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Servicio es discriminatorio y atenta contra derechos femeninos
Por Guadalupe Cruz JaimesMéxico, DF, 13 sep 12 (CIMAC).- Los servicios de la Secretaría de Salud del Distrito Federal (Ss-DF) discriminan a las mujeres indígenas pues carecen de programas de atención intercultural que les garanticen al menos un intérprete que pueda comunicarse en su lengua.
Edgar Bautista, coordinador del área de Salud Integral de la Mujer de la organización Kinal Antzetik, indicó que para romper las barreras en el acceso a la salud de las indígenas de la capital es fundamental que las unidades médicas “sean culturalmente cercanas a estas mujeres”.
Aunque la población indígena en esta ciudad es minoritaria (122 mil 411 personas, según el Censo de Población y Vivienda 2010),
negar atención sensible a sus necesidades y en su idioma es discriminatorio y violenta su derecho a recibir atención de calidad, advirtió el activista.
En el DF, 14 de cada 100 personas no habla español, las y los indígenas en la capital hablan sobre todo náhuatl, mixteco, otomí y mazateco.
Esta población habita principalmente en las delegaciones Cuauhtémoc, Venustiano Carranza, Iztapalapa, Coyoacán, Iztacalco y Gustavo A. Madero, de acuerdo con la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades.
No obstante, la intervención intercultural es “nula” en los servicios públicos de salud en el DF, donde ni siquiera existe un registro de usuarias según su etnia, lamentó.
La falta de servicios con estas características es todavía más grave cuando ellas requieren atender su salud sexual y reproductiva, sobre todo durante el embarazo, parto y puerperio, ya que la atención hospitalaria es “totalmente ajena a su forma de parir”.
Lorena García, integrante de la asociación AMOR Predios Indígenas en el DF, dijo a Cimacnoticias que por la falta de intérpretes y de sensibilidad en las instituciones “ellas prefieren tener a sus hijos en sus casas, apoyadas por parteras o parteros de sus pueblos que también viven aquí”.
Con base en su trabajo en campamentos de población triqui y otomí en la capital, que realiza desde hace 12 años, García añadió que algunas de ellas se han visto obligadas a dar a luz en hospitales públicos para que les den la hoja de alumbramiento, porque sin ésta no pueden registrar a sus hijas e hijos.
Cuando llegan a los servicios “no hay quien les explique en su idioma la importancia del seguimiento médico durante el embarazo y qué hacer en caso de una complicación, a qué hospital acudir y cuáles son los trámites que deben hacer”.
MACHISMO Y POBREZA
Al “desinterés” de las autoridades de brindar atención intercultural, las mujeres deben romper otras barreras para acceder a la salud, sobre todo a la salud sexual y reproductiva: el machismo de sus parejas y de la comunidad, además de su difícil situación económica.
En los cuatro campamentos ubicados en asentamientos irregulares en la delegación Cuauhtémoc, donde habitan más de 100 familias de origen triqui y otomí, “hay mucho machismo: sus maridos no las dejan ir (a los servicios de salud) porque nadie más que él las puede ver, y por eso mismo a ellas les da pena acudir”.
Otro impedimento es su precaria situación económica, ya que para ellas es más importarte trabajar que ir a hacerse una revisión médica y perder su día en los centros de salud. “Si ellas no salen a vender (dulces o artesanías) o no van a su trabajo (como empleadas del hogar), ese día su familia se quedó sin un ingreso destinado casi por completo a su alimentación”.
Para revertir la situación y poder garantizar el acceso a la salud sexual y reproductiva de las mujeres indígenas en la capital, la Ss-DF necesita invertir en la atención intercultural, que implica el registro de las usuarias por etnia, la sensibilización de su personal, y la inclusión de intérpretes.
Por último, Edgar Bautista dijo que para mejorar la salud materna, la secretaría debe generar un vínculo con las y los parteros de las comunidades, reconociendo su capacidad de resolver un parto de bajo riesgo y de identificar una emergencia obstétrica, a fin de capacitarlos para optimizar estas prácticas con información de a dónde acudir y cómo responder a una urgencia de ese tipo.
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