Pero a diferencia del pueblo chileno , Hillary quería otro presidente para Chile.
La
elección estadunidense del domingo pasado fue un respiro en el
horroroso clima político y económico del planeta. La buena
derrota de los republicanos significa que el mundo y los
políticos elementalmente conscientes están luchando contra
“El Nuevo Orden Mundial” , una aberración largamente planeada
y anunciada por ese minúsculo, pero diabólico, clan de los
inmensamente ricos, que surgen a la superficie como bancos e
inmensas transnacionales y en partidos políticos de extrema
derecha.
Bien que mal Obama se manejó hábilmente. Al principio de su primer periodo decepcionó a muchos que habíamos seguido su campaña y entendido que era un verdadero demócrata, no sólo en el sentido del partido político al que pertenece , sino “de corazón”. Recuerdo que durante aquella primera campaña algunos hasta hasta llorábamos cuando explicaba lo que deseaba para su país y en general para el ser humano. Pero luego, cuando se alzó con la victoria , fue evidente que había tenido que tragarse muchos sapos para que lo dejara sobresalir el sistema , y que de acuerdo a la deportiva ley anglosajona del “fair play” , que había pactado hasta con su contrincante Bush , que no merecía “más que el cadalso” por su maligno periodo presidencial de los 4 años anteriores que todavía están pagando muchos países del planeta, encabezados por Iraq.
La impunidad de los presidentes , en Estados Unidos como en todas partes es obvia. Fue también visible que tuvo que pactar con la que había sido su propia contrincante Hillary Clinton y que el precio a pagar por haberla también vencido en la elección interna del Partido Demócrata, fue darle dentro de su gabinete el mejor puesto, el de Secretaria de Estado, la política exterior de USA, porque presuntamente “él no entendía” de eso. Sea dicho de paso ella como senadora “demócrata” por el estado de New York , había votado por la guerra bushiana contra Iraq en 2003.
A Hillary Clinton le debe Michelle Bachelet, presidenta de Chile del 11 de marzo de 2006 y al 11 de marzo de 2010, la derrota electoral que sufrió al pretender reelegirse. “Caracterizado por “social", su mandato debió enfrentar la crisis económica mundial de 2008, repuntando sus cifras de popularidad gracias a la evaluación positiva que los chilenos hicieron respecto a su gestión,[]alcanzando índices históricos que ningún Jefe de Estado en el país haya tenido al momento de dejar el cargo, finalizando con un 84,1% de aprobación popular” (Wikipedia)
Pero a diferencia del pueblo chileno , Hillary quería otro presidente para Chile.
Su amigo,el millonario Piñera . Los que creen en la posibilidad de los militares gringos de utilizar a HAARP para causar terrmotos, sunamis, y terribles tormentas , se siguen preguntando si el terremoto de Chile poco antes de la elección citada , así como el de Haití , no pudieron ser creados. El caso es que cuando se dio el terremoto en Chile, previamente había barcos estadunidenses en la región, dispuestos a brindar ayudar…
Afortunadamente, Hillary Clinton ya no será la encargada de la polític exterior de Estados Unidos en el nuevo cuatrienio de Obama.
EL FLIRTEO DE LOS MILITARES.
Cuando ví la expresión me encantó. ¿ Cómo serán los mensajes insinuantes? Me encantaría que me mandaran algunos. Luego ví que el epíteto en inglés es “flirtatious” de “flirt” , flirteo en español. Qué lindo. ¿Acaso los generalotes si tienen su corazoncito?
El caso es que por flirtear por mail o en la realidad , dos de los más altos generales gringos son objeto de investigación por el FBI que ha descubierto entre 20 mil y 30 mil páginas de comunicaciones electrónicas que abarcan desde 2010 hasta 2012 entre el general John Allen , ex comandante de la fuerzas en Afganistán (propuesto para comandante general de la OTAN )….. y Jill Kelley , una voluntaria social que atiende a las familias de los militares en la Base MacDill de la Fuerza Aérea. Jill es una vieja amiga de la familia Petraeus y también su marido cirujano , en Tampa, Florida.
La investigación del General Allen se produce pocos días después de la dimisión del general Petraeus después de que saliera a la luz su relación con su biógrafa Paula Broadwell.
Pero vamos por partes, como dice mi amigo Rodrigo Juárez que decía Jack El Destripador:
¿Y quien es Petraeus , se dirá el lector mexicano? Pues David Petraeus es un gran estratega del ejército gringo, el más grande, dicen , después del general Eisenhower , el de la II Guerra. Es un general en retiro que ocupaba el puesto de Allen en Afganistán antes de pasar a la CIA. Es posible que con las historias de estas dos mujeres militares involucradas en el lío de los generales, los lectores comprendan lo que pasa. Vean.
Paula Broadwell
Experta en la lucha contra el terrorismo y ex mayor del ejército estadounidense, conoció al general Petraeus en una conferencia en la Universidad de Harvard. Él le dio su tarjeta y le ofreció su ayuda cuando ella se refirió a sus temas de investigación.
Broadwell, cuya tesis de doctorado se basaba en un estudio del liderazgo de Petraeus, fue invitada a acompañar al general en una carrera de triatlón a lo largo del río Potomac, en Washington.
En junio de 2010, el Congreso confirmaba a Petraeus, un militar destacado por darle un nuevo rumbo a la guerra en Irak, como nuevo comandante de las fuerzas de Estados Unidos en Afganistán. Broadwell decidió entonces convertir su tesis en una biografía.
La mujer realizó desde entonces varios viajes a Afganistán, con acceso sin precedentes a Petraeus y su comando.
En septiembre de 2011, Petraeus, el general estadounidense más encumbrado de su generación, asumió el cargo de director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) tras dejar el Ejército y convertirse en civil en agosto.
En noviembre de ese año, comenzó el romance entre Petraeus, de 60 años, y Broadwell, de 40 años, casada con el radiólogo Scott y madre de dos hijos pequeños.
El 24 de enero de 2012 se publica el libro de Broadwell, All In: The Education of General David Petraeus.
El romance entre ambos terminó a principios de julio. Pocas semanas después, altos funcionarios del FBI y el Departamento de Justicia, entre ellos posiblemente el jefe del FBI, Robert Mueller, y el fiscal general Eric Holder, fueron informados de lo que parecía ser una relación extramarital entre Broadwell y Petraeus.
Los investigadores concluyeron, tras entrevistar otra vez a Broadwell, que no se había violado la seguridad nacional y descartaron presentar cargos penales contra ninguno de los involucrados.
A finales de octubre, oficiales del FBI entrevistaron a Broadwell, quien admitió el romance y entregó su computadora. Los investigadores encontraron documentos clasificados en su disco duro, que ella niega que se los diera Petraeus. Días después, también Petraeus reconoció ante el FBI que había tenido un romance con Broadwell, pero negó haberle dado documentos clasificados.
Jill Kelley.
El FBI descubrió el romance entre Broadwell y Petraeus después de que otra mujer denunciara mensajes electrónicos de acoso por parte de Broadwell: Jill Kelley.
La joven, de 37 años, y amiga desde hace mucho tiempo de la familia Petraeus, trabaja como enlace social para la Base de la Fuerza Aérea MacDill en Tampa, Florida, donde se localiza el Comando Central y el Comando de Operaciones Especiales del Ejército.
En mayo de este año, Jill Kelley, le comentó a un amigo agente del FBI en Tampa que estaba siendo acosada por alguien que le enviaba mensajes de correo electrónico anónimos, acusándola de buscar una relación íntima con Petraeus.
Sobre esas fechas, Kelley informó también a Petraeus sobre los correos electrónicos amenazantes y el general escribió a Broadwell pidiéndole que terminara con el acoso. No está claro si esto fue antes o después de que Petraeus pusiera fin al romance.
El diario New York Post citó a un oficial del Gobierno diciendo que los correos electrónicos de Broadwell incluían frases como: "Sé lo que hiciste", "Vete", "Aléjate de mi hombre". Broadwell, casada con un radiólogo, vive en Charlotte (Carolina del Norte, este) y tiene dos hijos pequeños. Según otro periódico, The New York Times, las dos mujeres parecían "competir por el reconocimiento (de Petraeus), no por su afecto".
En un comunicado reciente, Kelley y su esposo Scott dijeron que "nosotros y nuestra familia hemos sido amigos del general Petraeus y su familia durante más de cinco años. Respetamos su privacidad y la de su familia, y queremos lo mismo para nosotros y nuestros tres hijos". Pero ahora Jill se ha visto envuelta en otro escándalo que la vincula con el General John R. Allen. El de los mensajes insinuantes …
Mi opinión personal es que para dilucidar este lío militar de la potencia tan importante ¡trascendente! para el planeta Tierra , el presidente de USA Barack Obama y el Pentágono no necesitan al FBI sino a la revista española HOLA , experta en estas materias .
Bien que mal Obama se manejó hábilmente. Al principio de su primer periodo decepcionó a muchos que habíamos seguido su campaña y entendido que era un verdadero demócrata, no sólo en el sentido del partido político al que pertenece , sino “de corazón”. Recuerdo que durante aquella primera campaña algunos hasta hasta llorábamos cuando explicaba lo que deseaba para su país y en general para el ser humano. Pero luego, cuando se alzó con la victoria , fue evidente que había tenido que tragarse muchos sapos para que lo dejara sobresalir el sistema , y que de acuerdo a la deportiva ley anglosajona del “fair play” , que había pactado hasta con su contrincante Bush , que no merecía “más que el cadalso” por su maligno periodo presidencial de los 4 años anteriores que todavía están pagando muchos países del planeta, encabezados por Iraq.
La impunidad de los presidentes , en Estados Unidos como en todas partes es obvia. Fue también visible que tuvo que pactar con la que había sido su propia contrincante Hillary Clinton y que el precio a pagar por haberla también vencido en la elección interna del Partido Demócrata, fue darle dentro de su gabinete el mejor puesto, el de Secretaria de Estado, la política exterior de USA, porque presuntamente “él no entendía” de eso. Sea dicho de paso ella como senadora “demócrata” por el estado de New York , había votado por la guerra bushiana contra Iraq en 2003.
A Hillary Clinton le debe Michelle Bachelet, presidenta de Chile del 11 de marzo de 2006 y al 11 de marzo de 2010, la derrota electoral que sufrió al pretender reelegirse. “Caracterizado por “social", su mandato debió enfrentar la crisis económica mundial de 2008, repuntando sus cifras de popularidad gracias a la evaluación positiva que los chilenos hicieron respecto a su gestión,[]alcanzando índices históricos que ningún Jefe de Estado en el país haya tenido al momento de dejar el cargo, finalizando con un 84,1% de aprobación popular” (Wikipedia)
Pero a diferencia del pueblo chileno , Hillary quería otro presidente para Chile.
Su amigo,el millonario Piñera . Los que creen en la posibilidad de los militares gringos de utilizar a HAARP para causar terrmotos, sunamis, y terribles tormentas , se siguen preguntando si el terremoto de Chile poco antes de la elección citada , así como el de Haití , no pudieron ser creados. El caso es que cuando se dio el terremoto en Chile, previamente había barcos estadunidenses en la región, dispuestos a brindar ayudar…
Afortunadamente, Hillary Clinton ya no será la encargada de la polític exterior de Estados Unidos en el nuevo cuatrienio de Obama.
EL FLIRTEO DE LOS MILITARES.
Cuando ví la expresión me encantó. ¿ Cómo serán los mensajes insinuantes? Me encantaría que me mandaran algunos. Luego ví que el epíteto en inglés es “flirtatious” de “flirt” , flirteo en español. Qué lindo. ¿Acaso los generalotes si tienen su corazoncito?
El caso es que por flirtear por mail o en la realidad , dos de los más altos generales gringos son objeto de investigación por el FBI que ha descubierto entre 20 mil y 30 mil páginas de comunicaciones electrónicas que abarcan desde 2010 hasta 2012 entre el general John Allen , ex comandante de la fuerzas en Afganistán (propuesto para comandante general de la OTAN )….. y Jill Kelley , una voluntaria social que atiende a las familias de los militares en la Base MacDill de la Fuerza Aérea. Jill es una vieja amiga de la familia Petraeus y también su marido cirujano , en Tampa, Florida.
La investigación del General Allen se produce pocos días después de la dimisión del general Petraeus después de que saliera a la luz su relación con su biógrafa Paula Broadwell.
Pero vamos por partes, como dice mi amigo Rodrigo Juárez que decía Jack El Destripador:
¿Y quien es Petraeus , se dirá el lector mexicano? Pues David Petraeus es un gran estratega del ejército gringo, el más grande, dicen , después del general Eisenhower , el de la II Guerra. Es un general en retiro que ocupaba el puesto de Allen en Afganistán antes de pasar a la CIA. Es posible que con las historias de estas dos mujeres militares involucradas en el lío de los generales, los lectores comprendan lo que pasa. Vean.
Paula Broadwell
Experta en la lucha contra el terrorismo y ex mayor del ejército estadounidense, conoció al general Petraeus en una conferencia en la Universidad de Harvard. Él le dio su tarjeta y le ofreció su ayuda cuando ella se refirió a sus temas de investigación.
Broadwell, cuya tesis de doctorado se basaba en un estudio del liderazgo de Petraeus, fue invitada a acompañar al general en una carrera de triatlón a lo largo del río Potomac, en Washington.
En junio de 2010, el Congreso confirmaba a Petraeus, un militar destacado por darle un nuevo rumbo a la guerra en Irak, como nuevo comandante de las fuerzas de Estados Unidos en Afganistán. Broadwell decidió entonces convertir su tesis en una biografía.
La mujer realizó desde entonces varios viajes a Afganistán, con acceso sin precedentes a Petraeus y su comando.
En septiembre de 2011, Petraeus, el general estadounidense más encumbrado de su generación, asumió el cargo de director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) tras dejar el Ejército y convertirse en civil en agosto.
En noviembre de ese año, comenzó el romance entre Petraeus, de 60 años, y Broadwell, de 40 años, casada con el radiólogo Scott y madre de dos hijos pequeños.
El 24 de enero de 2012 se publica el libro de Broadwell, All In: The Education of General David Petraeus.
El romance entre ambos terminó a principios de julio. Pocas semanas después, altos funcionarios del FBI y el Departamento de Justicia, entre ellos posiblemente el jefe del FBI, Robert Mueller, y el fiscal general Eric Holder, fueron informados de lo que parecía ser una relación extramarital entre Broadwell y Petraeus.
Los investigadores concluyeron, tras entrevistar otra vez a Broadwell, que no se había violado la seguridad nacional y descartaron presentar cargos penales contra ninguno de los involucrados.
A finales de octubre, oficiales del FBI entrevistaron a Broadwell, quien admitió el romance y entregó su computadora. Los investigadores encontraron documentos clasificados en su disco duro, que ella niega que se los diera Petraeus. Días después, también Petraeus reconoció ante el FBI que había tenido un romance con Broadwell, pero negó haberle dado documentos clasificados.
Jill Kelley.
El FBI descubrió el romance entre Broadwell y Petraeus después de que otra mujer denunciara mensajes electrónicos de acoso por parte de Broadwell: Jill Kelley.
La joven, de 37 años, y amiga desde hace mucho tiempo de la familia Petraeus, trabaja como enlace social para la Base de la Fuerza Aérea MacDill en Tampa, Florida, donde se localiza el Comando Central y el Comando de Operaciones Especiales del Ejército.
En mayo de este año, Jill Kelley, le comentó a un amigo agente del FBI en Tampa que estaba siendo acosada por alguien que le enviaba mensajes de correo electrónico anónimos, acusándola de buscar una relación íntima con Petraeus.
Sobre esas fechas, Kelley informó también a Petraeus sobre los correos electrónicos amenazantes y el general escribió a Broadwell pidiéndole que terminara con el acoso. No está claro si esto fue antes o después de que Petraeus pusiera fin al romance.
El diario New York Post citó a un oficial del Gobierno diciendo que los correos electrónicos de Broadwell incluían frases como: "Sé lo que hiciste", "Vete", "Aléjate de mi hombre". Broadwell, casada con un radiólogo, vive en Charlotte (Carolina del Norte, este) y tiene dos hijos pequeños. Según otro periódico, The New York Times, las dos mujeres parecían "competir por el reconocimiento (de Petraeus), no por su afecto".
En un comunicado reciente, Kelley y su esposo Scott dijeron que "nosotros y nuestra familia hemos sido amigos del general Petraeus y su familia durante más de cinco años. Respetamos su privacidad y la de su familia, y queremos lo mismo para nosotros y nuestros tres hijos". Pero ahora Jill se ha visto envuelta en otro escándalo que la vincula con el General John R. Allen. El de los mensajes insinuantes …
Mi opinión personal es que para dilucidar este lío militar de la potencia tan importante ¡trascendente! para el planeta Tierra , el presidente de USA Barack Obama y el Pentágono no necesitan al FBI sino a la revista española HOLA , experta en estas materias .
Manú Dornbierer - Opinión EMET
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