Demanda de diputadas y activistas en reforma laboral
Por Guadalupe Cruz Jaimes
México, DF, 27 abr 11 (CIMAC).- En México el 97 por ciento de las 16.7 millones de mujeres trabajadoras, además de cumplir con su labor asalariada, realiza tareas domésticas y de cuidado familiar, por lo que urge una legislación que obligue al Estado a brindar servicios de protección a la niñez y personas adultas mayores y con discapacidad, con el fin de aligerar la sobrecarga laboral de las mexicanas.
Así lo advierte el Centro de Estudios para el Adelanto de las Mujeres y la Equidad de Género (CEAMEG), de la Cámara de Diputados, en su estudio “Armonización entre los ámbitos laboral y familiar en México”.
Agrega que es preciso que la Ley Federal del Trabajo (LFT) planteé la responsabilidad de los hombres en el ámbito familiar y que desde las instituciones laborales se generen acciones que permitan ejercer, por ejemplo, la licencia de paternidad.
Para lograr la conciliación entre trabajo y familia es fundamental que el Estado asuma su responsabilidad en las tareas de reproducción social y de cuidado de las personas, pues no es suficiente buscar la corresponsabilidad entre mujeres y hombres, sostiene el CEAMEG.
Actualmente, 16.2 millones de mujeres económicamente activas se hacen cargo de las labores domésticas y del cuidado de personas; a estas tareas las mujeres dedican cerca de 60 horas semanales, mientras que los hombres sólo invierten 10 horas.
La disparidad de tiempo destinado a esta labor entre mujeres y hombres muestra que no han asumido de manera equivalente la corresponsabilidad de las tareas domésticas, cuya aportación económica representa el 21.6 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), según la Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo 2009.
Hasta ahora, señala el estudio del CEAMEG, tomadores de decisiones e instituciones involucradas han supuesto que las tensiones que se producen entre los ámbitos familiar y laboral son un problema de las mujeres y que son ellas quienes tienen que resolverlo.
Así, las mujeres se han visto obligadas a buscar estrategias para poder “salir a trabajar”, debido a que las labores que realizan en el hogar y el tiempo que invierten en éstas permanecen ocultas.
Mientras que a los hombres no se les reconoce su calidad de padres e hijos y en consecuencia están exentos de responsabilidades familiares, por lo que las instituciones del trabajo “no proveen las facilidades para que cumplan con tales responsabilidades ni promueven su involucramiento en la educación de las hijas e hijos ni su inserción en el ámbito privado”.
En este panorama, es necesaria una política social que amplíe el concepto de bienestar para incorporar los servicios de cuidado infantil y de personas con discapacidad y adultas mayores. El cuidado debe reconocerse como un trabajo y como un derecho que el Estado debe garantizar.
Esta propuesta debe quedar plasmada en la LFT, propone el CEAMEG, a propósito de la discusión acerca de una posible reforma laboral.
Al respecto, Rosario Ortiz, ex legisladora e integrante de la Red de Mujeres Sindicalistas (RMS), señaló a Cimacnoticias que el título quinto de la LFT, el cual no se ha modificado desde su creación en 1933, debe incluir la responsabilidad del cuidado familiar por parte del Estado mexicano.
Explicó que debido a que las hijas e hijos de las personas trabajadoras son la reproducción de la fuerza laboral, el Estado es responsable de tutelar sus derechos, entre ellos, salud y cuidados.
Además de incorporar la corresponsabilidad familiar, entre las modificaciones al título quinto también se debe garantizar que las mujeres trabajadoras tengan acceso a este derecho, independientemente de si su contratación es individual o colectiva.
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