La violencia (no sólo verbal) va
subiendo de tono. Y polémicas organizaciones sociales han aparecido en
escena: el movimiento antorchista (Antorcha Campesina, su ramal más
conocido) y el movimiento oaxaqueño de profesores disidentes. A la
primera agrupación, el ya virtualmente priísta José Antonio Meade la ha
exhortado a
frenara Andrés Manuel López Obrador; éste, a su vez, ha sido acusado por Meade de ser el animador y alimentador de la
intoleranciade ciertos grupos de trabajadores de la educación. Los escenarios de la evolución violenta también son preocupantes: el estado de México (con Alfredo del Mazo como actual gerente), con el antorchismo aliado al gobierno priísta dinástico, y Oaxaca, con el muratismo especializado en simulaciones y escalamiento de conflictos.
El reciente giro en ascenso de esa violencia electoral apenas velada
ha descompuesto los cuidados perfiles de los dos contendientes
principales: Andrés Manuel López Obrador no ha querido dar una respuesta
formal y precisa respecto de los graves señalamientos priístas en su
contra por los sucesos violentos de Oaxaca (donde cetemistas y miembros
de la sección 22 se enfrentaron y luego cruzaron acusaciones dando cada
cual al otro como provocador) y, por el contrario, ha optado por el tono
chabacano, forzando rimas al motejar al tecnócrata Meade como una
ternuritaa la cual instó a apurarse porque le va a ganar Margarita (Zavala). El pentasecretario, por su parte, tuiteó este domingo:
Espero que ahora que pierdas por tercera vez, no pierdas el buen humor, Andrés. #AndrésPerderásOtraVez.
Suele advertirse de la condición preparatoria de la violencia verbal
hacia la física. México es un país altamente violento y, en ese
encuadre, el proceso electoral ha ido mostrando las evidencias de esa
realidad, en particular por cuanto al asesinato de funcionarios,
políticos y candidatos. Ayer mismo fue ejecutado el presidente
de un pequeño municipio jalisciense, quien pretendía buscar la
continuidad en el cargo. Este año se han conocido, más que nunca,
renuncias y denuncias de ciudadanos encaminados a buscar cargos
políticos, los cuales fueron amenazados por grupos criminales para que
desistieran de esos propósitos.
Hasta ahora, la delantera de López Obrador no ha podido ser frenada o
reducida en grados notables mediante maniobras políticas o mediáticas.
Defectos, errores e incongruencias del tabasqueño y de Morena han
resultado minucias absolutamente digeribles por el cuerpo social
hastiado de los terribles excesos de los adversarios políticos del
sedimento de cambio que, aun en el peor de los casos, ofrecería ese
lopezobradorismo, cuyo blindaje parecería ponerlo a salvo de cuanta
treta y suciedad política le pudiera ser lanzada a lo largo de los
próximos dos meses y medio.
El recurso de la violencia política pareciera estar al final de los
anaqueles de quienes hoy ejercen el poder en sus diversas variantes. Una
de las opciones de quienes ven un competidor con tal ventaja sería
impedir que se cumpla el itinerario, provocar las condiciones adecuadas
para que el concurso no pueda cumplirse y, en todo caso, propiciar su
reorganización, con nuevas reglas y en distintas condiciones. Desde
luego, existe y subsiste la tentación drástica de complicar todo de tal
manera que pueda darse como ganador al rezagado, en un golpe electoral
que vaya más allá de lo sucedido recientemente en Coahuila y en el
estado de México.
El gobernador panista de Chihuahua, Javier Corral Jurado, ha
retomado el hacha guerrera contra la administración de Enrique Peña
Nieto y ha anunciado que demandará a la Suprema Corte de Justicia de la
Nación que sea devuelto a la jurisdicción estatal el proceso de
Alejandro Gutiérrez, el empresario priísta encarcelado por la acusación
de haber maniobrado para transferir fondos federales a campañas del tricolor mientras el gobernador de Chihuahua era César Duarte, hasta ahora significativamente intacto.
Aun cuando el deslizamiento político de Corral termina tratando de
beneficiar la candidatura presidencial de Ricardo Anaya, y aun cuando el
saldo estatal de la gestión específica del citado Corral es negativo,
el tema del priísta Gutiérrez y sus implicaciones es de especial
trascendencia (y por ello hay en Los Pinos una furia política que se
tradujo luego en la develación del escándalo de Anaya a causa de una
nave industrial y las maniobras de presunto lavado de dinero). La
cantada decisión de sustraer del ámbito chihuahuense el expediente de
Gutiérrez (y de Beltrones, Videgaray y Meade, al menos como presuntos
partícipes colaterales), para colocarlo en manos federales, busca evitar
que se vaya al fondo de una investigación judicial que ha mostrado las
formas de operación y las complicidades de élite a la hora de financiar
campañas electorales.
Este miércoles se realizará el primer debate oficial de candidatos a
gobernar la Ciudad de México. Son siete, aunque la atención se ha
concentrado en tres: Claudia Sheinbaum, Alejandra Barrales y Mikel
Arriola (quienes ya han debatido en el programa televisivo matutino que
conduce Carlos Loret de Mola), y más específicamente en las dos primeras
de esta terceta. Con menos visibilidad, también desarrollan sus
campañas Marco Rascón (Partido Humanista), Purificación Carpinteyro
(Nueva Alianza, el Panal), Mariana Boy (Verde Ecologista) y Lorena
Osornio (independiente).
La pelea, según apuntan los indicios demoscópicos y las estadísticas
electorales, está entre Sheinbaum y Barrales, representantes cada cual
del proyecto que encabezan Andrés Manuel López Obrador y Miguel Ángel
Mancera, respectivamente. Si el desenlace capitalino correspondiera a la
intensidad y posicionamiento de las actividades que realizan AMLO y
MAM, resultaría inevitable que Sheinbaum fuera la ganadora: Mancera se
ha ido desdibujando, incorporado penosamente a la estructura de apoyo a
Ricardo Anaya y postulado a senador por la puerta trasera (por Acción
Nacional y con Chiapas como coartada domiciliaria). ¡Hasta mañana!
Han venido tratando de evitar un escándalo de grandes dimensiones en México, pero ya rebotó en Estados Unidos. Incluso renunció
Carlos Mena Labarthe en junio del año anterior, funcionario que desde
la Comisión Federal de Competencia (Cofece) conducía la investigación.
Antes había llevado con éxito otra que culminó con una multa histórica
contra cuatro Afore. Pero el asunto ya comenzó a oler mal desde lejos. Cuento corto:
dos fondos de pensiones estadunidenses –Oklahoma Firefighters Pension
& Retirement System y Electrical Workers Pension Fund Local–
presentaron a finales del mes pasado una demanda colectiva en contra de
grupos financieros de México por presunta colusión para manipular
precios de bonos emitidos por el gobierno de México. Los grupos
demandados son: Santander, BBVA Bancomer, JP Morgan Chase, HSBC,
Barclays, Citigroup, Bank of America, Merrill Lynch y Deutsche Bank,
según el texto de la demanda presentada en la Corte para el Distrito Sur
de Nueva York, de acuerdo con un reporte difundido por
Reuters.Portavoces de Barclays, JP Morgan, Citi y Bank of America
declinaron comentar sobre el asunto. Los otros bancos no respondieron de
inmediato a solicitudes de comentarios.
¿De qué se trata?
Los fondos de pensiones dicen en la demanda que han
comprado decenas de millones de dólares en bonos del gobierno mexicano y
alegan que los engañaron. Los hicieron pagar de más, como resultado del
esquema de precios de los bancos. Afirman que los precios de esos bonos
aumentaron significativamente después de que la Cofece anunció su
investigación, sugiriendo que los bancos estuvieron coludidos
previamente. Es decir, trataron de cubrirse. ¿Quién era el responsable
de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores cuando ocurrieron los
sucesos denunciados? Jaime González Aguadé. Renunció en diciembre de
2017. Con las víctimas del fraude de Ficrea –mexicanos–, la comisión
hizo lo que quiso, pero la demanda en tribunales de Estados Unidos
podría ser costosa. El asunto puede convertirse en escándalo político en
manos de los partidos. Lo único que le faltaba a Peña Nieto antes de
irse: un presunto fraude con bonos de gobierno.
Y en la minería…
Estamos distraídos con la privatización del petróleo,
pero lo que sucede en la minería es inaudito. De 290 mineras en México,
211 son de empresas de Canadá; nadie se responsabiliza del daño que
causan. La lista de problemas de salud que provoca esa actividad a los
habitantes y trabajadores es larga: auditivos, enfermedades
respiratorias y algunos tipos de cáncer de piel. Son peores cuando los
residuos contaminan los ríos. Salarios miserables. Los especialistas en
la materia tienen años señalando que, en México, las autoridades
anteponen los intereses particulares de las mineras sobre el bienestar
de la población.
Nada tengo en contra del caballeroso protocolo que establece: ladies first.
Salvo, por supuesto, al subir a un automóvil, en cuyo caso, si la dama
habrá de viajar junto a la puerta, el caballero ingresará primero y se
correrá hasta el otro extremo del asiento o, a la entrada de un
restaurante en que, igualmente, el varón debe ir por delante pues, de
acuerdo con la costumbre, a él corresponde escoger la mesa. Me
perdonarán este periclitado breviario, pero ni tantos años de sequía y
vacas flacas me hacen olvidar mis primeros años de sana y distinguida
formación con las madrecitas plancartinas de la congregación de San
Antonio Plancarte, en cuyo internado aprendí el buen uso de múltiples
cubiertos, lo que me ha permitido un comportamiento distinguido en las
mesas más elegantes del reino.
Pues resulta que me veo obligado a rogarle a la recién nominada
candidata independiente: Totalmente Palacio de Baillères, doña Margarita
Zavala de Calderón, que me disculpe porque una malhadada noticia (de la
que seguramente fue de las primeras en enterarse), me obliga a posponer
la saga que sobre su candidatura había iniciado. Espero que la próxima
semana podamos continuar y, además, ya desahogado el entripado que a la
gente nos ha producido la increíble decisión de Tribunal Electoral del
Poder Judicial de la Federación, sobre el obligado ingreso de don Bronco Jaime Heliodoro a las boletas electorales.
Los griegos y los romanos tenían, con sus respectivos dioses, unos
trueques y cambalaches sólo comparables a los trastupijes que se están
dando cotidianamente entre los actuales partidos políticos, sus
dirigentes, legisladores y candidatos.
Igualmente, griegos y romanos se pirateaban a sus deidades a tiro por
viaje: Atenea por Minerva, reinas de la sabiduría. A Baco por Dionisio,
deidades del vino y las degustaciones. Ares y Marte, dioses de la
guerra. Mercurio y Hermes, protectores del comercio y los ladrones.
(Dirigentes de la Canaco, nada tengo que ver: así lo dicen las
enciclopedias.)
Y, por supuesto, Zeus y Júpiter, que ya desde entonces competían
agresivamente por ver quién podía lograr el estelar, en una gran
producción fílmica muy superior a Los diez mandamientos, que produjo Cecil B. DeMille.
Dejé intencionalmente para el final la mención de dos féminas que
resultaron de finalistas en el torneo para designar a la diosa de la
justicia. Para los griegos, la soberana de la ley de la naturaleza era
doña Temis,
la del buen consejo. (Algunos le agregan la h, Themis, pero que al cabo ni suena.) Tiene tres características: una venda en los ojos que representa la imparcialidad: no mira ni conoce a quién favorece o condena. Una balanza, que le permite sopesar con absoluta objetividad el peso (el dólar, las transferencias, las acciones,
que sean su voluntad) de los argumentos, documentos, alegatos y evidencias que presente cada una de las partes. Y una espada que deja claras la autoridad y la fuerza necesarias para imponer su fallo.
Subreviario: Temis (para nosotros los helenos y algunos saltillenses)
fue hija de Gea y, dicen, de Urano. (La prueba de ADN celestial estaba
prohibida, si no, imaginen la hecatombe: padres, hijos, abuelos, mamás,
madrastas, tíos en un mé nage ad libitum.)
Hesíodo (para mayor información consultar colonia Polanco) anotaba en sus crónicas de color que Temis
encarnaba el orden divino de las leyes y costumbres. Ella era
la fuerza moral de los sistemas judiciales.
Roma no se podía quedar atrás. De inmediato surgió a la palestra nada
menos que una bella joven de nombre Justitia, que tenía las mismas
características de Temis.
Por cierto, el primer monumento conocido de la diosa vendada, con
balanza y espada se remonta a 1543, en la Gerechtigkeitsbrunnen, de
Berna, y, el último, obviamente, el que acaban de edificar con tesón,
venalidad y desvergüenza los magistrados del Tribunal Federal Electoral
del Poder Judicial de la Federación: Mónica Aralí Soto, José Luis
Vargas, Indalfer Infante y Felipe Alfredo Fuentes, quienes con
interpretaciones descaradamente
a modo: irracionales, impúdicas y alejadas totalmente de los principios básicos del juramento que, seguramente, declamaron al asumir el cargo, consideraron que las travesuras confesas de don Bronco le daban a esa etapa del proceso electoral una carga de idiosincrasia a la que no se podía renunciar. Considero de justicia anotar también los nombres de quienes con toda la carga descrita, votaron en conciencia: Reyes Domínguez, Felipe de la Mata y Janine Otálora, presidenta del tribunal.
Cercano ya el cierre del sexenio peñanietista, una de sus herencias (gracias a sus dos
ministros del d-año, Luis Videgaray y José Antonio Meade) más peligrosas es la voluminosa deuda pública (interna y externa), cuyo servicio (intereses y capital) complicará la estrategia financiera de la siguiente administración gubernamental.
Como bien lo advierte el Instituto para el Desarrollo Industrial y el
Crecimiento Económico (que analiza el tema y del que se toman los
siguientes pasajes),
el año 2017 envió un mensaje claro: se ha roto el supuesto de que México gozaba de estabilidad macroeconómica. Los tres preceptos que la conforman, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, no son parte de la economía nacional. El control del endeudamiento, de la inflación y el pleno empleo no conforman los logros económicos actuales. El ejemplo más delicado es el endeudamiento. El incremento de la deuda pública que se registró entre 2009 y 2018 representa la señal más visible, pero no es la única.
De acuerdo con la Secretaría de Hacienda, el saldo de la deuda del
sector público federal pasó de 2.6 billones de pesos (192 mil millones
de dólares) en diciembre de 2009 a 9.9 billones de pesos (530 mil
millones de dólares) en febrero del presente año.
Ante el incremento insostenible del endeudamiento público se aplicó
el mismo mecanismo de política fiscal de la década de los 80:
restricción en inversión pública para presentar un superávit primario.
El resultado de ello es ampliamente conocido: estados contables
aparentemente saludables que se logran en función del sacrificio del
crecimiento económico, pero que no logran subsanar el desequilibrio de
fondo: la administración pública no ha realizado las reformas adecuadas
para aumentar la eficacia de su gestión, al mismo tiempo que lo hace con
menores recursos. Por ello se endeuda sin que eso implique un mayor
crecimiento económico. No obstante la relevancia de lo anterior, hay un
problema estructural más grande: los pasivos contingentes.
El endeudamiento del sector público es delicado, pero el
desequilibrio de finanzas públicas es sensiblemente superior cuando se
contabilizan los denominados pasivos contingentes, es decir, deuda no
reconocida como tal pero que tendrá que saldarse con recursos públicos
(como las pensiones). En su momento los Pidiregas y otros mecanismos de
ingeniería financiera utilizados desde 1995 no fueron reconocidos como
deuda, esencialmente porque se suponía que serían canalizados a
proyectos de inversión productiva que por su efecto económico serían
autosustentables. Ello no ocurrió y por eso hoy forman parte de la
presión no observable al analizar la deuda del sector público.
Lo descrito no es una sorpresa: la falta de sostenibilidad de la
política fiscal era conocida al inicio de la administración de Vicente
Fox. En 2001 se presentaron diversos estudios que estimaban en 120 por
ciento como proporción del producto interno bruto (PIB) el monto de
deuda reconocida y los pasivos contingentes. El resultado fue lapidario:
los ingresos del sector público no alcanzaban para hacer frente a todos
sus compromisos financieros.
En 2006 el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara
de Diputados realizó un ejercicio similar, las cifras fueron más
comprometedoras: la suma de la deuda y los pasivos contingentes superó
150 por ciento al PIB. Evidentemente que el resultado del análisis
volvió a señalar la falta de viabilidad de la política fiscal.
El mensaje claro: a pesar de que se realizó el cambio legal en
los sistemas de pensiones de los trabajadores afiliados a IMSS e ISSSTE
para, en teoría, aliviar la carga financiera que provocaban simplemente
no ocurrió. La insostenibilidad de la política fiscal va en aumento y,
además, se está gestando un problema económico y social futuro para
todos aquellos que no ahorren lo suficiente en sus Afores para vivir
decorosamente durante su etapa de retiro, algo que lamentablemente
ocurrirá porque la informalidad prevalece en el mercado laboral y los
empleos que se generan son de bajos salarios.
La producción de petróleo crudo por Pemex en 2017 fue de 1 millón 948 mil barriles diarios, -9.4% abajo de 2016 y -23.6% respecto a 2012 (Gráfico 1).
Así mismo, la producción de gas natural cayó -12.5% en 2017 (-20.6 en
el quinquenio), la de petrolíferos -18.2% (-34.9), la de petroquímicos
-17.2 (-30.6), y la de naftas -16.5% (-28.5%).Esta crónica de un
desastre anunciado es sólo el corolario de tres décadas de demolición,
corrupción y saqueo a una empresa emblemática que en el medio siglo
previo a los neoliberales fuera la eficiente proveedora de combustibles
para el país. Hoy, maltrecha, segmentada y en venta de garage es
presentada como un dinosaurio incapaz que debe hacerse a una lado para
que avance
la modernidad(las petroleras transnacionales y mexicanas creadas ex profeso para el negocio del siglo).
En 1994 (año TLCAN), Pemex producía 2.7 millones de barriles diarios
de petróleo de los cuales 1.4 m (el 50.5%) era procesado en sus
refinerías; hoy produce 1.9 mdb y sólo procesa 767 mil (el 39.4%)
(Gráfico 2).
En 1994, producía 1.6 millones de barriles diarios de petrolíferos e
importaba 189 mil; hoy sólo produce 915 mil e importa 935 mil
barriles/día (Gráfico 3).
En 1994 producía 19.1 millones de toneladas de petroquímicos al año; hoy produce 7.4 millones (el 38.8%).
Hasta 1992 – un año antes de la apertura del comercio exterior
petrolero a empresas privadas – la balanza petrolera de Pemex era la del
país y tenía un superávit de 6 mil 785 millones de dólares (que llegó a
27 mil 380 mdd en 2006). Hoy, la balanza de Pemex es deficitaria en -3
mil 955 millones, y la petrolera total del país (Pemex más empresas
privadas) en -18 mil 402 millones (Gráfico 4).
La tarea diaria de descifrar y
explicar Estados Unidos se ha vuelto infinitamente más difícil en la
era de Trump. Reportar de la misma manera que se hacía antes implica
pretender que todo es
normaldentro de un manicomio, o la alternativa es reportar que un manicomio encabezado por alguien que dice:
mi botón es el más grandees quien está a cargo del país más poderoso de la historia. Ante cualquiera de estas opciones, también se tiene que abordar por qué el público sigue en gran medida como espectador ante lo que tantos dicen es no sólo un ataque brutal contra la democracia estadunidense, sino la mayor amenaza al mundo.
Por supuesto hay denuncias y otras expresiones de disidencia que
buscan rescatar a este país todos los días –y no sólo de progresistas y
conservadores tradicionales, sino desde muy dentro del establishment–
junto con, de vez en cuando, algunas de las manifestaciones más grandes
en la historia reciente del país repudiando al régimen trumpista.
Cientos de miles de personas tomaron
ayer las calles de Barcelona, la capital de esa comunidad autónoma
española, para protestar por el encarcelamiento y la persecución
política que el gobierno de Madrid ha emprendido desde hace seis meses
en contra de los dirigentes del independentismo catalán.
Guerra contra México: primero Polk, ahora Trump
Pocos días antes del sábado 14
de abril, cuando se publicó una certera Rayuela, casualmente comenté
con mi hija mayor su contenido. Sin embargo, creo que tanto la Rayuela
de La Jornada como yo con mi hija nos quedamos cortos, pues
omitimos mencionar el pretexto inventado por el gobierno estadunidense
para desatar la injusta como atroz guerra contra México en 1847: la
confrontación que se dio en la primavera de 1846 en Carricitos,
Tamaulipas, entre las tropas mexicanas y las provenientes de Estados
Unidos.
Mark Zuckerberg, creador
y presidente de Facebook, empresa que se ha convertido en la más
importante red social de comunicación con el mayor número de
suscriptores en el planeta, compareció ante el Congreso estadunidense,
donde fue sometido a un intenso interrogatorio durante casi 10 horas. De
entre los cuestionamientos de los legisladores destacaron el papel que
Facebook había tenido en la intromisión de los rusos en el proceso
electoral de 2016, y la relativa laxitud de ese medio para permitir
comentarios e información que pudiera considerarse ofensiva a ciertas
personas u organizaciones.
Por fin la pesadilla de Donald Trump comienza a convertirse en realidad. En su edición del sábado 14 de abril The New York Times (NYT) anunció:
Aviones de combate y buques de guerra de Estados Unidos (EU), Gran Bretaña y Francia lanzaron más de 100 misiles cerca de Damasco y Homs, dijeron altos funcionarios. Por su lado, Rusia llamó a una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU, en la que EU advirtió que volverá a atacar, si Siria utiliza nuevamente armas químicas.
Hace días, el miércoles 11, un grupo
de organizaciones empresariales y sociedades cercanas a ellas
publicaron un desplegado a página entera en diversos diarios nacionales,
yo lo leí en La Jornada y lo vi en otros; afirman en él, que
mucho de lo que ha cambiado en México fue exigencia y propuesta de la
sociedad civil y parece que ellos se arrogan la representación no sólo
de los agremiados en cada una de las agrupaciones cuyos membretes
aparecen al calce de la publicación, sino también de la totalidad de ese
ente difícil de definir llamado sociedad civil.
Aunque suelo referirme cada lunes
aquí a problemas relacionados con el medio ambiente y el desarrollo,
hoy expreso mi inconformidad con el Tribunal Electoral del Poder
Judicial de la Federación (TEPJF) por avalar la candidatura de Jaime
Rodríguez, quien utilizó todo tipo procedimientos ilegales para sumar
las firmas requeridas a fin de figurar como candidato independiente. El
Instituto Nacional Electoral, INE, probó que 58 por ciento eran falsas.
Cuando alguien cree ciegamente en la
fuerza del destino, al que nada ni nadie puede cambiar, y por tanto las
ocurrencias de la vida dependen de fuerzas ciegas que nos sacuden a su
antojo, pensamos más bien en los personajes de las novelas. Pero no es
asunto sólo de las novelas. Es lo que cree la mayoría de los jóvenes que
viven en barriadas marginales de cinco capitales centroamericanas,
donde dominan la pobreza, el desamparo, la violencia, y el miedo. Un
destino fatal que para ellos no es nada halagüeño, y sólo les hace
esperar el golpe faltante que caerá inclemente sobre sus cabezas.
La política del dólar,
se dice, está volviendo a la normalidad y con ello también el
funcionamiento de la economía de Estados Unidos. Este supuesto tiene, de
una u otra manera, implicaciones para el mundo.
Tzompantli, parte de la muestra Anhelos extraviados, del artista oaxaqueño Adán Paredes
Foto Hermann Bellinghausen
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