Gustavo Leal F.*
Como el Banco Interamericano de
Desarrollo (BID) y la Consar, el ex secretario José Antonio Meade
estima que mudando el lenguaje puede cambiar la realidad. Compareciendo
ante legisladores –octubre/2017– y respondiendo a preguntas de
representantes del PES-PRI sostuvo que: si tenemos un rubro de gasto que
crecemás rápido que la recaudación, para poderlo acomodar en el presupuesto, tenemos que
desplazarotros elementos del gasto:
uno de los elementos que explican los recortes, es justamente acomodar
esta dinámica pensionaria.
¿Dinámica pensionaria? Es lo mismo que han sostenido Consar, Amafore y
el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP-Héctor
Villarreal), sólo que Meade pretende –otra vez– escudar en las pensiones
sus
recortes. Busca ocultar la realidad con su tecnocrático lenguaje: con su
dinámica pensionaria.
Esa, su agenda pensionaria –también comunicada a legisladores– es igualmente imprecisa:
le hemos dedicado mucho tiempo en el país a modificar nuestros esquemas de pensiones. ¿
Le hemos? o ¿él, un puñado de tecnócratas más algunos actuarios le han impuesto al país el modelo de cuentas individuales y contribución definida que cumple 20 años de rotundo fracaso para pagar pensiones dignas?
El empleo del plural en Meade es sintomático:
20 años ya durante los cuáles hicimos cinco reformas. ¿
Hicimos? o ¿él, su puñado de tecnócratas y algunos actuarios impusieron cinco reformas en todas las cuales han perdido los trabajadores? Ellas son: reforma-Zedillo-IMSS-1997; Calderón-Beltrones-Issste-2007; IMSS-Patrón-Calderón-2008; Pemex-CFE-Peña Nieto-2016. ¿
Hicimos?
Sólo mudando el lenguaje, Meade no puede cambiar la realidad:
Hemos avanzado mucho en darle sustentabilidada nuestro régimen pensionario. ¿
Hemos avanzado? ¿
Darle sustentabilidad? cuando, después de 20 años de operación del SAR ya suma 3 billones de pesos de ahorro forzoso, pero sólo paga pensiones equivalentes a 25% del último salario devengado? ¿
Hemos avanzado? ¿
Darle sustentabilidad? cuando cuánto del monto de las pensiones en curso de pago: 720 mil millones de pesos (2017), deriva del tipo de sus enumeradas cinco reformas?
Odilia Ulloa Padilla lo señala con precisión: “al momento de analizar
el gasto público en pensiones, debe distinguirse entre sus componentes
para valorar cuáles ejercen ‘mayor presión’ en el presupuesto. Por
ejemplo, el gasto programable del sector público en pensiones para 2016
se estimó en 616.9 mil millones de pesos (3.2 por ciento del PIB). 348.4
mil millones de los cuales (56.2 por ciento) corresponden al costo de
la reforma IMSS-Issste (1.8 por ciento del PIB). Lo anterior sin
considerar otros elementos de costo fiscal como el gasto creciente de la
pensión mínima garantizada” (Reforma de pensiones en México: diseño,
promesas y evidencias, El Cotidiano, 204, UAM-A).
Frente a las interesadas y tendenciosas láminas del BID (D. Kaplan, Pensiones en México: entre la responsabilidad social y la sustentabilidad financiera, 2017), para quien las pensiones
yase han
convertidoen un
problema fiscal, es preciso establecer que ese
problemafiscal deriva de la propia naturaleza de las cicno reformas adoptadas que presume Meade.
Con el claro espejo de Chile a cuestas –que ya anticipa la
catástrofe del SAR– y sus cinco reformas tecnocráticas, Meade sólo puede
seguir cambiando el lenguaje para intentar ocultar la realidad:
en términos generales, los elementos de la solución están ahí, declaró ante legisladores. ¿Cuáles elementos? Para Meade
aportamos6.5 al régimen de retiro y si sólo
nos retiráramoscon ello sería claramente
insuficiente.
Abonamos2% en la subcuenta del retiro (SAR-92). Y
contamostambién, agrega, con 5% de la subcuenta del Infonavit, que
puedetraducirse en
unavivienda o
convertirse en flujo pensionario. ¡Zas! ¿Pues qué no es para vivienda?
Es justo lo mismo que el FMI le recomendó a Meade –o él sugirió que
le recomendara– en noviembre 2016: “las autoridades de México
consideraron como una opción fortalecer la integración entre las
contribuciones obligatorias al Infonavit y el sistema de pensiones
(International Monetary Fund, Country Report No.16/359, MEXICO).
Recomendación frente a la cual la dirección del Infonavit aseguró que:
los fondos de la subcuenta de vivienda de los trabajadores
no migrarána Afore, como
algunossectores proponen.
Y la cadena del
flujopensionario de Meade concluye así: si convirtiéramos en
flujo pensionariola subcuenta de retiro, la de ahorro de vivienda, si tomáramos la posibilidad de hacer
nosolamente ahorro voluntario, sino complementario, las
tasas de remplazo pudieran ser suficientes. ¿De veras?
Porque ocurre que es justo la misma agenda del BID, Consar, Amafore y
CIEP; agenda que se resiste a evaluar de fondo la dinámica de los 20
años transcurridos del SAR. Así los
elementos de la soluciónde Meade, no representan
soluciónalguna y si un inapropiado aplazamiento. Mudando el lenguaje, con su
dinámicay
flujopensionario Meade sólo niega lo que comunicara el 19 de octubre: para lograr un
cambiose debe recuperar el
diálogoy ser
capacesde reconocer
lo que está mal( El Financiero). Prueba de ello son sus aventuradas palabras, frente al gobernador de Colima, para que acometa la
impostergablereforma pensionaria ( La Jornada, 2/10/17).
No hay manera de
recuperar el diálogoy
ser capaces de reconocer lo que está malcuando, como en el caso del SAR y sus 20 años cumplidos sin horizonte alguna de mejora, el responsable de las finanzas del país, pretende sólo mudar el tecnocrático lenguaje para ocultar –infructuosamente– una realidad que lo supera. La agenda Meade sólo dilata y aplaza una efectiva solución a la
dinámica y flujopensionarios. ¿Cuánto tiempo más?
* Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco
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