4/30/2011

Hoy se celebra a los pequeños; más de dos millones de 5 a 17 años no van a la escuela

Hay quienes ven a los niños como propiedad de los adultos: Conapred

Una porción supone que los infantes no tienen derechos por su condición de edad

En las zonas rurales persiste la muerte entre los más pobres por enfermedades como diarrea

Ariane Díaz
Periódico La Jornada
Sábado 30 de abril de 2011, p. 37

En México, dos millones 678 mil 570 de menores de cinco a 17 años no asisten a la escuela; de ellos 122 mil no lo hace por razones de seguridad, discriminación o por la distancia que deben recorrer al centro educativo, según datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2009 del Inegi difundidos por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, con motivo de la celebración del Día del Niño.

De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Discriminación en México (Enadis) 2010, realizada por el organismo citado, 27 por ciento de menores dice que sus padres los han hecho llorar, 26 por ciento reconoce que le han pegado, 17.9 recibieron de ellos amenazas de golpes y 18 por ciento dice los han insultado de palabra.

Culturalmente, persiste la idea de que los niños y las niñas son objetos propiedad de las y los adultos, y que están sujetos al arbitrio y voluntad de las reglas paternas y maternas indicó el Conapred.

Trabajo en casa y fuera de ella

La Enadis 2010 también reveló que 27.6 por ciento de la población nacional cree que los menores sólo tienen los derechos que sus padres les quieran dar y 3.6 por ciento piensa que no tienen garantías por su condición de edad.

Datos del Inegi indican que de los menores de cinco a 17 años, 15 millones 689 mil 755 estudian y hacen quehaceres domésticos. En el mismo rango de edad, hay un millón 324 mil 457 niñas y niños que, además de las características anteriores, son población ocupada.

En total, en México hay tres millones de niñas, niños y adolescentes que son considerados población ocupada, quienes trabajan tanto en el sector agropecuario y la industria manufacturera, como en la construcción, el comercio y los servicios. De esa cifra, dos terceras partes la cubren varones.

Respecto de los infantes que trabajan, 359 mil 729 lo hacen porque sus familias necesitan la aportación económica o realizan los trabajos del hogar y 706 mil lo hacen para poder mantenerse y/o pagar la escuela.

Por su parte, el Instituto Nacional de las Mujeres indica que padecer violencia en la infancia repercute en la edad adulta, ya que 35 por ciento de las mujeres que sufrió algún tipo de violencia por su pareja también la vivió en sus hogares de origen; mientras, 27 por ciento de los hombres que agredió a sus parejas también padecieron maltrato y violencia durante la niñez.

La Encuesta de Maltrato Infantil, realizada por este instituto, concluyó que aunque el maltrato físico lo padecen menores de ambos géneros, los varones lo sufren en forma severa, mientras el abuso sexual y el emocional se aplican de forma más frecuentes a las niñas.

Sobre la salud de los niños, asegura que la desnutrición y las enfermedades infecto contagiosas siguen siendo un lastre para los que viven en hogares pobres.

Laura Tapia, supervisora médica en Área Normativa del Centro Nacional para la Salud de la Infancia y la Adolescencia de la Secretaría de Salud, reconoció que la desnutrición sigue siendo un problema en las zonas más marginadas del país, no obstante que ya no se encuentra entre las principales causas de mortandad en menores de cinco años.

La especialista confirmó que la enfermedad diarreica aguda y las infecciones respiratorias son causa frecuente de mortandad entre la población de menores ingresos económicos por las condiciones de hacinamiento en que viven; Chiapas, Oaxaca y Guerrero son los estados con las tasas de mortalidad más altas.

Armando Blanco, de la Asociación Mexicana de Pediatría, aseguró que 80 por ciento de los casos de talla baja en niños (crecimiento de estatura menor a la media de la población) se da por malnutrición; ocurre mayormente en poblaciones rurales, donde 44.3 por ciento de los menores presenta este problema, en comparación con 14 por ciento de los que viven en zonas urbanas.

El especialista resaltó que en ese contexto es difícil que el niño alcance una salud biosiquicosocial plena. No se trata sólo de que coma bien sino de que sea feliz. De lo contrario, el niño se expresará a la mínima potencia.


Se les invisibiliza y se los considera sujetos peligrosos, señala Causa ciudadana

La violencia estructural es más dañina para los niños que las agresiones físicas
Fernando Camacho Servín
Alineación al centro
Periódico La Jornada
Sábado 30 de abril de 2011, p. 38

La niñez mexicana padece condiciones de violencia estructural –muchas veces normalizada por prácticas culturales nocivas– que limitan su acceso a la educación, la salud, el esparcimiento y la participación igualitaria.

Esta circunstancia hace invisibles los problemas y necesidades de los menores y puede generar daños mayores que cualquier acto de agresión de tipo físico.

Integrantes de organizaciones sociales especializadas en el tema infancia concluyeron lo anterior; en conferencia de prensa expusieron algunos de los retos más graves que enfrenta la niñez del país, en víspera del día en que se conmemora a los niños.

José Alfredo Cruz, de la asociación Género y Desarrollo, señaló que la falta de acceso a los derechos elementales puede causar más estragos que otros actos de violencia explícita y advirtió que millones de niños están sujetos a un modelo patriarcal hegemónico, el cual da lugar a conductas misóginas y homófobas.

Rocío Morales, del colectivo Educación con el niño callejero (Ednica), subrayó que es urgente que el Estado mexicano diseñe políticas públicas eficientes para mejorar las condiciones de vida de los menores, tomando en cuenta que no conforman un grupo homogéneo, sino que tienen necesidades muy diversas.

De acuerdo con encuestas aplicadas en 2009, afirmó, en el país hay por lo menos tres millones de niños –aunque se calcula que la cifra es mucho mayor– que forman parte del mercado de trabajo informal, quienes padecen condiciones de extrema precariedad laboral, bajo desempeño escolar o deserción, y violencia por parte de la policía y otras autoridades.

Menores que ya son padres

Carlos Cruz, integrante de Causa ciudadana, aseveró que además de que se les invisibiliza, a los adolescentes se les considera sujetos peligrosos y reproductores de una cultura violenta, lo que lleva a que muchos de ellos sean reclutados por grupos criminales.

Prueba de lo anterior, lamentó, son los más de 300 menores de edad que han muerto desde hace tres años en circunstancias violentas; no obstante, se calcula que el número es más alto. Al coartar sus mecanismos de participación social, se aniquila a toda una generación de jóvenes y se anula el desarrollo del país.

Por su parte, Eliud Torres, de la asociación Melel Xojobal, lamentó que entre todos los niños maltratados, quienes enfrentan condiciones aún peores son los indígenas, pues además de pobreza y falta de oportunidades, padecen racismo y discriminación, particularmente en Chiapas, Oaxaca y Guerrero.

Por su parte, Nashieli Ramírez, integrante del colectivo Ririki Intervención Social, detalló algunas cifras que muestran las duras condiciones de vida de la infancia mexicana, como el hecho de que casi nueve mil niños sean hijos de otros menores de edad, o que 34 mil estén casados o sean viudos o divorciados.

En videoconferencia desde Ciudad Juárez los activistas Catalina Castillo, José Luis Flores y Laurencio Barraza llamaron a que el gobierno aplique programas de salud, educación, lectura y deporte en favor de la niñez, y de esa forma acaben con el esquema de violencia y marginalidad que muchos de ellos siguen sufriendo.

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