Activistas llaman a CIDH a defender derecho a la información
La
concentración mediática –fenómeno creciente América–, además de
violentar el Derecho Humano a la información y a la libertad de
expresión, limita el ejercicio de otras garantías, como el acceso a la
educación y la salud, denunciaron académicos y activistas ante la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Durante su 154 periodo de sesiones –que se realiza del 16 al 20 de
marzo en Washington–, la CIDH realizó con organizaciones civiles la
audiencia temática “Libertad de expresión, diversidad, pluralismo y
concentración de medios”, en la que se alertó que a lo largo del
continente, pese a que se han multiplicado las plataformas para generar
información, existen monopolios u oligopolios informativos que no
permiten a la ciudadanía ejercer sus derechos.
Javiera Olivares, presidenta del Colegio de Periodistas de Chile,
señaló que la concentración mediática, fenómeno común en América Latina
(AL), impide la libertad de expresión y uno de sus principales efectos
es que la diversidad cultural de la región carece de representatividad
en los espacios de debate público, que finalmente constituyen los
medios de comunicación.
Agregó que existe una alta concentración de los medios en manos privadas, sin que exista una regulación por parte del Estado.
Aleida Calleja, integrante del Observatorio Latinoamericano de
Regulación, Medios y Convergencia (Observacom), presentó ante la CIDH
un panorama de la concentración mediática en AL: en Guatemala una sola
persona controla la televisión nacional; en Chile existe un duopolio de
la prensa que controla el 100 por ciento de los diarios; y en Colombia
dos canales nacionales tienen el 90 por ciento de la audiencia de todo
el país.
Mientras que la Red O Globo de Brasil tiene el 70 por ciento de la
publicidad comercial y el 40 por ciento de la audiencia nacional; en
tanto que en México dos televisoras (Televisa y TV Azteca) tienen el 96
por ciento de las frecuencias de televisión abierta, y controlan el 99
por ciento de la publicidad comercial.
La ex presidenta de la Asociación Mexicana de Derecho la Información
(Amedi) señaló que los procesos de convergencia y transición digital
por los que atraviesan muchas naciones no han contribuido a la
diversificación de los medios, y al contrario hacen mucho más fuerte la
concentración mediática.
En buena parte de los países –dijo Aleida Calleja– está concentrado el
control de la producción y distribución de contenidos, “lo que genera
monopolios de la opinión púbica, que a su vez van generando poderes
facticos que permean y debilitan a las instituciones de Estado”.
Puso como ejemplo la llamada “telebancada” existente en México, pues en
nuestro país los directivos de las grandes empresas de comunicación
tienen un lugar en las dos cámaras del Congreso de la Unión.
A decir de la experta, la utilización de las instancias del Estado,
como las concesiones de radio y TV, para servir a intereses pone en
riesgo la libertad de expresión, acalla las voces críticas e
independientes –lo que constituye una violación al derecho a la
información y a la libertad de expresión–, y afecta otras garantías
como el derecho a la educación, la transparencia y la información
pública.
“Cuando yo no tengo acceso a esa información porque me es vetada, no se
me permite contar con la información que requiero para ejercer otro
tipo de derechos que tienen que ver con derechos sociales y
culturales”, en los que se encuentran la educación y la salud, apuntó.
Las y los activistas solicitaron a la CIDH abordar en sus discusiones y
declaraciones la necesidad de que exista diversidad de medios, así como
que emita recomendaciones sobre cómo desconcentrar el sistema de medios.
En tanto, pidieron a la Relatoría Especial para la Libertad de
Expresión –encabezada por el uruguayo Edison Lanza– brindar
acompañamiento a quienes decidan abordar estos temas de manera concreta.
Por: Anaiz Zamora Márquez
Cimacnoticias | México, DF.-
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