BEIJING+20
Periodista hindú Ruchira Gupta participa en sesión de CSW
Por: Lucía Lagunes Huerta, enviada*
Aceptar
la prostitución como trabajo es normalizar la explotación de las
mujeres e impedir el goce pleno de sus Derechos Humanos (DH) y la plena
igualdad para la población femenina, aseguró la periodista hindú y
ganadora del premio Emmy, Ruchira Gupta.
En su intervención durante la 59 sesión de la Comisión de la Condición
Jurídica y Social de la Mujer de la ONU (CSW, por sus siglas en
inglés), que evalúa 20 años de la Plataforma de Acción signada en la
Conferencia Mundial de la Mujer de Beijing, China, Ruchira Gupta fue
categórica al señalar que “cuando se normaliza la explotación de un
grupo de mujeres, se normaliza la explotación de todas”.
La prostitución no es la opción de ninguna mujer, explicó Gupta, quien
desde 2002 fundó Apne Aap en la India para combatir la prostitución y
la trata de mujeres. La prostitución es una forma de explotación de las
mujeres que no puede ni debe verse como trabajo.
Si realmente se quiere llegar a la igualdad, explicó la periodista, es
necesario mantenernos juntas con la última niña que ha sido vendida. No
podremos avanzar si se sigue pensando que los hombres “pagan por la
prostituta” como una simple transacción comercial, hacerlo –aseguró– es
normalizar la explotación de todas las mujeres.
Gupta se topó con la trata de mujeres en su trabajo periodístico en la
India. Al recorrer los pueblos de su tierra natal se dio cuenta que en
algunas comunidades no había mujeres o niñas, sólo hombres. Tras
indagar el por qué de esta situación, dio con el trasfondo de la
“desaparición de las mujeres y las niñas”: ellas habían sido vendidas a
los burdeles de Bombay.
Los pueblos que visité, narró frente a las feministas y delegadas
gubernamentales en la sede de Naciones Unidas, están a 400 kilómetros
de Bombay, a dos horas de la ciudad. Las mujeres, continuó Ruchira,
eran vendidas por los hombres de sus familias por 100 dólares cada una
(poco más de mil 500 pesos mexicanos).
Las niñas y mujeres vendidas fueron violadas por sus proxenetas y
nuevamente violadas por entre ocho y 10 clientes cada día, explicó la
periodista. Una vez que entraban en las redes de trata eran revendidas
en la India y el vecino Nepal. Niñas de nueve años de edad que después
eran “desechadas a las calles” por “haber perdido su valor comercial”,
detalló.
La brutal realidad la llevó a filmar el documental “La venta de los
inocentes”, el cual ganó el Emmy en 1997. Tras su investigación,
Ruchira Gupta ha combinado su quehacer periodístico con su militancia
por los DH de las mujeres y contra la trata de personas.
El documental que retrata la vida de 22 mujeres en situación de trata
fue visto por ellas mismas y utilizado como material de reflexión para
la acción, dijo la periodista.
Así, estas mismas mujeres comprendieron que si bien no podían salvar a
todas las que se encontraban como ellas en situación de explotación
sexual comercial, sí podían salvarse ellas mismas y construyeron cuatro
sueños en común: educación, trabajo en una oficina, un cuarto propio y
justicia.
Educación –precisaron– para que otras mujeres y niñas no pasen por la
misma situación que ellas; trabajo en una oficina para tener un
horario, prestaciones y un salario fijo sin ser violadas, golpeadas ni
vendidas; un cuarto propio donde puedan dormir tranquilas, sin gritos
ni golpes, y justicia que implica ser protegidas para no ser vendidas y
castigo para quienes las compran.
*La cobertura informativa de Cimacnoticias se realiza en alianza con la
Red Nacional de Periodistas de México, como parte de los festejos por
los 20 años de la Red.
Cimacnoticias | Nueva York.-
Foto: Lucía Lagunes Huerta/Red Nacional de Periodistas de México
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