"Haremos
todo lo posible para que se evite el uso de mercados de carbono que en
lugar de conducir a la reducción de emisiones, las incrementan"
Los Tiempos
Para entender cómo llega Bolivia a la reunión más importante sobre
medio ambiente donde participan 200 países, entrevistamos a René
Orellana, jefe de la delegación boliviana ante la COP18 que se
realizará en Doha, Qatar, entre noviembre y diciembre de este año.OH!
En la declaración de la CAOI se afirma que tanto Bolivia como Ecuador
son países con una lógica estatal extractivista. ¿Cuál es la realidad
del país de acuerdo a su vision particular?
Bolivia tiene una
economía basada en la minería desde su origen republicano como
resultado de una configuración de especialidad minera desde la colonia.
En el siglo 20 los hidrocarburos ocupan un lugar también central en la
economía y en la política nacional, tanto así que es motivo de una
guerra, la del chaco. Minería e hidrocarburos fueron las bases de una
economía y la construcción de un proyecto estatal nacional en nuestra
historia y los ciclos de nacionalización y privatización de estos
recursos marcaron la lucha de los movimientos sociales y constituyeron
la veta ideológica para pensar un proyecto estatal de control de los
recursos naturales y su renta y una visión de país. Un país que ha
nacido con una base económica minera y luego hidrocarburífera no puede
cambiar de un día para otro hacia una economía más diversificada,
necesita un proceso. Acusar al Estado de priorizar la economía minera o
hidrocarburífera y asumir que ésta es su visión de desarrollo, es
radicalmente equivocado. ¿Dónde está nuestra visión de estado y
economía? Sin duda en nuestra nueva constitución.
Allí veremos con
claridad que nuestro horizonte es una economía plural y diversificada.
Un instrumento normativo que desarrolla esta visión es la Ley de la
Madre Tierra y Desarrollo Integral para Vivir Bien recientemente
aprobada. Esta Ley, consensuada con las organizaciones sociales,
expresa nuestra visión de desarrollo y la importancia de promover la
diversificación de la economía; expresa la necesidad de diversificar la
producción agropecuaria promoviendo acciones para la eliminación
progresiva y gradual de los productos transgénicos, la necesidad de
promover la protección y conservación de áreas protegidas y de cambiar
los patrones de producción contaminantes, de conservar nuestros bosques
pero también de aprovechar nuestros potenciales agropecuarios
promoviendo una inversión de la pluralidad de actores económicos, de
apoyar y promover los emprendimientos productivos y empresariales
pequeños, medianos y grandes, de fortalecer la economía campesina e
indígena, etc.
Un proceso de cambio que está en maduración y en
análisis sobre cómo implementar su constitución requiere una
autocrítica y parte de ella es ver qué hacemos con esta herencia
histórica colonial y republicana con una fuerte economía minera con
actores políticos tan duros como los cooperativistas, que generan 120
mil empleos, y a los cuales debemos incorporar en un sistema formal,
regulado, ambientalmente sostenible y rigurosamente controlado en este
sentido, para que sigan contribuyendo a la construcción del país. El
tener una economía que ya se ha construido sobre estas bases, no quiere
decir que el Estado la esté promoviendo de facto como prioridad en su
enfoque y sus planes de desarrollo. La construcción de una economía
diversificada y plural es un proceso. ..
Un Estado es
extractivista cuando sus políticas y planes priorizan en el corto,
mediano y largo plazo las actividades extractivas como los factores
centrales de su economía. Nuestro Estado y nuestro gobierno no están en
ese camino. Justamente el deber de nuestras organizaciones sociales y
de quienes estamos comprometidos con el proceso de cambio es construir
propuestas para que los recursos provenientes de la renta generada por
actividades extractivas sean usados para sembrar una economía
diversificada, de base ancha. Es importante no confundir un Estado con
una fuerte economía extractiva con un Estado extractivista. Ambas cosas
no son lo mismo. Es fácil desde un discurso ambientalista echarle toda
la culpa a las industrias extractivas sin plantear una estrategia de
largo plazo que nos permita erradicar la pobreza y resolver la falta de
empleo. Necesitamos tener una visión de desarrollo integral en armonía
con la Madre Tierra y no suscribirnos a una crítica simplista de pensar
que el desarrollo es el enemigo.
OH! ¿Cómo se está trabajando en implementar alternativas que promuevan el desarrollo inclusivo y ambientalmente regulado?
Un
instrumento importante, es la Ley de la Madre Tierra que acabo de
explicar. Esta ley establece 10 objetivos de desarrollo integral y 13
bases y orientaciones para el vivir bien. Entre los objetivos destaca
el cambio de patrones de producción contaminantes, los patrones de
consumo insostenibles, fortalecer la conservación de la naturaleza y
del sistema de áreas protegidas, priorizar la seguridad alimentaria.
Por otra parte se ha creado el Mecanismo de Adaptación y Mitigación en
Bosques en el marco de la gestión integral de bosques (MAMB) que debe
permitirnos en el mediano plazo bajar drásticamente los índices de
deforestación y de degradación de tierras, y lograr una comunión entre
la frontera agrícola y los bosques a través de la gestión integral de
bosques y de esa frontera agrícola, con incentivos económicos del
Estado pero también con control riguroso, para lograr una relación
complementaria entre la agricultura, la pecuaria y el bosque.
El
primer paso es crear una política pública, y lo hemos hecho con el
MAMB, que Bolivia ha propuesto y ha logrado que se apruebe en Durban
(en la COP17), en la línea de tener una coherencia entre el nivel
internacional y el nacional.
El otro paso es que este mecanismo
funcione, y para ello hay que constituir la Autoridad de la Madre
Tierra, que está creada ya en la Ley de la Madre Tierra y Desarrollo
Integral. Esta básicamente es una autoridad climática que va a manejar
tres mecanismos: el de Bosques, el de Mitigación y el de Adaptación.
Bolivia le ha dicho no al Mecanismo de Reducción de Emisiones por
Degradación y Deforestación (REDD+) basado en mercados de carbono desde
siempre, pero además ha tenido la capacidad de presentar al mundo una
propuesta alternativa logrando que sea incluida en los documentos
oficiales de Naciones Unidas y en su legislación nacional.
OH!
Siendo que REDD+ y sus esquemas de mercado han avanzado notablemente en
las negociaciones de las diferentes COP, ¿puede considerarse la
propuesta boliviana como una opción igual de válida? Y, ¿si Bolivia le
ha dicho no a REDD+ porqué ha aceptado fondos para programas
relacionados? ¿Qué va a suceder con ese dinero que debía destinarse a
estos proyectos?
Es cierto que la recepción de los fondos del
Programa de las Naciones Unidas para REDD+ (UNREDD+) ha sido aprobada
después de la Conferencia de los Pueblos en Tiquipaya, no obstante el
hecho que el “No a REDD+” había sido una posición dura de Bolivia en
Cancún. Por ello, para ser consecuentes, el Estado ha decidido que
UNREDD+ no va más como un programa orientado a mercados de carbono; lo
cierto es que ni siquiera llegó a implementarlo. Los cuatro millones de
dólares del fondo de UNREDD+ Bolivia estuvieron dormidos por este
debate. El Estado boliviano ha presentado la alternativa del MAMB ante
las Naciones Unidas y recientemente en la reunión de la Junta de
Gobierno de REDD+ realizada en Congo, después de una rigurosa
explicación y debate de parte de nuestras autoridades ambientales
nacionales,se ha decidido que ese dinero vaya a fortalecer el mecanismo
de bosques de Bolivia no basado en mercados, así hemos logrado reparar
una incoherencia respecto de una decisión tomada en 2010, con una
acción de política pública que tiene que convertirse en realidad a
través de la aplicación de la Ley de Madre Tierra y Desarrollo
Integral. Para ello es fundamental reglamentar la Ley de la Madre
Tierra pronto y ya se está trabajando en una comisión para que se
preparen las bases normativas que permitan que la Autoridad de la Madre
Tierra y sus mecanismos empiecen a funcionar
La Ley también
establece que la Autoridad de la Madre Tierra administra el Fondo
Plurinacional de la Madre Tierra, el cual contará con recursos de nivel
nacional e internacional.
OH! ¿Quién va a fiscalizar el buen uso de estos fondos?
La
Autoridad va a tener un fideicomiso del Banco Central y ese fondo va a
tener fuentes que están contempladas dentro de la Ley de la Madre
Tierra. Esas fuentes son bilaterales, para lo cual ya tenemos avanzadas
negociaciones muy consistentes con la cooperación internacional: los
fondos destinados a UNREDD+ de varios países deberían ir en esta
dirección, como un fondo semilla. Noruega le está dando a Brasil e
Indonesia 1000 millones de dólares para sus programas de bosques,
nosotros debemos desarrollatr rápidamente gestiones para captar
recursos financieros. En esta dirección deben trabajar en el corto
plazo el Ministerio de Planificacion, el Ministerio de Medio Ambiente y
la propia Autoridad de la Madre Tierra.
OH! Pero Brasil e
Indonesia están aplicando proyectos REDD+, ¿cómo puede acceder Bolivia
a estos fondos sin entrar en REDD+? ¿La posición boliviana de negar los
mercados de carbono es rotunda?
No hay mercado de carbono
para Bolivia, no está en nuestra vision y nos parece un grave error que
se promuevan estos mercados que pueden generar doble contabilidad de
reducción de emisiones y evitar que los países desarrollados hagan
reducciones domésticas. No podrían decir a Bolivia que nuestra
propuesta alternativa no procede, porque el Mecanismo de Bosques para
la Adaptacion y Mitigación planteado por Bolivia ya está incluido en
las decisiones de Naciones Unidas, concretamente en las decisiones de
la COP 17 realizada en Sudafrica, en el parágrafo 67 de la decisión
sobre acuerdos de largo plazo. Ya tenemos el frente externo resuelto
con la normativa jurídica con nuestro mecanismo, y el frente interno
con nuestra política pública en la Ley de la Madre Tierra. Discurso
externo y discurso interno tienen que ser coherentes y estamos en ese
camino. La Ley de la Madre Tierra le ha dado coherencia a muchos temas.
OH!
¿Qué va a pasar con el tema del Territorio Indígena y Parque Nacional
Isiboro Secure (TIPNIS)? Sé de activistas en contra de la carretera que
ya están viajando a Doha...
Yo quisiera expresarles a los
compañeros que están usando este escenario internacional como
plataforma de desprestigio del gobierno que el TIPNIS no es un tema de
negociación en cambio climático; al escenario del cambio climático se
lo está convirtiendo en un escenario de desprestigio a un Estado y no a
un gobierno, y eso preocupa. Falsamente estigmatizan a nuestro país
diciendo que la estrategia boliviana es cocalera, casi en un tono
acusatorio de narcotráfico. Esta campaña descalificadora y de
destrucción de la imagen del propio país no le hace ningún bien a
Bolivia. Y va sumando fuerzas para quienes preparan el camino para una
franca destrucción de la imagen de nuestro proceso de cambio. Quienes
están en esta línea ofreciendo a los que están en contra del proceso de
cambio argumentos para minarlo procesual y progresivamente, están
preparando conciente o inconcientemente el camino para la restauración
del Estado colonial y neoliberal. El debate sobre el TIPNIS debemos
hacerlo en nuestro país, buscando soluciones de fondo que integren y
compatibilicen los derechos de la Madre Tierra, los derechos de los
pueblos indígenas y la obligación del Estado de crear condiciones
materiales para que podamos vivir bien.
Considero que nuestro
país debe vincular a la Amazonía, una región inmensa que ha estado
lejos de la mano del Estado no sólo en su versión institucional, de
control y de resguardo de los bienes públicos, de seguridad ciudadana y
de bienestar colectivo, sino también del acceso a los beneficios de un
Estado que tiene capacidad para invertir y que debe socializar los
ingresos y los beneficios, que debe distribuir la riqueza para
beneficio colectivo. La inaccesibilidad de la Amazonía ha sido un freno
para ello, favoreciendo el surgimiento de cacicazgos patronales,
empoderando a pequeños reinados y reyezuelos que no respetaban los
derechos economicos y sociales de los pueblos indígenas y las
comunidades campesinas. El Estado tiene que incorporar comunicación y
acceso a esa parte del país. Y debe hacerse contruyendo infraestructura
y también proveyendo servicios con una estrategia geopolítica que
también nos vincule con el nivel internacional, otra discusión es por
dónde vamos a hacer la o las carreteras. Las dos discusiones, la de
integración con desarrollo integral para vivir bien de manera
complementaria con la Madre Tierra y la de la construcción de una
carretera se han juntado en una sola y ya no es el debate
lamentablemente el por dónde vamos a hacer la carretera si no si debe o
no hacer carreteras. ¡Claro que hay que hacer carreteras! Este país
necesita vinculación para que la gente acceda a servicios básicos. El
concepto de desarrollo está en nuestra Constitución varias veces
planteado y vinculado al enfoque de economía plural e implica
necesariamente vinculación, acceso al mercado, a servicios, a áreas
geográficas y sectores que proveen bienes e insumos para la producción
y la transformación de bienes alimentarios entre otros, a la
exportación etc. Bolivia necesita construir una carretera en el norte.
La cuestión es por dónde construirla y ese tema de discusión debe
realizarse compatibilizando los derechos de la Madre Tierra, los
derechos de los pueblos indígenas, los derechos económicos y sociales
de todos los bolivianos y la obligación del Estado de crear las
condiciones para un desarrollo integral de escala nacional. Lo local y
lo nacional deben integrarse, y también en el marco de una mirada de
estrategia geopolítica, ambiental y económica internacional. Bolivia no
puede ser una isla rodeada de tierra mirándose el ombligo. En lugar de
que estrategias externas utilicen hegemónicamente nuestro espacio,
nuestras riquezas, nuestra naturaleza, nosotros debemos funcionalizar
variables externas a nuestro proyecto estatal plurinacional de
desarrollo integral, articulándonos afuera para fortalecer nuestra
estrategia en armonía con la Madre Tierra.
OH! Ya en la COP18, ¿Qué negocia Bolivia y qué no?
El
concepto no es qué vamos a negociar sino qué queremos de Doha. En Doha
es importante para nosotros primero concluir el Plan de Acción de Bali
en los temas centrales como mecanismos institucionales claros para la
transferencia de tecnología; necesitamos dar un mandato para que entre
otros temas se incluya la flexibilización de derechos de propiedad
intelectual para patentes y licencias para el acceso a tecnologías, no
a través de créditos ni ventas, sino a través de medios no
reembolsables como la transferencia de tecnología a través de la
cooperación bilateral o multilateral, a través de donaciones, a accesos
no retribuidos económicamente, así como acceso a asistencia técnica en
óptimas condiciones financieras, es decir compensación en el marco de
la deuda climática a los países desarrollados. Necesitamos claridad, de
tal manera que no aparezcamos en un contexto de mercados de tecnología
sino de provisión de tecnología.
Luego necesitamos claridad en
el tema de provisión de financiamiento, hay que establecer un mecanismo
de monitoreo, revisión y verificación de la provisión de
financiamiento, lo que se denomina MRV, para tener la certeza de que el
financiamiento está fluyendo de acuerdo a las condiciones y compromisos
hechos por los países desarrollados. El Comité Permanente de
Financiamiento debería tener atribuciones para hacer el seguimiento y
ejecutar este sistema de MRV. En lo que hace a bosques, Bolivia por
supuesto quiere que se desarrolle el MAMB y también ha planteado un
Mecanismo Internacional de Pérdidas y Desastres, que incluye
compensación para migraciones, relocalizaciones de poblaciones por
impactos climáticos severos, compensaciones e indemnizaciones y
recursos de movilización inmediata para la reconstrucción,
rehabilitación de infraestructura y economía dañadas, atención a
damnificados, etc.
Debemos contar con compromisos ambiciosos de
reducción de emisiones de los países desarrollados en el marco del
Segundo Período de Compromisos del Protocolo de Kioto, garantizar altas
reducciones de emisiones de parte de los países desarrollados que han
salido del Protocolo de Kioto y que no serán parte del Segundo Período
de Compromisos como Estados Unidos, Japón, Rusia y Canadá. También es
fundamental contar con un sistema de control riguroso y con reglas de
contabilidad y verificación de los compromisos de reducción de
emisiones por parte de esos países para que no nos digan que redujeron
sus emisiones y no tengamos la certeza técnica que lo hicieron por
ausencia de sistema e institucionalidad de control. Haremos todo lo
posible para que se evite el uso de mercados de carbono que en lugar de
conducir a la reducción de emisiones, las incrementan.
OH! ¿Ha
cambiado en algo la posición de Bolivia respecto a los mercados siendo
que dentro de la estrategia de mitigación se incluye el medir cuánto
carbono capturan nuestros árboles?
Es obvio que nuestros
bosques están capturando carbono y éste es un beneficio para la
humanidad y la Madre Tierra, el rol de nuestros bosques no será mas
valioso porque se vendan bonos de carbono o no. Es nuestra obligación
conservar nuestros bosques más allá de la existencia o no de mercados
de carbono asociados a ellos. Hoy REDD+ sigue siendo un sistema de
mercado. En Cancún le dijimos al mundo “Bolivia no quiere REDD+ ni en
Bolivia ni en ninguna otra parte”, de hecho vino un país que nos
observó diciendo que si Bolivia no quería REDD+, era su derecho pero
que respetara a los que sí lo querían. Hoy Bolivia dice: “¿Ustedes
quieren REDD+? es su decisión, nosotros les advertimos de los peligros
pero respetamos las posiciones soberanas de los otros países y serán
sus pueblos quienes los juzguen y quienes promuevan cambios en sus
decisiones”. Nosotros no vamos a ir con REDD+ así que presentamos esta
otra alternativa que está en la Ley, está en el documento de Durban y
que es una opción para otros países. No vamos a ayudar a un país
desarrollado a hacer su trabajo de reducir sus emisiones; tiene que
hacerlo domésticamente.
OH! ¿Cuáles son las similitudes y cuáles las diferencias dentro de las coaliciones (G77, LMDC) a la que Bolivia pertenece hoy?
Hemos
construído con mas de 24 países un grupo de aliados que se llama Grupo
de Afinidad o LMDC por su sigla en inglés. Nuestra coalición es muy
consistente porque tiene a los países con la población más grande del
mundo como China e India. Siempre hay diferencias: Bolivia es muy duro
en el criterio de que no deben promoverse los mercados de carbono, y
algunos países han planteado discutir esto, pero sí hemos hecho un
esfuerzo común para consensuar que los mecanismos de flexibilidad del
Protocolo de Kioto se deben aplicar a los países que están en el
segundo periodo de compromisos , y que los países que se salgan del
segundo periodo de compromiso y reniegan del Protocolo no pueden
beneficiarse de estos mecanismos. Ese es un acuerdo absoluto.
Protocolo de Kioto, una prioridad
OH! Con la nueva estrategia boliviana de establecer alianzas y coaliciones, ¿se fortalece su postura?
Bolivia
está coordinando el grupo de pérdidas y desastres y el grupo de
adaptación en el G77, esto es parte de una nueva estrategia que ha
tenido Bolivia de no aislarse, de hacer grandes coaliciones y sumar
fuerzas, y ahora coordina estos grupos. Lo cual nos facilita el
trabajo. Bolivia ha presentado varias propuestas para un sistema
jurídico y metodológico para controlar a los países desarrollados que
se han salido del segundo período del compromisos del Protocolo de
Kioto como Japón, Canadá y Rusia y que por tanto no les rige ningún
sistema de contabilidad, ninguna regla ni control, ni ningún sistema
para verificar si cumplen o no.
El Protocolo de Kioto es un sistema de reglas, de contabilidad, de metodología, de instrumentos técnicos y de gobernanza.
OH!
¿Y con la salida de estos países y la negación de Estados Unidos de
participar en él desde siempre, qué va a pasar con el Protocolo de
Kioto?
Hay una intención peligrosa, sobre todo de Estados
Unidos, de jalar a otros países para que se salgan del Protocolo de
Kioto, con lo que un segundo periodo de compromiso quedaría cojo y
débil, pero vamos a ver qué pasa en Qatar. Bolivia insiste en que se
consolide el segundo periodo de compromiso en la forma más
representativa posible, pero casi 80% de las emisiones de los países
Anexo 1 (los países desarrollados) queda fuera de control al salirse
cuatro países del segundo período de compromisos,¿De qué nos sirve
entrar a un segundo periodo de compromiso sino tenemos a estos cuatro
países con algún sistema de control?
El sistema de control lo
estamos trabajando en el grupo de trabajo de largo plazo y en el
subgrupo de mitigación de los países desarrollados. Bolivia ha
presentado varias propuestas específicas para que haya un sistema de
control sobre estos países.
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