Más
que de telecomunicaciones, parecía que el asunto era de telepatía. Un
puñado de pactistas engalanados ofrecía sus mejores habilidades
oratorias para presentar en sociedad una iniciativa de reforma cuyos
términos precisos y sus eventualmente diabólicos detalles ni siquiera
eran realmente conocidos por la masa intelectualmente desposeída de los
diputados y senadores de a pie que de lo primero que se enteraron con
seguridad fue de las voces de arreo que les empujan a procesar de
manera sumaria los acuerdos del nuevo poder constituido, el De facto
por México.
Increíble coordinación ejecutiva entre piezas que de manera natural
son distantes y contrapunteadas pero ahora convergen tomadas de la mano
para al mundo anunciar las más recientes buenas nuevas del reinado de
quien ha venido a transformar a México. Nadie habrá de dudar de las
buenas intenciones y de la ausencia de intereses oscuros en el
comportamiento del representante del Verde Ecologista, Arturo Escobar,
quien se deshace en elogios para la reforma telecomunicada. Gustavo
Madero y Jesús Zambrano apenas pueden disimular la emoción de saberse
partícipes de un momento histórico, adivinando ya e incluso escogiendo
el material dorado en cuyas letras las generaciones venideras
recordarán el lance arriesgado en el que apostaron a la carta trémula
del peñanietismo reformista, lo que ahora ven coronado con éxito. De
César Camacho ni se diga, orgulloso de presentar cual maestro de
ceremonias en gala teatral a la
Presidencia democrática en acción. Y del personaje central ni se diga, orgulloso a cual más, sintiéndose ya un estadista reformador.
La telepatía, que en este caso suple exitosamente a la información
precisa, hace que por doquier se ubique a Carlos Slim como el
destinatario oficialmente innombrado de los nuevos arreglos
empresariales. El golpe va contra él, se alega, al obligarlo a
compartir a muy bajo costo sus redes telefónicas para que sus
competidores puedan crecer. A cambio, podrá hacerse de una de las dos
cadenas nacionales de televisión abierta, mientras los alegres
compadres del duopolio por deshacer, Emilio Azcárraga Jean y Ricardo
Salinas Pliego, se alistan para subirse a nuevas embarcaciones
tecnológicas mientras la de la televisión tradicional hace agua
progresivamente.
Incluso el dueño de Televisa responde con inmediatez telepática al
anuncio pomposo de la reforma telecomunicada, al plantear con desenfado
en Twitter:
Tiempo de grandes retos y también de oportunidades. Bienvenida la competencia. Algo (o, más bien, mucho) sabe el histórico constructor de la imagen de Peña Nieto al no oponer resistencia ni tocar tambores de guerra. En México no hay un Chávez o una Cristina confrontando el poder real de los medios de comunicación defensores de los intereses empresariales y contrarios a los avances populares, sino un conciliador Enrique que al conjuro del pactismo tan mencionado genera una
revoluciónen el ámbito de las telecomunicaciones en la que los presuntos derrocados o derrotados saltan jubilosos en espera de las nuevas
oportunidadesque les han diseñado.
La batalla real (apresurada, sin posibilidad de ir realmente a
fondo) estará, sin embargo, en las cámaras legislativas. Por ello se
escogió la de diputados para que sea la plataforma de origen, buscando
eludir el Senado, donde el calderonismo despechado acecha con la
esperanza de meter el pie a Gustavo Madero y sus arreglos pinoleros.
Manlio Fabio Beltrones ya ofreció ayer sus buenos oficios componedores
para sacar adelante la
pertinentereforma y los engranes más poderosos de San Lázaro procurarán que la maquinaria legislativa apruebe sin mayores contratiempos, casi sin lectura real ni a fondo, lo que el poder De facto (por México) ya ha acordado en sus cuatacheras cúpulas.
La
telepatía que ha unido tan súbitamente voluntades supuestamente
contrapuestas no debe pasar acríticamente en las cámaras. Difícilmente
se conjuntan intereses tan históricamente dañinos para impulsar una
reforma que realmente los limite y lesione. El duopolio televisivo
termina, pero dará el salto a los terrenos de la banda ancha, la
telefonía y otras variantes de las telecomunicaciones, mientras se abre
la puerta de la televisión abierta en México al hombre más enriquecido
del mundo, Carlos Slim, lo que puede ser entendido como un paso hacia
la diversidad, pero no hacia un cambio verdadero en cuanto al manejo
informativo y a la producción de contenidos (en Uno TV se ha mostrado
ya que de nada sirve que haya más
espaciosinformativos).
También ha de revisarse lo relacionado con la apertura al capital
extranjero al ciento por ciento en telecomunicaciones y comunicaciones
satelitales. Y ha de recordarse la trágica experiencia colectiva en
cuanto a creación de instituciones
justicierasy de organismos
autónomos. Los épicos objetivos hoy adjudicados al propuesto Instituto Federal de las Telecomunicaciones, supuesto garante de que se actúe en el pantanoso terreno de los grandísimos negocios del ramo con apego a lo
técnicoy no lo político, son meros suspiros aspiracionales sin correspondencia con la corleónica realidad actual. Cualquiera puede llorar de emoción al leer los propósitos que animan a la Comisión Nacional de Derechos Humanos, el Instituto Federal Electoral, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y otros entes parecidos, pero también llorará de decepción y coraje al ver la manera en que esas intenciones han sido prostituidas e incumplidas. Así que, amiguitos, ojo, mucho ojo.
En Reynosa hubo la noche del domingo una serie de enfrentamientos
armados que fueron ampliamente difundidos a través de Twitter pero que,
según la información oficial dada a conocer por autoridades
tamaulipecas, solamente significaron dos muertes, siete detenidos y 22
vehículos capturados. Como sucede ya por sistema, no hay
correspondencia entre lo que algunos ciudadanos reportan con inmediatez
por vías internéticas y las reducidas bajas que se consignan en los
boletines informativos oficiales. Lo único cierto es que Tamaulipas
sigue sufriendo. ¡Hasta mañana!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
Pareciera que todos estaban
de acuerdo con un cambio en la industria de las telecomunicaciones
–telefonía, radio, televisión–, sólo que no les habían preguntado. Como
cuchillo en mantequilla está entrando la nueva legislación en materia
de telecomunicaciones, y aunque toca los intereses del Grupo Slim y las
televisoras, nadie ha alzado la voz para protestar. ¡Calladitos se ven
más bonitos!, dicen por ahí. Ni las concesiones que se darán a dos
nuevos canales, ni la apertura al 100 por ciento a la inversión
extranjera en televisión, ni la limpia de comisionados ‘‘apalabrados’’
en Cofetel y la Comisión Federal Competencia, han provocado rechazo, al
menos no rechazo público de los concesionarios. La Bolsa de Valores, en
cambio, si respingó: cayeron las acciones de América Móvil, del Grupo
Slim. En el nuevo reparto del poder y los recursos que se ha propuesto
llevar a cabo, el presidente Peña Nieto ganó buen terreno.
La residencia
La isla Coronado es un lugar turístico que visitan
muchos mexicanos. Su principal atracción es el Hotel del Coronado,
construido a finales del siglo XIX y este año cumple 125 años; en su
momento fue el hotel más grande del mundo. La isla está a la mitad de
la bahía de San Diego, y se llega a través de un puente sobre el mar de
3 kilómetros y medio de largo. Es un hervidero de gente los fines de
semana y tal vez por eso la maestra Elba Esther prefirió irse muy al
sur, lejos de miradas curiosas. Realmente su casa no está en la isla,
sino en un suburbio; en una lengüeta de tierra, muy estrecha, que es
una prolongación de la isla hacia el sur, hacia Tijuana, a cinco
minutos de un pueblo que se llama Imperial Beach. Tiene el numero 23 de
Turtle Green, o dicho en castellano, la calle de la Tortuga Verde. Por
la noche pueden verse desde ahí las luces de los lomeríos tijuanenses.
Si pagó 4 millones de dólares por ella, se la llevaron al baile; hay
más de 20 residencias alrededor en venta y la pudo haber conseguido en
2 millones. Quizá la crisis inmobiliaria hizo que bajara su precio los
últimos tiempos. Entre la casa y la isla están las famosas Taco’s
Towers, donde habitan decenas de familias de políticos y empresarios
mexicanos.
Baja California
Y ya que andamos por aquellos rumbos, todo parece
indicar que la pelea por el gobierno de Baja California está arreglada
y el PAN se quedará en el palacio de gobierno de Mexicali por seis años
más… aunque la gente está harta. El candidato priísta, Fernando Castro
Trenti, tiene muy buenos padrinos, incluido el diputado Beltrones, sin
embargo, dudan que eso será suficiente para hacerlo ganar. Por su lado,
Acción Nacional ya designó a su gallo: Francisco Kiko Vega.
Derrotó al ex presidente de Cofetel Héctor Osuna Jaime, aquel que salió
chispado por el fracasado Renaut –el registro nacional de celulares.
Fue estrepitosa su derrota: Vega le ganó con 73 por ciento de la
votación.
Anótese otra majestuosa reunión del gobierno federal, los partidos de
oposicióny la clase político-empresarial. En esta ocasión el pretexto fue la presentación de una iniciativa de reforma constitucional (ahora correspondiente al sector de las telecomunicaciones) que –hasta donde alcanza la memoria– el inquilino de Los Pinos debió entregar al Congreso y no a los invitados al pomposo evento realizado ayer en el Museo Tecnológico de la Comisión Federal de Electricidad.
Por lo visto, los diputados y senadores llegarán al pleno de sus
respectivas cámaras simplemente a levantar el dedo para dar una
pincelada de legalidad a la citada iniciativa de reforma, correr el
trámite y aprobarla, pues el gobierno, los partidos
opositoresy la clase político-empresarial ya la cocinaron en su propio horno y fuera de los recintos parlamentarios. ¿Quién fue el chistoretero que dijo que el Pacto por México
no es la partidocracia supliendo al Poder Legislativo? Tal práctica nada mal cae al grueso de los legisladores, pues extramuros un selecto grupo les hace la chamba, de tal suerte que cuentan con más tiempo para seguir haciendo lo que más les gusta: nada.
Tras los pomposos discursos durante la presentación en sociedad de
la citada iniciativa, una de las primera reacciones fue la del
telebarón Emilio Azcárraga Jean, presidente de Televisa, quien por
medio de Twitter sospechosamente le dio la
bienvenida a la competencia, sin mencionar, desde luego, que el crecimiento, fortalecimiento y
empoderamiento(Martita dixit) del imperio que heredó de su padre ha sido producto, precisamente, de la inexistente competencia (Tv Azteca juega el papel de patiño antimonopolio), de tal suerte que los abajo firmantes del Pacto por México (todos ellos fieles contribuyentes a las alforjas del Grupo Televisa) debieron ofrecer un exquisito bombón como para obtener del junior un comentario público de esa naturaleza.
Del contenido de la iniciativa de reforma sobresale “la decisión de
recuperar el espacio radioeléctrico como un bien de interés general, la
licitación pública de al menos dos nuevas cadenas de televisión, la
revisión de todos los títulos de concesión, la apertura a la inversión
extranjera de 100 por ciento en televisión y hasta 49 en radio, así
como la creación de dos nuevos órganos reguladores que estarán
encargados de otorgar las nuevas concesiones… Las telecomunicaciones y
la radiodifusión serán servicios públicos de interés general, por lo
que el Estado garantizará que sean prestados sin condiciones de
competencia y calidad, pluralidad, cobertura universal, interconexión,
convergencia, acceso libre y continuidad, y garantizando la veracidad
de la información… Determinará la existencia de agentes económicos
preponderantes, con objeto de someterlos a una regulación que asegure
la igualdad en la competencia… Revisará los títulos de concesión
vigentes, a efecto de verificar el cumplimiento de sus términos,
condiciones y modalidades. Como ya se había definido en la reforma a la
ley de amparo advierte que en este caso los hechos impugnados no serán
objeto de suspensión...” (La Jornada, Rosa Elvira Vargas y Enrique Méndez).
Además,
en el caso de las concesiones se plantea que serán otorgadas mediante licitación pública y que en ningún caso el factor determinante para definir al ganador será meramente económico. La iniciativa considera que en los seis meses siguientes a la publicaciones de la reforma, el Congreso de la Unión deberá regular el derecho de réplica, establecer la prohibición de difundir publicidad engañosa o subrepticia, definir los tipos penales, que se castiguen con severidad las prácticas monopólicas y expedir un solo ordenamiento legal que regule el uso, aprovechamiento y explotación del espectro radioeléctrico(ídem).
No
se oye mal, pero, de entrada, ¿quién se quedaría con una de las dos
nuevas cadenas de televisión a licitar? ¡Sorpresa!: Carlos Slim, quien
ampliaría su ya de por sí vasto imperio. ¿Y la segunda? La decisión de
abrir al ciento por ciento la inversión extranjera en televisión marca
la pauta, tal vez acompañada de algunos barones autóctonos marca
Forbes, o cerca de serlo, para taparle el ojo al macho.
La iniciativa aprobada en el Pacto por México, ¿garantiza una mejor
televisión para el país, para el teleauditorio, y la erradicación de
contenidos idiotizantes de los que la actual televisión mexicana está
inundada? Dudoso. Sí garantiza, en cambio, un nuevo filón de negocios
para los poderosos participantes autóctonos (la mayoría de ellos, dicho
sea de paso, con fortunas de ensueño a partir de la privatización de
los bienes del Estado) y foráneos en las licitaciones de dos canales de
televisión, y lo mismo para el capital extranjero que se arregle con el
oligopolio de la radio.
Llama la atención que en el texto de la multicitada iniciativa se reivindique
la decisión de recuperar el espacio radioeléctrico como un bien de interés general, pues a lo largo de los últimos 30 años, de una suerte u otra, quienes ayer participaron en el pomposo acto celebrado en el Museo Tecnológico de la CFE contribuyeron a que un negocio privado al servicio del régimen se convirtiera en un centro de poder al que el régimen sirve. Pero ahora quieren recuperar lo que la Constitución los obliga a mantener como un bien de interés general y bajo el control del Estado. Pero, más allá del cinismo, lo hacen como si apenas se dieran cuenta de que desde hace muchos años lo cedieron a grupos privados.
De tiempo atrás los megaempresarios encontraron el inagotable peso
político que tienen los medios de comunicación electrónicos, y no son
pocos los interesados en quedarse con una de las joyas a licitar
(micro, pequeños y medianos empresarios favor de abstenerse). Pero en
este negocio lo importante es el grosor de la cartera, y hasta donde se
sabe, a Slim no hay quien le haga frente en esos menesteres.
Asociados con cadenas extranjeras, tal vez participarían otros Forbes
autóctonos. Por ejemplo, Germán Larrea (el de Pasta de Conchos, y
actual consejero independiente de Televisa), quien va que vuela para
convertirse en el zar de las salas cinematográficas del país, o Alberto
Bailleres (el de Peñoles y El Palacio de Hierro, también consejero
independiente de Televisa). Estos dos últimos, juntos, ni de lejos le
llegan a la chequera de Slim, pero pueden servir de cabeza de playa
para el capital foráneo.
Las rebanadas del pastel
Eso sí, dice el inquilino de Los Pinos que se trata de
una reforma con espíritu democrático que tiene como prioridad el interés de los consumidores.
El consumo de romeritos (Suaeda torreyana)
es muy amplio; se cosechan hasta 6 mil toneladas al año. Esta planta
nativa de México se encuentra en varios estados del país, aunque tiene
mayor presencia en el centro. Uno de los lugares donde se cultiva es la
delegación Tláhuac, especialmente en San Andrés Mixquic –el principal
productor–, San Nicolás Tetelco y San Juan Ixtayopan; en Xochimilco, se
siembra en San Gregorio Atlapulco.
En Mixquic el trabajo de los campesinos se intensifica hacia
octubre, tiempo en que se inicia la siembra para cosechar el romerito
para Navidad. Si se visita dos meses y medio antes de la Semana Santa,
también encontrará gran actividad. Es un cultivo vinculado a nuestra
tradición cultural.
Ayer
se entregó a la Cámara de Diputados la iniciativa de reformas legales
en materia de telecomunicaciones elaborada conjuntamente por la
Presidencia de la República y los partidos Revolucionario
Institucional, de la Revolución Democrática y Acción Nacional. El
documento contiene aspectos positivos indudables, como el propósito de
combatir los monopolios y la concentración de concesiones en unas
cuantas manos, la propuesta de abrir la televisión abierta a dos nuevas
cadenas, asegurar condiciones de equidad en el sector entre los
competidores privados, ratificar la rectoría del Estado en
telecomunicaciones, establecer organismos reguladores autónomos y
tribunales especializados, impulsar la convergencia y la incorporación
de la población en general a las tecnologías de la información, y
alentar el desarrollo de la banda ancha en el país.
Una canción del siglo pasado
Una hermosa canción de principios del siglo pasado, será proscrita por la Suprema Corte de Justicia. La canción dice así:
La
continuidad del proyecto chavista sin Hugo Chávez está garantizada. La
revolución bolivariana sobrevivirá a su líder. El socialismo del siglo
XXI no es obra de un solo hombre, sino de un pueblo que lo ha hecho
parte de su imaginario y su horizonte. La unidad de su conducción
política y militar está asegurada.
Durante
la sucesión pontifical, algunos movimientos seglares, ciertas
congregaciones y grupos religiosos tienen un papel activo y silencioso
en el proceso del cónclave que merece la pena guardar atención. Se
mueven sin ser detectados en los pasillos, con bajo perfil y sigilo,
juegan un rol importante en el proceso de escrutinio, promoción y
negociación de los principales aspirantes al pontificado. Estos grupos
se convierten en eficaces redes de cabildeo que pueden incidir en el
resultado final de un cónclave. Hay que advertir que estos grupos no
quieren poseer como tal el poder eclesiástico, sino un posicionamiento
ventajoso que les facilite su expansión, privilegios y consolidar así
su misión. La mayoría de estos grupos son conservadores y han crecido
al amparo de más de 35 años de dos pontificados que los han venido
consintiendo y arropando. Por ejemplo, en el cónclave de 2005, el Opus
Dei emprendió un intenso y eficiente cabildeo en favor de Ratzinger,
mientras los legionarios de Cristo se la jugaron vanamente por Angelo
Sodano, el secretario de Estado de Juan Pablo II; para algunos
especialistas, este hecho marca su deterioro, pues cayeron en desgracia
cuando equivocaron su apuesta. En un precónclave, el papel que puedan
desarrollar estos grupos eclesiales como los Caballeros de Colón, el
Opus Dei, la Comunión de Liberación, los Focolares, Renovación en el
Espíritu o la Comunidad de San Egidio, es de suma importancia en la
compleja promoción que debe darse de manera delicada, así como procurar
la concertación en torno a un candidato. Estos grupos también, en su
defecto, pueden torpedear o bloquear el desempeño y la imagen de un
aspirante que esté repuntando peligrosamente. Pueden ser portadores de guerra sucia de baja intensidad, como en los procesos electorales seculares.
El
pasado 6 de marzo el secretario Emilio Chuayffet hizo un compromiso
público de importancia máxima: propone alcanzar un sistema educativo
básico de la mayor eficiencia y calidad del mundo: tender a igualarlo
con el de Finlandia. Para ello hace falta una
revolución educativa, dijo,
desterrando abusos pero también cambiar usos.
De de los crímenes producto
de la connivencia entre el aparato franquista y los grupos de extrema
derecha, pocos han conmovido a la ciudadanía española tanto como el de
Yolanda González Martín, estudiante de 19 años, militante del Partido
Socialista de los Trabajadores y dirigente de la Coordinadora de
Estudiantes, que el 2 de febrero de 1980 fue secuestrada,
paseada–como se hacía con las víctimas durante la guerra civil–, y asesinada con dos disparos en la cabeza por miembros de un comando de extrema derecha con importantes conexiones con los aparatos de Estado: entre sus integrantes actuaron un Policía Nacional y un guardia civil.
Encabezando el escuadrón estuvo Emilio Hellin Moro, quien fue
posteriormente condenado por el asesinato a 43 años, pero sólo cumplió
14, con dos fugas entre medias. Durante la primera, en los años 90,
consiguió refugio en Paraguay, donde trabajó para el dictador
Stroessner. Gracias a una denuncia periodística se logró su extradición
y vuelta a prisión, pero siempre dio la sensación de que recibía un
trato deferencial por parte de las autoridades españolas. De otra
manera no se explican sus dos fugas, los permisos penitenciarios por
buena conducta, el cierre del sumario (que se logró reabrir por la
presión popular), su liberación en 1996, y ahora la noticia que ha
indignado a España: Emilio Hellin Moro colabora actualmente con el
Ministerio del Interior, con identidad manipulada, como experto en
rastreos informáticos. El dato fue develado el pasado domingo 24 de
febrero, 33 años después del asesinato de Yolanda, en investigación del
periodista José María Irujo, publicada por el diario El País.
Yolanda González, joven vasca militante de la izquierda desarmada, asesinada en 1980
Desde el nacimiento de Dolly,
la clonación en animales con fines reproductivos ha sido objeto de
inquietud y numerosos debates, motivados por las bajas tasas de éxito
que ha mostrado este procedimiento. De hecho la célebre oveja de
Edimburgo murió prematuramente, y todos los experimentos realizados en
otras especies han caminado, con muy pocas excepciones, bajo la sombra
del fracaso. Pero la investigación en modelos animales en este campo
dio un importante salto el pasado jueves, con la publicación de un
trabajo de Teruhiko Wakayama y sus colaboradores del Centro Riken, en
Kobe, Japón, en el que lograron clonar exitosamente 25 generaciones
sucesivas de ratones.
La
razón primera que provoca ocuparme de este tema, está relacionada con
la tesis doctoral de Arturo Rodríguez Döring, la cual en términos
generales versa sobre el color en apartados acerca de la pintura
mexicana moderna y contemporánea.
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