Por la Redacción
México, DF, 12 sep 12 (CIMAC).-
Ante el intento de varios países miembros de la Organización de los
Estados Americanos (OEA) para debilitar a la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos (CIDH), personajes políticos, artistas y gente de la
academia en la región se pronunciaron a favor del órgano integrante del
Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH).
A través de
un documento denominado “Declaración de Bogotá”, las y los firmantes
refrendaron que el SIDH debe seguir contribuyendo a dar respuestas
efectivas ante eventuales violaciones a los DH y cualquier intento por
transgredir la democracia.
Entre quienes signaron la
declaración están los ex presidentes de Colombia Andrés Pastrana y
César Gaviria; el ex mandatario de Perú Alejandro Toledo; el Premio
Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel; la alcaldesa de Lima, Susana
Villarán; Silvia Pimentel, cofundadora del Comité de América Latina y
el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer (Cladem), y Raúl
Vera López, obispo de Saltillo, México.
También firmaron los
poetas Juan Gelman y Javier Sicilia, y la escritora nicaragüense
Gioconda Belli, entre otras personalidades.
En el documento
detallaron que desde hace más de un año, varios países miembros de la
OEA buscan debilitar el SIDH, en particular a la CIDH, toda vez que
algunos gobiernos han cuestionando las competencias, facultades,
procedimientos, prácticas y decisiones de la Comisión, manifestando la
intención de limitar su capacidad y disminuir sus atribuciones.
En
junio pasado, Alejandra Nuño, directora del Programa para Centroamérica
y México del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (Cejil),
denunció que Venezuela, Ecuador, Nicaragua y Brasil pretenden debilitar
a la CIDH y a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH), para
dificultar que víctimas de violaciones a sus DH exijan justicia ante
ambas instancias, y evitar así eventuales condenas contra los Estados
infractores.
Agregó que hay un “fuerte interés” de estos países
y de otros miembros de la OEA, para que los casos que estén en análisis
ante la CIDH se solucionen de manera amistosa y no lleguen ante la
CoIDH.
Asimismo, Venezuela, Ecuador, Nicaragua y Brasil (con
gobiernos autodenominados de “izquierda”) quieren endurecer los
trámites a través de los cuales el SIDH otorga medidas de protección
(que deben ser implementadas por cada Estado) para aquellas personas
que se dicen en riesgo.
RIESGO DE RETROCESOS
Durante la
última Asamblea General de la OEA en Cochabamba, Bolivia, en junio
pasado, los Estados miembros aprobaron las recomendaciones de un grupo
de trabajo para el “supuesto” fortalecimiento del SIDH.
Ante ese
debate que culminará dentro de seis meses en una reunión extraordinaria
de la Asamblea General, en la “Declaración de Bogotá” las y los
firmantes exigieron que la discusión sea transparente, democrática y
participativa, de cara a la sociedad y los pueblos del continente,
considerando especialmente la voz y experiencia de las víctimas a
quienes el Sistema está obligado a proteger y quienes deben
beneficiarse de su fortalecimiento.
También demandaron que se
perfeccionen los mecanismos de selección de integrantes de la CoIDH y
la CIDH, y que se fortalezca el Sistema como un mecanismo eficaz de
promoción y protección de derechos fundamentales garantizando de hecho
y legalmente su independencia y autonomía.
“Se requiere de una
protección regional fuerte, decidida, acorde a los compromisos de las
ciudadanías y los pueblos con la dignidad, la pluralidad, la seguridad,
la igualdad, la participación y la democracia”, expresaron.
Agregaron
que los logros del SIDH aún son insuficientes frente a las realidades
del continente, ya que sigue siendo la región más inequitativa en
cuanto a la distribución del ingreso y el goce de los derechos a la
salud y prestaciones sociales; la persistencia de altas tasas de
homicidios, y la vigencia del conflicto armado en Colombia que provoca
una de las mayores cifras de desplazados internos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario