Marta Lamas
MÉXICO, D.F., 29 de abril.- Hace cuatro años, el 24 de abril de 2007, el pleno de la ALDF aprobó la interrupción legal del embarazo (ILE) por mayoría de 46 votos a favor (PRD, PT, Convergencia, Alternativa, PRI y Panal), 19 en contra (PAN y PVEM) y una abstención (PRI). La ley fue publicada el 26 de abril en la Gaceta Oficial del Distrito Federal y entró en vigor al día siguiente. La Secretaría de Salud del Gobierno del DF acaba de dar a conocer las cifras acumuladas hasta el 18 de abril de este año: 92 mil 251 peticiones de información, 73 mil 890 solicitudes de procedimiento y 57 mil 624 ILE realizadas. Esto significa que 18 mil 361 mujeres únicamente pidieron información, y que de las que solicitaron el procedimiento 16 mil 266 se desistieron. ¿Por qué? Porque algunas cambiaron de opinión y decidieron continuar el embarazo, porque otras tenían más de las 12 semanas y fueron rechazadas, y porque algunas, al ser menores de edad, no consiguieron el permiso de sus progenitores. Hay que considerar que de las 57 mil 624 mujeres que han abortado de manera legal en las clínicas del GDF las menores de edad ascienden a 3 mil 269.
Los datos actuales hablan de que 80% de las mujeres llegan a solicitar la ILE antes de las ocho semanas de gestación; 18%, entre la novena y la undécima semana, y 2%, a las 12 semanas permitidas. El que lo hagan tan temprano ha permitido que 53% de los abortos se realicen con un método no invasivo: las pastillas de Misoprostol. A las usuarias les explican en qué consiste el aborto con medicamento, les dan instrucciones por escrito, y ellas se van a hacerlo a sus casas. Días después, regresan a una revisión con ultrasonido.
A los hospitales y clínicas del DF llegan mujeres de todas las edades, pero una mayoría (el 69.7%) son jóvenes menores de 30 años: el 47.7% tienen entre 18 y 24 años, mientras que 22% han cumplido entre 25 y 29 años. Se trata, también en su mayoría (68.7%), de mujeres con un nivel de educación de segundo ciclo: 38.7 con preparatoria y 30% con secundaria. Y no solamente llegan las que residen en el DF: el número de foráneas va en aumento: 12 mil 793 vienen del Estado de México y mil 817 han llegado de todos los estados del país. O sea, del total de 57 mil 624, las foráneas representan 25% de los casos; 20% viene del Estado de México, y el 5% restante, de las demás entidades federativas.
¡Qué bueno que todas las mexicanas puedan venir al DF a remediar un embarazo no deseado! Así se abate en parte la tremenda desigualdad que significa que en el resto del país no esté despenalizado el aborto. En la Ciudad de México pueden encontrar, junto a los servicios gratuitos y de pago diferenciado de los hospitales y clínicas del GDF, también los de las clínicas privadas, que hacen negocio. Por eso Balance, un grupo de jóvenes, ha establecido el Fondo María, que da apoyo financiero y emocional a las foráneas. Para conectarlas, basta buscar en internet María. Fondo de aborto para la justicia social, escribirles un correo a : maria.balance@gmail.com o hablar al 01- 800-8327-311. La solidaridad de estas chicas está dando frutos, y va creciendo la red de apoyo a quienes requieren venir al DF. Además, las mujeres que vienen de fuera, al regresar a sus localidades, transmiten la experiencia positiva del servicio de ILE del GDF. ¿Cuánto tardarán en surgir exigencias ciudadanas de servicios similares en otras partes de México?
Tal vez la exigencia debería empezar en el propio DF, donde las autoridades federales de salud impiden que otros hospitales y clínicas que dependen de ellas, como el Hospital de la Mujer y las clínicas del IMSS, realicen la ILE, aunque es su obligación por ley hacerlo. Ojalá que alguna derechohabiente del IMSS inicie una demanda por incumplimiento de la ley cuando el IMSS le niegue el servicio de ILE. Mientras tanto, crece de boca en boca la noticia de que en esta ciudad se respeta la decisión de las mujeres acerca de proseguir o no un embarazo. Basta ver la actitud asertiva con la que muchas usuarias exigen ya el servicio de ILE para darse cuenta de que hay un proceso de desculpabilización en curso.
Y como la Secretaría de Salud del GDF ha abierto sus puertas a investigadores nacionales y extranjeros, después de cuatro años se dispone de una información privilegiada. El modelo de atención es valorado como uno de los mejores del continente, y la National Abortion Federation (NAF) de Estados Unidos ha señalado que los servicios públicos tienen mejor nivel de calidad en comparación con las clínicas privadas. Un estudio de la Universidad de San Francisco reporta que 88% de las mujeres están muy satisfechas con el servicio público. Y los estudios aclaran cuestiones que no se sabían, como por ejemplo que, aun cuando a todas las mujeres se les ofrece la posibilidad de dar en adopción, hasta el momento no se ha registrado ningún caso que contemple siquiera la adopción como una posibilidad.
Finalmente, por el uso del ultrasonido para medir las semanas de gestación, se han detectado decenas de embarazos ectópicos (en las trompas de Falopio), lo que ha evitado graves problemas, incluso muertes maternas. Y eso, junto con el descenso brutal de las muertes provocadas por infecciones post-abortos ilegales, es el resultado más importante en estos cuatro años de la despenalización.
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