Afirma que al pueblo Lenca lo ampara la ley
Waldina
Araceli Medina, mujer rural del municipio de Chinda, en las montañas
occidentales de Honduras, se dedica a defender el cuerpo de las mujeres y
a la tierra y junto con un grupo de mujeres se está enfrentando a la
construcción de represa que afectaría gravemente a su pueblo.
A propósito de la “Misión Feminista de Solidaridad El Abrazo”, que se
realizó a finales de enero, Cimacnoticias se entrevistó con Waldina
Medina, quien dice que las mujeres siguen de pie pese a que las amenacen
y les digan que las van a asesinar como mataron a Berta Cáceres, a
quien le arrancaron la vida, en su casa, en 2016.
Sonia Gerth (SG): ¿Cómo es, cuándo empezó todo ese problema con la represa?
Waldina Medina (WM): Pues empezó como en el 2000, ya concretados los
problemas fueron en el 2016. Ya en el 2017 logramos una declaratoria,
insistimos en la declaratoria. Pero antes de eso hicimos muchas
reuniones con las juntas de agua y de otros movimientos para poder
presentar una petición y presentarla en el cabildo abierto que se iba a
hacer; era ambiental, en un barrio nuevo, una comunidad de aquí que es
también la más afectada por la represa. Entonces ahí logramos que con
todas las fuerzas una declaratoria del municipio libre de extractivismo.
SG: ¿Y cómo vinieron esos de la hidroeléctrica, vinieron a informar, vinieron a platicarles qué es lo que iba a pasar?
WM: Mire, a principio fue una sorpresa, porque no sabíamos nada de
que nuestro río ya lo habían dado en una concesión en el 2005. Cuando
empezaron a venir ellos a tomar medidas al municipio es que nos dimos
cuenta, empezamos a hacer averiguaciones. Los mandan “para sacar medidas
satelitales”, decían ellos. Entonces ahí empezó la preocupación, fue
ahí cuando nos pusimos alertas y anduvimos haciendo muchas gestiones,
pero antes de eso nosotros ya sabíamos que había un convenio 169 (de la
Organización Internacional de Trabajo que nos protege) como pueblo
Lenca, hay un convenio que lo ratifica nuestro gobierno, que nos dice
que tenemos derecho a la consulta previa.
“Resulta que de eso no hubo nada. Ellos quisieron consultar cuando
ellos ya tenían la publicidad de la gaceta, ya tenían ellos trabajando
ya en la parte donde van a levantar cortina; ya había un trabajo hecho
por ellos. Entonces cuando ellos miraron que como pueblo nos
levantamos, ya empezaron ellos a querer socializar con nosotros, cuando
tenía que ser antes esa socialización, la consulta previa, preguntarnos
que si aceptábamos ese proyecto o no lo aceptamos.
“Ellos vienen ya diciendo de que aceptamos, pero ya cuando tienen un
trabajo ya hecho, ya tienen parte de tierras compradas también. Entonces
me dijo a mí el dueño de la empresa en junio y me dijo que cómo iban a
hacer, que ya tenían una inversión y unos prestamos de unos gobiernos
internacionales. Nosotras le dijimos que ya nada teníamos que ver, que
para eso debían hacer las cosas bien desde un principio, no que después
vienen a hacer las cosas como debían de hacerse y que nosotros nos
enteraban de que había una deuda con ellos.
“Entonces empezaron a hablar del desarrollo de nuestra comunidad y
empezaron a engañar a la gente. Nosotros como ya teníamos experiencias
de otros municipios donde se han dado estos problemas de concesiones que
no es así, ellos mienten, mienten de una manera y engañan al pueblo.
Les hablamos del Convenio, no sabían nada del Convenio 169, incluso ni
las mismas autoridades.
"Que los ríos también son del Estado, pero también nosotros tenemos
nuestros derecho a una consulta y sin andar intimidando a la gente ni
andarle metiendo miedo. Lo que tenía que ser: informativa y con un
convenio ambiental, no hecho por ellos, hecho por la comunidad porque
ellos tienen un estudio ambiental, claro, a conveniencia.
“Ahí mienten, de hecho uno se da cuenta del impacto ambiental que
trae esto, pero mire, yo le voy a decir una cosa: Aquí en nuestro
municipio hay bastante gente que no quiere la represa, pero ellos ahí
andan trabajando, andan mintiendo, andan ofreciendo, andan intimidando;
a muchas que andamos en la lucha nos andan intimidando, metiéndonos
presión, diciendo cosas que nos son ciertas, difamación”.
SG: ¿Cómo se expresa el tipo de represión, amenazas… que enfrentan ustedes por hacerles frente?
WM: La primera amenaza que tuvimos ahí fue que nos militarizaron y
vinieron los que trabajan en la represa a querer enfrentamientos con
nosotros; hasta los vistieron y vinieron a tener enfrentamientos con
nosotros. Hace poco vino la fiscalía y también la misma alcaldesa llamó a
la gente de que está a favor de la represa. Pero nosotros tranquilos,
que tuvieran una buena impresión, ya de ellos se llevaron la contraria,
porque nosotros no queremos violencia, queremos la paz en nuestro
municipio como la hemos tenido, pero con este problema, esta represa nos
vino a quitar la tranquilidad; la división del pueblo, la división en
las familias, es el gran problema; enemigos hasta de por gusto porque
uno anda defendiendo el medio ambiente.
SG: ¿Cómo hacen ellos para dividir al pueblo? ¿Ofrecen dinero?
WM: Dinero y las mentiras, que les ofrecen que les van a hacer un
hospital y cómo van a hacer un hospital, les digo yo que en Centro de
salud no hay medicamentos y si fuera un hospital es un derecho del
gobierno que tengamos hospitales, escuelas, colegios y ellos son los
responsables de darles, no una represa.
SG: ¿Y cómo se vive en este pueblo, dividido? ¿Algunos ya vendieron?
WM: Otros se resisten a no vender, pero les dicen, a última hora les
dice: “Si usted no vende, el agua lo va a sacar. Entonces se va a quedar
perdido, si no vende pues usted va a perder”. Entonces la gente le dice
que no, que no venda y que no vende. Entonces preferimos que nos saque
la represa, pero yo les digo que no tienen derecho, que es una amenaza y
que deben de denunciarlo porque es una amenaza decirle ahí en su casa,
si no quiere vender pues no vende porque es un terreno propio, pues.
SG: ¿Y cómo les sirve a ustedes estar juntas como Red de Mujeres,
cómo les sirve para hacer frente a estas amenazas al dinero, todo lo que
les quieren comprar?
WM: Sobre todo ahí nos comunicamos, pedimos a otras ONG que nos
apoyen dando charlas del Convenio, dando talleres y ahí vamos, vamos
animándolo y entre más aprendemos, más defendemos. Más bien, la unidad
que mantenemos nosotras a través de las capacitaciones, y nos unimos las
comunidades, y ahí vamos con la lucha, vamos concientizando a la gente.
SG: ¿Y las mujeres son las que tienen más valor en esta lucha?
WM: La mujer es la que tiene más valor porque las mujeres han salido
más a la lucha, a los plantones. Aunque sí atrapan los hombres, pero más
son las mujeres.
SG: ¿Pero qué es lo que les han dicho? Ahorita contaron que “que puta loca”...
WM: Nos insultan: “Viejas locas, viejas pelonas, viejas arrugadas;
viejas 'tal por cuál', ahí te van a despachar para el otro mundo, vas a
ver para dónde”.
SG: ¿Despachar quiere decir que ya te van a matar?
WM: Sí, que te van a matar, que te va a pasar como Berta Cáceres, que
para qué andas defendiendo “si al última hora el dinero lo arregla todo
y vos te vas a morir, van a quedar ellos en grande”. Y así todo se
dicen a uno: “Para qué te andas metiendo, mejor quédate en tu casa”.
Pero no. Nosotras seguimos en la lucha, a pesar de todo seguimos.
SG: ¿Todavía tienen mucho ánimo de que sí van a ganar?
WM: Mire, tenemos muchos ánimos va a ver por qué… Primero, tenemos
mucho ánimo en la declaratoria; segundo, somos un corredor lenca y nos
ampara el convenio 169; tercero, tenemos bastante gente a nuestro favor.
Es que la gente es la que tiene que decidir, si el pueblo dice no, es
que no va a haber la represa y nosotros tratamos de motivarlos porque si
bajamos los ánimos nos ganan. Porque vemos la crítica, por ejemplo en
lo económico hay una gran crítica y la gente con facilidad: “Te doy 500,
te doy 1000 y ayúdame y convence a aquel, dame la firma, dame esto”.
“A veces nos sentimos así porque usted sabe cómo dicen, con el dinero
hasta el mono baila y es verdad. Mire, en la lucha teníamos unas
personas que estaban con nosotros y vinieron y le ofrecieron trabajo, se
nos fueron. Hay gente que le ofrecen un trabajo al hijo, al hermano y a
ahí van. Ellos quieren que nosotros vayamos bajando la guardia,
desmotivando, desmotivando. Pero no, aquel se fue y salen dos y eso nos
ayuda, nos ayuda bastante mantenernos así”.
cima
Por: Sonia Gerth
Cimacnoticias | San Pedro Sula, Hon.
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