3/12/2013

Más presupuesto en Oaxaca, pero muerte materna no cede

NACIONAL
Periodistas por el Respeto de los Derechos Sexuales y Reproductivos de la Juventud
   CAMPAÑA DSyR JUVENTUD
   Se cuadriplican fondos para salud sexual con nulos resultados

Por: Citlalli López, corresponsal
Cimacnoticias | Oaxaca.- 

En noviembre de 2012, Delfina Antonio Reyes falleció desangrada y en el abandono durante el parto de su cuarto hijo en una clínica de Tamazulapam, Oaxaca.

A su muerte siguió la de Hortensia Obando, en enero de 2013, porque no había personal médico para atenderla durante el parto de su sexto hijo en la clínica de Estancia de Morelos del municipio de Santiago Atitla. Así lo documentaron los medios de comunicación.

La muerte de ambas mujeres indígenas es atribuible a la desigualdad en el acceso a los servicios de salud como un Derecho Humano (DH), pues a pesar de que en los últimos tres años el presupuesto en materia de salud sexual y reproductiva asignado para la entidad registró un incremento de poco más del 400 por ciento, los resultados muestran un fracaso en la reducción de la muerte materna (MM), los embarazos en adolescentes y en las cifras de VIH/Sida.

De acuerdo con datos de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), en 2010 el presupuesto asignado fue de 11 millones 89 mil pesos; para 2011 se duplicó con la asignación de 26 millones 608 mil 842 pesos, mientras que en 2013 el presupuesto es de 49 millones 14 mil pesos.

No obstante en 2010 Oaxaca mantuvo sus indicadores por arriba de la media nacional. La razón de muerte materna (RMM) en el país es de 56 fallecimientos por cada 100 mil nacidos vivos, pero en Oaxaca es de 102 fallecimientos por cada 100 mil nacidos vivos, casi el doble, de acuerdo con cifras del Inegi.

En Oaxaca el dato se dispara porque 7 de cada 10 muertes maternas ocurren en municipios indígenas, precisa Ana María Hernández Cárdenas, integrante de Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad.

Registros de la Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos en México (Ddeser) indican que en Oaxaca las mujeres tienen cinco veces más probabilidades de morir durante el embarazo, parto o puerperio que las mujeres del norte del país.

Esta situación se agrava en las comunidades indígenas, donde los médicos sólo trabajan de lunes a jueves, y carecen de medicinas y equipo necesario.

Entre 1990 y 2010, el 56 por ciento de las MM registradas en Oaxaca correspondieron a mujeres indígenas, lo que muestra el rezago social que prevalece en la entidad y que afecta a las más pobres y con menor acceso a los servicios de salud.

DISCRIMINACIÓN

Para Hernández Cárdenas la MM es un indicador claro de discriminación en términos de calidad de vida de las mujeres, “ya que parir es un proceso natural y no un hecho grave. La MM en cualquier país es un indicador del nivel de desarrollo y de la protección que el Estado da a la vida de las mujeres”.

La asignación de presupuesto específico, explica la activista, no pasa sólo por instrumentarlo o ejercerlo, sino por un cambio en la cultura de cómo se atiende y se previene la MM.

Oaxaca “es uno de los estados de mayor pobreza y de gran carencia de servicios de atención obstétrica. Por otro lado la violencia obstétrica está normalizada en los servicios de salud y en la atención del embarazo, parto y puerperio”, añade.

Durante 2011, cada seis días una mujer fue diagnosticada con VIH/Sida. Para 2012, tan sólo en los primeros cinco meses, cada dos días se repetía esta situación, según cifras del Consejo Estatal para la Prevención y Control del SIDA (Coesida).

Las mujeres dedicadas al hogar y que tienen relaciones sexuales sólo con su pareja fueron el blanco de esta enfermedad.

La Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (Enadid) 2009 señala que en Oaxaca el 93.3 por ciento de las mujeres en edad reproductiva declaró conocer algún método anticonceptivo.

Sin embargo, el 44.8 por ciento de las mujeres dijo nunca haber sido usuaria de algún método, y el 6.6 por ciento reconoció que desconoce los anticonceptivos.

De las usuarias de métodos de control natal, el 58 por ciento se realizó la salpingoclasia (ligadura de trompas), mientras que el 23.7 por ciento es usuaria de métodos no hormonales como el dispositivo intrauterino, condón masculino y femenino, o los espermicidas.

En cuanto a los embarazos en adolescentes, según los SSO, de 2009 hasta 2012 hubo un incremento de 5 por ciento en los casos.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario