Texto sobre la sentencia de la CoIDH contra Estado mexicano
Por Gladis Torres Ruiz
México, DF., 17 nov 10 (CIMAC).- Instituciones de gobierno, Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) y la ciudadanía en general, ya cuentan con un instrumento fundamental para la defensa de los derechos humanos de las mujeres en el libro: “Sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH), y peritaje del Caso Campo Algodonero vs. México.
Al presentar el texto en el palacio legislativo de San Lázaro, la feminista Marcela Lagarde y de los Ríos, presidenta de la Red de Investigadoras por la Vida y la Libertad de las Mujeres, dijo que este documento esta pensado para que sea un instrumento de lucha y acción política para todas aquellas personas que quieran tomarlo como tal. Es un aporte a la causa de los derechos humanos de las mujeres, que muestra su arduo camino para alcanzar la justicia, establecida en instrumentos como la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra la Mujer (Belém Do Pará) y la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW por sus siglas en inglés) enfatizó Lagarde y de los Ríos.
En el Campo Algodonero, el 6 y el 7 de noviembre de 2001, fueron hallados ocho cuerpos de mujeres que fueron torturadas sexualmente, por tres de los casos, (Esmeralda, Laura Berenice y Claudia Ivette), la CoIDH emitió el 10 de diciembre de 2009 una sentencia condenatoria para el Estado mexicano por feminicidio. Ante la presidenta de la Comisión Especial de Feminicidios Teresa Incháustegui, la también ex diputada federal y ex presidenta de la mencionada comisión, recordó que la sentencia “no la recibimos con pesar, sino con una mirada de luz”. Felicitó a las madres y familiares de las víctimas de feminicidio por su tenacidad, tesón y firmeza de haber insistido en la legalidad de la justicia, por haber tocado puertas por cerca de 10 años. “no es una casualidad que el primer caso de este tipo que llega a la CoIDH sea mexicano y en particular de Ciudad Juárez.
El feminicidio, dijo, fue nombrado aquí, el problema social que significa fue descubierto en Ciudad Juárez y fueron juarenses y chihuahuenses del movimiento de mujeres, del movimiento feminista, de la organizaciones defensoras de derechos humanos, quienes alzaron la voz en el municipio, denunciaron, exigieron, se organizaron., emergieron de esa terrible oscuridad y problema. Eso nos dio esperanza, porque se consolidaron organizaciones y lo primero que denunciaron fue que “aquí hay impunidad y exigieron fin a la impunidad, con la consigna ni una muerta más”, prosiguió la feminista.
Esa lucha derivó en la sentencia de la CoIDH para “condenar” al Estado mexicano por incumplir su responsabilidad “internacional”, por no garantizar a las mujeres una vida libre de violencia, y eso hace a esta sentencia emblemática y una herramienta fundamental para erradicar la violencia contra las mujeres no sólo en México sino en toda la región, refirió Lagarde y de los Ríos. La cofundadora de la Red de Investigadoras Angélica de la Peña Gómez, detalló que el libro contiene tres documentos: El peritaje que la doctora Marcela Lagarde realizó para el caso Campo Algodonero, la sentencia de la CoIDH, y la presentación del seguimiento a la resolución realizada por la abogada Andrea Medina Rosas. Para la abogada Andrea Medina, el reto frente a la sentencia es ver cómo se aplica, y a un año de que se emitió el dictamen, corresponde a la ciudadanía exigir su cumplimiento.
La mejor manera de acompañar a las madres y familiares de las víctimas de feminicidio, y de desapariciones, es difundir la sentencia tanto en Ciudad Juárez, como en todos los estados del país y fuera de él, para que en la medida que se cumpla con sus disposiciones, se creen los mecanismos e instrumentos necesarios para que no se repitan estos casos, subrayó. Ana Güezmes, directora regional del Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM), afirmó que la sentencia pone una señal de alerta muy grande, en el sentido de que a pesar de los compromisos internacionales para erradicar la violencia contra las mujeres, plantea el tema de la falta de protección para las víctimas de violencia, lo que sigue siendo un gran desafío en nuestra región.
México, DF., 17 nov 10 (CIMAC).- Instituciones de gobierno, Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) y la ciudadanía en general, ya cuentan con un instrumento fundamental para la defensa de los derechos humanos de las mujeres en el libro: “Sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH), y peritaje del Caso Campo Algodonero vs. México.
Al presentar el texto en el palacio legislativo de San Lázaro, la feminista Marcela Lagarde y de los Ríos, presidenta de la Red de Investigadoras por la Vida y la Libertad de las Mujeres, dijo que este documento esta pensado para que sea un instrumento de lucha y acción política para todas aquellas personas que quieran tomarlo como tal. Es un aporte a la causa de los derechos humanos de las mujeres, que muestra su arduo camino para alcanzar la justicia, establecida en instrumentos como la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra la Mujer (Belém Do Pará) y la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW por sus siglas en inglés) enfatizó Lagarde y de los Ríos.
En el Campo Algodonero, el 6 y el 7 de noviembre de 2001, fueron hallados ocho cuerpos de mujeres que fueron torturadas sexualmente, por tres de los casos, (Esmeralda, Laura Berenice y Claudia Ivette), la CoIDH emitió el 10 de diciembre de 2009 una sentencia condenatoria para el Estado mexicano por feminicidio. Ante la presidenta de la Comisión Especial de Feminicidios Teresa Incháustegui, la también ex diputada federal y ex presidenta de la mencionada comisión, recordó que la sentencia “no la recibimos con pesar, sino con una mirada de luz”. Felicitó a las madres y familiares de las víctimas de feminicidio por su tenacidad, tesón y firmeza de haber insistido en la legalidad de la justicia, por haber tocado puertas por cerca de 10 años. “no es una casualidad que el primer caso de este tipo que llega a la CoIDH sea mexicano y en particular de Ciudad Juárez.
El feminicidio, dijo, fue nombrado aquí, el problema social que significa fue descubierto en Ciudad Juárez y fueron juarenses y chihuahuenses del movimiento de mujeres, del movimiento feminista, de la organizaciones defensoras de derechos humanos, quienes alzaron la voz en el municipio, denunciaron, exigieron, se organizaron., emergieron de esa terrible oscuridad y problema. Eso nos dio esperanza, porque se consolidaron organizaciones y lo primero que denunciaron fue que “aquí hay impunidad y exigieron fin a la impunidad, con la consigna ni una muerta más”, prosiguió la feminista.
Esa lucha derivó en la sentencia de la CoIDH para “condenar” al Estado mexicano por incumplir su responsabilidad “internacional”, por no garantizar a las mujeres una vida libre de violencia, y eso hace a esta sentencia emblemática y una herramienta fundamental para erradicar la violencia contra las mujeres no sólo en México sino en toda la región, refirió Lagarde y de los Ríos. La cofundadora de la Red de Investigadoras Angélica de la Peña Gómez, detalló que el libro contiene tres documentos: El peritaje que la doctora Marcela Lagarde realizó para el caso Campo Algodonero, la sentencia de la CoIDH, y la presentación del seguimiento a la resolución realizada por la abogada Andrea Medina Rosas. Para la abogada Andrea Medina, el reto frente a la sentencia es ver cómo se aplica, y a un año de que se emitió el dictamen, corresponde a la ciudadanía exigir su cumplimiento.
La mejor manera de acompañar a las madres y familiares de las víctimas de feminicidio, y de desapariciones, es difundir la sentencia tanto en Ciudad Juárez, como en todos los estados del país y fuera de él, para que en la medida que se cumpla con sus disposiciones, se creen los mecanismos e instrumentos necesarios para que no se repitan estos casos, subrayó. Ana Güezmes, directora regional del Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM), afirmó que la sentencia pone una señal de alerta muy grande, en el sentido de que a pesar de los compromisos internacionales para erradicar la violencia contra las mujeres, plantea el tema de la falta de protección para las víctimas de violencia, lo que sigue siendo un gran desafío en nuestra región.
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