6/14/2012

Los periodistas pal café.....



En marzo pasado había una notable preocupación entre algunos de los más encumbrados promotores de la candidatura de Andrés Manuel López Obrador porque no estaban seguros de que hubiera probabilidades de éxito. A mediados de febrero, el tabasqueño había dicho que si en esta segunda oportunidad no ganaba se iría a La Chingada (que luego se supo que era una finca familiar) y las encuestas nacionales de opinión insistían en reportar una aplastante tendencia en favor de Enrique Peña Nieto.
Entonces fue que a alguno de los promotores ejecutivos de la reconducción de la campaña del perredista (la amorosidad, la reconciliación con los empresarios, el adiós al uso del concepto de la mafia del poder, la oferta a los de arriba de una especie de borrón y cuenta nueva, la apertura de un diario nacional usualmente cargado a la derecha) se le ocurrió la posibilidad de consultar a especialistas en encuestas, pero extranjeros. Saltó el nombre clave, casi en busca de exorcismo: Gallup Internacional.
Días después, alguien identificado como ex líder de práctica de Gallup hizo una presentación de la que se tomaron las siguientes notas (que una fuente absolutamente confiable hizo llegar a esta columna el pasado 24 de mayo, aunque sus consecuencias prácticas ya habían sido difundidas aquí mismo desde el 16 de abril): “Su metodología se basa en la experiencia de empresas multinacionales para tratar adecuadamente a los consumidores. Según esto, los que estarían dispuestos a volver a consumir no concordaban con las ventas realizadas. A partir de ahí, se desarrolló el método para conocer más de los clientes que estarían dispuestos en el momento de la encuesta pero que no prefirieron esas marcas al momento de la compra.
“En la elección de 2012 se presentarán los errores más grandes y garrafales de medición por los encuestadores por ignorar un segmento creciente de electores volátiles (los que varían entre preferir a un candidato o a otro). En sus propias palabras, si los encuestadores mexicanos trabajaran para Gallup, ‘ya los habrían corrido’. Estos errores ya han estado presentes en varias elecciones regionales por no saber cómo tratar a un alto porcentaje de volátiles”.
Según esas mismas notas: “Los candidatos tienen tres tipos de electores enfrente: los leales, los volátiles, los anti y los abstencionistas (estos siempre se van a abstener). La estrategia para ganar es: enorgullecer a los leales, cultivar a los volátiles e impedir que los anti se vayan en favor del contrincante. Para ello debe polarizar; hay varios tipos de polarización:
“La polarización ritual ‘es el candidato de mi partido’ (fuertes el PRI y el PAN); la protagónica ‘es el que mejor me cae’ (fuertes los tres partidos); la sustantiva ‘es quien tiene las mejores propuestas’ (PRI y AMLO); la transitoria ‘representa el cambio’ (sólo AMLO); la utilitaria ‘es quien me apoya con beneficios concretos’ (PRI y AMLO) y la mediática ‘responde mejor a los retos actuales’ (los tres son fuertes). La suma de positivos en estos tipos de polarización es 5 para el PRI, 5 para AMLO, 3 para el PAN”.
Para motivar a los volátiles (muchos hoy se sienten al borde del abismo: ya no tienen nada que perder) se propusieron ocho líneas para el discurso de AMLO. Una de ellas: apoya a los jóvenes. Y lo concluido en aquella presentación fue: AMLO tiene el reconocimiento suficiente para atender la mayoría de estas demandas, pero también lo tiene el PRI, desde el punto de vista de los volátiles, según se desprende de sus grupos de enfoque.
A partir de allí, y con posteriores trabajos de una casa encuestadora de reconocida fama internacional, se llegó a la convicción de que se podía recorrer y superar una ruta de empate técnico entre el candidato de las izquierdas y el puntero Enrique Peña Nieto, como se escribió en el Astillero del 16 de abril pasado (bit.ly/HC33nB). Lo que hoy se vive, la confirmación de esa ruta de empate técnico y la viabilidad de que el caballo que alcanza acabe ganando, provienen de aquella recurrencia a los servicios de gurús internacionales en demoscopía y de un estudio cuya difusión, como se decía en la entrega astillera antes mencionada, estaba sujeta a relojes tácticos que por lo visto siguen considerando mejor el silencio. Tres ejes claros: viabilidad del empate técnico con AMLO (algo que en aquellas fechas parecía muy difícil), cambio de discurso para subrayar el cambio verdadero y dejar a un lado la República Amorosa, y la convicción de que las encuestadoras nacionales podrían quedar en terrible ridículo este 1 de julio.
En otra pista del mismo espectáculo, el consejero presidente del Instituto Federal Electoral, quien debe ser garante de imparcialidad en el difícil proceso en curso, ha hecho sentir en Twitter que considera a uno de los contendientes como gurú.
Apenas iniciando la madrugada del miércoles, la tuitera @Patipalabras, cuyo avatar es un emblema de #YoSoy132, hablaba de boletas electorales clonadas y sobrantes en diversos estados de la República, así que escribió: “Propongo una quiniela para ver en qué estado aparece la próxima pendejada de @leonardovaldesz”. Entre otros tuiteros, @JoeMcLemon se sumó al juego en serio y propuso Guanajuato¡¡. Fue entonces que apareció @leonardovaldesz para responder: “@JoeMcLemon Cuánto a que la pierdes, con todo respeto; como dice tu gurú”. Luego, el consejero presidente del IFE se esmeraría en precisar que no se había referido a ningún candidato presidencial, pero muchos tuiteros consideraron que se había burlado de Andrés Manuel López Obrador y que estaba demostrando su animadversión, parcialidad y burla hacia el aspirante izquierdista.
Y, mientras siguen las denuncias de boletas electorales clonadas y sobrantes, continúan en pantalla los anuncios de guerra sucia, se multiplican las denuncias de mala capacitación y organización de funcionarios de casilla, revolotea el fantasma del voto rural, gobernadores financian y brigadas de profesores actúan ya abiertamente, ¡hasta mañana!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero

En las filas priístas las lealtades tienen el valor de un cacahuate garapiñado. Hace un par de años, por este mismo mes de junio, el todavía gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto, visitó Veracruz para darle un espaldarazo en su cierre de campaña al candidato Javier Duarte –el aficionado a enviar millones de pesos en efectivo por avioneta. Entonces se hablaba mucho de los aspirantes a la candidatura presidencial del PRI, entre los que figuraba el gobernador Fidel Herrera. Abordado al final del acto de cierre de campaña de Duarte, en Plaza Lerdo, le preguntaron los reporteros a Peña Nieto:
–¿No se siente apabullado por estar en la tierra de su mejor oponente para 2012?
–No estoy en la tierra de mi mejor oponente, sino en la tierra de mi mejor amigo, que es Fidel Herrera Beltrán –repuso Peña Nieto.
De aquello volaron ya dos años, y ayer, cuando volvió a preguntársele por su mejor amigo, mostró un memoria alzheimera. Se manifestó en favor de que las autoridades investiguen los supuestos nexos de Fidel y Los Zetas. Pues que sea la justicia la que investigue y que aplique la ley. Creo que en este tema he señalado con toda claridad, y en lo personal, que corresponde a las instancias de procuración de justicia hacer las investigaciones y aplicar la ley, trátese de quien se trate, aquí no hay mayor definición de parte de su servidor que no sea otra que aplicar la ley, expresó. (Nótese que se enredó un poquitín con las palabras, es que no se ha inventado un teleprompter portátil). La situación del ex gobernador de Veracruz se complica. Es señalado como protector del empresario Francisco Colorado, acusado por el gobierno de Estados Unidos de lavar dinero para Los Zetas. Al parecer hay un proceso de creación de una cadena de lealtades pripánicas. El gobierno panista no toca a los ex gobernadores priístas –Yarrington, Eugenio Hernández, Moreira, Fidel– a cambio de servicios de intocabilidad a futuro.
Alianza Movistar-Iusacell
Es un tiro largo y a gol el que están disparando Iusacell y Telefónica-Movistar contra la portería del Grupo Slim. Firmaron una alianza para crear la red de telecomunicaciones más grande y rápida del país. Sus clientes de telefonía celular, datos, wi-fi y otros servicios, ganarán acceso a las estructuras de ambas empresas. Movistar tiene más de 20 millones de usuarios, es la número dos del país después de Telcel (América Móvil). La alianza adquiere todavía un significado mayor si se agrega al cálculo la posible fusión de Iusacell y Televisa, la cual ya fue resuelta por la Comisión Federal de Competencia, pero su fallo no se ha hecho público hasta que las partes sean notificadas.
Margarita
Comentaba ayer que Felipe Calderón, al igual que Fox, ya está trabajando por Enrique Peña Nieto. Ambos necesitarían protección de quien podría ser el próximo presidente y ambos saben que Josefina está perdida. Confirmando lo anterior, ayer mismo se informó que Margarita Zavala, la esposa de Calderón, fue hospitalizada por un problema ocular. Margarita había acompañado en algunos actos a Josefina; incluso viajó con ella al debate de Guadalajara. Su convalecencia tardará varios días, justo de aquí a la víspera del primero de julio; por lo tanto, ya no podrá seguir acompañando a la candidata panista. Parafraseando célebre frase: ¿Tú también, Margarita?


A otra que de plano no le cuadran las cifras es a Josefina Vázquez Mota, porque según ella el actual inquilino de Los Pinos no ha endeudado a sus familias. Lo dijo durante su periplo promocional por Aguascalientes y, palabras más o menos, repitió lo que alegremente presumió en el primer debate (6 de mayo), cuando ante las cámaras de televisión y con la edecán de testigo aseguró que sí soy diferente, porque vengo de dos gobiernos que no han endeudado ni hipotecado la vida de tus hijos. A todas luces la declaración de la susodicha no corresponde con la realidad. Es de suponer que la señora convirtió en acto de fe aquel famoso promocional de su partido que en 2006 insistentemente promovía lo siguiente: hay formas de que México avance sin deudas. ¡Felipe Calderón te dirá cómo!
En los hechos –algo no registrado por la candidata blanquiazul– lejos de decir cómo lo haría, el actual inquilino de Los Pinos metió el acelerador a fondo y elevó la deuda pública a niveles nunca vistos, es decir, todo lo contrario de lo presumido por la Vázquez Mota en el primer debate y en su gira por Aguascalientes. Así, los mexicanos están más endeudados que nunca, y cada uno debe el doble con respecto al paquete que, en el mismo sentido, les dejó el priísta Vicente Fox. Como se comentó en este espacio después del aquel 6 de mayo, si a la señora le pasó de noche el aumento sostenido del endeudamiento público, entonces de plano nada tiene que hacer como candidata. Parece que tampoco tomó nota de la advertencia del Fondo Monetario Internacional, el cual resaltó la importancia, para la salud financiera del país, de que la deuda pública se mantenga en una cota de 25 a 30 por ciento del producto interno bruto. Con Calderón tal nivel sobrepasó 33 por ciento del PIB, y le faltan algunos meses para mejorar en la tabla de goleo.
A lo largo de los dos gobiernos panistas, el saldo de la deuda pública se incrementó en la friolera de 13 puntos porcentuales del producto interno bruto. Si para la Vázquez Mota este resultado equivale a no endeudar a las familias ni hipotecar la vida de tus hijos, entonces estamos fritos. Durante su campaña electoral, Felipe Calderón se la pasó lanzando ajos y cebollas en contra del peligro para México porque, subrayaba, su “proyecto económico (el de AMLO) es insostenible: endeudaría más a México y generaría inflación y crisis económica como las del pasado. Su propuesta es como echarle fuego a la gasolina. En el PAN se han hecho cuentas y (para sostener tal proyecto) se tendría que recurrir al endeudamiento y después vendría la crisis económica… No se le puede apostar al viejo esquema de crisis y deuda, porque de optar por esa alternativa (…) el pueblo tendrá que seguir pagando las deudas del padre irresponsable” (26 de junio de 2006). Y se quedó tan tranquilo.
Sabias palabras las de Calderón como candidato panista, porque ya con él en Los Pinos, México registró la crisis más profunda en ocho décadas, el peor comportamiento económico desde la década perdida y el incremento sostenido de la deuda pública, de tal suerte que el pueblo tendrá que seguir pagando las deudas del padre irresponsable. Qué bueno que el peligro para México era otro. Y ya se escucha a Josefina Vázquez Mota repetir el estribillo.
Como se ha comentado en este espacio, la estadística de la Secretaría de Hacienda permite documentar lo siguiente: al cierre del año 2000 –es decir, cuando Vicente Fox comenzó a despachar en Los Pinos– el saldo de la deuda pública total neta representaba 19.9 por ciento del producto interno bruto; casi 12 años después (al concluir marzo de 2012, cifras oficiales más recientes), tal proporción se había elevado a 33.1 por ciento del PIB, o lo que es lo mismo, un crecimiento de 13.2 puntos porcentuales entre una fecha (la llegada de Fox) y otra (la cercana salida de Calderón). Como se observa, estas cifras dan solidez a lo dicho por la Vázquez Mota (vengo de dos gobiernos que no han endeudado ni hipotecado la vida de tus hijos y Felipe Calderón no ha endeudado a sus familias).
De acuerdo con la SHCP, en diciembre de 2000 el saldo de la deuda interna neta del sector público federal (que incluye el débito neto del gobierno federal, de los organismos y empresas controladas y de la banca de desarrollo) ascendió a 606 mil 182.2 millones de pesos, monto equivalente a 9.8 por ciento del producto interno bruto de entonces. Por su lado, el saldo de la deuda externa neta de igual sector sumó 76 mil 11.4 millones de dólares, igual a 10.1 por ciento del PIB. El monto conjunto de ambos renglones representó 19.9 por ciento del producto interno bruto.
Casi 12 años después, al cierre de marzo de 2012, el monto de la deuda interna neta del sector público federal ascendió a 3 billones 372 mil 85.2 millones de pesos (456 por ciento de incremento nominal con respecto al saldo de diciembre de 2000), equivalente a 23 por ciento del producto interno bruto, mientras el relativo a la deuda externa neta del propio sector llegó a 116 mil 360.2 millones de dólares (alrededor de 53 por ciento de aumento nominal en comparación con el último mes de 2000), saldo equivalente a 10.1 por ciento del PIB. El monto conjunto de ambos renglones representó 33.1 por ciento del producto interno bruto. Pero a la candidata blanquiazul sólo le preocupa la deuda de Coahuila.
Así, en los 12 años de gobiernos panistas, de los que viene Josefina Vázquez Mota, el saldo de la deuda neta total del sector público federal (interna y externa) se incrementó 66.33 por ciento en términos reales, al pasar de 19.9 por ciento del PIB en diciembre de 2000 a 33.1 por ciento en marzo de 2012. Lo mejor del caso, como ha documentado la Auditoría Superior de la Federación, es que una de las causas del sostenido incremento de la deuda pública es que los nuevos créditos se emplean básicamente para el pago de intereses y no para reducir el capital, lo que provoca que el monto de los pasivos siga en aumento. Pero, dice la candidata panista, “no han endeudado ni hipotecado la vida de tus hijos… ni a tu familia”.
Las rebanadas del pastel
Agarraos, que realidad mata discurso: “los países en desarrollo, a los que pertenece México, deben prepararse para un largo periodo de inestabilidad económica y volver a prestar atención a estrategias de desarrollo de mediano plazo… En América Latina, el panorama a corto plazo se ve ensombrecido por el débil contexto externo y limitaciones en la capacidad de algunas economías” (Banco Mundial, Perspectivas de la economía internacional).


Un corresponsal extranjero dio por hecho que se trataba de una caracterización de Pancho Villa, pero los elementos de la indumentaria apuntan más bien a Emiliano Zapata. Da igual: el hecho es que se ha recogido el símbolo de un revolucionario mexicano –de cualquiera de ellos o, mejor, de ambos– y se le ha agregado un emblema adicional: el rostro caricaturizado de Guy Fawkes, el fundamentalista católico que a principios del siglo XVII trató de volar el Palacio de Westminster y que hasta hace muy poco era, o sigue siendo, considerado un canalla, hasta el punto en que el 5 de noviembre, en la Gran Bretaña actual, se conmemora su fracaso con fuegos artificiales y postres tradicionales.


El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CEE), Gerardo Gutiérrez Candiani, se pronunció ayer en contra de la propuesta formulada por el aspirante presidencial del Movimiento Progresista, Andrés Manuel López Obrador, de reducir los salarios de los altos funcionarios públicos, pues dijo que éstos tienen mayor responsabilidad, y en consecuencia deben ser gente muy preparada y bien pagada. A renglón seguido, el líder empresarial dijo que los recortes propuestos por el candidato de las izquierdas podrían ocasionar que precisamente por esos bajos salarios (los funcionarios) caigan en otros temas que son los que deberíamos atacar, como la corrupción.

De dónde ahorrar $300 mil millones
¿De dónde pueden salir los 300 mil millones de pesos que AMLO propone se reduzcan al gasto burocrático y por medidas de austeridad para financiar programas de desarrollo económico y social? El PRIAN dice que esto no es posible, cuando en realidad existen muchas fuentes. Por ejemplo, la reducción en 50 por ciento de altos sueldos liberaría 134 mil millones; por medidas de austeridad se pueden ahorrar alrededor de 200 mil millones. La evasión fiscal supera 200 mil, de acuerdo con el SAT, y 800 mil millones, según declararon en su momento Calderón y Carstens.

Los jóvenes militantes del movimiento 132 han apuntado con tino. Televisa, patrocinadora del candidato del PRI, Enrique Peña Nieto, es un conjunto de muy poderosos intereses económicos y políticos opuestos a la democratización del país. Es necesario recordar que constituye un oligopolio tan poderoso que, como sabemos, su director y accionista principal puede comprarse, para pasear ocasionalmente, un yate de 2 mil 600 millones de pesos (equivalentes al costo de las casas para más de 20 mil personas; y no es, por supuesto, su único lujo). Por otra parte, sus aliados y testaferros, lo que se ha denominado la telebancada, forman parte importante del Congreso de la Unión. De esta manera, y con la complicidad y debilidad de otros actores, ha logrado imponer leyes que están a su servicio y hace crecer cada vez más su poder.

El primer debate me pareció un tanto plano, el de este último domingo tuvo mejor estampa y a leguas se vio quiénes tienen más estatura política y quiénes pasarán a la historia como comparsas de una elección. Uno de éstos, el del ego inversamente proporcional a su capacidad, quedará como sinónimo de lo patético. No quería mencionar su nombre, pero evitaré dudas: me refiero al señor Quadri.



Poco o nada han dicho los candidatos presidenciales en México acerca de las cuestiones de política exterior. Es comprensible ese silencio. Los temas internacionales no suelen incidir en las preferencias del electorado en México. Lo mismo ocurre en casi todos los demás países.



Si algo nos ha probado la experiencia de las últimas semanas es la imprevisibilidad de los cambios en la arena política. ¿Quién iba a imaginar que el apacible curso electoral se vería afectado por una sublevación juvenil iniciada en la Ibero? Cuando ya todo parecía atado, y bien atado, para el candidato del PRI, aparece un grupo de jóvenes que no aceptan al futuro vencedor fabricado por Televisa y exigen la democratización de los medios, frase que no obstante ser cuestionada por los expertos es un mensaje claro que la mayoría entiende. En última instancia, la reacción estudiantil es una expresión del más puro democratismo: para elegir en conciencia requerimos estar informados, y hoy no lo estamos. Esa es la condición para que el ejercicio del voto no sea un ritual vacío sino un acto de libertad. La oportunidad del reclamo universitario fue tal que en unos días las televisoras cambiaron la actitud displicente que tenían ante el debate presidencial y adoptaron medidas para satisfacer las más inmediatas exigencias de los jóvenes, aunque el Estado –a través del IFE y la Secretaría de Gobernación– quedara como un testigo subordinado del poder legal de las empresas.

Ninguno de los temas abordados en el segundo debate por la Presidencia de México pudo desahogarse en los tiempos asignados, ni esa fue la intención. Menos uno tan complejo como el de las relaciones exteriores y sus vínculos con la dinámica interna. Aunque menos acartonado, el diseño fue manejado con precisión profesional por Javier Solórzano y puso a prueba la capacidad de síntesis de los aspirantes. Se privilegiaron imagen y lenguage corporal, para enviar telegramas de no más de 2 y medio minutos, con los dos punteros, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y Enrique Peña Nieto (EPN) cuidando sus posiciones, el primero creciendo y el segundo desgranándose ante el efecto desmitificador y multiplicador del Soy132, cuyo acierto al rechazar al autoritarismo priísta y al duopolio televisivo recibe creciente endoso nacional y el respaldo implícito del exterior, como el del rotativo londinense The Guardian.

Crece con fuerza su nombre como ejemplo de la gloria deportiva cubana. Su edad y su salud lo presentan como prototipo ideal para presidir el Comité Olímpico Cubano.

El lunes 11 el presidente Hugo Chávez explicó a una gigantesca marea humana los ejes del programa político para su candidatura a la presidencia en el periodo 2013-2019. El acto dio inicio al proceso de consulta ciudadana sobre el documento, del que surgirá el Segunda Plan Socialista Simón Bolívar. La multitud colmaba la plaza Diego Ibarra, cercana al Consejo Nacional Electoral (CNE), y se desbordaba a lo largo de la extensa Avenida Bolívar y las arterias y plazas aledañas siguiendo el discurso en grandes pantallas. Chávez acababa de inscribirse ante el CNE como candidato a las elecciones del próximo 7 de octubre y de entregarle su propuesta política, un documento de gran valor histórico y político, sustentado en una lúcida mirada al presente y al futuro desde la historia, el pensamiento y la ética humanistas de raíz indolatinoafricana y universal (chavez.org.ve/Programa-Patria-2013-2019.pdf).

Apasionada soy de Georges Simenon, leo todas los libros que puedo conseguir sobre el comisario Jules Maigret y veo las series televisivas donde el actor recién fallecido Bruno Cramer representa a este personaje inventado por el escritor belga hacia 1929 y sobre el cual escribió más de 75 novelas y muchos cuentos, convertidos en clásicos de la literatura y del cine policiacos. Sería imposible deslindar en mi imaginario al Maigret descrito por Simenon del Maigret actuado por Cramer.

En contra de la corriente del no voto que pienso minoritaria, muchos iremos a las urnas en un par de semanas más. No soy politóloga, sino una simple ciudadana que hace crítica de teatro, pero quiero aprovechar el momento para expresar la razón del voto que emitiré, tratando de ligarlo a la materia por la que La Jornada me concede este espacio, y quiero hacerlo antes de que mi candidato gane para no sumarme a lo que suele llamarse la cargada, con algunas observaciones que, si se vuelven a hacer las trampas que ya se cocinan con el sufragio y se unge a otro, carecen de sentido porque nada de lo que aquí escribo tendría posibilidades con otro presidente. Desde luego, votaré por Andrés Manuel López Obrador, aunque la izquierda que representa no sea la misma que muchos soñamos en tiempos pasados, sino la posible instalación del estado de bienestar –sin las rémoras corruptas que lo opacaron en las décadas del priísmo–, lo que a estas alturas es suficiente en vista de cómo están las cosas. Por eso votaré por él, por su incuestionable honestidad –a pesar de las andanadas calumniosas en su contra– y por lo que añadiré en lo tocante al teatro, en el que tiene muy talentosos seguidores, alentada por la estupenda primavera estudiantil que ya parece irrigarse hacia otros estamentos.

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