La Habana: XIII Taller internacional sobre Paradigmas Emancipatorios
El feminismo fuerza sin la cual no es posible avanzar en la lucha social
La Habana, 30 ene. 19. AmecoPress/SEMlac.- Pensamiento
crítico y transformación popular son caminos comunes en la lucha de
organizaciones y movimientos sociales frente a las distintas opresiones
que amenazan la vida en la región.
Dedicado a las “Rebeldías y revoluciones”, el 13 Taller
internacional sobre paradigmas emancipatorios reunió en La Habana, del
22 al 25 de enero, a más de 300 personas que dan cuerpo a las
resistencias en América Latina y el Caribe.
Al centro de los debates estuvo la “dominación múltiple”, un concepto
que comprende las opresiones de manera integrada en un sistema que se
reproduce y sostiene a sí mismo.
Según los análisis promovidos en Paradigmas, no es posible, ni
estratégico, separar la opresión del capitalismo de aquellas que
ocasionan el heteropatriarcado, el racismo y la xenofobia.
“Ese orden económico y político hegemónico está ligado a una
civilización excluyente, patriarcal, racista, discriminatoria y
depredadora que impulsa la cultura de la violencia e impide el sentido
de la vida”, dijo Gilberto Valdés Gutiérrez en el panel Modos y
mecanismos del sistema de dominación múltiple del capitalismo.
El filósofo cubano y fundador del taller explicó que ese sistema
naturaliza “el arquetipo viril y exitoso de un modelo de hombre
racional, adulto, blanco, occidental, desarrollado, homofóbico,
consumista y burgués”.
Lo que se salga de esos marcos sufre de la desigualdad y la violencia
que ejercen distintos actores sociales en un presente complejo. La
feminista ecuatoriana Irene León lo define como un momento de
“restauración neoliberal”.
Para ella es fundamental reconocer en la ola conservadora actual la
función de actores como “el poder financiero internacional, el poder
trasnacional y corporativo, la industria militar de la construcción y de
la destrucción y el poder corporativo comunicacional, que abarca todos
los escenarios”.
Como consecuencia, en numerosos países se vive un auge de los
fundamentalismos religiosos y su uso en la desarticulación de los
movimientos populares. Además, se ha recrudecido la militarización de
las comunidades, la represión de los movimientos sociales y el asesinato
de líderes populares.
Pero los retos no los plantea solo el contexto regional. Al interior
de las prácticas revolucionarias existen pendientes y oportunidades que
se analizaron en plenarias y comisiones durante los cuatro días del
taller.
En los debates se criticó el vacío de algunos discursos tradicionales
y la necesidad de superar las consignas desconectadas de la base
social. Fue una constante el llamado a la coherencia en el actuar
revolucionario como práctica ética que une discurso, comportamiento y
acción.
Mujeres y juventudes también tienen respuestas
La construcción de articulaciones y la lucha en las calles tiene en
los colectivos de mujeres y movimientos feministas un protagonismo
consolidado desde hace algunos años. En ellas y en las juventudes
también puso sus apuestas el 13 Taller de Paradigmas.
El equipo de coordinación organizó por primera vez un encuentro de
jóvenes que reunió a más de 30 personas de Cuba, Puerto Rico, Perú,
Dominicana, Venezuela y El Salvador.
Conocerse para, en un futuro, articular los proyectos diversos fue el
objetivo de la reunión en la que se presentaron experiencias de
capacitación, activismo popular y desde organizaciones formales,
periodismo feminista y medios de comunicación dedicados a las juventudes
y la información política.
Las y los asistentes acordaron repetir el encuentro de jóvenes en los
próximos talleres, para sistematizar y desarrollar un trabajo en red
desde las nuevas generaciones.
En tanto, el feminismo como teoría y práctica política estuvo
presente en todos los debates, como una fuerza sin la cual no es posible
avanzar en la lucha social.
Josefina Roco Sanfilippo, quien viajó desde Bilbao, país Vasco, y
tiene muy claro por qué no habrá revolución y emancipación sin las
mujeres y los feminismos.
“Si queremos hacer una revolución que revolucione todas las
desigualdades, hay que superar el capitalismo, el colonialismo, pero
también el patriarcado que ha sido fundamental para sostener esas
opresiones. Claro, esto implica salir de muchas zonas de comodidad y
replantearnos nuestras relaciones y privilegios por un arraigo
patriarcal muy fuerte, incluso en las izquierdas. Es un reto muy grande,
pero vamos avanzando en ese sentido”, dijo Roco Sanfilippo.
Ese protagonismo no está exento de riesgos y la activista feminista
reconoce que “la arremetida de la derecha, la fiebre contra el feminismo
y lo que han llamado ellos la ideología de género es porque nos tienen
miedo, somos peligrosas porque estamos organizadas desde hace mucho
tiempo y el salto político que se le ha dado al feminismo en los últimos
años no tiene vuelta atrás”, afirma.
Un Encuentro de trabajo de mujeres, organizado por el espacio
feminista Berta Cáceres el 23 de enero, promovió durante Paradigmas un
espacio para la reflexión y aprendizaje desde las activistas y lideresas
populares.
Las asistentes compartieron testimonios sobre las amenazas para la
vida que enfrentan activistas feministas frente a la violencia estatal;
los desafíos de mantener un equilibrio entre la defensa de los procesos
revolucionarios nacionales y la agenda feminista, además de la necesidad
de articulación a nivel regional y mundial.
Sesenta años en el centro del huracán
En el centro de los cambios y la brújula de la transformación futura
se encuentra el proceso social cubano. Comentarios, análisis y
proyecciones ubicaron a la nación del Caribe como referente y centro de
articulación de las luchas emancipatorias.
No es casual que esto suceda. Desde 1995 se celebra Paradigmas en
Cuba, como se le conoce al evento bianual. El encuentro se ha
establecido como un espacio fundamental del pensamiento de izquierda y
los procesos revolucionarios en las últimas dos décadas y en esta XIII
edición dedicó actividades de su programa al 60 aniversario de la
Revolución cubana.
El panel “60 años de Revolución” ubicó conquistas del país junto a
desafíos sociales y económicos. Panelistas y participantes coincidieron
en que asumir un proyecto socialista ha significado para Cuba estar en
el centro de un huracán la mayoría del tiempo, un devenir marcado por
las agresiones de las administraciones de Estados Unidos junto a
contradicciones y errores internos.
La feminista y filósofa cubana Georgina Alfonso llamó “a la
profundización del socialismo cubano, fortaleciendo el protagonismo
popular y de la vida cotidiana en la construcción del país, para
ensanchar el corredor anticapitalista”.
La Feria de experiencias cubanas en 60 años de Revolución reunió a
colectivos y proyectos que, desde el deporte, la cultura, el trabajo
comunitario, los medios de comunicación e iniciativas juveniles apuestan
por la transformación social en el país.
La plataforma feminista de promoción sociocultural “La cuarta Lucía”
mostró los objetivos y resultados de un proyecto integrado por
estudiantes de la Universidad de Bayamo, en la provincia Granma, a 661
kilómetros de La Habana.
Trabajar la prevención de la violencia machista, el racismo y la
homofobia son objetivos de la plataforma, que combina investigación y
conocimiento de la cinematografía nacional desde una perspectiva
feminista.
Para su coordinadora, Yuleidys González Estrada, hoy se reconoce con
más fuerza el papel de la cultura en la naturalización de la dominación y
la exclusión capitalista, patriarcal y racista.
“Se ha hecho más visible la importancia de la cultura y el cambio en
las subjetividades; no es suficiente romper con la dominación, a la vez
hay que construir y establecer prácticas nuevas”, declara la feminista y
profesora universitaria.
Foto: SemMéxico.
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