Certificados de nacimiento, obstáculo para la atención del parto
Las
guardianas de los saberes de las mujeres y de la naturaleza, de los
ciclos de la luna y la tierra, de lo sagrado del embarazo, el parto y la
cuarentena, de la sexualidad y el cuidado del cuerpo, de las ancestras
que siempre guían con su espíritu, piden que se reconozca su labor de
parteras y se les dé validez en los sistemas comunitarios de salud donde
con autonomía puedan recibir a los suyos dentro de su cultura y con
seguridad, así como defender el Derecho Humano a la identidad de los
bebés que reciben o que nacen fuera del sistema de salud y por lo tanto a
su acceso total al certificado de nacimiento.
En un pronunciamiento emitido por las parteras tradicionales
provenientes de la Sierra Norte, Mixteca, Sierra Mixe, Valles Centrales,
Istmo y Costa, piden garantizar que los avisos de alumbramiento
expedidos por las parteras sean suficientes para que las familias
tramiten el certificado evitando que las mujeres que paren en casa se
vean forzadas a ir a los Centros de Salud a hacer el trámite, pues
consideran que el tema de los Certificados de Nacimiento es uno de los
principales obstáculos para la atención de parto por parteras.
En el encuentro de parteras “Fortaleciendo Nuestro Camino” que se
realizó en esta capital demandaron “parar la expropiación de
conocimientos y la exigencia de encasillar en modelos académicos
institucionales saberes ancestrales basados en la espiritualidad y
ritualidad”.
Pidieron “suspender inmediatamente los condicionamientos y presiones,
por medio de los programas sociales hacia las mujeres que quieren
atenderse con una partera; no tratarnos como subordinadas y parar la
presión para entregar informes a la Secretaría de Salud sobre nuestra
labor”.
Pidieron garantizar “el derecho de las mujeres a parir en su hogar
porque trabajar en el espacio hospitalario desarraiga y desvirtúa
nuestra labor”.
También exigieron “se elimine el proceso de certificación y
capacitación basado en el modelo médico institucional y se modifiquen
las leyes para el reconocimiento de las parteras tradicionales”.
Así mismo “se diseñe una estrategia nacional para proteger,
fortalecer y revitalizar a la partería tradicional y en la tradición
como un derecho cultural establecido en el artículo segundo
constitucional; y se generen las condiciones para su existencia legal,
práctica, abierta y autónoma”.
Finalmente, pidieron que a nivel legal y normativo se retomen las
recomendaciones específicas 22 y 24 del documento del 17º periodo de
sesiones del Foro Permanente de la ONU sobre las Cuestiones Indígenas y
la legitimación de las parteras indígenas; se aplique el artículo 7 de
la Ley General de Cultura y Derechos Culturales; y se modifiquen los
artículos 64 y 64 bis de la Ley general de salud que impone un sistema
de capacitación medicalizado.
Además de que se eliminen los artículos 102 y 103 del reglamento de
la Ley en Materia de Prestación de Servicios de Atención Médica; se
modifiquen la NOM 007 sobre la atención del parto y la NOM 035 sobre los
certificados de nacimiento; se incluya la Violencia Obstétrica en las
leyes de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia de Oaxaca y
Federal; se reconozca que negar el acceso de las mujeres al servicio de
las parteras es una forma de violencia obstétrica y de violación a los
derechos humanos y se aplique plenamente la Ley de Medicina Tradicional
del Estado de Oaxaca de 2001.
Mientras que a las comunidades les solicitaron “reconocer el lugar de
la partera como autoridad ancestral en nuestros propios sistemas de
salud comunitarios; y que las autoridades locales respalden y faciliten
el acceso de los certificados de nacimiento a los bebés nacidos con
partera.
Las parteras hicieron hincapié que “nuestra labor se relaciona con
dos derechos fundamentales: el derecho humano de las mujeres a elegir
dónde y con quién parir y el derecho cultural de cada grupo humano a
elegir la forma de recibir a sus nuevos integrantes.
Destacaron que “buscamos recuperar y fortalecer nuestra autonomía
como parteras y ayudar a las mujeres a recuperar la autonomía sobre su
cuerpo y su salud (porque) nos debemos a nuestra comunidad y a la
defensa de la autodeterminación de los pueblos, nuestra lucha por la
permanencia y continuidad de la partería es parte de una lucha más
amplia por las aguas, los bosques, las montañas, los territorios y por
el cuidado de la vida toda”.
Lamentaron que el parto y nacimiento, pasó de ser entendido como un
momento saludable regido por la naturaleza a ser visto y tratado como
una enfermedad con la creencia de que tenía que ser controlada por el
sistema médico y “la desaparición intencionada de la partería forma
parte del despojo de la naturaleza y de los territorios; entonces, las
mujeres empezaron a ser acostadas para parir y las parteras
tradicionales a ser perseguidas”.
En los últimos años esto ha sido mucho más rápido a través de varios caminos:
Hacer creer que el parto es una enfermedad y un evento peligroso; la
certificación profesional le quita validez a la transmisión de saberes
de forma oral, en círculos o de partera madrina a partera aprendiz; la
asociación que se ha hecho entre la atención del parto en hospitales y
reducción de la muerte materna”.
Cuestionaron “la amenaza de quitar a las mujeres que se atienden con
nosotras, los programas de asistencia social, que han tomado distintos
nombres dependiendo del gobierno en turno; y la negación a darnos los
certificados de nacimiento para que las familias puedan registrar a sus
bebés recién nacidos”.
CIMACFoto: Yunuhen Rangel Medina
Por: Pedro Matías
Cimacnoticias/pagina3.mx | Oaxaca, Oax
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