Escrito por Autor Invitado
Jorge Meléndez Preciado
Los jóvenes gritaban con razón en 1968:
“Prensa vendida”. No hubo medio que les diera realmente posibilidades
de expresar sus inconformidades, aunque dos tuvieron momentos
significativos: El Día y Excélsior. La televisión resultó la caja de
resonancia del poder y en ella estuvo ausente el reclamo de los
muchachos. Por eso años después Molotov cantó: “Que no te haga bobo
Jacobo” (Zabludovsky).
Sólo algunos notables estimularon a
los insurgentes: Renato Leduc, Ermilo Abreu Gómez y otros que colgaron
mantas de la Asociación Mexicana de Periodistas (AMP), antecedente de la
UPD, en Filomeno Mata 8
Tres años después hubo cambios. El 10 de
junio los reporteros y especialmente los fotógrafos, se rebelaron
contra dueños y autoridades y mostraron la masacre en San Cosme,
ordenada por Luis Echeverría y Alfonso Martínez Domínguez. Y entre las
escenas donde asesinaron a 44 estudiantes, salieron los Halcones con
varas de bambú y rifles. Se trató, entonces, de la primera liberación
real de los informadores.
El domingo 10 de junio, a las 12 horas, que los #132 salen nuevamente a tomar las calles, el grupo Periodistas libres
citan en apoyo a los indignados en Corregidora y Plaza de la
República. Otra muestra de la solidaridad de quienes cubren
acontecimientos diversos pero no son ajenos a la trasformación social
que necesitamos.
Recordemos que hace dos años las Periodistas de a pie convocaron
a protestar contra el asesinato de tecleadores. La matazón ante la
indiferencia de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, y los
dueños de medio, continúa. Es hora de tomar la historia en nuestras
manos.
jamelendez44@gmail.com
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