Publicidad engañosa.
Jenaro Villamil
MÉXICO, D.F., 16 de noviembre (apro).- Cualquiera que sintonice la televisión abierta o restringida puede comprobar que la pantalla está inundada de productos para disminuir el acné (Asepxia); el anticelulitis Goicoechea, que hace milagros; la crema Ciatricure para desvanecer cicatrices y arrugas; el antiestresante Dalai; los analgésicos X Ray; el Ultra Bengué antirreumáticos; medicamentos para bajar de peso y hasta estimulantes sexuales.
Más de 120 de estos productos conocidos como “milagro” pertenecen a la poderosa trasnacional Genomma Lab, y una línea de 167 medicamentos genéricos se ubican dentro de la marca llamada “Primer Nivel”, también pertenecientes a esta compañía, ubicada como una de las diez de mayores ventas en productos farmacéuticos en México.
Tan sólo en 2008, según un estudio citado por Jorge Bravo, Genomma Lab obtuvo ingresos por 2 mil 629 millones de pesos, casi 30 por ciento más que en 2007. El 91 por ciento de estas ventas se realizaron en México. La inversión en publicidad, mercadotecnia y fuerza de ventas ascendió a mil 294 millones 526 mil pesos.
Más del 60 por ciento de esta inversión se ha destinado a las campañas en medios electrónicos, especialmente, en Televisa. Desde el 30 de agosto de 2009, la compañía dirigida por Emilio Azcárraga Jean anunció una sociedad con Genomma Lab para crear la empresa Televisa Consumer Products USA (TCP), con una mayoría de 51 por ciento de la empresa mediática y un 49 por ciento de Genomma “para vender y distribuir productos de cuidado personal y medicamentos de libre venta en Estados Unidos y Puerto Rico”.
El comunicado oficial afirmó que “como parte de esta alianza, TCP firmará, entre otros, un contrato de suministro de productos con Genomma Lab. Televisa pondrá a la disposición de TCP sus diferentes plataformas de medios en los Estados Unidos y Puerto Rico, lo que proveerá a las marcas de Genomma Lab con una cantidad significativa de publicidad en el mercado objetivo de acuerdo al modelo de negocio de Genomma Lab”.
Esta alianza, con una clara intención de expandirse e incorporar en México sus productos, especialmente la de los medicamentos conocidos como Primer Nivel, han tenido como principal obstáculo, la actuación de la Comisión Federal de Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris), dirigida por Miguel Angel Toscano.
La Cofepris ha afectado directamente los intereses de Televisa y de Genomma Lab no sólo en la comercialización de “productos milagro” sino también en muchas otras estrategias más agresivas, lo cual explica, en buena medida, uno de los sesgos que adquirió el famoso “audioescándalo” que se transmitieron en todos los canales de televisión y frecuencias radiofónicas de Televisa durante la semana pasada, como si se tratara de un infomercial más.
El golpe más directo fue el 18 de septiembre de 2009, cuando la Cofepris ordenó el retiro de uno de los mensajes de Genomma Lab que se transmitían en radio y televisión.
Cofepris respondió así a una denuncia presentada por otros laboratorios nacionales, respecto a los medicamentos llamados “Primer Nivel por tu Salud” en los cuales “se omite aclarar que menos de la mitad de esos productos no han comprobado su calidad y eficacia y que sus precios son más caros que los genéricos intercambiables”, según afirmó Dagoberto Cortés, en ese momento presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Medicamentos (Anafam).
“La mejor evidencia de que no tenemos ningún pleito es que hemos podido cohabitar con ya varios competidores: Farmacias Similares, el Doctor Descuento, los productos de Wal Mart, Soriana y Comercial Mexicana, entre otros”, afirmó el dirigente de Anafam.
Sin embargo, las diferencias entre Televisa y Cofepris van más allá de los intereses involucrados en Genomma Lab. Desde marzo de 2008, Cofepris se ha metido con mayor fuerza a la regulación de los “alimentos chatarra” o de altos niveles calóricos, cuya publicidad constituye una de las fuentes más altas de ingresos publicitarios para la televisora que controla el 70 por ciento de las audiencias masivas.
Según un estudio de la organización El Poder del Consumidor (EPC), un infante se encuentra expuesto a 12 mil anuncios de “comida chatarra” al año. El 46 por ciento de estos comerciales utilizan un regalo para provocar la demanda del producto y el 67.5 por ciento utilizó actores o conductores mediáticos para promoverlos.
En otras palabras, detrás del audioescándalo de la supuesta red de corrupción entre farmacéuticas y el Seguro Social está una demostración de fuerza de Televisa para, una vez más, demostrar que quien se meta con sus intereses recibirá toda la furia de la pantalla.
www.jenarovillamil.wordpress.com
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