Condecoró pomposamente al propio Álvaro Uribe y hasta le hizo un “quite” a Calderón. “La relación interregional no se reduce a la cuestión del narcotráfico —afirmó—, nuestro problema es el desarrollo”; “debemos construir una relación de confianza, no injerencia y compaginación política y económica”. “No la alianza para el progreso de los 70, sino una asociación de países prósperos”. Expuso esquemas de cooperación horizontal y de producción a gran escala, tanto para el universo sudamericano como para Centroamérica, el Caribe y la misma Unión Americana. Casi todos relacionados con la generación de biocombustibles y combustibles mixtos, que en Brasil alimentan a más de 90% de los vehículos. Soluciones para todos como divisa. La petición formulada a Obama de “aproximarse a Bolivia, Cuba y Venezuela” es una raya en el agua de la autoridad política. No hubo oferta de mediación, sino replanteamiento histórico: dar vuelta a una larga página que —mucho antes de la guerra fría— arranca con la independencia de nuestras naciones. Fue enfático: “No hay razón política o racional para que Cuba y EU no restablezcan relaciones”. Ecos nostálgicos percibimos de lo que fue en tiempos idos la mejor política exterior mexicana. Los argumentos de hoy: “El crecimiento alto y sostenido de la mayoría de los países del sur” y “la rica experiencia democrática” que se despliega en América Latina. Las exitosas innovaciones económicas, diversas de los dictados del ALCA y la búsqueda de modelos políticos endógenos que se apartan de cánones liberales de importación. Semejantes razones a las que exhibe hoy la política estadounidense para retirar sus tropas de Irak debieran conducirla a retraer añejas políticas imperiales en nuestras tierras. Ese es el mensaje que celebro como latinoamericano y amigo leal del Brasil. Pero ¿no sería el momento de adelantar un proyecto de integración, que trascendiera liderazgos personales, ideológicos o nacionales? Duele el trazado implícito de un México enano. El drama de una gran historia suplantada por una irremediable pequeñez. El eje ancestral del continente transmutado en una Alaska montañosa, tropical y corrupta. Explica la emergencia de regresar cuanto antes al pueblo su soberanía para que elija gobernantes proporcionados a la coyuntura y a la dimensión del país. Ex embajador de México ante la Unión Europea
Liderazgo continental
Más allá de las fronteras políticas aparece el imperio mutante de las civilizaciones. Los polos de poder se desplazan por la acumulación virtuosa de capacidades estratégicas, científicas, económicas o militares. Así ha ocurrido con el Brasil, cuyo liderazgo continental es hoy indiscutible. La presencia de Lula en Estados Unidos marca el renacimiento del diálogo norte-sur, enterrado por la prepotencia neoliberal. No tanto porque su entrevista con Obama sea la primera que éste realiza —ya en funciones— con un líder de los países emergentes, sino porque el visitante habló por todos nosotros, de modo directo o indirecto, pero sobre todo en el alcance conceptual. Suele hablarse de “química” en este género de encuentros, como ardid publicitario para exaltar una relación con argumentos intangibles, aunque nada importante haya ocurrido. Esta vez habría que hablar de bioquímica —sin alusión a la presencia del etanol en las conversaciones— por la evidente empatía libertaria y humana entre los gobernantes. Fueron el retrato vivo de la igualdad. El encuentro generó guías preparatorias para las dos cumbres próximas: la del G-20 y la de las Américas. Las tesis sostenidas por el brasileño en Nueva York y refrendadas en Washington ubican la crisis más allá de la desregulación financiera y sus efectos devastadores sobre el crecimiento y el empleo. Apunta a la “irracionalidad de los conceptos económicos que se creyeron eternos” y llama a la “reforma cabal de las instituciones para una nueva gobernabilidad global”. Ante la comunidad financiera dio lecciones de economía heterodoxa. Explicó las razones por las que su país ha salido ileso de la crisis y creado 11 millones de empleos en seis años. La reconversión energética y tecnológica, la primacía del mercado interno, la defensa de sus exportaciones, los controles sobre el sistema bancario, la integración regional, la coherencia programática y, sobre todo, la autonomía política que han ejercido. Asumió la defensa de los latinos, “cuyo aporte es esencial en la edificación de la nación más rica de la Tierra”. Actuó como portavoz de los países de la región, a los que conoce —dijo— “como la palma de su mano”. Ninguno lo desmintió; antes bien, varios dirigentes se identificaron explícitamente con su línea política. Así Mauricio Funes, presiente electo de El Salvador. Condecoró pomposamente al propio Álvaro Uribe y hasta le hizo un “quite” a Calderón. “La relación interregional no se reduce a la cuestión del narcotráfico —afirmó—, nuestro problema es el desarrollo”; “debemos construir una relación de confianza, no injerencia y compaginación política y económica”. “No la alianza para el progreso de los 70, sino una asociación de países prósperos”. Expuso esquemas de cooperación horizontal y de producción a gran escala, tanto para el universo sudamericano como para Centroamérica, el Caribe y la misma Unión Americana. Casi todos relacionados con la generación de biocombustibles y combustibles mixtos, que en Brasil alimentan a más de 90% de los vehículos. Soluciones para todos como divisa. La petición formulada a Obama de “aproximarse a Bolivia, Cuba y Venezuela” es una raya en el agua de la autoridad política. No hubo oferta de mediación, sino replanteamiento histórico: dar vuelta a una larga página que —mucho antes de la guerra fría— arranca con la independencia de nuestras naciones. Fue enfático: “No hay razón política o racional para que Cuba y EU no restablezcan relaciones”. Ecos nostálgicos percibimos de lo que fue en tiempos idos la mejor política exterior mexicana. Los argumentos de hoy: “El crecimiento alto y sostenido de la mayoría de los países del sur” y “la rica experiencia democrática” que se despliega en América Latina. Las exitosas innovaciones económicas, diversas de los dictados del ALCA y la búsqueda de modelos políticos endógenos que se apartan de cánones liberales de importación. Semejantes razones a las que exhibe hoy la política estadounidense para retirar sus tropas de Irak debieran conducirla a retraer añejas políticas imperiales en nuestras tierras. Ese es el mensaje que celebro como latinoamericano y amigo leal del Brasil. Pero ¿no sería el momento de adelantar un proyecto de integración, que trascendiera liderazgos personales, ideológicos o nacionales? Duele el trazado implícito de un México enano. El drama de una gran historia suplantada por una irremediable pequeñez. El eje ancestral del continente transmutado en una Alaska montañosa, tropical y corrupta. Explica la emergencia de regresar cuanto antes al pueblo su soberanía para que elija gobernantes proporcionados a la coyuntura y a la dimensión del país. Ex embajador de México ante la Unión Europea
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