La Jornada
Habitualmente atento a los principales indicadores económicos de México, especialmente a todos los relacionados con el empleo y sus características en distintas regiones, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp) difunde de manera periódica informes que permiten observar el comportamiento del ámbito laboral en el país.
El más reciente da a conocer una necesidad que bien puede calificarse de apremiante: si se pretende cubrir las necesidades de las personas en edad de trabajar que actualmente no lo hacen porque no tienen dónde, así como las de quienes requieren más de un empleo para subsistir, en el país deben crearse más de 5 millones y medio de empleos.
Parece un desafío ambicioso, pero no desmesurado si se compara esa cifra con la población total que se gana la vida trabajando, y no imposible de alcanzar si se toman en cuenta los eventuales anuncios hechos desde distintas esferas del gobierno, según los cuales se habrían creado, en tal o cual periodo, cientos de miles o hasta millones de plazas laborales. Pero se convierte en una meta no tan accesible si se considera que esos puestos deben ser de calidad, con registro formal, con ingresos que permitan a sus ocupantes satisfacer plenamente las necesidades propias y de sus familias, y que a la vez ofrezcan al trabajador todas las prestaciones marcadas en la ley, empezando por las que tienen que ver con la salud.
Porque, como lo ha señalado el propio Ceesp en documentos anteriores, no se trata de considerar trabajador activo a quien labora unas pocas horas a la semana recibiendo un estipendio mínimo, sin seguridad de permanencia, sin servicios médicos y en condiciones precarias, sino a la persona que aporta todas sus potencialidades en cualquier ámbito de la producción y recibe, a cambio, un salario razonable y un espacio de trabajo digno.
Elaborado con base en cifras oficiales (provenientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía), el informe da cuenta de que en el país hay, en cifras redondas, alrededor de 4 millones de subocupados y un millón 900 mil desempleados.
La misma fuente informa que durante el segundo trimestre de este año se crearon casi un millón 600 mil empleos, sin embargo, los autores del estudio consideran que esos puestos se encuentran en los niveles mínimos de retribución.
El carácter privado del Ceesp no lo inhibe para hacer señalamientos ligados a la exigencia de una mayor justicia social: si bien sus análisis apuntan a lograr un espacio más apto para la inversión y el desarrollo empresarial, así como a la necesidad de fortalecer el consumo, proponen hacerlo vía una mejora sustancial en las condiciones salariales y laborales de los trabajadores.
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