Sus majestades eclesiásticas han convocado a guerra electoral santa contra aquellos infieles partidistas que no apoyen la cruzada antinarco de Felipe el Católico. La Arquidiócesis de México, dirigida por el cardenal Rivera que, como es sabido, está libre de toda culpa pederasta y por ello se cree en condiciones de tirar primeras piedras acusatorias contra otro tipo de crimen organizado, notificó a su feligresía, mediante el semanario de análisis político y orientación del voto, denominado Desde la fe, que no debe sufragarse en julio próximo por los priístas si éstos no apoyan abiertamente en las cámaras legislativas las iniciativas del Santo PAN en materia de combate al mercadeo de drogas.
Los priístas, comentó la norbertina revista política antes mencionada, se frotan las manos ante la perspectiva de regresar al poder, pero no ayudan a enfrentar el cáncer que ellos mismos habían dejado crecer. En una clásica jugada futbolera de pasecito a la red (de Internet), o boxística de los golpes en serie, uno, dos, los píos sermones electorales se vieron acompañados por declaraciones de fray Germán Martínez, quien desde su púlpito pintado de blanco y azul exigió al PRI que deje atrás los pretextos y el tortuguismo legislativo para que apruebe modificaciones legales que permitan quitarle sus bienes a quien sea acusado, haiga sido como haiga sido, de colaborar con el narcotráfico.
En abierto contraste con tan angelicales posturas del panismo con sotana y sin ella, los pingos pertenecientes a la secta identificada con la adoración del sol azteca volvieron a realizar rituales de vergüenza y mortificación públicas. La crónica de una mapachería anunciada arrojará sobre el cadáver político denominado PRD más paletadas de tierra sucia y desperdicios grupales, sabido como era que la pelea de ayer por las candidaturas se daría a despensa limpia, en una batalla previamente contaminada en la que concurrirían corrientes, grupos, erario y recursos de delegaciones y gobiernos para apoyar a unos y combatir a otros, ejercicio de desgaste y descalificación que permitirá a los Chuchos calderónicos continuar con su bien pagada tarea de demolición del edificio partidista negro y amarillo.
Los incidentes de las elecciones internas de ayer, en las demarcaciones mediáticamente explosivas del estado de México y el Distrito Federal, más el Zacatecas donde la familia Monreal pelea con la García (hermano de Ricardo contra hija de Amalia, por el futuro), confirman que el cascarón perredista sólo sirve para trabajar dolosamente contra los intereses de la izquierda social y de los movimientos de resistencia. No hay, sin embargo, una alternativa clara ni confiable: el PT se asocia con el PRI en el Nuevo León de interés estratégico salinista y Convergencia no ha acreditado, por su origen y el perfil de su dueño político, una confiabilidad aceptable. Más vergüenzas del PRD, más ayudas del chuchismo a la obsesión felipense de fallido exterminio del peje enjabonado y más confirmaciones peligrosas de que el camino electoral es torpedeado y obstruido por sus propios y principales usufructuarios.
Astillas
Un grupo de ciudadanos comprometidos con la defensa del cerro de San Pedro anunció este fin de semana, en el contexto de un festival más de apoyo a la larga resistencia que allí se da, que exigirán en instancias nacionales e internacionales una investigación profunda que permita castigo a los responsables del saqueo y daño a la nación que han perpetrado Minera San Xavier (MSX) y sus socios políticos. Tenemos la razón y las pruebas. Este delito no debe quedar impune. Las acusaciones se centran en el actual gobernador panista, Marcelo de los Santos, quien, señalan, ha tenido participación directa en una serie de acciones ilegales y tráfico de influencias en favor de la operación de la citada minera. Pero también se califica de cómplices de la destrucción del cerro de San Pedro a políticos panistas, como el ex presidente Vicente Fox, el candidato a gobernador de San Luis Potosí Alejandro Zapata Perogordo, el aspirante a la presidencia municipal de la capital Jacobo Payán, el actual ocupante de esa presidencia Jorge Lozano y el ex secretario general de Gobierno ahora enfilado a una diputación local plurinominal, Alfonso Castillo Machuca. Otros cómplices, menos conocidos y sin cargo o aspiración pública, forman parte de un entramado de relaciones familiares, partidistas y abogadiles que son usadas para que desde el poder político haya enriquecimientos particulares. Entre las decenas de nombres de quienes firmaron el desplegado dirigido al pueblo potosino están doña Rosario Ibarra, Carlos Monsiváis, Carlos Montemayor, Samuel Ruiz, Jesús González Schmal, Laura Esquivel, Guadalupe Loaeza, Cristina Auerbach, Javier Sicilia, Rafael Barajas El Fisgón y Daniel Giménez Cacho, y del plano local Concepción Calvillo viuda de Nava, Eduardo Martínez Benavente, Ignacio Betancourt, Enrique González Ruiz y Juan Carlos Ruiz Guadalajara... Ya para cerrar el tema de la isla mexicana que Francia se quedó mediante un amañado arbitraje internacional: Alain Derbez recuerda “la primera película que dirigió El Indio Fernández, La isla de la pasión”, y comenta que pensar en Clipperton, ver escrito, oír, el nombre del heroico militar Ramón Arnaud nos hace necesariamente traer a cuento también esa interesantísima migración de franceses a México que es la de los barcelonetas y su actuación hacia el país que los recibía y les daba un hogar. Hilda Saray, locutora de Radio Educación, menciona a su vez la obra dramática Clipperton, escrita por David Olguín, quien la llevó a escena en 2005. Víctor Hugo Rascón Banda también le entró al tema, con la obra La isla de la Pasión... Y, mientras sigue la presión francesa y Felipe y sus amigos se van amoldando a la posibilidad de dejar ir a la sentenciada si les prometen (juar, juar) que allá se respetarán las leyes (de ellos) y bla, bla, bla, ¡hasta mañana, en esta columna que ve, en El Salvador, la continuidad electoral de las fórmulas de izquierda!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
Los priístas, comentó la norbertina revista política antes mencionada, se frotan las manos ante la perspectiva de regresar al poder, pero no ayudan a enfrentar el cáncer que ellos mismos habían dejado crecer. En una clásica jugada futbolera de pasecito a la red (de Internet), o boxística de los golpes en serie, uno, dos, los píos sermones electorales se vieron acompañados por declaraciones de fray Germán Martínez, quien desde su púlpito pintado de blanco y azul exigió al PRI que deje atrás los pretextos y el tortuguismo legislativo para que apruebe modificaciones legales que permitan quitarle sus bienes a quien sea acusado, haiga sido como haiga sido, de colaborar con el narcotráfico.
En abierto contraste con tan angelicales posturas del panismo con sotana y sin ella, los pingos pertenecientes a la secta identificada con la adoración del sol azteca volvieron a realizar rituales de vergüenza y mortificación públicas. La crónica de una mapachería anunciada arrojará sobre el cadáver político denominado PRD más paletadas de tierra sucia y desperdicios grupales, sabido como era que la pelea de ayer por las candidaturas se daría a despensa limpia, en una batalla previamente contaminada en la que concurrirían corrientes, grupos, erario y recursos de delegaciones y gobiernos para apoyar a unos y combatir a otros, ejercicio de desgaste y descalificación que permitirá a los Chuchos calderónicos continuar con su bien pagada tarea de demolición del edificio partidista negro y amarillo.
Los incidentes de las elecciones internas de ayer, en las demarcaciones mediáticamente explosivas del estado de México y el Distrito Federal, más el Zacatecas donde la familia Monreal pelea con la García (hermano de Ricardo contra hija de Amalia, por el futuro), confirman que el cascarón perredista sólo sirve para trabajar dolosamente contra los intereses de la izquierda social y de los movimientos de resistencia. No hay, sin embargo, una alternativa clara ni confiable: el PT se asocia con el PRI en el Nuevo León de interés estratégico salinista y Convergencia no ha acreditado, por su origen y el perfil de su dueño político, una confiabilidad aceptable. Más vergüenzas del PRD, más ayudas del chuchismo a la obsesión felipense de fallido exterminio del peje enjabonado y más confirmaciones peligrosas de que el camino electoral es torpedeado y obstruido por sus propios y principales usufructuarios.
Astillas
Un grupo de ciudadanos comprometidos con la defensa del cerro de San Pedro anunció este fin de semana, en el contexto de un festival más de apoyo a la larga resistencia que allí se da, que exigirán en instancias nacionales e internacionales una investigación profunda que permita castigo a los responsables del saqueo y daño a la nación que han perpetrado Minera San Xavier (MSX) y sus socios políticos. Tenemos la razón y las pruebas. Este delito no debe quedar impune. Las acusaciones se centran en el actual gobernador panista, Marcelo de los Santos, quien, señalan, ha tenido participación directa en una serie de acciones ilegales y tráfico de influencias en favor de la operación de la citada minera. Pero también se califica de cómplices de la destrucción del cerro de San Pedro a políticos panistas, como el ex presidente Vicente Fox, el candidato a gobernador de San Luis Potosí Alejandro Zapata Perogordo, el aspirante a la presidencia municipal de la capital Jacobo Payán, el actual ocupante de esa presidencia Jorge Lozano y el ex secretario general de Gobierno ahora enfilado a una diputación local plurinominal, Alfonso Castillo Machuca. Otros cómplices, menos conocidos y sin cargo o aspiración pública, forman parte de un entramado de relaciones familiares, partidistas y abogadiles que son usadas para que desde el poder político haya enriquecimientos particulares. Entre las decenas de nombres de quienes firmaron el desplegado dirigido al pueblo potosino están doña Rosario Ibarra, Carlos Monsiváis, Carlos Montemayor, Samuel Ruiz, Jesús González Schmal, Laura Esquivel, Guadalupe Loaeza, Cristina Auerbach, Javier Sicilia, Rafael Barajas El Fisgón y Daniel Giménez Cacho, y del plano local Concepción Calvillo viuda de Nava, Eduardo Martínez Benavente, Ignacio Betancourt, Enrique González Ruiz y Juan Carlos Ruiz Guadalajara... Ya para cerrar el tema de la isla mexicana que Francia se quedó mediante un amañado arbitraje internacional: Alain Derbez recuerda “la primera película que dirigió El Indio Fernández, La isla de la pasión”, y comenta que pensar en Clipperton, ver escrito, oír, el nombre del heroico militar Ramón Arnaud nos hace necesariamente traer a cuento también esa interesantísima migración de franceses a México que es la de los barcelonetas y su actuación hacia el país que los recibía y les daba un hogar. Hilda Saray, locutora de Radio Educación, menciona a su vez la obra dramática Clipperton, escrita por David Olguín, quien la llevó a escena en 2005. Víctor Hugo Rascón Banda también le entró al tema, con la obra La isla de la Pasión... Y, mientras sigue la presión francesa y Felipe y sus amigos se van amoldando a la posibilidad de dejar ir a la sentenciada si les prometen (juar, juar) que allá se respetarán las leyes (de ellos) y bla, bla, bla, ¡hasta mañana, en esta columna que ve, en El Salvador, la continuidad electoral de las fórmulas de izquierda!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
La Convención Bancaria que tendrá lugar este fin de semana en Acapulco tiene como invitados –con transporte, hospedaje y gastos pagados– a los capos de los tres principales partidos: Beatriz, Germán y el carismático Chucho. Van a presentar su menú de servicios al sector financiero, con miras a las elecciones de julio y, con gran visión, las de 2012. Será una especie de competencia para que sus anfitriones evalúen quién puede servirles mejor. A estas alturas los mexicanos con más información política ya tienen claro que el verdadero dinosaurio no es el PRI, ni el PAN y menos el chucherío, a veces ruidoso y molesto, sino el poder financiero y mediático; los partidos sólo son los instrumentos que utiliza para sus fines. Y dichos partidos incluyen a diputados, senadores y gobernadores. Beatriz, Chucho y el también carismático Germán, llevan una oferta amplia: 1) La garantía de que no prosperarán algunas iniciativas que se mueven en el Senado para poner tope a intereses y comisiones bancarias. 2) La certidumbre de que no se aplicará la ley ni el Tratado de Libre Comercio en el caso Citibank-Banamex, de manera que podrá seguir operando aun cuando el gobierno de Estados Unidos sea ya el principal socio accionario. 3) La tranquilidad de que habrá encubrimiento a la maniobra que están realizando las Afore y la Consar para ocultar a los clientes las pérdidas del último semestre, mediante el procedimiento de enviarles un estado de cuenta simplificado. 4) El silencio de partidos y el Congreso ante el saqueo de la reserva de dólares del Banco de México: pueden seguir contando con los casi 20 mil millones ya comprometidos para el resto del año y, de ser necesario, los 30 mil millones del crédito de la Reserva Federal de Estados Unidos, y si más hicieran falta, los de un préstamo de emergencia del Fondo Monetario Internacional, aunque el país se vuelva a endeudar. Silencio que va acompañado de otro: no investigar a los sacadólares, esa fue otra bola mal lanzada por el pitcher Carstens, por eso la tarea de corretearla se la encomendó a Babatz. Por ahí harán pasarela el Presidente del Optimismo y el gobernador del Banco de México, a fin de dar los avales que fueran necesarios. El viernes, mientras Carstens, Ortiz y el invitado estelar, Alan Greenspan, disertan en el salón principal del hotel Las Brisas, en otro recinto tendrá lugar una plática para acompañantes de los convencionistas a cargo de Denise Dresser, con el título ¿Por qué es tan difícil modernizar a México? Para que no digan que los banqueros cierran las puertas a las opiniones críticas.
Foxilandia Hotel
Bien dicen por ahí que el dinero no puede ocultarse. Las inversiones en la hacienda San Cristóbal ya exceden con mucho 2 mil millones de pesos. Aquí no hay crisis, dijo recientemente el dueño. Al Centro Fox ahora se agregará un hotel con trenecito como el de Disneylandia y posiblemente se llamará Foxilandia. Dice que el capital proviene de donativos y que en su oportunidad informará a la opinión pública. Con tal de que no sean como las cuentas de sus declaraciones patrimoniales, que a la postre resultaron más falsas que un billete de dos pesos. Le vino bien el apodo: La Zebra: salió rayadísimo de la Presidencia.
Hillary en Monterrey
Entre los temas que tratará en su visita a México, Hillary abordará uno muy espinoso: la apertura del Tratado de Libre Comercio. Fue una promesa de Obama a los sindicatos: examinar el acuerdo para que no sigan viniéndose a México los empleos que necesitan los trabajadores de Estados Unidos. Hoy la presión sindical es mayor. Esa es la razón de su visita a Monterrey. Los empresarios trasnacionales no quieren que se abra el capítulo laboral.
e@Vox Populi
Asunto: se cayó el sistema
Estoy angustiada. Para muchos trabajadores este viernes fue quincena y a mí me pagan con cheque. Ese mismo viernes fui al banco a formarme a una fila interminable, para que al final salieran con que no había sistema. El sábado fui a tres sucursales y tampoco tenían sistema. Me quedé sin dinero y hasta el martes, si bien me va, lo voy a poder cobrar. Gano una miseria por trabajar de sol a luna y Bancomer no me entrega el dinero que me corresponde. No es posible que con las manos en la cintura jineteen nuestros recursos. ¿Qué hacer, Enrique?
Raquel Kaabi Ambe/Azcapotzalco
galvanochoa@yahoo.com • Foro: http://dinero.tv/
Foxilandia Hotel
Bien dicen por ahí que el dinero no puede ocultarse. Las inversiones en la hacienda San Cristóbal ya exceden con mucho 2 mil millones de pesos. Aquí no hay crisis, dijo recientemente el dueño. Al Centro Fox ahora se agregará un hotel con trenecito como el de Disneylandia y posiblemente se llamará Foxilandia. Dice que el capital proviene de donativos y que en su oportunidad informará a la opinión pública. Con tal de que no sean como las cuentas de sus declaraciones patrimoniales, que a la postre resultaron más falsas que un billete de dos pesos. Le vino bien el apodo: La Zebra: salió rayadísimo de la Presidencia.
Hillary en Monterrey
Entre los temas que tratará en su visita a México, Hillary abordará uno muy espinoso: la apertura del Tratado de Libre Comercio. Fue una promesa de Obama a los sindicatos: examinar el acuerdo para que no sigan viniéndose a México los empleos que necesitan los trabajadores de Estados Unidos. Hoy la presión sindical es mayor. Esa es la razón de su visita a Monterrey. Los empresarios trasnacionales no quieren que se abra el capítulo laboral.
e@Vox Populi
Asunto: se cayó el sistema
Estoy angustiada. Para muchos trabajadores este viernes fue quincena y a mí me pagan con cheque. Ese mismo viernes fui al banco a formarme a una fila interminable, para que al final salieran con que no había sistema. El sábado fui a tres sucursales y tampoco tenían sistema. Me quedé sin dinero y hasta el martes, si bien me va, lo voy a poder cobrar. Gano una miseria por trabajar de sol a luna y Bancomer no me entrega el dinero que me corresponde. No es posible que con las manos en la cintura jineteen nuestros recursos. ¿Qué hacer, Enrique?
Raquel Kaabi Ambe/Azcapotzalco
galvanochoa@yahoo.com • Foro: http://dinero.tv/
Arturo Balderas Rodríguez: Desde el Otro Lado
Prácticamente en todos los rincones de la actividad gubernamental (federal, estatal y municipal) en donde exista presupuesto de por medio se registra ineficiencia, derroche, opacidad, discrecionalidad, incumplimiento. Ese puede ser el resumen, como ya por tradición ocurre anualmente, del Informe del resultado de la revisión y fiscalización superior de la Cuenta Pública, el más reciente de ellos correspondiente a 2007.
Del examen del documento elaborado por la Auditoría Superior de la Federación se obtienen las siguientes fichas, que documentan el desgarriate en el ejercicio del gasto público y las suculentas ventajas que no pocos funcionarios obtienen de él. Irregularidades por casi 61 mil millones de pesos fueron detectadas en el año referido, de los que 68.71 por ciento corresponden al poder Ejecutivo federal (el grueso concentrado en los sectores de Energía, Hacienda y Educación Pública), 31.07 por ciento en estados y municipios (Distrito Federal incluido) y el resto a los poderes Legislativo y Judicial. De dicha lectura, pues, van algunos botones de las observaciones de la ASF:
Secretaría de Hacienda: existen crecientes recursos aportados a fideicomisos, fondos, mandatos e instrumentos análogos que, por la naturaleza de algunas de esas figuras jurídicas, se clasifican como inversión y se registran como presupuesto ejercido, aún cuando los recursos no son erogados en el año en que fueron asignados. Tal es el caso del Fondo de Inversión en Infraestructura, ahora denominado Fondo Nacional de Infraestructura, que en 2007 recibió recursos por 18 mil 983.2 millones de pesos que aún se encuentran en su patrimonio, ya que fueron transferidos sin destino específico.
Se autorizaron indebidamente erogaciones por un importe total de 3 mil 461 millones de pesos para liquidar a personal de diversas dependencias y entidades, con el objeto de renovar sus plantillas de personal, aún cuando ello no implicó la cancelación de dichas plazas. En la operación del Fondo para la Conclusión de la Relación Laboral, las facultades conferidas a la SHCP contienen un amplio margen de discrecionalidad, lo que genera opacidad en el ejercicio de los recursos que deben operar al amparo de esquemas específicos para su aplicación. Por ejemplo, se efectuaron erogaciones multimillonarias por pago de cuotas y aportaciones al ISSSTE, correspondientes a servidores públicos que concluyeron su relación laboral en 2004 y 2005, no correspondiendo efectuar estos pagos con cargo al citado fondo. De igual forma, se erogaron 3 mil 494 millones por Compensación Equivalente al Seguro Colectivo de Retiro a servidores públicos que concluyeron la prestación de servicios en 2003 y 2005, sin justificación para realizar dichos pagos con cargo al fondo. Seis dependencias y entidades efectuaron pagos en exceso por un importe total de 3 mil 271 millones al presentar errores en el cálculo de la compensación. El SAE erogó millones de pesos por pago de liquidaciones sin acreditar la obligatoriedad del pago, ya que en todos los casos la conclusión de la relación laboral se debió al mutuo consentimiento de las partes. Al cierre de la auditoría (4 de noviembre de 2008), cuatro dependencias y entidades mantenían recursos sin ejercer por un total de 16 mil 378 millones de pesos, los cuales no habían sido reintegrados a la Tesorería de la Federación.
Sistema de Administración Tributaria: no proporcionó los estudios y proyectos que sustentaron la iniciativa de ley que dio origen al Programa de Condonación de Créditos Fiscales, con el cual se benefició a contribuyentes, condonando discrecionalmente recursos retenidos a terceros como son derechos, ISR e IVA. Dicha iniciativa se autorizó y se incluyó en el artículo séptimo transitorio de la LIF 2007, por lo que el SAT emitió el acuerdo de referencia que estableció los porcentajes de 20, 80 y 100 por ciento, que correspondieron, el primero a la recuperación de la parte no condonada, y los restantes a créditos fiscales y accesorios. Al comparar la información reportada por el SAT contra lo consignado en 59 expedientes de contribuyentes, se determinaron diferencias de más por 8 mil millones de pesos por la condonación de créditos fiscales, y de menos por 160.5 millones por recuperación de dichos créditos. Se observó que en algunos casos las solicitudes de condonación no incluyeron la totalidad de los requisitos; se detectaron errores en la actualización de los créditos fiscales por casi 13 mil millones; se autorizó una abultada condonación a un contribuyente estando en proceso penal, y se recuperaron 51.2 millones por multas indebidas. Asimismo, se autorizó la recuperación y condonación de créditos fiscales por casi 900 millones y cerca de 7 mil millones de pesos a una aerolínea, no obstante que el importe por la condonación correspondía a retenciones de impuestos que se efectuaron de pagos de terceros en el ejercicio 2002, los cuales el contribuyente se adjudicó y no enteró a la Tesorería de la Federación. El SAT pagó indebidamente a la empresa Ultimus mil 101 millones de pesos por finiquito de los trabajos de la segunda etapa que recibió parcialmente y no realizó el cobro total de la fianza de garantía de cumplimiento, determinándose un probable daño por 196.5 millones. Se inició el proceso de rescisión del contrato a esa empresa hasta transcurridos 497 días, a pesar de sus constantes incumplimientos e inconsistencias documentadas, considerando que el periodo original de ejecución convenido fue de 45 días hábiles.
INEGI: se pagaron remuneraciones por casi 19 millones de pesos a mil 708 personas contratadas como entrevistadores, no obstante que no se encontró evidencia del trabajo desarrollado; se efectuó una compra innecesaria de mil 875 equipos de cómputo; se adquirieron 14 mil 878 equipos de cómputo con características técnicas que no eran necesarias para el levantamiento de entrevistas del Censo Agropecuario, lo que implicó un gasto mayor por 25 millones en relación con equipos de similares características; se realizó la compra de mil 500 equipos de cómputo PDA´s sin que se justificara su adquisición, así como el pago de remuneraciones a 26 personas por 573 mil pesos, contratadas como auditores para realizar trabajos de acompañamiento en el censo, sin que estuviera contemplada la citada actividad.
Las rebanadas del pastel
Mañana seguimos con los botones.
cfvmexico_sa@hotmail.com • mexicosa@infinitum.com.mx
Del examen del documento elaborado por la Auditoría Superior de la Federación se obtienen las siguientes fichas, que documentan el desgarriate en el ejercicio del gasto público y las suculentas ventajas que no pocos funcionarios obtienen de él. Irregularidades por casi 61 mil millones de pesos fueron detectadas en el año referido, de los que 68.71 por ciento corresponden al poder Ejecutivo federal (el grueso concentrado en los sectores de Energía, Hacienda y Educación Pública), 31.07 por ciento en estados y municipios (Distrito Federal incluido) y el resto a los poderes Legislativo y Judicial. De dicha lectura, pues, van algunos botones de las observaciones de la ASF:
Secretaría de Hacienda: existen crecientes recursos aportados a fideicomisos, fondos, mandatos e instrumentos análogos que, por la naturaleza de algunas de esas figuras jurídicas, se clasifican como inversión y se registran como presupuesto ejercido, aún cuando los recursos no son erogados en el año en que fueron asignados. Tal es el caso del Fondo de Inversión en Infraestructura, ahora denominado Fondo Nacional de Infraestructura, que en 2007 recibió recursos por 18 mil 983.2 millones de pesos que aún se encuentran en su patrimonio, ya que fueron transferidos sin destino específico.
Se autorizaron indebidamente erogaciones por un importe total de 3 mil 461 millones de pesos para liquidar a personal de diversas dependencias y entidades, con el objeto de renovar sus plantillas de personal, aún cuando ello no implicó la cancelación de dichas plazas. En la operación del Fondo para la Conclusión de la Relación Laboral, las facultades conferidas a la SHCP contienen un amplio margen de discrecionalidad, lo que genera opacidad en el ejercicio de los recursos que deben operar al amparo de esquemas específicos para su aplicación. Por ejemplo, se efectuaron erogaciones multimillonarias por pago de cuotas y aportaciones al ISSSTE, correspondientes a servidores públicos que concluyeron su relación laboral en 2004 y 2005, no correspondiendo efectuar estos pagos con cargo al citado fondo. De igual forma, se erogaron 3 mil 494 millones por Compensación Equivalente al Seguro Colectivo de Retiro a servidores públicos que concluyeron la prestación de servicios en 2003 y 2005, sin justificación para realizar dichos pagos con cargo al fondo. Seis dependencias y entidades efectuaron pagos en exceso por un importe total de 3 mil 271 millones al presentar errores en el cálculo de la compensación. El SAE erogó millones de pesos por pago de liquidaciones sin acreditar la obligatoriedad del pago, ya que en todos los casos la conclusión de la relación laboral se debió al mutuo consentimiento de las partes. Al cierre de la auditoría (4 de noviembre de 2008), cuatro dependencias y entidades mantenían recursos sin ejercer por un total de 16 mil 378 millones de pesos, los cuales no habían sido reintegrados a la Tesorería de la Federación.
Sistema de Administración Tributaria: no proporcionó los estudios y proyectos que sustentaron la iniciativa de ley que dio origen al Programa de Condonación de Créditos Fiscales, con el cual se benefició a contribuyentes, condonando discrecionalmente recursos retenidos a terceros como son derechos, ISR e IVA. Dicha iniciativa se autorizó y se incluyó en el artículo séptimo transitorio de la LIF 2007, por lo que el SAT emitió el acuerdo de referencia que estableció los porcentajes de 20, 80 y 100 por ciento, que correspondieron, el primero a la recuperación de la parte no condonada, y los restantes a créditos fiscales y accesorios. Al comparar la información reportada por el SAT contra lo consignado en 59 expedientes de contribuyentes, se determinaron diferencias de más por 8 mil millones de pesos por la condonación de créditos fiscales, y de menos por 160.5 millones por recuperación de dichos créditos. Se observó que en algunos casos las solicitudes de condonación no incluyeron la totalidad de los requisitos; se detectaron errores en la actualización de los créditos fiscales por casi 13 mil millones; se autorizó una abultada condonación a un contribuyente estando en proceso penal, y se recuperaron 51.2 millones por multas indebidas. Asimismo, se autorizó la recuperación y condonación de créditos fiscales por casi 900 millones y cerca de 7 mil millones de pesos a una aerolínea, no obstante que el importe por la condonación correspondía a retenciones de impuestos que se efectuaron de pagos de terceros en el ejercicio 2002, los cuales el contribuyente se adjudicó y no enteró a la Tesorería de la Federación. El SAT pagó indebidamente a la empresa Ultimus mil 101 millones de pesos por finiquito de los trabajos de la segunda etapa que recibió parcialmente y no realizó el cobro total de la fianza de garantía de cumplimiento, determinándose un probable daño por 196.5 millones. Se inició el proceso de rescisión del contrato a esa empresa hasta transcurridos 497 días, a pesar de sus constantes incumplimientos e inconsistencias documentadas, considerando que el periodo original de ejecución convenido fue de 45 días hábiles.
INEGI: se pagaron remuneraciones por casi 19 millones de pesos a mil 708 personas contratadas como entrevistadores, no obstante que no se encontró evidencia del trabajo desarrollado; se efectuó una compra innecesaria de mil 875 equipos de cómputo; se adquirieron 14 mil 878 equipos de cómputo con características técnicas que no eran necesarias para el levantamiento de entrevistas del Censo Agropecuario, lo que implicó un gasto mayor por 25 millones en relación con equipos de similares características; se realizó la compra de mil 500 equipos de cómputo PDA´s sin que se justificara su adquisición, así como el pago de remuneraciones a 26 personas por 573 mil pesos, contratadas como auditores para realizar trabajos de acompañamiento en el censo, sin que estuviera contemplada la citada actividad.
Las rebanadas del pastel
Mañana seguimos con los botones.
cfvmexico_sa@hotmail.com • mexicosa@infinitum.com.mx
David Márquez Ayala: Reporte Económico
Miguel Ángel Velázquez: Ciudad Perdida
16 de marzo de 1909: Centenaria
Hernán González G.: Aprender a morir
Marlene Santos Alejo: Balance de la Jornada
Luis Ángel Silva: Melón
Leonardo Páez: ¿La fiesta en paz?
Opinión
Gonzalo Martínez Corbalá: Rehacer EU, convocatoria de Obama
Andrés Manuel López Obrador concluyó su recorrido por todos los municipios del régimen constitucional que hay en México: 2 mil 38, nada menos; la hazaña es única, ningún otro político mexicano ha llevado a cabo un periplo como ése, ni un municipio de los 31 estados ni las 16 delegaciones del Distrito Federal se quedaron sin un encuentro entre ciudadanos y el dirigente social que asombra una y otra vez con su forma diferente de participar en la vida pública de México.
Me tocó acompañarlo en el recorrido por los 51 municipios de Nuevo León, estado considerado conservador y de derecha, en el que el Revolucionario Institucional y Acción Nacional se han turnado en los gobiernos principales; a pesar de ello, en todos lados, tanto en los municipios industrializados y muy bien comunicados del área metropolitana, como en los relativamente prósperos de la zona citrícola o los más pobres y semidespoblados de amplias zonas del sur y del norte, el dirigente encontró grupos numerosos de personas que lo recibieron con asombro por su presencia en los más remotos y en todos con entusiasmo por la renovación de la esperanza de un cambio, que encuentran, lo mismo en sus discursos que en su incansable caminar.
Los que pensaban que el fraude electoral de 2006 iba a desembocar en unas cuantas semanas de alborotos callejeros y reclamos airados, que se irían apagando al correr del tiempo, no conocen ni el temple de AMLO ni el talante del pueblo de México, que no deja de luchar por un cambio en la política y en la economía, cambio revolucionario, pero incruento y eficaz que dé salida al desastre al que hemos llegado, y que ha sido generado por años de políticas dóciles al neoliberalismo globalizador, corruptas por añadidura y sumamente ineficaces.
Ante la destrucción del campo, la dependencia alimentaria, el intento de malbaratar lo poco que queda del patrimonio nacional, Petróleos Mexicanos especialmente, los bajos niveles educativos y otros datos desalentadores, todo fruto de la miopía que impide a quienes hoy mandan encontrar soluciones propias y los hace esperar pasivos las soluciones que vengan de fuera; ante esta situación el movimiento encabezado por AMLO es una corriente de aire fresco que recorre el país y renueva la esperanza de un cambio de fondo y desde abajo, con el pueblo y para beneficio del pueblo.
Las impresiones y reflexiones del recorrido han sido recopiladas en cinco capítulos que publicó La Jornada y que son un atinado diagnóstico, que concluye en propuestas agrupadas en cuatro ideas fundamentales: rescatar las instituciones políticas, que han demostrado su descomposición y franca decadencia; cambiar el modelo económico, es decir, pasar del inhumano capitalismo, que tritura los lazos sociales, a un sistema basado en la solidaridad, la justicia y la equidad a partir de la rectoría del Estado, que garantice para todos acceso al estudio, la cultura, la habitación decorosa y el sustento; moralizar el gobierno, sin comentarios, los que llegaron con las siglas del PAN han superado a sus maestros del PRI; lo que ahora requiere México es gobernantes de convicción republicana y que no estén obsesionados por la codicia y la superficialidad, ambas tendencias que los hacen irresponsables; crear una nueva corriente de pensamiento, llamado que coincide con una vocación de nuestro pueblo que busca que el ser humano valga por lo que es, por lo que sirve, por lo que sabe y no por lo que acumula y atesora.
Con la conclusión del admirable recorrido por el país, con la publicación de las experiencias y pensamientos que el contacto con tanta gente provocó, con las líneas generales del nuevo proyecto que se propone, López Obrador no regresa, como algunos afirman, con nerviosismo y temor mal disimulado, lo que pasa es que no puede regresar porque no se ha ido, sigue presente, no ha variado su ruta y con quienes participamos en el mismo proyecto, que somos cada vez más, se prepara para los nuevos trabajos que ahora vienen.
Por lo pronto, la actual coyuntura electoral que fue preciso afrontar, no como una meta en sí misma, sino como un paso al gran cambio, que permite la presencia en la vida pública de quienes compartimos las mismas convicciones e ideales.
Otra tarea es consolidar y poner en acción a los cuadros que a todo lo largo del país se han constituido como colaboradores del Gobierno Legítimo; de ellos se espera mucho y también exigirá mucha entrega y convicción.
Ante la presencia, ante la persistencia, al lado de la gente común, de los ciudadanos sin cargos y sin prebendas, afectados duramente por la crisis, el caminar sin descanso, hablar, proponer y debatir se logra que las expectativas de cambio no mueran, sino, por el contrario, se sientan cercanas.
Sin embargo, del otro lado, los convencidos por la guerra sucia de 2006, los fanatizados por las campañas del miedo, los que tienen ojos y no ven, y oídos y no escuchan, renuevan sus rencores y sus prejuicios y retornan a la andanada de diatribas, bajos ataques y adjetivos despectivos y descalificadores; pero, ciertamente son ahora menos, el mal gobierno de Calderón y la ineficacia de su equipo han desengañado a muchos; la crisis ha abierto los ojos a otros, pero los que quedan como los chuanes desterrados por la Revolución Francesa, ni olvidan nada ni nada aprenden.
jusbbv@hotamail.com
Me tocó acompañarlo en el recorrido por los 51 municipios de Nuevo León, estado considerado conservador y de derecha, en el que el Revolucionario Institucional y Acción Nacional se han turnado en los gobiernos principales; a pesar de ello, en todos lados, tanto en los municipios industrializados y muy bien comunicados del área metropolitana, como en los relativamente prósperos de la zona citrícola o los más pobres y semidespoblados de amplias zonas del sur y del norte, el dirigente encontró grupos numerosos de personas que lo recibieron con asombro por su presencia en los más remotos y en todos con entusiasmo por la renovación de la esperanza de un cambio, que encuentran, lo mismo en sus discursos que en su incansable caminar.
Los que pensaban que el fraude electoral de 2006 iba a desembocar en unas cuantas semanas de alborotos callejeros y reclamos airados, que se irían apagando al correr del tiempo, no conocen ni el temple de AMLO ni el talante del pueblo de México, que no deja de luchar por un cambio en la política y en la economía, cambio revolucionario, pero incruento y eficaz que dé salida al desastre al que hemos llegado, y que ha sido generado por años de políticas dóciles al neoliberalismo globalizador, corruptas por añadidura y sumamente ineficaces.
Ante la destrucción del campo, la dependencia alimentaria, el intento de malbaratar lo poco que queda del patrimonio nacional, Petróleos Mexicanos especialmente, los bajos niveles educativos y otros datos desalentadores, todo fruto de la miopía que impide a quienes hoy mandan encontrar soluciones propias y los hace esperar pasivos las soluciones que vengan de fuera; ante esta situación el movimiento encabezado por AMLO es una corriente de aire fresco que recorre el país y renueva la esperanza de un cambio de fondo y desde abajo, con el pueblo y para beneficio del pueblo.
Las impresiones y reflexiones del recorrido han sido recopiladas en cinco capítulos que publicó La Jornada y que son un atinado diagnóstico, que concluye en propuestas agrupadas en cuatro ideas fundamentales: rescatar las instituciones políticas, que han demostrado su descomposición y franca decadencia; cambiar el modelo económico, es decir, pasar del inhumano capitalismo, que tritura los lazos sociales, a un sistema basado en la solidaridad, la justicia y la equidad a partir de la rectoría del Estado, que garantice para todos acceso al estudio, la cultura, la habitación decorosa y el sustento; moralizar el gobierno, sin comentarios, los que llegaron con las siglas del PAN han superado a sus maestros del PRI; lo que ahora requiere México es gobernantes de convicción republicana y que no estén obsesionados por la codicia y la superficialidad, ambas tendencias que los hacen irresponsables; crear una nueva corriente de pensamiento, llamado que coincide con una vocación de nuestro pueblo que busca que el ser humano valga por lo que es, por lo que sirve, por lo que sabe y no por lo que acumula y atesora.
Con la conclusión del admirable recorrido por el país, con la publicación de las experiencias y pensamientos que el contacto con tanta gente provocó, con las líneas generales del nuevo proyecto que se propone, López Obrador no regresa, como algunos afirman, con nerviosismo y temor mal disimulado, lo que pasa es que no puede regresar porque no se ha ido, sigue presente, no ha variado su ruta y con quienes participamos en el mismo proyecto, que somos cada vez más, se prepara para los nuevos trabajos que ahora vienen.
Por lo pronto, la actual coyuntura electoral que fue preciso afrontar, no como una meta en sí misma, sino como un paso al gran cambio, que permite la presencia en la vida pública de quienes compartimos las mismas convicciones e ideales.
Otra tarea es consolidar y poner en acción a los cuadros que a todo lo largo del país se han constituido como colaboradores del Gobierno Legítimo; de ellos se espera mucho y también exigirá mucha entrega y convicción.
Ante la presencia, ante la persistencia, al lado de la gente común, de los ciudadanos sin cargos y sin prebendas, afectados duramente por la crisis, el caminar sin descanso, hablar, proponer y debatir se logra que las expectativas de cambio no mueran, sino, por el contrario, se sientan cercanas.
Sin embargo, del otro lado, los convencidos por la guerra sucia de 2006, los fanatizados por las campañas del miedo, los que tienen ojos y no ven, y oídos y no escuchan, renuevan sus rencores y sus prejuicios y retornan a la andanada de diatribas, bajos ataques y adjetivos despectivos y descalificadores; pero, ciertamente son ahora menos, el mal gobierno de Calderón y la ineficacia de su equipo han desengañado a muchos; la crisis ha abierto los ojos a otros, pero los que quedan como los chuanes desterrados por la Revolución Francesa, ni olvidan nada ni nada aprenden.
jusbbv@hotamail.com
En una caída vertiginosa, México se precipita por una pendiente de ingobernabilidad destructiva. Son muchos los factores que a ello impulsan, mínimamente: elecciones contaminadas con narcotráfico a escala no sospechada; el crimen organizado, incrustado en espacios geográficos y con alianzas internacionales increíbles hasta hoy; un desempleo galopante, y un gobierno carente de altura para vislumbrar la tremenda profundidad del problema, que ya está encima, y por supuesto para enfrentarlo, que aun queriendo, con ellos ya es tarde. Estamos en una crisis de gestión política y administrativa.
El telón de fondo, y hay que ponerlo así, pues ésa es su figura, es una corrupción jamás imaginada, en la que los más de los hombres públicos se comportan como los ratones del flautista de Hamelín, sólo que hoy en México el río Weser de la leyenda es un río de poder, de riquezas, prebendas y prerrogativas a costa de la nación, aunque también conlleve implícitas varias formas de muerte.
Todo se vende y todo se compra, desde una simple regiduría municipal, alcaldías, permisos, sentencias, licencias, hasta las más presuntuosas conciencias. La corrupción, desde los tiempos clásicos, ha acompañado a la vida pública, pero las dimensiones de lo que hoy se ve dejan lelo al más enterado.
México está ya transformado negativamente en lo que eran sus valores ancestrales de pocas décadas atrás. Los ejemplos cínicamente exhibidos vienen de lo impensado hasta hace poco tiempo: de la Suprema Corte de Justicia, de magistrados y jueces, de consejeros de instituciones como el Instituto Federal Electoral, de ex presidentes de la nación, secretarios de Estado, de los partidos políticos en todas sus escalas, de príncipes de la banca y de la industria. Deportistas ejemplares son hoy criminales, y así recorriendo la escala social, hasta cualquier pequeño empleado, que hoy posee riquezas y prebendas que nunca antes soñó. Mientras que al cerrar este mes, habrá ya un 5 por ciento de la población económicamente activa sin empleo. Esto es, casi 3 millones de padres de familia, y se advierte que llegarán a medio millón adicional al término del presente semestre, según la empresa Manpower. Si esto no es un factor de desestabilización y anarquía, entonces, ¿qué lo es?
La presencia sombría del narcotráfico detrás de muchos de esos cambios de fortuna aparece cada día más evidente y las próximas elecciones descubrirán muchos enmascaramientos. Hoy son incontables ya los servidores públicos y hombres de fortuna protectores y por ello prisioneros del narco. Mañana se verá que eran más.
La mitad del territorio está controlada por el narcotráfico, derrotando así a los principios de gobernabilidad y territorialidad. La presencia del crimen organizado mexicano se expande dentro y fuera de nuestras fronteras hacia el norte, hacia el sur y hacia Europa. El crimen organizado mexicano se ha apoderado ya de Centroamérica, el gobierno de Guatemala ha hecho ya un reclamo. Tiene además fuerte presencia en varios países del Cono Sur, así como en 230 ciudades de Estados Unidos y en Canadá. Cadáveres decapitados en Tijuana, pero también en Filadelfia, niños secuestrados en Phoenix, tiroteos en Vancouver, además de haber ya establecido delegaciones en Europa.
Ante todo esto, y más, el gobierno, con increíble miopía que conlleva una gran terquedad, sigue proclamando su absurda guerra al crimen. Absurda por pobre, por falta de imaginación e integralidad, de cooperación y corresponsabilidad. No observa el Presidente que los nuevos caminos están en la alta tecnología aplicada a la inteligencia para la prevención y persecución del delito y en combatir sin compromiso a la corrupción pública y privada. ¿Por qué no se enjuició al ex gobernador Montiel y a su hijastro Peña Nieto por cómplice y encubridor, o a los Bibriesca? Se demanda una auténtica purga de la corrupción. Todo esto tiene al país postrado, con miedo, estupefacto ante lo inaceptable de un destino como el que nos embarga y que no es el nuestro. Ya sin valores de cohesión y ante la zozobra de la nave, cada quien reclama su pedazo de la cobija.
Sacar al país de esta ingobernabilidad demanda de un gran golpe de timón que incluya un nuevo gabinete integrado por los más competentes que sustituyan al círculo de cuates ineptos y, consecuentemente, de un rediseño de sus estrategias. Calderón está perdido si continúa creyendo que se gobierna al país y se resuelven sus crisis viajando diario y exponiendo los discursos más inconsecuentes, ajenos a la realidad que angustia a los mexicanos y desestabiliza al país con quién sabe qué consecuencias. Tampoco cree que Estados Unidos lo tolerará.
hienca@prodigy.net.mx
El telón de fondo, y hay que ponerlo así, pues ésa es su figura, es una corrupción jamás imaginada, en la que los más de los hombres públicos se comportan como los ratones del flautista de Hamelín, sólo que hoy en México el río Weser de la leyenda es un río de poder, de riquezas, prebendas y prerrogativas a costa de la nación, aunque también conlleve implícitas varias formas de muerte.
Todo se vende y todo se compra, desde una simple regiduría municipal, alcaldías, permisos, sentencias, licencias, hasta las más presuntuosas conciencias. La corrupción, desde los tiempos clásicos, ha acompañado a la vida pública, pero las dimensiones de lo que hoy se ve dejan lelo al más enterado.
México está ya transformado negativamente en lo que eran sus valores ancestrales de pocas décadas atrás. Los ejemplos cínicamente exhibidos vienen de lo impensado hasta hace poco tiempo: de la Suprema Corte de Justicia, de magistrados y jueces, de consejeros de instituciones como el Instituto Federal Electoral, de ex presidentes de la nación, secretarios de Estado, de los partidos políticos en todas sus escalas, de príncipes de la banca y de la industria. Deportistas ejemplares son hoy criminales, y así recorriendo la escala social, hasta cualquier pequeño empleado, que hoy posee riquezas y prebendas que nunca antes soñó. Mientras que al cerrar este mes, habrá ya un 5 por ciento de la población económicamente activa sin empleo. Esto es, casi 3 millones de padres de familia, y se advierte que llegarán a medio millón adicional al término del presente semestre, según la empresa Manpower. Si esto no es un factor de desestabilización y anarquía, entonces, ¿qué lo es?
La presencia sombría del narcotráfico detrás de muchos de esos cambios de fortuna aparece cada día más evidente y las próximas elecciones descubrirán muchos enmascaramientos. Hoy son incontables ya los servidores públicos y hombres de fortuna protectores y por ello prisioneros del narco. Mañana se verá que eran más.
La mitad del territorio está controlada por el narcotráfico, derrotando así a los principios de gobernabilidad y territorialidad. La presencia del crimen organizado mexicano se expande dentro y fuera de nuestras fronteras hacia el norte, hacia el sur y hacia Europa. El crimen organizado mexicano se ha apoderado ya de Centroamérica, el gobierno de Guatemala ha hecho ya un reclamo. Tiene además fuerte presencia en varios países del Cono Sur, así como en 230 ciudades de Estados Unidos y en Canadá. Cadáveres decapitados en Tijuana, pero también en Filadelfia, niños secuestrados en Phoenix, tiroteos en Vancouver, además de haber ya establecido delegaciones en Europa.
Ante todo esto, y más, el gobierno, con increíble miopía que conlleva una gran terquedad, sigue proclamando su absurda guerra al crimen. Absurda por pobre, por falta de imaginación e integralidad, de cooperación y corresponsabilidad. No observa el Presidente que los nuevos caminos están en la alta tecnología aplicada a la inteligencia para la prevención y persecución del delito y en combatir sin compromiso a la corrupción pública y privada. ¿Por qué no se enjuició al ex gobernador Montiel y a su hijastro Peña Nieto por cómplice y encubridor, o a los Bibriesca? Se demanda una auténtica purga de la corrupción. Todo esto tiene al país postrado, con miedo, estupefacto ante lo inaceptable de un destino como el que nos embarga y que no es el nuestro. Ya sin valores de cohesión y ante la zozobra de la nave, cada quien reclama su pedazo de la cobija.
Sacar al país de esta ingobernabilidad demanda de un gran golpe de timón que incluya un nuevo gabinete integrado por los más competentes que sustituyan al círculo de cuates ineptos y, consecuentemente, de un rediseño de sus estrategias. Calderón está perdido si continúa creyendo que se gobierna al país y se resuelven sus crisis viajando diario y exponiendo los discursos más inconsecuentes, ajenos a la realidad que angustia a los mexicanos y desestabiliza al país con quién sabe qué consecuencias. Tampoco cree que Estados Unidos lo tolerará.
hienca@prodigy.net.mx
Mientras aparecen cada vez más datos sobre el deterioro económico del país se va haciendo también más evidente que padecemos de prácticas políticas, debilidades institucionales y tentaciones demagógicas de una resistencia tan grande para modificarse, a pesar de los llamados avances democráticos, que los efectos de la crisis actual sólo pueden magnificarse. La ataxia del gobierno es eso: desorden, falta de regularidad de sus funciones.
La apatía gubernamental para hacer frente a la situación se ha expresado de nueva cuenta en una metáfora beisbolera. El secretario Carstens, desde el montículo, lanzó la primera bola de un torneo internacional, pero no alcanzó a llegarla al plato. Antes, recuerden, previo a la crisis de fines de 1994 el entonces secretario de Economía, Jaime Serra, decía que México sería ya un jugador en las grandes ligas.
Los números nunca son suficientes para hacer política pública. En tanto las cosas marchan más o menos de una manera estable, aunque lánguida; piénsese en el gobierno de Fox y su intrascendencia en cuanto a un cambio verdadero de la forma en que funciona la economía y su impacto en el empleo. Así puede ser que sean estables los precios, las tasas de interés, el tipo de cambio, que el producto apenas crezca y el desempleo se cubra con emigración y, entonces, se puede obviar un poco la cuestión y mostrar los números como indicación, mas no como evidencia de que las cosas más o menos funcionan.
Hoy, eso definitivamente no sirve. No es práctico para gobernar, y menos aún creíble para nadie, sean trabajadores, empresarios pequeños o grandes, o inversionistas de dentro y de fuera. Ante esa situación el gobierno no parece tener una serie de escenarios posibles y, sobre todo, manejables para un plazo que vaya más allá de 24 horas. Escenarios sobre los cuales desplegar los datos que recaba y las previsiones que formula, y así actuar con algún concierto para mitigar los efectos adversos de la crisis.
El futuro es por definición incierto y no se puede formar a partir de declaraciones sobre las buenas intenciones, o incluso la imaginación desbordada de algunos miembros del gobierno federal. De los ya tan señalados catarritos se ha pasado en sólo unas pocas semanas a una proyección oficial de crecimiento del producto para este año de menos 1.9 por ciento.
Otras estimaciones, que me parecen más realistas en función de lo que pasa en Estados Unidos y otras partes relevantes de la economía mundial, ponen esa estimación en hasta menos 4.2 por ciento. La diferencia no es, ciertamente, menor. Su efecto en el desempleo y las condiciones de la mayor parte de los empresarios pequeños y medianos, así como para los deudores de los bancos es mucho más adverso y duradero.
La única acción observable de parte del gobierno es la de la Comisión de Cambios que forman Hacienda y el Banco de México para tratar de apreciar el valor del peso frente al dólar. Esta decisión es controvertida. Primero porque el banco central cambia su objetivo principal declarado por mucho tiempo de controlar la inflación y lo enfoca en la intervención sobre el tipo de cambio. Decide reducir la sobrevaluación del peso, es decir, que está barato respecto del dólar. Y lo hace en un momento en que la recesión reduce las importaciones y castiga las exportaciones y cuando su efecto en la inflación será menor. ¿Por qué no aprovechar la sobrevaluación? Dejar que los productos mexicanos compitan, aunque sea con dificultad por precio y que las remesas rindan más.
¿A quién se quiere beneficiar con la política cambiaria? Éste podría ser un interesante caso de análisis de la economía política del país, especialmente cuando Banamex está en el mercado nuevamente.
Entre tanto, los legisladores caen de una manera burda en las mismas tentaciones demagógicas, sobrecargadas en época de elecciones, de querer controlar las tasas de interés. Ahí no está el problema del sistema financiero y mucho menos el de la economía y el de los trabajadores. Este sistema ya no funciona con las reglas que nadie quiere cambiar. Pero se buscan las salidas más obvias y que atraen la atención de la gente para cuando tenga que ir a votar.
Hacienda no revisa su política de impuestos que castiga con costos más altos y trámites la operación de las empresas; el secretario Carstens ya está más rezagado en su pensamiento que su antiguo empleador, el FMI. La Contraloría Fiscal declara sobre desvíos e irregularidades en el gasto público, ¿dónde están los proyectos de inversión de infraestructura que tenían ya financiamiento y que son imprescindibles para generar algo de demanda interna? Quién sabe si eso ya lo descubrió el nuevo secretario Molinar en la sede de las comunicaciones y transportes.
El gobierno no ha mostrado que cuenta con escenarios útiles y flexibles para el grave periodo que está abierto en el país, con fuertes efectos sociales y que será de larga duración. Con ellos siquiera podría proponer acciones coherentes y articuladas, señalar avances y problemas, y amalgamar cierto acuerdo nacional. Entonces sólo queda ir rebotando de un lado al otro, cada vez con menor resistencia.
leon@jornada.com.mx
La apatía gubernamental para hacer frente a la situación se ha expresado de nueva cuenta en una metáfora beisbolera. El secretario Carstens, desde el montículo, lanzó la primera bola de un torneo internacional, pero no alcanzó a llegarla al plato. Antes, recuerden, previo a la crisis de fines de 1994 el entonces secretario de Economía, Jaime Serra, decía que México sería ya un jugador en las grandes ligas.
Los números nunca son suficientes para hacer política pública. En tanto las cosas marchan más o menos de una manera estable, aunque lánguida; piénsese en el gobierno de Fox y su intrascendencia en cuanto a un cambio verdadero de la forma en que funciona la economía y su impacto en el empleo. Así puede ser que sean estables los precios, las tasas de interés, el tipo de cambio, que el producto apenas crezca y el desempleo se cubra con emigración y, entonces, se puede obviar un poco la cuestión y mostrar los números como indicación, mas no como evidencia de que las cosas más o menos funcionan.
Hoy, eso definitivamente no sirve. No es práctico para gobernar, y menos aún creíble para nadie, sean trabajadores, empresarios pequeños o grandes, o inversionistas de dentro y de fuera. Ante esa situación el gobierno no parece tener una serie de escenarios posibles y, sobre todo, manejables para un plazo que vaya más allá de 24 horas. Escenarios sobre los cuales desplegar los datos que recaba y las previsiones que formula, y así actuar con algún concierto para mitigar los efectos adversos de la crisis.
El futuro es por definición incierto y no se puede formar a partir de declaraciones sobre las buenas intenciones, o incluso la imaginación desbordada de algunos miembros del gobierno federal. De los ya tan señalados catarritos se ha pasado en sólo unas pocas semanas a una proyección oficial de crecimiento del producto para este año de menos 1.9 por ciento.
Otras estimaciones, que me parecen más realistas en función de lo que pasa en Estados Unidos y otras partes relevantes de la economía mundial, ponen esa estimación en hasta menos 4.2 por ciento. La diferencia no es, ciertamente, menor. Su efecto en el desempleo y las condiciones de la mayor parte de los empresarios pequeños y medianos, así como para los deudores de los bancos es mucho más adverso y duradero.
La única acción observable de parte del gobierno es la de la Comisión de Cambios que forman Hacienda y el Banco de México para tratar de apreciar el valor del peso frente al dólar. Esta decisión es controvertida. Primero porque el banco central cambia su objetivo principal declarado por mucho tiempo de controlar la inflación y lo enfoca en la intervención sobre el tipo de cambio. Decide reducir la sobrevaluación del peso, es decir, que está barato respecto del dólar. Y lo hace en un momento en que la recesión reduce las importaciones y castiga las exportaciones y cuando su efecto en la inflación será menor. ¿Por qué no aprovechar la sobrevaluación? Dejar que los productos mexicanos compitan, aunque sea con dificultad por precio y que las remesas rindan más.
¿A quién se quiere beneficiar con la política cambiaria? Éste podría ser un interesante caso de análisis de la economía política del país, especialmente cuando Banamex está en el mercado nuevamente.
Entre tanto, los legisladores caen de una manera burda en las mismas tentaciones demagógicas, sobrecargadas en época de elecciones, de querer controlar las tasas de interés. Ahí no está el problema del sistema financiero y mucho menos el de la economía y el de los trabajadores. Este sistema ya no funciona con las reglas que nadie quiere cambiar. Pero se buscan las salidas más obvias y que atraen la atención de la gente para cuando tenga que ir a votar.
Hacienda no revisa su política de impuestos que castiga con costos más altos y trámites la operación de las empresas; el secretario Carstens ya está más rezagado en su pensamiento que su antiguo empleador, el FMI. La Contraloría Fiscal declara sobre desvíos e irregularidades en el gasto público, ¿dónde están los proyectos de inversión de infraestructura que tenían ya financiamiento y que son imprescindibles para generar algo de demanda interna? Quién sabe si eso ya lo descubrió el nuevo secretario Molinar en la sede de las comunicaciones y transportes.
El gobierno no ha mostrado que cuenta con escenarios útiles y flexibles para el grave periodo que está abierto en el país, con fuertes efectos sociales y que será de larga duración. Con ellos siquiera podría proponer acciones coherentes y articuladas, señalar avances y problemas, y amalgamar cierto acuerdo nacional. Entonces sólo queda ir rebotando de un lado al otro, cada vez con menor resistencia.
leon@jornada.com.mx
La llamada cultura occidental tiene una profunda deuda artística, intelectual y ética con la pléyade de autores y pensadores de origen judío que moldearon y heredaron mucho de lo mejor del, por lo demás, lamentable siglo XX. Muy por encima, ciertamente, que lo que hayan podido aportar sus detractores y odiadores desde los 1800, con las excepciones únicas de Fiodor Dostoievski y Richard Wagner.
Quizás por su desarraigo inherente, la mencionada pléyade previa al Estado de Israel ejerció una libertad interior sin la cual serían inexplicables Sigmund Freud, Karl Marx y Albert Einstein, tres piedras de toque del presente mundo ora sí que universal.
Aún si consideramos que el pensamiento para la acción del marxismo conduce a la revolución anticapitalista, es válido señalar que estos padres intelectuales fueron radical y absurdamente pacíficos. Ello los convirtió en la víctima quintaescencial del siglo, al ser condenados a un proceso inusitado de exterminio inapelable y fríamente calculado que buscó borrarlos del mapa, y hay que reconocer que casi se salió con la suya, a pesar de la derrota del fascismo en 1945. Hoy casi no existen, o tienen escasa relevancia demográfica, cultural y política los judíos en Alemania, Austria, Polonia, Serbia y Rumania. Los nazis lo lograron: quienes no murieron en los campos de concentración, emigraron a América, o bien fundaron Israel. El nuevo problema de la supremacía aria son los turcos.
El nacionalismo prusiano, cuyo destino fue genialmente previsto por Heinrich Heine en su Alemania (1844), pagó caro su crimen, pero fue eficaz. No obstante, la cultura alemana posee una deuda inmensa con esos judíos que borraría de su mapa.
¿Qué lleva entonces a conservar la lengua de sus verdugos a Elias Canetti y Paul Celan? Sin desdeñar los componentes biográficos de ambos casos, hay que verlos como la manifestación extrema del anhelo de asimilación a que aspiraron tantos judíos antes de la Segunda Guerra Mundial, y que sí lograron en los melting pots de Estados Unidos y Argentina, y marginalmente en Francia y Gran Bretaña (sin considerar a los llamados lobbies proisraelíes, que son otra cosa).
Estos judíos, que lo han sido por tradición cultural y familiar, no practican la religión de Yavhé, o lo hacen muy libremente. En México se denominan librepensadores, en oposición a los ortodoxos, y aunque no muy numerosos, participan activamente en nuestra vida intelectual. Un siglo atrás quisieron ser europeos, pero los otros europeos no los dejaron.
Su pacifismo encontró una gran excepción en la conmovedora resistencia del gueto de Varsovia, uno de los pocos casos donde los judíos no pusieron la otra mejilla (más cerca de la guerrilla urbana que del mítico suicidio colectivo en Masada).
Paradoja mayor de la historia moderna, son judíos los constructores de una de las potencias más letales e inapelables de la segunda mitad del siglo XX, a partir de la biltzkrieg de Moshe Dayan de 1967, cuado invocando la autodefensa, Israel optó por el ataque. Cuarenta años después podemos ver los resultados. La expoliación de Palestina es sólo la capa más superficial de la amenaza que representa para la paz el Israel militarizado.
Es posible suponer que este Israel no proviene de aquel humanismo crítico, liberal y pacífico, sino de la dura tradición rabínica, a la que se añade el resentimiento (vertido en escencia nacional) por el Holocausto, que fortaleció una idea sobrecogedora de Dios como entidad vengativa, ciega, severísima. La aberrante ley del Talión reguló la escala justiciera de la represalia, antes de convertirla en antifaz de una vulgar política colonialista, expansiva e ilegal que invoca derechos auto otorgados con base en la lectura notarial y arbitraria de la Biblia, obra de suprema ficción histórica, base de la teología mosaica, pero no un libro de historia real.
La guerra israelí contra la resistencia palestina (tan legítima como la del gueto de Varsovia) y su persecusión, donde quiera que se le encuentre (los exilios en Líbano, Egipto, Jordania, Palestina misma), se complementa con los asentamientos de israelíes fanáticos de nueva generación (muchos, procedentes de Rusia y sus ex colonias) en tierras que no les pertenecen. Este desarrollo de lo judío representa una traición a las virtudes y riquezas de sus predecesores.
Y con todo respeto, me parece que el campo del pensamiento sionista, que tiene por supuesto una dimensión humanista (cada día más derrotada) nunca ha sido tan genial, amplio ni generoso como el libre pensamiento del judaísmo moderno occidental.
José Cueli: José Tomás en las fallas
Quizás por su desarraigo inherente, la mencionada pléyade previa al Estado de Israel ejerció una libertad interior sin la cual serían inexplicables Sigmund Freud, Karl Marx y Albert Einstein, tres piedras de toque del presente mundo ora sí que universal.
Aún si consideramos que el pensamiento para la acción del marxismo conduce a la revolución anticapitalista, es válido señalar que estos padres intelectuales fueron radical y absurdamente pacíficos. Ello los convirtió en la víctima quintaescencial del siglo, al ser condenados a un proceso inusitado de exterminio inapelable y fríamente calculado que buscó borrarlos del mapa, y hay que reconocer que casi se salió con la suya, a pesar de la derrota del fascismo en 1945. Hoy casi no existen, o tienen escasa relevancia demográfica, cultural y política los judíos en Alemania, Austria, Polonia, Serbia y Rumania. Los nazis lo lograron: quienes no murieron en los campos de concentración, emigraron a América, o bien fundaron Israel. El nuevo problema de la supremacía aria son los turcos.
El nacionalismo prusiano, cuyo destino fue genialmente previsto por Heinrich Heine en su Alemania (1844), pagó caro su crimen, pero fue eficaz. No obstante, la cultura alemana posee una deuda inmensa con esos judíos que borraría de su mapa.
¿Qué lleva entonces a conservar la lengua de sus verdugos a Elias Canetti y Paul Celan? Sin desdeñar los componentes biográficos de ambos casos, hay que verlos como la manifestación extrema del anhelo de asimilación a que aspiraron tantos judíos antes de la Segunda Guerra Mundial, y que sí lograron en los melting pots de Estados Unidos y Argentina, y marginalmente en Francia y Gran Bretaña (sin considerar a los llamados lobbies proisraelíes, que son otra cosa).
Estos judíos, que lo han sido por tradición cultural y familiar, no practican la religión de Yavhé, o lo hacen muy libremente. En México se denominan librepensadores, en oposición a los ortodoxos, y aunque no muy numerosos, participan activamente en nuestra vida intelectual. Un siglo atrás quisieron ser europeos, pero los otros europeos no los dejaron.
Su pacifismo encontró una gran excepción en la conmovedora resistencia del gueto de Varsovia, uno de los pocos casos donde los judíos no pusieron la otra mejilla (más cerca de la guerrilla urbana que del mítico suicidio colectivo en Masada).
Paradoja mayor de la historia moderna, son judíos los constructores de una de las potencias más letales e inapelables de la segunda mitad del siglo XX, a partir de la biltzkrieg de Moshe Dayan de 1967, cuado invocando la autodefensa, Israel optó por el ataque. Cuarenta años después podemos ver los resultados. La expoliación de Palestina es sólo la capa más superficial de la amenaza que representa para la paz el Israel militarizado.
Es posible suponer que este Israel no proviene de aquel humanismo crítico, liberal y pacífico, sino de la dura tradición rabínica, a la que se añade el resentimiento (vertido en escencia nacional) por el Holocausto, que fortaleció una idea sobrecogedora de Dios como entidad vengativa, ciega, severísima. La aberrante ley del Talión reguló la escala justiciera de la represalia, antes de convertirla en antifaz de una vulgar política colonialista, expansiva e ilegal que invoca derechos auto otorgados con base en la lectura notarial y arbitraria de la Biblia, obra de suprema ficción histórica, base de la teología mosaica, pero no un libro de historia real.
La guerra israelí contra la resistencia palestina (tan legítima como la del gueto de Varsovia) y su persecusión, donde quiera que se le encuentre (los exilios en Líbano, Egipto, Jordania, Palestina misma), se complementa con los asentamientos de israelíes fanáticos de nueva generación (muchos, procedentes de Rusia y sus ex colonias) en tierras que no les pertenecen. Este desarrollo de lo judío representa una traición a las virtudes y riquezas de sus predecesores.
Y con todo respeto, me parece que el campo del pensamiento sionista, que tiene por supuesto una dimensión humanista (cada día más derrotada) nunca ha sido tan genial, amplio ni generoso como el libre pensamiento del judaísmo moderno occidental.
José Cueli: José Tomás en las fallas
El Salvador: triunfo histórico y latinoamericano
Con base en los cómputos de la casi totalidad de las casillas, el candidato presidencial del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), Mauricio Funes, proclamó anoche su victoria en los comicios realizados en El Salvador y su rival de la derechista Arena, el oficialista Rodrigo Ávila, reconoció su derrota. El resultado comicial culmina una larga lucha popular iniciada en los años 70 del siglo pasado, que se confrontó con las armas en la mano contra una oligarquía dictatorial y sanguinaria, apoyada en sus peores excesos por Estados Unidos; que transitó por la firma de la paz, la desmovilización y la construcción de instituciones democráticas y que, después de tres lustros de enfrentar en las urnas a la derecha neoliberal, logra arrebatarle la Presidencia. El triunfo de Funes no se reduce, pues, a una gesta electoral coyuntural, sino que adquiere la significación de una victoria histórica que tiene tras de sí una saga de organización y resistencia popular, decenas de miles de muertes, décadas de un sufrimiento social inconmensurable y el aprendizaje nacional de una civilidad democrática que, a la postre, ha rendido sus frutos, y por el cual cabe felicitar a la sociedad salvadoreña.
Incluso en una circunstancia mundial de crisis económica profunda, la llegada al poder de la izquierda en el país más pequeño de América representa una esperanza para la mayor parte de la población de dicha nación, sumida en la pobreza, y se abre, con ello, la posibilidad de empezar a saldar la enorme deuda social, la cual no fue tema de los acuerdos de paz firmados en Chapultepec en 1992 entre la insurgencia popular y el gobierno, y gestionados con la participación activa de la diplomacia mexicana, que por esos tiempos conservaba aún su presencia y su prestigio en América Latina.
Por lo que hace al escenario internacional, el vuelco político en El Salvador constituye un refrendo a la tendencia continental caracterizada por el surgimiento en las urnas de gobiernos progresistas, soberanos y no alineados con el llamado consenso de Washington, es decir, con las recetas económicas fraguadas por el pinochetismo y la Escuela de Chicago y luego impuestas a buena parte de la humanidad por los gobiernos de las naciones ricas. Es previsible que el gobierno presidido por Mauricio Funes se sume a los procesos de integración regional en los que confluyen, con todo y sus diferencias, Brasil, Bolivia, Cuba, Venezuela, Ecuador, Argentina, Paraguay, Nicaragua e incluso Chile, con todo y que en ese último país el neoliberalismo sigue siendo postura oficial.
Ese campo de gobiernos independientes y de clara vocación latinoamericanista ha debido ser reconocido incluso por el gobierno de Barack Obama, como quedó de manifiesto en su encuentro con el presidente brasileño, Luis Inazio Lula Da Silva, en quien el nuevo mandatario estadunidense reconoció la interlocución con otros gobiernos sudamericanos.
Además de ése, otros sucesos recientes parecen indicar que Washington se dispone a rediseñar su política de alianzas hacia América Latina. Si hasta el último día del gobierno de Bush los pilares principales de esas alianzas fueron los regímenes de derecha de Álvaro Uribe (Colombia) y Felipe Calderón (México), en días pasados ambos gobiernos han verbalizado un distanciamiento ante Estados Unidos. Así lo hicieron el propio Calderón y algunos de sus colaboradores, la semana pasada, al rechazar con estruendo críticas al desempeño del gobierno mexicano, sobre todo en materia de seguridad, y ayer el vicepresidente colombiano, Francisco Santos, hizo lo propio, al quejarse de que la administración de Uribe ha recibido un trato indigno de la potencia del norte en el contexto del Plan Colombia, e incluso puso en duda –cosa insólita– la vigencia de ese acuerdo bilateral de contrainsurgencia y combate al narcotráfico.
En suma, el escenario continental se transforma con rapidez, y el triunfo electoral del FMLN no sólo corresponde a un proceso de cambio en El Salvador, sino que se inscribe también en una realineación regional sin precedente. Si el colapso económico global representa una difícil situación de arranque para la izquierda que gobernará ese país, tal circunstancia puede ser atenuada por la existencia de administraciones progresistas que son, en principio, aliadas naturales de los vencedores en la elección de ayer. El gobierno que habrá de presidir Mauricio Funes no enfrentará la soledad regional a la que en su momento debieron hacer frente la presidencia de Jacobo Arbenz en Guatemala, la revolución cubana o el gobierno de Salvador Allende en Chile, y cabe felicitarse por ello.
Con base en los cómputos de la casi totalidad de las casillas, el candidato presidencial del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), Mauricio Funes, proclamó anoche su victoria en los comicios realizados en El Salvador y su rival de la derechista Arena, el oficialista Rodrigo Ávila, reconoció su derrota. El resultado comicial culmina una larga lucha popular iniciada en los años 70 del siglo pasado, que se confrontó con las armas en la mano contra una oligarquía dictatorial y sanguinaria, apoyada en sus peores excesos por Estados Unidos; que transitó por la firma de la paz, la desmovilización y la construcción de instituciones democráticas y que, después de tres lustros de enfrentar en las urnas a la derecha neoliberal, logra arrebatarle la Presidencia. El triunfo de Funes no se reduce, pues, a una gesta electoral coyuntural, sino que adquiere la significación de una victoria histórica que tiene tras de sí una saga de organización y resistencia popular, decenas de miles de muertes, décadas de un sufrimiento social inconmensurable y el aprendizaje nacional de una civilidad democrática que, a la postre, ha rendido sus frutos, y por el cual cabe felicitar a la sociedad salvadoreña.
Incluso en una circunstancia mundial de crisis económica profunda, la llegada al poder de la izquierda en el país más pequeño de América representa una esperanza para la mayor parte de la población de dicha nación, sumida en la pobreza, y se abre, con ello, la posibilidad de empezar a saldar la enorme deuda social, la cual no fue tema de los acuerdos de paz firmados en Chapultepec en 1992 entre la insurgencia popular y el gobierno, y gestionados con la participación activa de la diplomacia mexicana, que por esos tiempos conservaba aún su presencia y su prestigio en América Latina.
Por lo que hace al escenario internacional, el vuelco político en El Salvador constituye un refrendo a la tendencia continental caracterizada por el surgimiento en las urnas de gobiernos progresistas, soberanos y no alineados con el llamado consenso de Washington, es decir, con las recetas económicas fraguadas por el pinochetismo y la Escuela de Chicago y luego impuestas a buena parte de la humanidad por los gobiernos de las naciones ricas. Es previsible que el gobierno presidido por Mauricio Funes se sume a los procesos de integración regional en los que confluyen, con todo y sus diferencias, Brasil, Bolivia, Cuba, Venezuela, Ecuador, Argentina, Paraguay, Nicaragua e incluso Chile, con todo y que en ese último país el neoliberalismo sigue siendo postura oficial.
Ese campo de gobiernos independientes y de clara vocación latinoamericanista ha debido ser reconocido incluso por el gobierno de Barack Obama, como quedó de manifiesto en su encuentro con el presidente brasileño, Luis Inazio Lula Da Silva, en quien el nuevo mandatario estadunidense reconoció la interlocución con otros gobiernos sudamericanos.
Además de ése, otros sucesos recientes parecen indicar que Washington se dispone a rediseñar su política de alianzas hacia América Latina. Si hasta el último día del gobierno de Bush los pilares principales de esas alianzas fueron los regímenes de derecha de Álvaro Uribe (Colombia) y Felipe Calderón (México), en días pasados ambos gobiernos han verbalizado un distanciamiento ante Estados Unidos. Así lo hicieron el propio Calderón y algunos de sus colaboradores, la semana pasada, al rechazar con estruendo críticas al desempeño del gobierno mexicano, sobre todo en materia de seguridad, y ayer el vicepresidente colombiano, Francisco Santos, hizo lo propio, al quejarse de que la administración de Uribe ha recibido un trato indigno de la potencia del norte en el contexto del Plan Colombia, e incluso puso en duda –cosa insólita– la vigencia de ese acuerdo bilateral de contrainsurgencia y combate al narcotráfico.
En suma, el escenario continental se transforma con rapidez, y el triunfo electoral del FMLN no sólo corresponde a un proceso de cambio en El Salvador, sino que se inscribe también en una realineación regional sin precedente. Si el colapso económico global representa una difícil situación de arranque para la izquierda que gobernará ese país, tal circunstancia puede ser atenuada por la existencia de administraciones progresistas que son, en principio, aliadas naturales de los vencedores en la elección de ayer. El gobierno que habrá de presidir Mauricio Funes no enfrentará la soledad regional a la que en su momento debieron hacer frente la presidencia de Jacobo Arbenz en Guatemala, la revolución cubana o el gobierno de Salvador Allende en Chile, y cabe felicitarse por ello.
Manuel Camacho Solís
Estados Unidos: elevar la mira
No es una campaña en contra de México. Es un mensaje consistente del gobierno estadounidense. El mensaje es: o arreglan ustedes su problema; o nos meteremos nosotros cada vez más.
Ante ello, caben dos posibles respuestas. La primera, enojarse y sacar a relucir el lenguaje nacionalista (cuando se les ha concedido todo), para después rectificar y concederles más (la participación de sus tropas en nuestro territorio). La segunda, aprovechar la presión que hay desde el exterior para retomar la iniciativa interna y externa con una política de seguridad que incorpore sólidamente los componentes institucionales de un Estado democrático.
Frente a la grave crisis de seguridad que vive nuestro país, especialmente en la frontera norte, era previsible que hubiera una reacción política ascendente desde Washington. Mientras tanto, el gobierno mexicano ha concentrado toda su estrategia en el combate militar y policiaco al narcotráfico, el diseño de mensajes destinados a apuntalar la aprobación presidencial y ha aceptado la cooperación bilateral en los términos que fijaron ellos.
La posición estadounidense responde a una preocupación genuina y proviene de todas las áreas de su administración. Está en las referencias al “Estado fallido”, filtraciones, programas de televisión, portadas de las revistas más influyentes que señalan que hay un problema grave en México y que, de extenderse éste, los pondría en riesgo. No es una campaña en contra de México, es una estrategia de sus servicios de inteligencia para forzar al gobierno mexicano a tomar decisiones que no ha tomado.
El gobierno de Washington no va a ceder y el gobierno mexicano va a quedar en una posición de extrema vulnerabilidad. Mientras lo militar domine, se acelerará el debilitamiento de la soberanía. Es hora de revisar la estrategia interna y regresar la relación bilateral al espacio de la política. La visita de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, abre una oportunidad: más que levantar el tono, conviene elevar la mira.
Urge la creación de un acuerdo interno verdadero, de un programa con mayores contenidos institucionales y sociales y de un discurso congruente. La contención policiaca y militar son indispensables, pero también insuficientes.
Mientras más tiempo transcurra, mayor relevancia tendrán los acuerdos políticos serios que sustenten la política, los actos contundentes contra la corrupción en las altas esferas, la participación de la sociedad en la prevención, la rehabilitación, las investigaciones financieras y la extinción de dominio, así como la independencia judicial y la atención masiva e imaginativa a los jóvenes. Esos sí son baluartes de soberanía.
El gobierno mexicano tiene dos caminos: o responde como un gobierno autoritario con lo cual expondrá la soberanía, quedará crecientemente confrontado internamente y desprestigiado en el exterior; o reconoce que tiene que revisar su estrategia interna y generar apoyos mucho más amplios a un programa que no puede ser exclusivamente militar, o peor aún, electorero. Se necesita un replanteamiento de fondo que rehaga la política de seguridad y el conjunto de las relaciones políticas.
Miembro de la Dirección Política del Frente Amplio Progresista
Ricardo Raphael
Los ricos no pagan impuestos
Las personas morales en México —sobre todo las grandes empresas—, suelen ser muy inmorales a la hora de pagar sus contribuciones.
Hasta antes de la reforma fiscal que estableciera el Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU), de cada 10 pesos que los contribuyentes aportábamos al fisco, las personas morales sólo ponían 30 centavos.
En cambio, los asalariados contribuíamos con 6 pesos y los particulares dedicados a alguna actividad por cuenta propia (médicos, abogados, taxistas, vendedores, consultores) aportaban alrededor de 3 pesos con 90 centavos. Así lo expuso un estudio publicado a principios de 2006 por el Centro de Economía Aplicada y Políticas Públicas del ITAM.
Por debilidad del Estado mexicano y también por maña de los estrategas fiscales de las grandes compañías, México se convirtió en un paraíso para los más poderosos empresarios mexicanos. Tal cosa ha provocado que seamos los ciudadanos de a pie —asalariados y profesionistas independientes— quienes carguemos con la mayor parte de la responsabilidad a la hora de financiar las actividades de las instituciones públicas.
Fue principalmente por esta razón que el secretario de Hacienda del gobierno calderonista, Agustín Carstens Carstens, propusiera la ingeniosa invención del IETU; un impuesto llamado de control porque sirve para combatir la endémica elusión fiscal que las grandes empresas hacen con respecto al Impuesto Sobre la Renta (ISR).
En un lapso muy breve el antídoto de Carstens resultó eficaz. Gracias al IETU, el Estado mexicano recaudó el año pasado casi 100 mil millones de pesos adicionales. Sin exagerar, podría afirmarse que de esa cuantía era el tamaño de la elusión a la que estas compañías estaban acostumbradas.
Era de esperarse, sin embargo, lo que sucedió después. Poco más de 31 mil empresas optaron por recurrir al amparo fiscal para recuperar su dinero. Tal como lo han hecho siempre, prefirieron pagar exorbitantes sumas a sus abogados con tal de evitarse el cumplimiento de sus obligaciones fiscales. Según la nota de Carlos Avilés, publicada hoy en EL UNIVERSAL, los amparados quieren de vuelta en sus arcas privadas alrededor de 71 mil millones de pesos.
Después de haber sido derrotado este asunto por los jueces de primera instancia, ahora los 31 mil juicios se encuentran en las manos de la Suprema Corte de Justicia.
Cabe temer por el criterio que la cabeza del Poder Judicial vaya a aplicar a la hora de interpretar la constitucionalidad del IETU. La Corte se ha prestado ya en el pasado para privar al Estado de sus ingresos, protegiendo a los contribuyentes más influyentes del país; aquellos que, a diferencia de los pobres mortales, sí pueden sufragar los costos exigidos por sus turbo-abogados.
A la hora de decidir sobre este espinoso caso, los actuales ministros habrían de tener en cuenta que está en su facultad prolongar, o ponerle punto final, al paraíso fiscal en el que se nos convirtió el país, para beneficio de unos cuantos lucradores del derecho.
La equidad en las contribuciones fiscales, principio fundamental en todo sistema tributario democrático, es antagónica con el hecho de cargarle —a quienes no pueden pagarse el lujo de contratar amparistas profesionales— la gran mayoría de las contribuciones que los ciudadanos hacemos al Estado. Algo más que 30 centavos por cada 10 pesos deberían aportar las personas morales al erario público.
En este mismo contexto vale la pena destacar la iniciativa que recientemente presentaron los tres líderes de las más importantes bancadas parlamentarias en la Cámara Baja —Héctor Larios (PAN), Javier González Garza (PRD) y Emilio Gamboa Patrón (PRI)—, la cual tiene por objeto reformar el artículo 107 de la Constitución, justamente a propósito del juicio de amparo de naturaleza fiscal.
Hasta ahora, la inequidad se ha visto ampliada por la capacidad que tienen los jueces para otorgar amparos de manera diferenciada. Dada la cláusula Otero (la cual determina que los efectos de cada sentencia sólo benefician a quien emprendió dicho juicio y no a todos los afectados por una situación idéntica), nuestros tribunales han podido discriminar entre los potenciales o reales afectados por las autoridades hacendarias.
Nuevamente en este caso, sólo quienes cuentan con los servicios de los mejores abogados logran eludir sus respectivas responsabilidades. Porque la igualdad ante la ley y ante el Estado merece más que un discurso, valga aquí hacer votos para que esta iniciativa prospere pronto.
Analista político
Hasta antes de la reforma fiscal que estableciera el Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU), de cada 10 pesos que los contribuyentes aportábamos al fisco, las personas morales sólo ponían 30 centavos.
En cambio, los asalariados contribuíamos con 6 pesos y los particulares dedicados a alguna actividad por cuenta propia (médicos, abogados, taxistas, vendedores, consultores) aportaban alrededor de 3 pesos con 90 centavos. Así lo expuso un estudio publicado a principios de 2006 por el Centro de Economía Aplicada y Políticas Públicas del ITAM.
Por debilidad del Estado mexicano y también por maña de los estrategas fiscales de las grandes compañías, México se convirtió en un paraíso para los más poderosos empresarios mexicanos. Tal cosa ha provocado que seamos los ciudadanos de a pie —asalariados y profesionistas independientes— quienes carguemos con la mayor parte de la responsabilidad a la hora de financiar las actividades de las instituciones públicas.
Fue principalmente por esta razón que el secretario de Hacienda del gobierno calderonista, Agustín Carstens Carstens, propusiera la ingeniosa invención del IETU; un impuesto llamado de control porque sirve para combatir la endémica elusión fiscal que las grandes empresas hacen con respecto al Impuesto Sobre la Renta (ISR).
En un lapso muy breve el antídoto de Carstens resultó eficaz. Gracias al IETU, el Estado mexicano recaudó el año pasado casi 100 mil millones de pesos adicionales. Sin exagerar, podría afirmarse que de esa cuantía era el tamaño de la elusión a la que estas compañías estaban acostumbradas.
Era de esperarse, sin embargo, lo que sucedió después. Poco más de 31 mil empresas optaron por recurrir al amparo fiscal para recuperar su dinero. Tal como lo han hecho siempre, prefirieron pagar exorbitantes sumas a sus abogados con tal de evitarse el cumplimiento de sus obligaciones fiscales. Según la nota de Carlos Avilés, publicada hoy en EL UNIVERSAL, los amparados quieren de vuelta en sus arcas privadas alrededor de 71 mil millones de pesos.
Después de haber sido derrotado este asunto por los jueces de primera instancia, ahora los 31 mil juicios se encuentran en las manos de la Suprema Corte de Justicia.
Cabe temer por el criterio que la cabeza del Poder Judicial vaya a aplicar a la hora de interpretar la constitucionalidad del IETU. La Corte se ha prestado ya en el pasado para privar al Estado de sus ingresos, protegiendo a los contribuyentes más influyentes del país; aquellos que, a diferencia de los pobres mortales, sí pueden sufragar los costos exigidos por sus turbo-abogados.
A la hora de decidir sobre este espinoso caso, los actuales ministros habrían de tener en cuenta que está en su facultad prolongar, o ponerle punto final, al paraíso fiscal en el que se nos convirtió el país, para beneficio de unos cuantos lucradores del derecho.
La equidad en las contribuciones fiscales, principio fundamental en todo sistema tributario democrático, es antagónica con el hecho de cargarle —a quienes no pueden pagarse el lujo de contratar amparistas profesionales— la gran mayoría de las contribuciones que los ciudadanos hacemos al Estado. Algo más que 30 centavos por cada 10 pesos deberían aportar las personas morales al erario público.
En este mismo contexto vale la pena destacar la iniciativa que recientemente presentaron los tres líderes de las más importantes bancadas parlamentarias en la Cámara Baja —Héctor Larios (PAN), Javier González Garza (PRD) y Emilio Gamboa Patrón (PRI)—, la cual tiene por objeto reformar el artículo 107 de la Constitución, justamente a propósito del juicio de amparo de naturaleza fiscal.
Hasta ahora, la inequidad se ha visto ampliada por la capacidad que tienen los jueces para otorgar amparos de manera diferenciada. Dada la cláusula Otero (la cual determina que los efectos de cada sentencia sólo benefician a quien emprendió dicho juicio y no a todos los afectados por una situación idéntica), nuestros tribunales han podido discriminar entre los potenciales o reales afectados por las autoridades hacendarias.
Nuevamente en este caso, sólo quienes cuentan con los servicios de los mejores abogados logran eludir sus respectivas responsabilidades. Porque la igualdad ante la ley y ante el Estado merece más que un discurso, valga aquí hacer votos para que esta iniciativa prospere pronto.
Analista político
Lydia Cacho
Plan B
Entre Evita y Marta Sahagún
Mientras el IFE y sus equivalentes en los estados están ocupados monitoreando medios y analizando las trampas que los partidos desarrollan para promoverse fuera del marco de la ley, nadie mira a la caja chica de las y los gobernantes en todo el país, es decir, el DIF (Sistema de Desarrollo Integral de la Familia).
El DIF en sus versiones federal, estatal y municipal es tal vez uno de los organismos públicos descentralizados más opacos del país y con mayor elasticidad para que las y los alcaldes y gobernadores los utilicen para fines electorales.
Desde 1977, cuando por decreto presidencial se creó el DIF, se fue gestando un engendro polimorfo cuyo discurso caritativo dio lugar a que las esposas de los gobernantes se hicieran cargo de la asistencia social. Entregarlo a las primeras damas es una estrategia política aberrante, que no ha sido cuestionada por la sociedad.
La falta de transparencia operativa, así como la desarticulada creación de programas a gusto de la primera dama en turno, cuyas credenciales “profesionales” nadie exige, abre la puerta a un manejo ineficaz de la política social, en el mejor de los casos, y electorera en el peor.
No es poca cosa: el DIF de Zapopan, Jalisco, obtiene 127 millones de pesos al año, más los jugosos donativos de empresas. El de Tijuana maneja 280 millones y el de Culiacán 132 millones anuales. El gasto se ejerce con gran discrecionalidad. El DIF de Nuevo León gastó en un baile de gala para festejar a los abuelitos 100 mil pesos; en la posada para mujeres, 55 mil, y para el área de atención sicosocial para menores invirtió sólo 126 mil pesos. En las fiestas las primeras damas entregan regalos y sus maridos son, a ojos de las y los convidados, quienes invierten en su bienestar y felicidad.
En los actuales tiempos preelectorales, gobernadores y alcaldes que suspiran por otros puestos acompañaron a sus esposas a entregar cobertores, chocolate y galletas, casa por casa. En Cancún se gastaron casi un millón de pesos y en Nuevo León, 880 mil en cobijas y chocolatotes preelectorales.
Este organismo que supuestamente debe hacer efectivas las políticas públicas de desarrollo social, está atrapado, en la mayoría de los estados, en un entramado de vicios de poder e ineficacia administrativa y operativa. Atiende, con cuestionable profesionalismo, a niños, adolescentes y personas de la tercera edad. Entrega desayunos, da asistencia jurídica, se ocupa de víctimas de delitos, se encarga de las adopciones, de la “integración de la familia”, y de todo lo que la dirección en turno considere población vulnerable. Durante huracanes, temblores e incendios, los DIF acopian bienes cuyo manejo se mantiene en la opacidad. Un vistazo a la hemeroteca de los 32 estados permite ver el reiterado uso de dichas ayudas para fines electorales y partidistas.
Sin duda, las primeras damas hacen labor de buena voluntad, pero el dinero público no es para jugar a la casita. Pueden creerse Evita y terminar como Marta Sahagún.
IFE y San Lázaro deben poner la mirada en el DIF, un lobo con piel de oveja.
Mientras el IFE y sus equivalentes en los estados están ocupados monitoreando medios y analizando las trampas que los partidos desarrollan para promoverse fuera del marco de la ley, nadie mira a la caja chica de las y los gobernantes en todo el país, es decir, el DIF (Sistema de Desarrollo Integral de la Familia).
El DIF en sus versiones federal, estatal y municipal es tal vez uno de los organismos públicos descentralizados más opacos del país y con mayor elasticidad para que las y los alcaldes y gobernadores los utilicen para fines electorales.
Desde 1977, cuando por decreto presidencial se creó el DIF, se fue gestando un engendro polimorfo cuyo discurso caritativo dio lugar a que las esposas de los gobernantes se hicieran cargo de la asistencia social. Entregarlo a las primeras damas es una estrategia política aberrante, que no ha sido cuestionada por la sociedad.
La falta de transparencia operativa, así como la desarticulada creación de programas a gusto de la primera dama en turno, cuyas credenciales “profesionales” nadie exige, abre la puerta a un manejo ineficaz de la política social, en el mejor de los casos, y electorera en el peor.
No es poca cosa: el DIF de Zapopan, Jalisco, obtiene 127 millones de pesos al año, más los jugosos donativos de empresas. El de Tijuana maneja 280 millones y el de Culiacán 132 millones anuales. El gasto se ejerce con gran discrecionalidad. El DIF de Nuevo León gastó en un baile de gala para festejar a los abuelitos 100 mil pesos; en la posada para mujeres, 55 mil, y para el área de atención sicosocial para menores invirtió sólo 126 mil pesos. En las fiestas las primeras damas entregan regalos y sus maridos son, a ojos de las y los convidados, quienes invierten en su bienestar y felicidad.
En los actuales tiempos preelectorales, gobernadores y alcaldes que suspiran por otros puestos acompañaron a sus esposas a entregar cobertores, chocolate y galletas, casa por casa. En Cancún se gastaron casi un millón de pesos y en Nuevo León, 880 mil en cobijas y chocolatotes preelectorales.
Este organismo que supuestamente debe hacer efectivas las políticas públicas de desarrollo social, está atrapado, en la mayoría de los estados, en un entramado de vicios de poder e ineficacia administrativa y operativa. Atiende, con cuestionable profesionalismo, a niños, adolescentes y personas de la tercera edad. Entrega desayunos, da asistencia jurídica, se ocupa de víctimas de delitos, se encarga de las adopciones, de la “integración de la familia”, y de todo lo que la dirección en turno considere población vulnerable. Durante huracanes, temblores e incendios, los DIF acopian bienes cuyo manejo se mantiene en la opacidad. Un vistazo a la hemeroteca de los 32 estados permite ver el reiterado uso de dichas ayudas para fines electorales y partidistas.
Sin duda, las primeras damas hacen labor de buena voluntad, pero el dinero público no es para jugar a la casita. Pueden creerse Evita y terminar como Marta Sahagún.
IFE y San Lázaro deben poner la mirada en el DIF, un lobo con piel de oveja.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario