La transición
Imparcialidad y transparencia
“En estos casos complicados, para no equivocarnos lo mejor es preguntar a todos“, dijo AMLO
▲ Javier Jiménez Espriú, próximo titular de la SCT, y Andrés Manuel
López Obrador dieron a conocer el dictamen acerca de las dos opciones
que presentaron para la nueva terminal aérea.
La decisión final sobre la construcción de una nueva
terminal aérea en el valle de México será tomada por el próximo gobierno
a partir de una
consulta o encuestaciudadana a escala nacional, a realizarse los últimos días de octubre, anunció el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador.
Si la población opta por continuar con la obra del Nuevo Aeropuerto
Internacional de Ciudad de México (NAICM) en Texcoco, se podría
solicitar la participación de la iniciativa privada mediante la figura
de concesión, ya sea de manera parcial o total.
La otra opción, planteada por el mandatario electo desde el tiempo de
la campaña, es la operación simultánea de la terminal actual (Benito
Juárez) y la base aérea militar de Santa Lucía, para lo cual también se
recurriría a distintas vías de financiamiento.
Aunque puntualizó que seguir en la primera opción tendría un costo
para el país de 300 mil millones de pesos y la segunda de 70 mil
millones, el futuro presidente de la República subrayó que respaldará la
decisión que adopte el pueblo de México,
sin inclinar la balanzay, en cambio, prometió imparcialidad, limpieza, transparencia e información amplia del tema.
En el caso de que se decida continuar la obra, que se conduzca por el gobierno todo el proceso de construcción y sólo en el caso de que signifique sacar dinero del presupuesto entonces se puede concesionar para que no cueste al erario, a los ciudadanos. Le costaría al usuario. La concesión sería total o parcial, depende de lo que se necesitara para construir la obra, señaló.
López Obrador habló ayer en conferencia de prensa acompañado por
integrantes de su gabinete, a quienes encargó la elaboración de un
análisis técnico.
El mandatario electo defendió la estrategia de la consulta ciudadana,
cuyo resultado será de carácter vinculatorio, y la ubicó como el primer
ejercicio de democracia de su gobierno, pero sobre todo como la
alternativa para solucionar un problema heredado:
Lo que no aceptamos es una camisa de fuerza. Sabemos que es muy complejo el tema, es enderezar entuertos, así, lo que decía el Quijote, o sea, desfacer entuertos, expresó.
Prometió, en cualquier escenario que resulte, cero corrupción en la
operación de la terminal aérea –que necesariamente se definirá en su
sexenio–, pero sobre todo respetar lo que decida la ciudadanía
libremente, sin censura.
También enfatizó en dejar atrás las decisiones de una élite, de la clase política o de un grupo de expertos.
No estemos actuando como tutores. El pueblo de México lo acaba de demostrar, es un pueblo avispado, sabio, adujo.
La ruta de la consulta –y el veredicto final– comenzará este mismo
lunes con la entrega del diagnóstico no sólo a empresarios, grupos
civiles y especialistas, sino al presidente Enrique Peña Nieto y su
gabinete, en el inicio de los trabajos de la transición gubernamental.
Socialización del debate
Otro bastión del plan es la socialización de la discusión mediante los medios de comunicación y de las
benditasredes sociales. Incluso, anunció que pedirá espacios en los medios de comunicación para hacer de este tema de interés general.
Al mismo tiempo se mostró satisfecho por la expectativa favorable del sector empresarial.
El proceso deberá ser expedito, porque el 5 de septiembre se hará la
recepción y compilación de opiniones hacia la preparación de la
consulta, que hará el propio equipo del gobierno electo, ya sea en
plazas públicas, a través del voto o con algún otro mecanismo
demoscópico.
En estos casos complicados, para no equivocarnos lo mejor es preguntar a todos, manifestó.
Trabajo exhaustivo
El dictamen estuvo a cargo de los próximos secretarios de
Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, y de Hacienda,
Carlos Urzúa Macías; asimismo, Alfonso Romo, quien será jefe de la
Oficina de la Presidencia, y los asesores del gobierno electo José María
Riobóo y Sergio Samaniego.
Jiménez Espriú explicó los pormenores y confirmó que aceptarán el
veredicto ciudadano, aun cuando sea distinto a lo que plantearon en
tiempos de campaña electoral.
Si la consulta dice que sigamos con este aeropuerto (en Texcoco), asumirá (la decisión) el presidente y su gobierno. El responsable directo sería yo, asumiremos la responsabilidad de que lo que se decida salga bien, dijo en entrevista.
Aseguró que el trabajo de este equipo, autor del diagnóstico, fue
exhaustivo y, ante la existencia de un dictamen negativo para la
operación simultánea de Santa Lucía y Benito Juárez –elaborado por el
organismo especializado Massachussets Institute of Technology Research
(Mitre)– lo que procede es buscar otro que avale lo anterior, en caso de
que la consulta ciudadana ordenara la cancelación de las obras en
Texcoco.
La decisión final, comentó, se dará a conocer posiblemente en los
primeros días de noviembre y, en tanto, hacia el inicio del nuevo
sexenio las obras comprometidas de Texcoco van a continuar.
Yo estaré a cargo de que lo que se haga de aquí en adelante se haga bien, se haga honestamente y se reduzcan en todo lo posible los lujos, el boato y que sea una cosa austera y digna, señaló.
Foto Carlos Ramos Mamahua
Fabiola Martínez y Roberto González Amador
Periódico La Jornada
Sábado 18 de agosto de 2018, p. 3
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