Autor:
Zósimo Camacho @zosimo_contra
Fuentes de la Policía Federal aseguran que en 2011 y 2012 la
entonces dependencia de la Secretaría de Seguridad Pública recibió la
encomienda de detener a Carlos Romero Deschamps, quien desde 1996 es
secretario general del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la
República Mexicana.
El líder petrolero, hoy en la polémica por el combate al robo de
combustibles iniciado por la administración de Andrés Manuel López
Obrador, ha sido denunciado en múltiples ocasiones, principalmente por
propios trabajadores disidentes del sindicato petrolero. Las denuncias
nunca han prosperado gracias a la protección oficial de la que ha gozado
el político priísta. Las veces que estuvo a punto de ser aprehendido se
desarrollaron durante el sexenio del panista Felipe Calderón; pero las
acciones se detuvieron abruptamente.
De acuerdo con fuentes de la Policía Federal –quienes presentan
oficios de la Procuraduría General de la República (PGR); la
Procuraduría de Justicia del Distrito Federal (PGJDF); del Juzgado
Trigésimo Sexto Penal del Distrito Federal, e internos de la
corporación–, los delitos que se le imputaban eran los de “fraude”, en
un caso, y “peculado electoral y fraude”, en otro.
Uno de los documentos está fechado el 13 de marzo de 2011. Fue
enviado por el juez trigésimo sexto de lo penal al entonces titular de
la PGJDF. En el oficio 1065, derivado del expediente 46/2011 abierto por
el delito de fraude, el juez solicita al procurador “se sirva ordenar
elementos de la policía judicial a su digno cargo […] y se aboquen a la
localización y aprehensión del inculpado […]”. Incluso, el juez solicita
que Carlos Romero Deschamps sea internado “[…] en el reclusorio
preventivo varonil norte de esta ciudad, quedando a disposición de ese
órgano jurisdiccional de mi cargo para estar en posibilidad de
resolverle su situación jurídica […]” (sic).
Una nueva evidencia de las órdenes de aprehensión contra Romero
Deschamps, giradas durante las postrimerías del sexenio de Felipe
Calderón, es un documento interno de la Policía Federal. Fue dirigido
por la Coordinación de Inteligencia al entonces inspector jefe, José
Luis Albistegi Canales, el 9 de septiembre de ese año.
En el oficio PF/CFF/DGAO/18902/011 se señala: “Se le comunica a usted
que deberá llevar a cabo en conjunto con sus elementos la localización
del SR. CARLOS ROMERO DESCHAMPS con el fin de presentarlo ante las
autoridades COMPETENTES […]” (sic).
El documento concluye: “Por lo que deberá informar verbalmente a base
cúspide vía telefónica y/o radial a la salida y el retorno de su
personal, así como las novedades y los resultados obtenidos durante su
investigación, en la que deberá apegarse en todo momento a los
principios de legalidad, eficacia, profesionalismo y honradez, así como
el orden jurídico y el respeto a los derechos humanos.”
Otros dos documentos internos de la Policía Federal dan cuenta de la
participación que tendrían los elementos de la corporación en la
ejecución de dos órdenes de aprehensión contra el líder petrolero.
Ambos oficios están fechados el 3 de marzo de 2012 y están firmados
por el entonces inspector general Carlos Amaya Sarate. El primero está
identificado como ORDEN DE APREHENSION/PF/FEPADE/02 y se deriva del
proceso por los delitos de peculado electoral y fraude, abierto desde
mayo de 2003.
Se le ordena al inspector Carlos Chávez García, “adscrito al área de
investigaciones”: “Ejecútese la orden de aprehensión […] en contra del
SR. CARLOS ROMERO DESCHAMPS derivada de la averiguación previa
55/FEPADE/02 por los delitos de PECULADO ELECTORAL Y FRAUDE” (sic).
El otro oficio está identificado como ORDEN DE
APREHENSION/PF/DFF/FDA1/04103011. Está dirigido al sargento primero
Jesús Vallejo. Se deriva del expediente iniciado en marzo de 2008 en
contra del líder del sindicato petrolero por el delito de fraude.
Se le instruye al policía federal: “[…] darle cumplimiento a la orden
de aprehensión en contra del SR. CARLOS ROMERO DESCHAMPS por el delito
de fraude […]. Comuníquele a sus subordinados que se den a la tarea de
la aprehensión del antes mencionado”. (sic).
Las fuentes señalan que finalmente, y sin explicación alguna, nunca
se concretaron las órdenes de aprehensión. Concluyeron 12 años del
Partido Acción Nacional (PAN) en el poder y ni Vicente Fox ni Felipe
Calderón decidieron tocar al líder petrolero. Todo a pesar de que el
secretario general del Sindicato ventiló en redes sociales la vida de
lujo y derroche en la que viven él y toda su familia, además de sus
colaboradores incondicionales más cercanos.
Si durante el panismo Romero Deschamps fue intocable, nada podría
esperarse con el regreso de su partido, el Revolucionario Institucional
(PRI), al poder en diciembre de 2012. Enrique Peña Nieto nada hizo
siquiera por investigar lo que ocurría al interior de Petróleos
Mexicanos (Pemex), empresa productiva del Estado mexicano.
Hoy el presidente de la República es Andrés Manuel López Obrador. La
principal bandera con la que convenció a 30 millones de votantes fue la
del combate a la corrupción. Además, ha iniciado una campaña para
recuperar Pemex de la delincuencia. ¿Seguirán detenidas las órdenes de
aprehensión ya giradas? ¿Se ordenarán nuevas investigaciones?
En sus contradicciones, el titular del Poder Ejecutivo prometió no
llamar a cuentas a quienes hubieren cometido actos de corrupción antes
del 1 de diciembre pasado. Mantener el borrón y cuenta nueva
será, en los hechos, sumar el nombre de Andrés Manuel López Obrador al
de anteriores presidentes de la República que, por cuestiones políticas,
decidieron no actuar contra Carlos Romero Deschamps.
Zósimo Camacho
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