La aprobación en la Cámara de Diputados de una reforma labora rasurada en lo único positivo que tenía —en relación con democracia y transparencia sindicales—, es el mayor atentado contra la clase trabajadora mexicana en la historia reciente del país y confirma, más allá de los debates escenificados, la alianza del PRI y del PAN cuya verdadera vocación es la imposición de medidas neoliberales en beneficio de los patrones nacionales e internacionales.
El supuesto debate sobre transparencia y democracia sindicales fue usado como cortina de fuego para ocultar el hecho que se consumó esta tarde en la Cámara de Diputados. Lo evidente es que no solamente el Partido Revolucionario Institucional (PRI), sino que tampoco el Partido Acción Nacional (PAN) tuvieron alguna vez la mínima intención de democratizar el mundo laboral para lo cual, por cierto, hacía falta mucho más de lo que se le incluyó a la iniciativa en la Cámara de Senadores.
La sociedad mexicana debe estar consciente y preparada ante lo que significará la renovada alianza PRI-PAN, en futuras iniciativas, como la reforma energética, que profundizarán todavía más el neoliberalismo en México.
Con el falso argumento de que promoverá el empleo, la competitividad y atraerá inversión extranjera, la reforma laboral refuerza al máximo la continuidad del modelo de precarización del trabajo iniciado en los gobiernos priistas y agudizado por las administraciones panistas. Ahora ésta pasará a la Cámara de Senadores, lo que abre un paréntesis para insistir en que se mantengan las modificaciones que promueven la democracia sindical; aunque está claro que su intención es aprobar la iniciativa antiobrera.
Pero esta “santa alianza” se equivoca si cree que las y los trabajadores y sus organizaciones aceptarán esta reforma como un hecho consumado. El sindicalismo auténtico y democrático, la sociedad en su conjunto, manifestarán de manera más contundente su rechazo a la iniciativa.
Se coloca en el centro de las prioridades del movimiento sindical independiente la lucha en diversos frentes por revertir la reforma laboral, dado su carácter anticonstitucional y contrario a los convenios internacionales en la materia que han sido firmados por México. Obligará también a las y los trabajadores a rebelarse contra esta embestida inaceptable. La rebelión y la desobediencia ante la reforma laboral será lo que determiné los días por venir.
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