Incluye carne de res, de pollo y de cerdo, huevo y pescado seco
Cedral, SLP., Desde uno de los municipios más pobres del altiplano potosino, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció el aumento de productos de la canasta básica –de 23 a 40– que estarán disponibles a precios bajos en tiendas comunitarias del organismo Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), surgido de la fusión de Diconsa y Liconsa, para la gente pobre y marginada con la finalidad de que nadie en México padezca de hambre, de desnutrición.
De acuerdo con la secretaria de Bienestar, María Luisa Albores, en el país 25 millones de personas no comen dignamente, pues en el pasado se privilegió el apoyo a los grandes productores agropecuarios mientras el México campesino fue abandonado.
Ignacio Ovalle, titular de Segalmex, dijo que 10 millones de mexicanos padecen desnutrición y recordó que el gobierno invierte aproximadamente 30 por ciento del gasto en salud para atender enfermedades cardiovasculares, del corazón y la diabetes, que derivan de erróneos hábitos alimenticios.
Entre la polvareda en la unidad deportiva Doctor Fernando Toranzo Fernández, López Obrador señaló que la canasta básica a precios bajos es un programa muy humano para que podamos combatir el hambre, la desnutrición y no se padezca de la injusticia de no tener lo más elemental, que es la comida.
A la canasta básica se agregarán los productos de primera necesidad carne de res, de pollo y de cerdo; pan; huevo; pescado seco; agua purificada; deshidratados de jamaica, tamarindo y horchata, sin azúcar; garbanzos, chícharos, gelatinas, frutas y verduras frescas; cacahuate, ajonjolí, chía y amaranto.
El Presidente realizó una visita relámpago a esta entidad para presentar el anuncio. Viajó al Aeropuerto Internacional de San Luis Potosí en vuelo comercial después de la conferencia de prensa en Palacio Nacional y luego recorrió en camioneta casi 215 kilómetros para llegar a Cedral, lo mismo que para tomar el vuelo de regreso, por la noche, a Ciudad de México.
En su discurso, dijo que no ofenderá al pueblo de México subiéndose a un avión de lujo mientras “la gente no tiene ni siquiera para lo más indispensable.
“Yo –destacó– ni siquiera llegué a conocer el avión presidencial, que ya está a la venta en California, Estados Unidos”, y se comprometió a seguir recorriendo el país a ras de tierra.
Resaltó que hay garantía de que el programa anunciado funcionará bien porque, como director del Instituto Nacional Indigenista en Tabasco, hace 40 años, le tocó iniciar en esa entidad el programa de los almacenes de Diconsa, los consejos comunitarios y la creación de tiendas. Y cuando invitó a su jefe en aquel entonces, Ignacio Ovalle, a colaborar en el gobierno, le dijo: Vamos a hacer lo mismo, pero mejor.
El Presidente aseguró que muchas necesidades se irán resolviendo. Nada más quiero que se comprenda que nos dejaron un problema bastante grave o son grandes y graves los problemas nacionales. Pero tengo la confianza, la fe, estoy seguro que vamos a salir adelante... sobre todo porque ya no va a haber corrupción ni impunidad.
En ese acto, el gobernador del estado, el priísta Juan Manuel Carreras, fue abucheado y recibió rechiflas. Algunos asistentes le gritaron ¡mentiroso! cuando mencionó acciones para combatir la pobreza.
Alma E. Muñoz Enviada
Periódico La Jornada
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