1988 – 2018: cerramos un ciclo de tres décadas
Por: Isabel Villar
“La
República de las Mujeres” está cumpliendo 30 años de trayectoria
ininterrumpida. Sin duda, un récord para una publicación de análisis y
reflexión feminista de la prensa masiva.
También es el único suplemento del diario “La República” que
sobrevivió hasta hoy a los avatares y opciones de la empresa editora. En
las encuestas de adhesión al medio, cuando las hubo, siempre punteó en
el interés de la población lectora.
Tres décadas atrás, si bien existían valiosas experiencias de prensa
alternativa feminista, obra del esfuerzo de mujeres organizadas, entrar
en la prensa masiva era casi utópico y mantenerse en ella auguraba un
esfuerzo titánico. No obstante, con un grupo de activistas lo pensamos y
pudimos concretarlo.
Circulación nacional, frecuencia semanal, activa participación de sus
destinatarias, y –nobleza obliga- de algunos (pocos) varones
interesados en el tema, fueron sus características operativas.
En cuando a contenido, en las páginas del suplemento se analizaron
las realidades de las mujeres vistas desde la perspectiva de género y
múltiples ángulos, inclusivas de la cotidianeidad local y allende
fronteras; desigualdades estructurales y coyunturales de las relaciones
personales, sociales, políticas, económicas, internacionales, y todo
aquello que se relacionara con los derechos, el bienestar, la autonomía y
el desarrollo de una mayoría discriminada.
Ningún tema nos fue ajeno, porque de lo que se trataba era de
visualizar cómo desde los acontecimientos sociales, las políticas
públicas hasta los fenómenos naturales, nada impacta igual a hombres y
mujeres, y nosotras somos las más exigidas y menos reconocidas en todos
los casos.
Con la estrategia de la gota de agua que va horadando la piedra -
para el caso, la dura roca del patriarcado- partimos y continuamos
tozudamente, sorteando dolores de crecimiento, crisis empresariales,
deslegitimación, dudas y hasta burlas, amén de los ataques de
interesados en que no cambie nada, porque creen (todavía) que no
conviene a sus intereses. Con vocación de contribuir a las
indispensables transformaciones de la sociedad y de servir a la difusión
del ideario y las acciones del movimiento de mujeres y feminista, dimos
cuenta permanentemente de los avances y marcamos los debes.
En Uruguay, los cambios culturales son muy lentos, la disposición a
concretarlos a menudo débil y los espacios mediáticos eran muy poco
receptivos a los “ruidos” de algunas mujeres (“locas” nos llamaron) que
veníamos a alterar un “orden “concebido” en masculino.
Así transcurrimos las décadas y llegamos a la treintena, aun con
fuerzas para defender la identidad de la publicación pese a los embates
de cambios internos que diezmaron los recursos humanos y disminuyeron
sus páginas.
“A nosotras que nos lo merecemos”, titulamos en la primera edición
del suplemento, que se publicó el 12 de agosto de 1988. Y fieles a la
consigna, creemos que hoy corresponde ofrecer una apretada síntesis de
la trayectoria temática de los treinta años, de los cambios que se
acompasaron con el devenir del país y del mundo, de intenciones y
concreciones, de pendientes empecinados y de logros celebrados. Porque
también nos lo merecemos...
Agradecemos a quienes dieron su mejor esfuerzo para enriquecer el
producto: las periodistas, columnistas y colaboradores; quienes cuidaron
la presentación gráfica desde sus lugares de diseño, armado, impresión
y, por supuesto, a la población lectora que transitó desde la curiosidad
al entusiasmo y apoyo, desafiándonos permanentemente a dar más.
Nos despedimos con un “hasta siempre” porque aunque el suplemento
como lo conocemos no va a estar los próximos domingos, la lucha por la
igualdad continúa y la compartiremos desde otros escenarios. ¡A
nosotras, que nos lo merecemos! 1988 – 2018: cerramos un ciclo de tres
Imagen retomada del Suplemento la República de las Mujeres
Cimacnoticias | Montevideo, Uru .-
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