11/06/2012

Los periodistas pal cafe....



A pesar de su enorme déficit en otros rubros del ejercicio gubernamental, el priísmo sostuvo durante décadas una política exterior que en términos generales fue respetable y que trató de equilibrar la dependencia económica y geográfica respecto de Estados Unidos, tendiendo la vista y la mano hacia Latinoamérica y otros países en desarrollo e incluso hacia naciones con relaciones poco afectuosas con la potencia del norte.
Justamente en ese punto, el de la política desplegada desde la Secretaría de Relaciones Exteriores, fue posible observar una marcada diferencia con el panismo llegado el poder. Desde el aventurerismo ilustrado de Jorge Castañeda hijo hasta la grisura sostenida de Patricia Espinosa, pasando por el nombramiento afrentoso no sólo de meros políticos habilitados como diplomáticos, al más puro estilo del peor priísmo clásico, sino incluso de absolutos desconocidos en el escenario político nacional a los que la suerte partidista acomodó en altos cargos burocráticos, embajadas y consulados sin tener alguna experiencia en esos menesteres ni adecuada formación académica, haciendo a un lado el servicio diplomático de carrera.
En ese remolino de ocurrencias e ineptitudes, millones de mexicanos han quedado en Estados Unidos en circunstancias muy desfavorables. Llevados al vecino país por la crisis económica permanente que no ofrece empleos ni oportunidades de crecimiento laboral y profesional, esos paisanos han quedado atrapados entre los desatinos tragicómicos de Vicente Fox, quien soñó con una relación de socios con su contraparte que mostraba similares condiciones de ignorancia y torpeza, George W. Bush, y con la engañifa de la tal enchilada completa (utilizando, en diversos tramos de esa locura gubernativa con botas, a un presunto especialista en asuntos migratorios y en relaciones con los centros de poder estadunidense, Juan Hernández).
Felipe Calderón, por su parte, entregó soberanía nacional como nunca antes en el México moderno, pero no consiguió a cambio ni siquiera un guiño más o menos serio de atención al gran problema nacional de los mexicanos en condición migratoria irregular. Contento con desempeñar el folclórico papel de gallito mexicano en pelea contra el narcotráfico, Calderón cosechó efímeros y cambiantes aplausos en alguna visita discursiva ante legisladores estadunidenses y se la pasó exigiendo que se frenara el tráfico de armas hacia México. Pero nada más.
La administración federal priísta (AFP) que entrará en funciones el próximo uno de diciembre habrá de diseñar una política exterior que debería colocar en el centro de sus esfuerzos la defensa real de los millones que viven en el imperio vecino y que mantienen contra viento y marea un apego a la mexicanidad que no es correspondido plenamente desde las cúpulas gubernamentales. Los mexicanos que laboran sin documentación suficiente en Estados Unidos colaboran con la economía del país de las barras y las estrellas (aunque la hipocresía y el patrioterismo fanático y criminal de algunos sectores gringos pretendan expulsar o limitar la participación de mexicanos en sus procesos productivos que de otra manera sufrirían por falta de mano de obra cumplida y sacrificada) y también colaboran con la de su patria, pues envían remesas que constituyen uno de los pilares de la economía nacional.
Hasta ahora, entre los nombres que asoman en el escaparate peñista para ocupar la secretaría de Relaciones Exteriores está el de Emilio Lozoya Austin, quien es hijo de Emilio José Lozoya Thalmann, economista que fue director del Issste y secretario de Energía durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, hijo a su vez del médico y general Jesús Lozoya Solís, quien llegó a ser gobernador interino de Chihuahua. Lozoya Austin tiene 35 años de edad, es economista por el ITAM y abogado por la UNAM, con una maestría en Harvard, y hasta el 10 de septiembre pasado era miembro del consejo de administración y de auditoría de OHL México, la empresa española que ha recibido valiosos contratos para obra pública en el estado de México y el Distrito Federal, siempre bajo sospecha de aprovechamiento de relaciones políticas para beneficios particulares. Otra pieza importante del engranaje peñista en asuntos exteriores es Jorge Montaño, quien ha sido embajador en Estados Unidos y ante Naciones Unidas, doctor en economía y profesor de varias generaciones de internacionalistas en la UAM y el ITAM.
Aun cuando pareciera cobrar fuerza la corriente que privilegia los aspectos económicos en materia de diplomacia (enfoque sostenido por el panismo), la situación de los mexicanos en Estados Unidos requiere de un trazo netamente político que deberá tomar en cuenta la conformación del poder estadunidense a partir de hoy. Aun cuando el peso de los grandes intereses suele convertir a los ocupantes de la Casa Blanca en meros ejecutores de las grandes líneas tomadas por las élites dominantes, de tal manera que republicanos o demócratas acaban significando solamente variantes en cuanto al mal trato o el desdén hacia lo mexicano, de ganar Barack Obama un cuatrienio más se daría una oportunidad notable de insistir en una reforma migratoria, mientras que la postura se tornaría más defensiva si el triunfador fuera Mitt Romney. En cualquiera de los casos, lo importante es que los poderes mexicanos dejen de colocar en segundo plano el tema fundamental de los mexicanos económicamente exiliados en Estados Unidos y que los partidos, las cámaras y la administración federal priísta empujen programas favorables para esa gran masa que lentamente va ganando peso y fuerza en ambas naciones.
Y, mientras Enrique Peña Nieto comía con la directiva del Panal Gordillo, sin la presencia de la Elbeja Reina pero sí de la hija senadora y el nieto diputado, y luego ese mismo mexiquense por fin lograba juntar un grupo de intelectuales para que cenaran con él, ¡hasta mañana, con los normalistas rurales de Michoacán de vuelta en las calles y con los diputados panistas dispuestos a explorar redacciones alternativas en los artículos polémicos de la reforma laboral!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero




¿Qué podría explicar Ernesto Zedillo respecto de la quiebra técnica del IMSS? Cuando transfirió la administración de las pensiones de los trabajadores del sector privado a los bancos dijo que esa sería la piedra de toque para que el instituto saliera a flote. Al clausurar la asamblea general ordinaria del instituto, en octubre del año 2000, Zedillo expresó su orgullo porque había evitado, a través de la reforma a la Ley del Seguro Social, que la institución enfrentase la insolvencia e incluso el colapso, y tiene hoy una nueva viabilidad financiera y operativa para el futuro. Doce años después, la realidad es otra: el IMSS se encuentra en quiebra técnica; las administradoras privadas de los ahorros para el retiro (Afores) obtienen ganancias fabulosas y las pensiones que recibirán los trabajadores serán insuficientes.
Se comen las reservas
Una anécdota: a aquella sesión presidida por Zedillo el año 2000, asistieron, y aplaudieron puestos de pie, algunos personajes de la claque política-empresarial: los secretarios de Hacienda, José Angel Gurría; Desarrollo Social, Carlos Jarque Uribe; Trabajo y Previsión Social, Mariano Palacios Alcocer; Salud, Antonio González Fernández; los titulares del DIF, Enrique Burgos García; Issste, Socorro Díaz Palacios; Infonavit, Antonio de Pablo Serna, y el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Claudio X. González. ¿Cuál es la realidad actual? Carlos Gálvez Herrera, presidente de la Comisión de Vigilancia del instituto, dijo ayer, en una nueva edición de la asamblea, que el pasivo laboral asciende a un billón y medio de pesos, aproximadamente. Se refiere a obligaciones que incluyen las pensiones de los propios trabajadores del IMSS. Como no hay recursos se está comiendo las reservas. Los años de la docena trágica de Fox y Calderón no fueron suficientes para desactivar la bomba.
La proposición 30
En forma simultánea a la elección presidencial de hoy, se someterán a referendo numerosas propuestas en Estados Unidos. Una muy interesante es la proposición 30, del gobernador Jerry Brown. El sistema educativo de California se encuentra en bancarrota y para obtener recursos está planteando un impuesto especial sobre los ingresos mayores a 250 mil dólares anuales. Es lo que percibe, por ejemplo, un empresario mediano o un profesionista megacotizado; quizá un oncólogo o un cirujano de los que hacen operaciones a corazón abierto. No la tiene fácil el gobernador. Los opositores a la propuesta han recibido ayuda incluso de fuera de California. Temen al contagio.



En el sexenio que a los mexicanos prometió vivir mejor, el deterioro de las condiciones de vida de la población fue más que notorio, y uno de los factores que contribuyeron a ello fue la escalada de precios de los alimentos. Con Felipe Calderón en Los Pinos, por ejemplo, el precio del arroz se incrementó (hasta septiembre pasado) 97 por ciento, el del maíz blanco, 75 por ciento; 61 por ciento el del frijol negro, y 41 por ciento el del kilogramo de tortilla.
En este contexto, el sexenio calderonista cierra como empezó, es decir, con sensibles alzas en dichos precios, los cuales no tienen para cuándo estabilizarse, ya no se diga reportar descensos. Como señala el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados, en septiembre pasado el encarecimiento de los precios al mayoreo de cereales y leguminosas de granos en el mercado nacional estuvo determinado por el factor especulativo, ante la perspectiva de una nueva escalada de precios en el mercado internacional, derivada de una menor producción causada por las sequías registradas en julio y agosto de 2012 en diversos países productores de granos como Estados Unidos, Rusia, Australia, Ucrania y la zona sur de Europa.
Por lo que toca al mercado interno, los precios de los productos básicos mostraron un comportamiento heterogéneo en septiembre: mientras el kilogramo de maíz se incrementó 3.33 por ciento mensual; la alubia chica se contrajo 4.35 por ciento; el kilo de arroz, frijol y lenteja chica no variaron su precio. Por otra parte, en comparación real anual destacan los precios del arroz y maíz, que aumentaron 36.66 y 4.20 por ciento; en tanto, el garbanzo y la lenteja cayeron 12.38 y 3.45 por ciento, todo respecto a septiembre de 2011, de acuerdo con información del Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados (SNIIM).
El deterioro del ingreso de los consumidores por el encarecimiento de los precios se aprecia en mayor medida cuando se analiza el comportamiento del salario y los precios al mayoreo de productos básicos en lo que va de la presente administración, ya que mientras el salario real decreció 1.82 por ciento entre enero de 2007 y septiembre de 2012, los precios del arroz, maíz y frijol crecieron entre 27.49 y 55.94 por ciento en términos reales.
Bajo el mismo análisis, apunta el CEFP, destaca que el sobreprecio del maíz registrado desde diciembre de 2010 sigue presionando al alza el relativo a la tortilla. En septiembre, el precio promedio de este alimento se ubicó en 12.30 pesos por kilogramo, precio superior en 10.98 por ciento al del mismo mes de 2011, y 23.34 por ciento por arriba del reportado en diciembre de 2010. Al interior de la República el precio más alto se mantuvo en Hermosillo, Sonora, con 16.50 pesos, en tanto que el menor volvió a localizarse en la zona metropolitana de Puebla, en 8.80, con lo que acumuló nueve meses consecutivos con el mismo precio.
La desaceleración de la oferta de productos alimenticios y los elevados precios de granos, leguminosas y productos derivados de granos han orientado al gobierno federal a implementar medidas de capacitación para mejorar la producción y la comercialización de la producción agrícola, lo cual se llevará a cabo mediante la instalación de comités de comercialización, integrados por representantes de los gobiernos federal y estatal, así como productores agrícolas. Con ello, se busca otorgar certidumbre en la venta de sus cosechas, evitar que intermediarios y acaparadores afecten las ganancias de los productores y proporcionar precios accesibles a los consumidores. El CEFP advierte que el deterioro de la oferta de alimentos en el país continuará en los siguientes meses debido a la menor producción de granos por el cambio climático, el incremento de la demanda de productos comestibles de países emergentes y mayor volatilidad en el mercado de físicos por factores especulativos.
En relación con la canasta básica, el citado centro de estudios señala que en septiembre pasado la inflación de alimentos se incrementó 10.74 por ciento anual, la más alta desde febrero de 2009, cuando se ubicó en 10.52 por ciento. De esta manera, se confirma el mayor dinamismo de los precios de productos comestibles, con respecto a los artículos que integran la canasta básica, la cual se incrementó 6.22 por ciento, y a la inflación general que aumentó 4.77 por ciento, ambos, respecto a septiembre de 2011. Con estos resultados, el índice de los alimentos alcanzó cinco meses seguidos por arriba de la canasta básica y 18 meses consecutivos por encima de la inflación general.
El mayor repunte de los precios en los alimentos básicos estuvo respaldado por el alza en los precios de productos pecuarios; frutas y hortalizas; granos y derivados de granos. En el caso de pecuarios, los mayores incrementos se observaron en huevo, carne de res y de pollo, que aumentaron 40.01, 16.55 y 13.99 por ciento anual, en ese orden. En el renglón de los granos destaca el precio del maíz, con un incremento de 17.06 por ciento y el del arroz, que aumentó 11.74 anual. Por su parte, los productos derivados de granos con mayor repunte fueron el pan blanco, la masa y la harina de maíz, las galletas saladas y la tortilla de maíz, que subieron 10.45 por ciento anual, con lo que acumularon 19 meses con variaciones superiores a dos dígitos. Con esos resultados y la perspectiva de una nueva oleada de incrementos de los precios internacionales de granos básicos, se podría presentar otra escalada de precios dentro de territorio nacional, lo que alienta la posibilidad de un mayor deterioro del ingreso de la población mexicana, por incrementos en productos como la tortilla, el arroz, maíz y frijol. Paralelamente, los costos de los fertilizantes continuaron altos en septiembre y la tendencia se mantiene al alza.
Las rebanadas del pastel
Pus nada, que la sólida economía nacional tendrá una desaceleración en los próximos tres trimestres, mientras las exportaciones mexicanas se encuentran cercanas al precipicio, pues en los últimos dos meses han tenido su crecimiento anual más bajo registrado desde la crisis, de acuerdo con entusiasta análisis del Bank of America-Merrill Lynch.



Este es el título de un libro escrito por Diana Luque Agraz, ilustrado con fotografías de Ignacio A. Cabrera, Edmundo Kossio, Thor Morales Vera, María Paula Ríos Noriega, Diana Esquer, Moisés Rivera, de la autora, y del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Edita el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo AC.
Mar y desierto son los paisajes en los que viven los comcaac o seris. Los investigadores Richard Helger y Mary Mosser documentaron, en 1985, que era tal su conocimiento de la naturaleza, que podían nombrar la mayoría de las 427 especies de su flora. De ellas utilizaban 53 diferentes frutas, 25 tipos de semillas, seis bulbos, 10 tallos, 11 flores y tres distintas hojas para alimentarse.



En un informe difundido ayer, el banco de inversiones Bank of America-Merrill Lynch previó una desaceleración de la economía mexicana durante los próximos tres trimestres, consecuencia de una disminución en la demanda foránea de manufacturas producidas por el país. De hecho, la institución financiera ponderó una moderación, entre agosto y septiembre pasados, de las exportaciones nacionales, la producción industrial y el crédito a las empresas, elementos que son una buena predicción de la actividad de la economía.

Se queja por falta de pago de beca de la SEP
Solicito que se haga pública mi queja sobre el Programa de Becas Universitarias de la Secretaría de Educación Pública del Poder Ejecutivo Federal. Comenzó a mediados de la pasada jornada electoral y tuvo como objetivo apoyar económicamente a jóvenes universitarios.

Entre finales de los años sesenta y principios de los setenta, se teje en la economía mundial un nudo formado por el fin de la era Bretton Woods; la imposición del dólar como dinero fiduciario obligatorio (un oxímoron que opera en el mundo real); la flotación de los tipos de cambio, la internacionalización acelerada del capital financiero; el hundimiento del perfil tecnológico surgido de la revolución industrial, expresado en la caída por casi dos décadas de la productividad global de la economía del norte; la vigorosa salida de grandes clósets de gobiernos neoclásico-neoliberales, que imponen como prioridad la estabilidad macroeconómica a toda costa. También llega la revolución de los nuevos materiales y las nuevas tecnologías.

El pasado 26 de octubre Enrique Peña Nieto asistió a un acto promovido en el estado de México por su sucesor al estilo que a él le gusta: protegido frente a probables cuestionamientos. Llamó la atención que no se difundió la palabra de los indígenas mazahuas en San Felipe del Progreso, fuera de colocarle el consabido collar de flores y otorgar el bastón de mando. Pudo así expresar su magra oferta para los pueblos indígenas, que no se compadece de los derechos reconocidos, mucho menos de los conceptos que los expresan. Lejos de la autonomía y libre determinación y muy cerca del pretendido paternalismo cargado de discriminación, indicó a sus invitados mazahuas que “lo más importante es aseguramos que esas comunidades que reciben beneficios de los gobiernos, de la sociedad civil organizada (puedan) salir del retraso (sic) en que se encuentren y además reciban las herramientas necesarias para incorporarse a la vida activa y productiva –coincidiendo con el lema del acto, denominado Juntos hacia adelante: por un México incluyente con los pueblos indígenas–; por eso vamos a promover que dentro de las defensorías de oficio se tengan defensores y abogados que sean bilingües, que hablen los dialectos (sic) de nuestras (sic) comunidades indígenas”.

Hace 30 años, el dirigente magisterial democrático Víctor Ariel Bárcenas fue víctima de una agresión artera. El 5 de junio de 1982, enfrascado en una lucha sin cuartel contra el charrismo sindical de Carlos Jonguitud y Elba Esther Gordillo, fue violado por cuatro pistoleros. Desde tiempo atrás había recibido amenazas. Al despedirse le dijeron: no hables porque te mueres. En lugar de guardar silencio, Víctor Ariel denunció la vejación.

Hablando de su nueva novela, Los sordos, el escritor guatemalteco Rodrigo Rey Rosa dijo que cuando 98 por ciento de los crímenes queda sin resolver, el género policiaco es imposible.

El sábado 3 una multitud de personas, jóvenes en su gran mayoría, marcharon del Monumento de la Revolución al Zócalo disfrazados de zombis o muertos vivientes en la línea de la iconografía reglamentaria de la serie televisiva The Walking Dead y, desde antes, por el video Thriller del difunto Michael Jackson: pieles podridas, lesiones sangrantes, porciones del rostro arrancadas a mordiscos, perforaciones de bala en medio de la frente, objetos punzantes clavados en el cuerpo, ojos en blanco. Algunos de los vestuarios y efectos especiales eran verdaderamente ingeniosos y espectaculares. Otros eran tediosos recalentados de los disfraces comerciales de Halloween.

En las semanas recientes se ha producido un importante debate sobre la conveniencia de crear una nueva secretaría de ciencia, tecnología e innovación, que podría formar parte de la estructura del próximo gobierno. El tema es realmente importante y rebasa ya los clichés sobre los riesgos de burocratización que han acompañado por años a esta iniciativa. Lo primero que hay que advertir es que se trata de una propuesta viva, pues ha sido recientemente formulada por más de 60 instituciones, entre las que están universidades, centros de investigación, organizaciones académicas y empresariales. Esta recomendación presenta dos modalidades, una incluye a la educación superior en la estructura de la nueva dependencia, que de concretarse, representaría una gran oportunidad para transformar radicalmente no sólo a la ciencia, sino además al sistema educativo en su conjunto.

En esta exposición cuyo comentario inicié la semana pasada, todas las artistas de México son consabidas del público interesado sea en el surrealismo que en otros movimientos del siglo XX. De Remedios Varo se exhibe el contingente más nutrido de todos, debido a que en buena parte pertenece al acervo del Museo de Arte Moderno (MAM), en memoria de Isabel Gruen Varsoviano, gracias a la donación de largo y difícil proceso legal, efectuada por Walter Gruen y Alexandra Varsoviano de Gruen.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario