En el abandono, los programas de fomento al turismo sustentable.
La Secretaría de Turismo interrumpió, sin justificación alguna,
estrategias de preservación natural y cultural, como las Zonas de
Desarrollo Turístico Sustentable y los Pueblos Mágicos, revela la
Auditoría Superior de la Federación. En su informe de la Cuenta Pública
2010 concluye que los “olvidos” y las deficiencias en los trabajos de la
dependencia provocaron que México perdiera liderazgo internacional en
turismo. En materia de desarrollo turístico, el país cayó del lugar 48
al 74; y respecto de regulación ambiental, del 69 al 114
En la Secretaría de Turismo (Sectur) podrían existir omisiones
deliberadas en los programas básicos de turismo sustentable, señala la
Auditoría Superior de la Federación (ASF). En su auditoría de desempeño
para fiscalizar la planeación, regulación y desarrollo de la
sustentabilidad turística, también observa que la dependencia
–encabezada Gloria Guevara Manzo– habría fracasado en los objetivos
establecidos por el Plan Nacional de Desarrollo, el cual se propuso
hacer de México un país líder en actividad turística en el periodo
2007-2012; y optimizar y proteger el uso de recursos naturales y
culturales en el periodo 2001-2006.
El desempeño de la Sectur quedó al margen de lo establecido en la
Agenda 21, programa de turismo sustentable en el que participan
distintos países en conjunto con la Organización de las Naciones Unidas.
La Sectur, que se había fijado metas de turismo sustentable para la
protección del ambiente y el crecimiento económico del sector, descuidó
los programas que le permitirían alcanzar su objetivo, indica el Informe del resultado de la fiscalización superior de la Cuenta Pública 2010,
de la ASF. La dependencia no respondió a las demandas del Plan Nacional
de Desarrollo ni a las de la Agenda 21; no designó Zonas de Desarrollo
Turístico Sustentable y presentó irregularidades en la designación de
Pueblos Mágicos.
El impacto de tales incumplimientos no sólo es económico, sino
también social. “El turismo sirve para combatir la pobreza, generar
desarrollo social, mejorar las condiciones de vida y no solamente para
el crecimiento económico”, explica el diputado Carlos Manuel Joaquín
González, presidente de la Comisión de Turismo.
Por ello, el dictamen de la auditoría fue negativo. El máximo
órgano fiscalizador del país determinó: “la Sectur no cumplió con las
disposiciones normativas aplicables respecto de la conducción de la
política de sustentabilidad turística y del objetivo de hacer de México
un país líder en la actividad turística.”
Programas laxos y metas no cumplidas
A
pesar de que la Secretaría de Turismo se habría propuesto trabajar en
Zonas de Desarrollo Turístico Sustentable, durante 2010 no se
presentaron solicitudes para la declaratoria de nuevas áreas. La ASF
advierte que la responsabilidad recae en la propia Secretaría, pues se
detectó que ésta no emitió el reglamento con características y
especificaciones necesarias para otorgar nombramientos. Esta omisión
derivó en la inexistencia de solicitudes por parte de las entidades
federativas.
El turismo de naturaleza también se vio afectado por la laxitud de
los programas de la Sectur. Aun cuando éste se había anunciado como una
de las vertientes prioritarias, la dependencia no estableció metas en
2010 para evaluar sus resultados en esta materia.
Además, no evaluó las 17 solicitudes sobre destinos de turismo de
naturaleza que le fueron presentadas, a pesar de que 11 de ellas se
encontraban dentro de las Zonas Prioritarias para el Desarrollo de
Turismo de Naturaleza.
A partir del ejercicio fiscal 2010, también quedaría al descubierto
la falta de colaboración de la Sectur para el mejoramiento de las zonas
de alta marginación. Y es que la dependencia encargada de fomentar el
turismo incumplió los objetivos que asumió en el Programa Especial
Concurrente (PEC) para el Desarrollo Rural Sustentable.
El PEC se integra por 17 dependencias del gobierno federal que
trabajan para generar empleos, garantizar el bienestar de la población
campesina y su incorporación al desarrollo nacional. Tienen prioridad
las zonas de alta y muy alta marginación.
La Secretaría de Turismo adquirió el compromiso, en el marco del
PEC, de construir 30 circuitos y equipar 40 Áreas Naturales Protegidas, y
destinarlas al turismo de naturaleza al próximo diciembre. Sin embargo,
al cierre de 2010 la Sectur, en coordinación con el Fondo Nacional de
Fomento al Turismo, no presentó avance alguno ni en la construcción de
los circuitos ni en el equipamiento de las Áreas Naturales Protegidas.
Estos resultados llevaron a la ASF a determinar que “la Sectur no
contribuyó al desarrollo del turismo de naturaleza en las zonas
rurales”.
Además, de acuerdo con el marco regulatorio del Foro Económico
Mundial, México decreció en sus niveles de desarrollo. Esta medición se
realiza a partir de cinco parámetros que evalúan el desarrollo de los
países en cuanto a: 1) reglamentación (inversión extranjera directa,
derechos de propiedad, tiempo para abrir un negocio); 2) sustentabilidad
del medio ambiente (emisiones de dióxido de carbono, especies
amenazadas, aplicación de la normativa ambiental); 3) seguridad
(confiabilidad de la policía, costo de la violencia en los negocios); 4)
salud (cobertura médica, camas de hospital, mejores condiciones de
higiene); 5) la priorización de viajes a países con atractivos
turísticos (llegada de turistas, ingreso de divisas, prioridad del
turismo para el gobierno, efectividad de la promoción para atraer
turistas).
Como resultado de dicha evaluación se evidenció que México no
consiguió ubicarse en la posición 31 que se había propuesto para 2010.
Por el contrario, el desarrollo de México, conforme a los parámetros del
Foro Económico Mundial, cayó 26 posiciones: del lugar número 48 pasó al
74.
Un fracaso más de la dependencia de turismo quedó al descubierto en el Índice de regulación ambiental.
El objetivo era colocar a México en la posición 69 a nivel mundial; sin
embargo se constató que el país sufrió una caída de 67 posiciones en lo
que va de esta administración panista. Ahora ocupa el lugar número 114
en el ranking de las naciones evaluadas en cuanto a regulación ambiental.
Turismo sustentable en el olvido
Los resultados de las estrategias de turismo sustentable
reflejarían el abandono que ha sufrido el sector. La Secretaría de
Turismo omitió generar instrumentos para medir y evaluar la eficacia de
sus programas y políticas, específicamente en turismo sustentable. Esta
política de sustentabilidad incluye todas aquellas acciones encaminadas a
generar un bajo impacto ambiental y cultural y a preservar estas áreas.
Contrario a su desempeño, la misma Secretaría de Turismo en su
página oficial cita la importancia de contar con indicadores que
faciliten la medición y evaluación de los programas: “el primer paso de
la Agenda 21 es la aplicación de un sistema de indicadores, instrumento
que permite medir y monitorear las condiciones de cada destino, es
decir, contar con una fotografía que sea muy fácil de entender por todos
los actores”.
En
colaboración con la Organización de las Naciones Unidas, México se unió
al Programa Agenda 21. El objetivo de éste es buscar que los países
participantes emprendan acciones para solucionar problemas ecológicos
derivados de las actividades económicas, el turismo entre ellas.
Sin embargo, la Sectur se mantuvo al margen de la Agenda 21 al no
aplicar el programa establecido para el turismo mexicano durante 2010.
Contradictoriamente, esta dependencia asegura en su sitio de internet
que su objetivo es seguir la Agenda 21 mediante “estrategias y acciones
en el corto, mediano y largo plazo, para fortalecer la dinámica de los
destinos turísticos, trabajar hacia el desarrollo sustentable de la
actividad, consolidando el bienestar del ser humano, preservando el
medio ambiente y la cultura, así como optimizando los beneficios
económicos y sociales de las comunidades”. A pesar de pronunciarse a
favor de un turismo sustentable que preserve las áreas naturales y
culturales, el desempeño de la Secretaría de Turismo estaría reflejando
lo contrario.
Otras evidencias de la omisión en la que ha incurrido la Sectur en
materia de sustentabilidad turística se encuentran en dos casos
específicos: no presentó el reglamento con el procedimiento y los
requisitos necesarios para la declaratoria de las Zonas de Desarrollo
Turístico Sustentable. En un caso más, la dependencia tampoco emitió el
reglamento para establecer el ordenamiento turístico del territorio.
Éste es fundamental para mantener el enfoque de turismo sustentable que
la Sectur se había propuesto alcanzar. El ordenamiento turístico del
territorio es el que regula el uso de suelo y las actividades
productivas necesarias para el aprovechamiento ordenado y sustentable de
los recursos turísticos.
Asimismo, dicha dependencia no estableció mecanismos para evaluar
las acciones de colaboración con otras dependencias como la Secretaría
de Comunicaciones y Transportes y la Secretaría de Medio Ambiente y
Recursos Naturales. Con la primera de ellas se estableció una
colaboración para la señalización de las Zonas de Desarrollo Turístico
Sustentable en las vías federales. Con la segunda, una colaboración para
la preservación de recursos naturales y culturales y la certificación
de Pueblos Mágicos. “Sin embargo, en realidad la coordinación de
acciones entre las dependencias ha sido y sigue siendo una tarea
pendiente; a lo más que se ha llegado en estos años es a la coincidencia
presupuestal”, advierte Gustavo López Pardo, investigador en el
Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM).
El máximo órgano fiscalizador también revela que la Secretaría de
Turismo estableció 18 indicadores para evaluar el crecimiento de este
sector tomando en cuenta turistas nacionales, turistas internacionales,
ingreso de divisas, gasto medio por turista internacional, crecimiento
anual del producto interno bruto turístico, inversión total privada,
promedio de empleos formales generados en el sector turismo por año y
porcentaje de mujeres ocupadas en este mismo ramo. Sin embargo, a pesar
de haber establecido indicadores, la dependencia no se fijó las metas
que alcanzaría con ellos. Es decir, no existió un punto hacia el cual
encaminar los esfuerzos de la Sectur. El resultado es que al cierre de
2010 los indicadores de llegada de turistas, ingreso de divisas y gasto
medio no han logrado tener un avance gradual. Por el contrario, han
caído.
El descuido de los programas, las políticas laxas de
sustentabilidad turística y la falta de colaboración con dependencias
federales y estatales provocaron que, desde 2007 y hasta 2010, México
ocupara la décima posición en el ranking mundial de turismo. El objetivo de hacer a México un país líder en actividad turística no se logró.
El turismo cultural, parte medular de los objetivos establecidos
por la Sectur, quedó igualmente en el olvido. La dependencia fiscalizada
no documentó las localidades susceptibles de ser nombradas Pueblos
Mágicos (aquellas localidades que tienen atributos históricos, leyendas y
tradiciones que las dotan de una particular riqueza en sus
manifestaciones sociales y culturales). Carlos Manuel Joaquín,
presidente de la Comisión de Turismo de la Cámara de Diputados, asegura
que “a la Secretaría [de Turismo] le ha faltado impactar ese rubro
[turismo cultural] que puede generar un mayor número de llegadas
internacionales, a través de promoción turística, de tratos, de la forma
de otorgar visas, de conectividad aérea”.
Además, la Sectur no formuló un sistema de control para verificar
el cumplimiento íntegro de los requisitos necesarios para el
nombramiento de Pueblos Mágicos. De igual forma, se evidenció que esta
dependencia no cuenta con la documentación que acredite la entrega de
los nombramientos ni la renovación de los ya existentes.
Hasta el día de hoy, aún existen dos entidades federativas (Baja
California y Durango) que no han recibido nombramientos de Pueblos
Mágicos y se mantienen a la espera de ser alcanzados por los programas
para el fomento de turismo cultural de la Sectur.
Si bien los indicadores de turismo sustentable reflejan el descuido
en los programas de la Secretaría, los números confirman la percepción.
Luego de la fiscalización que sufrió esta dependencia, se detectó que,
de 2007 a 2010, México pasó de la posición 18 a la 23 de 50 países
evaluados en cuanto a ingreso de divisas, documenta la ASF. Las divisas
decrecieron a una tasa de 2.7 por ciento anual, y la participación
mundial de México en materia de turismo disminuyó de 1.7 por ciento a
1.5 por ciento al cierre de 2010.
La Auditoría Superior de la Federación sentencia que “en esta
materia no se avanzó cabalmente en el cumplimiento del objetivo de hacer
de México un país líder en la actividad turística.” A decir de Gustavo
López Pardo, investigador de la UNAM, “los turistas que más gastan no
son los que logramos atraer”.
Un análisis de López Pardo sugiere que de acuerdo con el
comportamiento de las estadísticas en materia de turismo, México no
parece encaminarse hacia los objetivos propuestos para 2010 ni para
2018: “es difícil creer la viabilidad de estrategias como las contenidas
en el Acuerdo Nacional por el Turismo que se firmó en febrero de 2011,
que entre otras cosas pretende colocar a México entre los ’cinco
principales países en materia turística’ para 2018. Esto solamente
implicaría que la llegada histórica de turistas internacionales creciera
123 por ciento y que la captación de ingresos por turismo extranjero
aumentara en 236 por ciento, lo que sin duda representaría dar un salto cuantitativo inédito en la historia del turismo”.
Luego de la fiscalización de la que fue objeto la Secretaría de
Turismo, quedaría al descubierto la inoperancia de los programas de esta
dependencia. Además, ante la prioridad que representan los temas de
sustentabilidad, la respuesta de la Sectur sería insuficiente y
limitada. A decir del diputado Carlos Manuel Joaquín, el descuido en los
programas de turismo cultural y de naturaleza afectaría gravemente la
economía nacional: “el impacto cultural sería muy fuerte, pues el 75 por
ciento de los turistas en el mundo se mueven por aspectos culturales
[…] y el impacto económico sería muy fuerte también”.
El análisis de Gustavo López Pardo confirma el resultado de la
Auditoría Superior de la Federación, pero plantea una solución al
problema que azota al turismo en México: “Nos encontramos en una gradual
pero constante pérdida de competitividad del sector turístico mexicano
[…]. En este contexto, el turismo alternativo en México y ahora el
denominado turismo [de] naturaleza son una opción más de desarrollo en
el campo, debido a que como país [México] cuenta con amplios y diversos
atractivos naturales y culturales que pueden constituir una oferta
altamente competitiva de productos turísticos”.
Por medio de la Dirección de Información de la Secretaría de
Turismo a cargo de Arturo Tornel, se buscó entrevista con la directora
general de Desarrollo Turístico Cultural y de Salud, María Clara
Barreneche; el subsecretario de Operación Turística, Fernando Olvera; y
el director general adjunto de Desarrollo de la Demanda Turística, Raúl
Contreras; sin embargo, al cierre de esta edición no hubo respuesta.
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