8/24/2018

¿Puede Gordillo retomar la dirigencia del SNTE?



Tras recuperar su libertad, Gordillo puede intentar derrocar a Juan Díaz de la Torre al frente del SNTE, por la vía legal y política.
¿Puede Elba Esther Gordillo retomar la dirigencia del SNTE? Tiene distintas armas para intentarlo
Cuartoscuro
A dos años de que el continente americano fuera declarado como “zona libre de sarampión endémico”, distintos países de la región, incluido México, han seguido registrando brotes de esta enfermedad y, particularmente en 2018, la crisis sanitaria en Venezuela ha derivado en el resurgimiento del virus y su rápida expansión, que ya se diseminó a 11 naciones americanas, según la Organización Mundial de la Salud.
Pero ¿qué tan protegida está la población mexicana? Por sí misma, el sarampión es considerada una “enfermedad benigna”, sin embargo, provoca “inmunosupresión transitoria”, es decir, debilitamiento temporal de las defensas naturales del cuerpo, lo que puede provocar “complicaciones severas” como neumonía, diarrea aguda o encefalitis, que pueden derivar en la muerte del paciente, además de que, para quienes no fallecen, llega a causar secuelas permanentes, como sordera.
La única forma de evitar el sarampión, según la Organización Mundial de la Salud, es mediante el método preventivo de la vacunación, pero en México, al menos 18 % de la población nacida desde 1990, hasta ahora, nunca recibió la vacuna.
Tal como revela la primera Encuesta Nacional de Niños, Niñas y Mujeres (cuyos resultados fueron presentados por las autoridades mexicanas en 2017), la cobertura en vacunación contra el sarampión es de 81.9 %.
Según la OMS, para que una campaña de vacunación sea efectiva debe dar cobertura homogénea, al menos, a 95 % de la población.
Hasta hace tres décadas, México era un país en el que año con año se registraban decenas de miles de casos de sarampión (sólo en 1990 hubo casi 70 mil afectados), pero seis años después, en 1996, esta enfermedad, en su tipo autóctono, “prácticamente desapareció” en el país, tal como reporta el Instituto Nacional de Salud Pública.
La disminución en la incidencia de sarampión en México está directamente relacionada con el inicio, en 1990, del Programa de Vacunación Universal, que se mantiene hasta la fecha; sin embargo, nunca se ha logrado que dicha campaña dé cobertura preventiva a todos los niños y niñas mexicanas.
De hecho, según la Encuesta Nacional de Niños, Niñas y Mujeres, en México sólo 34 % de los niños y niñas cuentan con todas las vacunas recomendadas, lo que vuelve a la población mexicana entera (no sólo a la infancia) vulnerable al virus del sarampión, que en 2018 ha registrado un rebrote continental, a raíz de la crisis sanitaria provocada por la falta de medicamentos en Venezuela.
Entre el 1 de enero y el 11 agosto de 2018, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) reportó la existencia de por lo menos 3 mil 177 casos confirmados de sarampión en el continente, de los cuales, mil 842 casos (58 % del total) se concentraron en Venezuela.
Según los reportes de la OPS, luego de Venezuela, el segundo país con más casos de sarampión en América es su vecino Brasil, con 1,100 personas enfermas, sólo en este año. De ellos, 661 casos (60 % del total) fueron cuadros de sarampión “de un linaje idéntico al identificado en Venezuela”, tal como revela el más reciente reporte epidemiológico continental.
Lo mismo ocurrió en Colombia, también receptor del éxodo de venezolanos, en donde los 56 casos de sarampión confirmados fueron, todos, vinculados a un virus “importado”.
En México, la Organización Panamericana de la Salud reportó que, en lo que va del año, se han confirmado cinco casos de sarampión “importado”.

Incautos, incrédulos y excluidos

La expansión del sarampión en el continente americano, luego de que fue declarada su eliminación, no sólo puede atribuirse a la falta de medicamentos o a la crisis social en Venezuela. La primera causa que permite la prevalencia de esta enfermedad es la falla en la cobertura de vacunación que presenta cada país ya que, de ser total la cobertura, ésta frenaría los brotes de sarampión “importado”.
En Estados Unidos, por ejemplo, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) informó que entre el 1 de enero y el 14 de julio de 2018, en ese país se detectaron 107 casos de sarampión y, se destacó que la mayoría de las personas que contrajeron la enfermedad “no estaban vacunadas”.
Aunque en Estados Unidos fue declarada la eliminación del sarampión desde el año 2000, distintos brotes (algunos con más de 660 casos) han sido registrados desde entonces. La causa, explicó el CDC, perteneciente al gobierno estadunidense, es que la enfermedad sigue entrando a Estados Unidos, a través de sus puertos, y su expansión se facilita entre poblaciones sin cobertura.
En 2014 y 2015, por ejemplo, cuando se dio el mayor brote de sarampión en Estados Unidos, las autoridades de salud apuntaron a Filipinas como punto de origen de los viajeros que acarrearon el virus hasta su territorio.
Ese mismo brote, de hecho, puso en evidencia la vulnerabilidad causada por la omisión de las vacunaciones, ya que el sarampión pudo cundir fácilmente entre la comunidad amish de Estados Unidos, cuyos integrantes no aceptan la aplicación de vacunas, siguiendo un principio religioso.
En 2014, entre la comunidad amish estadunidense se registraron 383 casos de sarampión, lo que representa más de la mitad de los casos registrados en todo Estados Unidos ese año.
El pasado 21 de agosto, la OMS informó que en Europa van 41 mil casos de sarampión en lo que va de 2018, mientras que en todo el año previo los casos sumaron 24 mil, lo que fue calificado como un “dramático incremento” por el director regional de la Organización Mundial de la Salud en dicho continente, Zsazsanna Jakab, según el mismo reporte informativo.
Estos 41 mil casos se han presentado en Francia, Georgia, Grecia, Italia, la Federación Rusa, Serbia y Ucrania, quien concentra la mayor parte de las infecciones confirmadas, con 23 mil pacientes, mientras que Serbia es el país con más casos de muerte, con 14 decesos.
Según la OMS, Europa cuenta con una cobertura de vacunación contra el sarampión de 90 %, aunque este es un promedio, ya que, destacó, mientras algunas regiones del continente sí alcanzan la cobertura mínima requerida de 95 %, en otras sólo se llega a vacunar al 70 % de la población.
En Europa, cabe destacar, han proliferado en los últimos años grupos opuestos al uso de vacunas, que operan bajo diversas premisas, entre las que destacan la acusación de que éstas que son ganchos diseñados por la industria farmacéutica para generar clientes cautivos, así como la hipótesis de que el sistema inmunológico puede reforzarse por otros medios que no sean la inoculación de virus desactivados, tales como la alimentación sana.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario