“La
prevención, el trabajo interinstitucional y el ejercicio de la
ciudadanía son los tres ejes que figuran en agenda para este nuevo año”,
expresó la ministra de la mujer
Santo Domingo, 30 ene. 19. AmecoPress/SEMlac.- El
número de feminicidios sigue siendo elevado en República Dominicana,
consideró la ministra la mujer Janet Camilo, quien señaló tres desafíos
al respecto en el año que se inicia en las escuelas, la comunidad y las
instituciones gubernamentales, con vistas a disminuir los niveles de
violencia de género.
“La prevención, el trabajo interinstitucional y el ejercicio
de la ciudadanía son los tres ejes que figuran en agenda para este nuevo
año”, expresó la ministra, en entrevista concedida a finales de
diciembre de 2018. Según plantea la titular, se requiere “seguir
concienciando a la ciudadanía y entidades para continuar reduciendo el
porcentaje de feminicidios”.
Afirmó que este es un propósito fundamental de ese ministerio, cuyos
esfuerzos se dirigen a la prevención “como raíz de los planes y acciones
que se desarrollen para atacar esta problemática que ha provocado
maltratos físicos y verbales, hasta muertes de mujeres y niños”.
Denuncian primero y son víctimas después
Aunque las cifras continúan discordantes y cada institución se
pronuncia de manera diferente en esta dirección, la Fundación Vida Sin
Violencia manifestó a principios de 2019 su preocupación por el alto
índice de violencia contra las mujeres que se mantiene en el país y
pidió multiplicar las medidas para evitar feminicidios.
Denunció, además, que en 2018 se registraron 97 asesinatos de
mujeres, de los cuales 69 fueron íntimos y 51 correspondieron a menores
de 35 años de edad.
La presidenta de la entidad, Yanira Fondeur de Hernández, dio a
conocer esas estadísticas y precisó que 42 de estas mujeres fueron
asesinadas en sus hogares con armas blancas, bajo el factor de riesgo
fundamental de decidir terminar la relación.
“Vemos con mucha preocupación las informaciones de mujeres que,
después de tener el valor de denunciar y conseguir de un juez una orden
de protección, pasan a ser parte de las listas de los feminicidios, por
lo que entendemos que a partir de todo tipo de medidas de protección
debe implementarse un seguimiento, en razón de que las denuncias las
hacen más vulnerables”.
Órdenes poco efectivas
La experiencia ha confirmado que las órdenes de alejamiento impuestas
a los agresores por el tribunal, a fin de evitar que puedan aproximarse
o molestar a su expareja o pareja, a partir de la denuncia de la mujer
por violencia de género, no garantiza la protección de esta en medida
alguna.
De hecho, Diario Libre publicó este 3 de enero el doble feminicidio
cometido a principios del actual año, cuando un hombre mató a su
expareja y a la madre de esta en uno de los barrios de la capital, a
pesar de tener varias órdenes que prohibían su acercamiento.
Una larga lista se engrosa con quienes no pudieron ser salvadas, pese
a tener una orden de protección, como Andreea Celea, a quien su novio
Gabriel Villanueva supuestamente lanzó del octavo piso de un hotel en la
capital; Belkis Almonte, ultimada de varios disparos por su expareja
Víctor Radhamés; Gabrielis Sánchez, la adolescente de 15 años asesinada
por su expareja Orlando Adames, quien se suicidó tras cometer el crimen.
En esa lista hay muchos más nombres que no pueden ser olvidados con el
paso del tiempo.
Opiniones
Juristas como los abogados Amadeo Peralta y Ángel Moneró entienden
que hasta que la Policía Nacional y el Ministerio Público no ejecuten
mecanismos de seguimiento a esas órdenes de protección, se van a seguir
cometiendo feminicidios, debido a que “solo sirven como un agravante
cuando la persona comete un hecho de sangre y no se suicida, pues en
tales casos esas órdenes pueden servir para que les impongan 30 años de
prisión al victimario”, subraya Peralta.
En tanto, Moneró interpreta que “los recursos públicos no están
focalizados en resolver ese tipo de problema de la población. A los
asuntos de violencia de género hay que darles seguimiento, y el Estado
no está capacitado. Hay recursos, pero se necesita una reestructuración
de las políticas públicas para invertir dichos recursos públicos en ese
tema que tanto enluta a las familias dominicanas. Que se canalicen en la
dirección indicada”, concluye.
La coordinadora del Centro de Estudios de Género del Instituto
Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), Lourdes Contreras, también aborda
la situación: “Si no hay suficiente capacitación para entender el
problema de los feminicidios y la forma en que actúan los victimarios,
los fiscales y policías seguirán viendo las denuncias como si se trata
de hechos irrelevantes o problemas entre pareja y no actuarán como manda
la ley”.
Contreras advierte que, en el caso específico del asesinato a la
madre y la hija que tuvo lugar en Santo Domingo, “no se incluye no solo a
la mujer, sino a la madre de esta, lo cual es una dolorosa indicación
de que el concepto feminicidio no puede estar solamente restringido a
pareja o expareja, sino que debe ampliarse a todas aquellas mujeres que
son vecinas, madres, hermanas o relacionadas y son ultimadas por un
hombre”.
No obstante, la ministra Janet Camilo considera que las operaciones
por parte de los tribunales de República Dominicana han sido eficientes a
la hora de trabajar la violencia de género.
“Hemos salvado más vidas, pero lamentablemente los feminicidios
ocurridos en 2018 siguen siendo una tasa alta”, puntualizó, aunque
observó que estos han disminuido en 18 por ciento, en comparación con el
año anterior.
Resaltó que las casas de acogida y el sistema de “Línea Mujer, *212”
han rescatado alrededor de 15.000 mujeres por vía telefónica y han
brindado ayuda a unas 1.300 mujeres, niñas y niños.
En este contexto, Fondeur dijo que en 2018 se registraron unos 79
huérfanos por feminicidios y recomienda implementar un “exhaustivo
registro, seguimiento y ayuda psicológica a cargo de las instituciones
relacionadas con los menores, en cuya primera infancia se precisa un
proceso de prevención de la violencia intrafamiliar y de género a fin de
inculcar políticas educativas de valores e igualdad, que proporcionen
herramientas para el control de las emociones”, destacó.
Fondeur de Hernández llamó también a la transversalización que
implica una participación activa del Ministerio de Salud Pública, pues
en los hospitales se reciben los primeros indicadores de violencia
física; así como los ministerios de Educación y Cultura, junto a los
Ayuntamientos, muy cercanos a toda la población.
La Fundación Vida Sin Violencia mantiene sus objetivos y compromisos
de continuar trabajando en la prevención de la violencia intrafamiliar y
de género en la República Dominicana, sostuvo.
Foto: Archivo AmecoPress. La ministra la mujer Janet Camilo.
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