3/09/2018

Persiste desigualdad en acceso a la tierra y a recursos obtenidos de ella


En México mujeres ocupan 8 por ciento de presidencias de comisariados ejidales



En México, sólo 8 por ciento de las presidencias de comisariados ejidales y consejos de vigilancia en zonas rurales están ocupados por mujeres, lo que obstruye su participación en la toma de decisiones y en los ingresos que provienen de los bosques, reveló el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible (CCMSS).
Con motivo del Día Internacional de la Mujer, que se conmemora este 8 de marzo, la CCMSS emitió una ficha informativa en la que señala que en México habitan 27. 5 millones de personas en medios rurales, la mitad es población femenina.
Sin embargo, no todas estas personas tienen títulos de propiedad sobre la tierra. En el caso de las mujeres, ellas representan apenas 26 por ciento del total de personas con derechos de propiedad ejidal.
Esto ha contribuido a que sólo 15 por ciento de los puestos de órganos de representación vigentes en las comunidades estén ocupados por mujeres, y que ellas estén en menos del 8 por ciento de las presidencias de comisariados ejidales o de los consejos de vigilancia.
De acuerdo con la CCMSS, la desigualdad en el acceso a la tierra provoca una participación restringida en la toma de decisiones y en el goce de los beneficios derivados del manejo de los recursos; también tiene importantes consecuencias en términos del desarrollo de capacidades, beneficios, subsidios e ingresos derivados del manejo de los bosques, ya que la mayoría de estas ganancias van a dar a manos de los propietarios que son principalmente hombres.
Esta situación es así a pesar de que las mujeres intervienen de muchas formas en el manejo de los territorios forestales. En promedio, ellas trabajan 89 horas semanales, 31 horas más que sus pares hombres.
Gran parte del trabajo que ellas realizan no se contabiliza porque se desarrolla dentro del hogar, en tareas como el manejo de cultivos y animales de traspatio para la subsistencia y en el cuidado de terceras personas, como sus hijas e hijos, y sin percibir ninguna remuneración.

LOS ROLES SE TRANSFORMAN

De acuerdo con datos del Banco Mundial, en las comunidades que habitan en territorios forestales las mujeres obtienen la mitad de sus ingresos de los bosques, mientras que los hombres obtienen sólo una tercera parte. Aun así las actividades de los hombres generan un mayor ingreso.
Mientras que las mujeres están más involucradas en actividades de subsistencia y trabajo no remunerado; las actividades típicas de los hombres son el abasto de madera en rollo, y la transformación de madera aserrada.
No obstante, el Consejo reconoce que hay importantes casos de mujeres que realizan estas actividades típicamente masculinas, pero son principalmente ellas y las personas jóvenes quienes llevan a cabo muchos emprendimientos tradicionales, innovadores o alternativos en los territorios forestales para la extracción de pigmentos, recolección de agua, semillas y leña, entre otros.
Las mujeres también organizan grupos y emprenden iniciativas como el manejo integrado del paisaje, la producción de árboles para la reforestación; el ecoturismo o turismo alternativo; el aprovechamiento, envasado y comercialización de productos no maderables como hongos, pimienta, miel, resinas e insumos para artesanías; la crianza de peces, entre otras actividades
También, dice el documento, es cada vez más común observar a mujeres en actividades de limpia, saneamiento y restauración en terrenos forestales, así como en actividades de aserrío y conducción de la industria forestal. Sin embargo, en etapas más avanzadas en la cadena de valor, como en el acabado de muebles, la participación de las mujeres es marginal.

ESTRUCTURAS PATRIARCALES

El CCMSS señaló que “estudios recientes sugieren que la participación de las mujeres se da más a menudo cuando hay menos instituciones exclusivas, más nivel de educación en las familias, y una menor desigualdad económica entre los géneros”.
A diferencia de las comunidades agrarias indígenas con tierras comunales, la organización de los ejidos es más excluyente, dice el Consejo. De hecho, en algunas regiones, hasta fechas muy recientes, los hombres prohibían a las mujeres entrar a las asambleas y ejercer actos de posesión efectivos sobre las tierras.
Sin embargo, en general el avance en la participación de las mujeres en la toma de decisiones al interior de los ejidos y comunidades es lento y marginal, asegura la CCMSS. En Chiapas y Oaxaca, regiones con marcada presencia indígena, sólo 3 y 2 por ciento de las presidencias de los comisariados están en manos de las mujeres.
Algunas comunidades han demostrado que esta situación puede cambiar. Por ejemplo, en algunas comunidades de la Selva Lacandona las mujeres participan de manera crucial en la toma de decisiones.
De acuerdo con la CCMSS, las estructuras de organización patriarcal y la ausencia de políticas públicas orientadas a reducir la brecha de género son las causas principales de estas desigualdades.
El Consejo ha documentado a través de su trabajo que cuando las mujeres tienen una mayor participación en los comités de toma de decisiones y actividades de manejo forestal comunitario, mejora la gobernabilidad de los bosques y la sostenibilidad de los recursos.
Las y los legítimos dueños de los bosques tienen la posibilidad de crear un esquema propio de gestión de sus bienes naturales que permita la mayor integración de las mujeres, por ejemplo a través de la apertura de espacios de trabajo para las personas que carecen de derechos agrarios y que, por ello, suelen ser marginadas, aseguró el CCMSS.  
Por su parte, el gobierno puede mejorar su marco normativo y el diseño de los subsidios que se aplican en el sector forestal y rural en general; y los subsidios aplicados a través de las reglas de operación de programas de las dependencias federales como la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), Comisión Nacional Forestal (Conafor), Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), así como de agencias estatales y municipales.
El Consejo recordó que en 2016 se emitieron y publicaron en el Diario Oficial de la Federación los Lineamientos para incorporar la perspectiva de género en las Reglas de Operación de los programas presupuestarios federales, que se fundamentan en la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer.
Pero ahora, dijo, es necesario vigilar y aplicar de forma eficiente estos criterios para propiciar una mayor participación de las mujeres. Estas medidas deben ser acompañadas de estrategias efectivas para el desarrollo de capacidades de gestión, administración y liderazgo, además de capacidades técnicas.

Imagen retomada del portal Femuprocan.org
Por: la Redacción
Cimacnoticias | Ciudad de México.- 

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