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1994 fue un punto de inflexión en la historia de México. No sólo se trató del año de la insurrección del EZLN, de elecciones presidenciales que se esperaban fuesen mucho más competidas de lo que reflejó el resultado final y en que acontecieron los primeros magnicidios a políticos de alto perfil en décadas, sino que hizo insostenible la permanencia del entonces partido de Estado en el poder. Por si fuera poco, ese año turbulento culminó con una grave crisis económica a escasos días de que el nuevo presidente tomara protesta del cargo.
La descomposición del sistema fue evidente como nunca, y en los años subsecuentes la reforma al régimen político se percibía como inevitable. Sólo 12 años de gobierno panista pudieron lograr lo impensable: Que millones de mexicanos añoraran ese pasado y consideraran darle su voto a quien representa a muchos de los protagonistas de aquella debacle, al son de la canción Todo tiempo pasado fue mejor.
El 8 de Junio se estrenó en 450 salas cinematográficas el filme de Carlos Bolado (Sólo Dios Sabe, Baja California: Límite del Tiempo), Colosio, el asesinato. Más allá de la inevitable lectura política que pueda derivarse, se trata de un filme excepcional.
Con excelentes actuaciones y una estructura que en algunos momentos recuerda a J.F.K (1991) de Oliver Stone, una de las principales virtudes del filme es que logra combinar muchas de las variables sobre el magnicidio del candidato priista a la presidencia en una narrativa clara que genera las mismas emociones que un thriller de suspenso, aún cuando el espectador se encuentre familiarizado con los sucesos.
Casi siempre resulta riesgoso realizar una obra cinematográfica que refleje una historia relativamente reciente, porque la escenografía no tiene tantos cambios cuantitativos en referencia al presente, pero cuya clave es la atención que se preste a los detalles que dan autenticidad a la recreación de la época. En ese sentido, el trabajo que se realizó para Colosio, el asesinato es de primer nivel: nos remonta a mediados de los 90, una era que parece hoy en día tan lejana como ha sido la intensidad del acontecer nacional desde entonces.
Por otra parte, el filme sale bien librado en la siempre difícil recreación de personajes históricos, ya que la mayoría de quienes encabezan la trama son personajes ficticios, que se entrelazan con apariciones (la mayoría de ellos mencionados sólo por su primer nombre o mediante alguna referencia que no deja lugar a dudas) de intérpretes fílmicos de José Francisco Ruiz Massieu, Joseph Marie Córdoba Montoya, Manuel Camacho Solís, Fernando Gutiérrez Barrios, Miguel Montes, Luis Donaldo Colosio, Diana Laura Riojas, Raúl Salinas, e incluso una breve aparición de Carlos Salinas de Gortari.
Destaca en el filme una de las mejores interpretaciones en la carrera de Daniel Giménez Cacho como El Doctor, en una recreación de Córdoba Montoya. Pero la realización cuenta también con un sólido elenco que incluye a Tenoch Huerta, Kate del Castillo, José María Yazpik, Emilio Echevarría, José Sefami, Enoc Leaño y Ximena Gónzalez-Rubio.
Carlos Bolado recrea los sucesos a partir de la investigación que quedó plasmada en el informe que entregó en el año 2000 la fiscalía que fue creada para la investigación del asesinato, y lo hace con un estilo virtuoso que dejará satisfecho tanto a cinéfilos demandantes como aquellos que buscan una buena alternativa de entretenimiento. Pero en el contexto en el que se estrena el filme, es previsible que la audiencia en general no podrá desvincular las incógnitas planteadas en el filme del proceso electoral en curso.
Es por ello que la cinta resulta una excelente opción para una nueva generación que votará por vez primera el próximo 1 de Julio, pero que durante los sucesos que se narran en la obra acaban de nacer o se encontraban en una infancia temprana.
Aquellos comunicadores que apoyan con fervor la teoría del asesinato solitario, seguramente atacarán algunas de las licencias históricas que toma el guión escrito por el propio Bolado, Hugo Rodríguez y Miguel Necoechea. Son las mismas críticas que se han hecho sobre películas que plantean preguntas difíciles como el trabajo de Oliver Stone en la menciona J.F.K y Nixon: Lo relevante de dichas recreaciones históricas es la confirmación de que el público general no sólo desconfía de la verdad oficial, sino que tiene elementos de sobra para ello.
Si películas como El Infierno (2010), Miss Bala (2011) y Días de Gracia (2012) reflejan el convulsionado país gobernado por Acción Nacional, Colosio, el asesinato es un retrato de la penúltima administración en la larga fase de gobiernos ininterrumpidos del PRI, en los que su agenda económica fue la misma que siguieron sus sucesores del blanquiazul.
A mediados de los 90 se sentaron las bases de una alternancia que terminó por decepcionar a una mayoría de los ciudadanos, porque se dio con base en concertacesiones en la que el sistema permitió las mínimas modificaciones indispensables para mantenerse vigente. Lo que es historia nos pertenece a todos, por ello no deja de llamar la atención que además del documental de Discovery Channel El Caso Colosio, en 18 años existan pocos registros fílmicos o documentales de una época clave en la historia mexicana.
Pero la película de Carlos Bolado hace justicia a esa omisión, en lo que será sin duda una experiencia para muchos que permanecerá durante días después de haberla presenciado.