Estudiar no es prioridad entre la población originaria de Veracruz, señalan maestros
En Zongolica, casi la mitad de los mayores de 15 años son analfabetos
Ayer se inauguró en Tehuipango, Veracruz, el primer Foro de Educación Indígena Directrices para mejorar la atención educativa de niñas, niños y adolescentes indígenas
Analfabetismo, migración y pobreza forman parte de la vida cotidiana
de miles de habitantes de los municipios indígenas de Veracruz.
Aquí los niños abandonan la escuela para ir a trabajar al campo, a la pizca de café, al corte de caña, a cualquier labor que dé un ingreso a la familia. La escuela no es prioridad; los alumnos se van incluso sin terminar la primaria, afirma Matea Trinidad, maestra de educación indígena en la sierra de Zongolica, una de las regiones más pobres del país, donde 46 por ciento de la población mayor de 15 años no sabe leer ni escribir.
Enclavadas entre montañas y barrancos cubiertos de bosques, las
comunidades de Tehuipango, donde casi la totalidad de sus 26 mil 332
habitantes son hablantes de lengua náhuatl, se ubican también entre las
más pobres del país.
En estos pueblos no hay hombres. Todos migran a Estados Unidos o ciudades como Orizaba y Xalapa. Las mujeres se quedan como jefas de familia, pero muchas no saben leer ni escribir y no pueden dar ningún apoyo a sus hijos para avanzar en la escuela, afirma Yoloxóchitl, profesora de primaria indígena de la región.
Hace 20 años, recuerda Matea Trinidad, venir a estos pueblos era hacer un camino a pie de día y medio desde Orizaba.
Como maestras indígenas y rurales nos tocó padecer de todo. Las casas tenían techos cubiertos de pencas de magüey, y si se podía, te acondicionaban un cuartito de madera y ahí se daba clase, se vivía y se trabajaban los materiales. La educación indígena siempre ha sido la más olvidada. Incluso ahora no llegan completos los libros en nahuátl, y casi nunca coinciden con la variante dialectal que usan los alumnos.
Quizá por ello consideran que las Directrices para mejorar la atención educativa de niñas, niños y adolescentes indígenas, emitidas
por el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) en
enero pasado, y que por primera vez se presentan de forma directa a
profesores indígenas,
están bien, pero tienen metas poco realistas. No consideran que acá las comunidades indígenas tienen sus usos y costumbres; aquí la mujer es muy sumisa, tiene hijos a los 13, 14 o 15 años y se queda sola. La inclusión y la equidad no se inician en la escuela, sino en casa, pero aquí las mujeres prácticamente no estudian, son muy pocas las que concluyen la secundaria, asegura Yoloxóchitl.
Escolaridad indígena, tres décadas de rezago
Sylvia Schmelkes del Valle, ex presidenta del INEE y
consejera del organismo, quien ayer encabezó los trabajos del primer
Foro de Educación Indígena en el municipio de Tehuipango, a donde
acudieron docentes de los municipios de Tequila, Astacinga, Tlaquilpa,
Atlahuilco y Texhuacán, reconoció que la población indígena mayor de 15
años en la región tiene un promedio de escolaridad de 4.1 grados,
mientras a escala nacional es de 5.7 para los hablantes de una lengua
indígena. Advirtió que el analfabetismo es un
enorme desafíopara poder mejorar los aprendizajes de niños y adolescentes indígenas.
En entrevista con La Jornada, señaló que la puesta en práctica a escala nacional de las directrices
ha tenido avances, y en el caso de la educación indígena la reforma educativa y el nuevo modelo le dan un marco jurídico que permite incluir, entre otros aspectos, contenidos culturales propios que pueden impartirse en la escuela mediante la autonomía curricular.
Sin embargo, admitió que mientras la población nacional tiene un
promedio de escolaridad de casi nueve grados, es decir, con secundaria
concluida, en el caso de los habitantes originarios
apenas tienen primaria, lo que representa un rezago hasta de 30 años. Advirtió que si la próxima administración federal no prioriza la agenda de educación indígena
seguiremos matando nuestra diversidad cultural, lo que sería terrible para México, pero también el seguir utilizando la educación para reproducir la desigualdad social.
Jorge Flores Lara, subsecretario de Educación Básica en Veracruz,
destacó las desigualdades que enfrentan las escuelas indígenas en la
entidad, pues en la sierra de Zongolica 67 por ciento de los planteles
no tienen seguridad jurídica, dado que la propiedad del predio donde
están edificadas no es de la nación, lo que impide, por norma, que
reciban apoyos estatales o federales. A ello se suma que 90 por ciento
de los 1.4 millones de veracruzanos en pobreza sean indígenas
Foto Laura Poy
Laura Poy Solano
Enviada
Periódico La Jornada
Sábado 2 de diciembre de 2017, p. 12
Tehuipango,Ver.
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