2/09/2009

Obstáculos para colocar visión de género en agenda legislativa


Y en la agenda de los sindicatos

Por Gladis Torres Ruiz

México DF, 6 febrero 09 (CIMAC).- Durante el ejercicio de la LX Legislatura, que está por terminar, hubo una profunda resistencia para avanzar en los derechos de las mujeres trabajadoras; ni siquiera existió la posibilidad de hablar con las y los legisladores para poder sensibilizarlos en el tema y lograr concretar algunas iniciativas presentadas en esta materia por diferentes partidos, afirmó la diputada federal Rosario Ortiz Magallón.

Durante la conferencia “El difícil camino de la transversalidad de género. Dos visiones: México/Alemania”, que se realizó en la Cámara de Diputados esta semana, la integrante del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática (PRD) señaló que hablar de la perspectiva de género en el mundo laboral de México implica avances importantes.

En este sentido, Claudia Menne, Directora de Género de la Confederación Alemana de Sindicatos (DGB), afirmó que para lograr la equidad de género en el mundo del trabajo son necesarios los cambios políticos, y capacitación en el tema.

Afirmó, que en la experiencia alemana, al interior de los sindicatos se pretenden disminuir las jerarquías entre los géneros, poner énfasis en la relaciones de género, analizar las estructuras dominantes para cambiarlas y estimular el activismo político de las mujeres, pues con ello se puede dar impulso a iniciativas a favor de ellas.

Sin embargo, dijo Rosario Ortiz Magallón, en México también hay obstáculos “mayores” para colocar la agenda laboral en el plano legislativo y en la agenda de los sindicatos el tema de los derechos de las trabajadoras, en una lógica de construir propuestas y mecanismos que permitan erradicar la discriminación y la violencia laboral.

Violencia que, a decir de la también presidenta de la Coordinación Colegiada de la Red de Mujeres Sindicalistas (RMS), en los últimos 10 años se ha agudizado por la crisis y la flexibilidad laboral, que no contempla las condiciones en que las mujeres se han incorporado al mercado de trabajo. A partir de entonces se ha ido planteando la necesidad de una reforma laboral.

Agregó que a pesar de la incorporación masiva de las mujeres al mundo del trabajo en las últimas décadas, “no hemos logrado mejores términos de trabajo y las mujeres siguen estando en una profunda desventaja en los salarios, en el acceso al empleo, en la seguridad social”.

En la conferencia estuvieron también presentes la diputada Yolanda Rodríguez, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), la diputada del PRD, Holly Matus Toledo, y Martha Tagle, diputada del Partido Convergencia.

PATRONES CULTURALES CONTRA DERECHOS

Con respecto a los mecanismos de protección laboral, dijo Ortiz Magallón que los patrones culturales respecto a los géneros perpetúan la noción de la división sexual del trabajo y ubican a las mujeres en un contexto diferente al del hombre.

Esto se traduce en la existencia de “segregación, y la violencia laboral, tales como el hostigamiento sexual y moral”, y en la existencia de vacíos legislativos en materia de protección de los derechos laborales de las mujeres y en prácticas institucionales discriminatorias. “No puede haber democracia, sin igualdad de oportunidades entre trabajadoras y trabajadores”.

La legisladora refirió que la igualdad de género debe basarse en la dignidad de las personas y sus derechos humanos, debe ser un mecanismo práctico para erradicar la discriminación y la violencia laboral. Para ello tiene que hacerse un análisis profundo de nuestras leyes nacionales y del marco normativo de contratos colectivos, reglamentos interiores de trabajo o estatutos.

Patrones violan las normas de seguridad e higiene
Empleadas en autoservicios, expuestas a accidentes de trabajo


Por Guadalupe Cruz Jaimes

México DF, 6 febrero 09 (CIMAC).- Las tiendas de autoservicio, donde se emplean principalmente mujeres trabajadoras, son un campo fértil de accidentes laborales, seguidas de los sectores de la construcción y manufactura, declaró Cointa Lagunes Cruz, subdirectora para la Previsión y la Seguridad Social de la Secretaría de Trabajo y Fomento al Empleo (STyFE) del Distrito Federal (DF).

En entrevista con Cimacnoticias, Lagunes comentó que esta inseguridad laboral obedece a la falta de voluntad por parte de los patrones, quienes violan las normas de seguridad e higiene mexicanas al propiciar que trabajadoras y trabajadores en el país padezcan enfermedades músculo-esqueléticas, causadas por la carga excesiva de trabajo y los esfuerzos físicos que realizan al trasladar productos sin el equipo necesario de protección.

Por ejemplo, comentó, “no hay una silla para las y los cajeros, para el personal de panadería, carnes frías, tortillería, además las cargas de trabajo son excesivas, comentó la funcionaria, luego de que esta semana Benito Mirón Lince, titular de la dependencia, instaló la Comisión Consultiva del DF de Seguridad e Higiene en el Trabajo.

En México, el 40 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) es femenino, lo que en números de traduce en 16 millones de trabajadoras, de las cuales 2.3 millones labora en servicios diversos, 2.2 en servicios sociales, 1.4 en el sector de restaurantes, 2.8 en la industria manufacturera, 4.3 en el comercio y 768 mil en el agropecuario, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, del primer trimestre de 2007.

Ellas se ubican en asalariadas y por cuenta propia y perciben entre uno y tres salarios mínimos con jornadas en promedio de entre 15 y 48 horas por semana.

En tanto, en la manufactura, segundo sector más riesgoso para la salud de las y los trabajadores, además de las enfermedades músculo-esqueléticas, el personal está expuesto al contacto con químicos, lo que les genera padecimientos en la piel y bronquios, que algunos casos termina en un cáncer.

El sector de la construcción, donde la participación de las mujeres es menor, las y los trabajadores ven afectada su audición, sufren lesiones músculo-esqueléticas y los índices de defunción y accidentes son muy altos.

De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en 2007 se registraron 14 millones 424 mil 178 accidentes de trabajo, a nivel nacional, de los cuales 6 millones 371 mil 572 son de mujeres y 8 millones 52 mil 616 son hombres.

Mientras que en el Distrito Federal se detectaron 54 mil 104 casos de riesgos de trabajo, de los que 35.7 son de mujeres. Mientras que en el país se denunciaron 380 mil 405 de los cuales las mujeres representan el 16 por ciento de estos casos y los hombres el 84.

En lo que respecta a las 72 defunciones registradas en el Distrito Federal, de las que 65 eran hombres y 7 mujeres. A nivel nacional la cifra asciende a mil 279 casos, de los que 71 eran mujeres.

Asimismo, los factores psicosociales son parte de las jornadas laborales hoy en día, en donde son frecuentes de hostigamiento laboral y sexual, lo que genera estrés gastritis, colitis, hipertensión, diabetes (sin antecedentes familiares), cardiovasculares, infartos.

El acoso sexual es un problema recurrente. Hay casos de madres solteras con hijos, encargadas de su manutención y no pueden renunciar, llegan hasta el suicidio, cuando el acoso se hace intolerable”, comentó.

La subdirectora para la Previsión y la Seguridad Social lamentó que en el país no haya “herramientas” para prevenir los accidentes de trabajo y reducir los riesgos de contraer alguna enfermedad, debido a la falta de inspectores y de normas que obliguen a realizar peritajes regulares que constaten el cumplimiento de las normas de seguridad e higiene en el interior de las empresas.

No hay las herramientas, como un sistema de control epidemiológico que permita detectar los problemas. También hace falta personal y que esté sea de calidad. Existen pocas figuras de inspección en el trabajo”, mencionó, luego de comentar que deberían realizarse exámenes médicos de aptitud cada seis o cuatro meses para evaluar las condiciones en que los empleados desempeñan su trabajo.

La funcionaria de la Secretaria del Trabajo, mencionó que en el caso del Distrito Federal, el informe sobre los derechos laborales, normas e higiene reveló que entre 2006 y 2007, los riesgos de trabajo disminuyeron de 70 mil a 54 mil incidentes.

09/GCJ/LAG/GG

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