Serpientes y escaleras
La
imagen era, por decir lo menos, incómoda: en el acto en el que Enrique
Peña Nieto, presidente electo, presentaba sus primeras iniciativas de
ley para promover la transparencia y combatir la corrupción, muy cerca
de él, acompañándole, había personajes más bien identificados con
opacidad y corrupción, como Carlos Romero Deschamps, polémico y
millonario líder del sindicato petrolero, por mencionar apenas un caso.
Frente
a esos personajes conocidos por excesos y ostentaciones, el mandatario
electo y su coordinador Luis Videgaray daban a conocer el contenido de
dos reformas que llevarán al Congreso, vía las fracciones
parlamentarias de PRI y PVEM, y que buscan endurecer las leyes para
impedir y castigar dos de los principales males del país: la falta de
rendición de cuentas y la impunidad en el uso y abuso de los recursos
públicos.
La
trascendencia de las propuestas chocaba por momentos con la fama
pública de algunos de los invitados al acto en un hotel de Polanco.
Por
un lado, el planteamiento de Videgaray para dotar de autonomía y
mayores facultades legales al IFAI, para que intervenga incluso en
asuntos de los estados, además de aumentar el número de consejeros
actuales, y por el otro, la duda de si una reforma de tal calado e
importancia no se topará con los intereses políticos y la tendencia a
la opacidad de algunos personajes que rodean al futuro gobernante,
incluidos buena parte de los gobernadores del PRI que no son
precisamente los más transparentes en sus gastos y en su actuar.
Porque
al final esa es la importancia de la propuesta presentada ayer por Peña
Nieto. No sólo plantea profundizar en un tema que es más bien herencia
de los gobiernos del PAN, la creación del IFAI y la cultura de la
transparencia y la rendición de cuentas, sino que la lleva al terreno
de la autonomía y de un instituto ciudadano, que además tendría la
facultad legal para, sin afectar la soberanía de los estados dentro del
pacto federal, poder atraer y ordenar sobre temas que involucren a los
gobiernos estatales y locales.
Peña
propone una reforma de segunda generación en materia de transparencia y
rendición de cuentas en el país, lo cual de aprobarse representaría un
paso importante en rubros tan sensibles como el derecho a la
información, la opacidad en el uso de los recursos públicos y la
obligación de los funcionarios e instituciones federales o locales de
transparentar todos los asuntos en los que se utilice dinero público.
Hasta ahí el tema legal.
En
lo político, la propuesta del presidente electo lleva todo un mensaje
para la clase gobernante, una buena parte del propio PRI: con un órgano
autónomo será más difícil tolerar y permitir la opacidad que hoy se
maneja en el uso de los recursos públicos, y eso toca lo mismo a
gobernadores del PRI o de otros partidos que han hecho del abuso del
dinero público su modus operandi, pero también a instituciones hasta
hoy cobijadas por la falta de transparencia como el Congreso, con sus
dos cámaras, o instituciones del Poder Judicial como el Consejo de la
Judicatura o el Tribunal Electoral federal. Aunque con sus reservas, el
IFAI tendría facultades para revisar asuntos “de transcendencia
nacional” en esas áreas hasta ahora marcadas por la poca o nula
transparencia.
Así
que Peña Nieto ha empezado a materializar algunas de las reformas que
propuso en campaña. Comenzó por el IFAI y, adelantan, viene en los
próximos días la creación de una Comisión Nacional Anticorrupción. Sin
dudar de las buenas intenciones de Peña, que se manifiestan al poner
en papel y tinta lo que ofreció en su proselitismo, falta ver en los
hechos primero la aprobación de esas reformas y luego su aplicación en
la práctica; porque si se hace la mitad de lo que plantean, se tocarán
las fibras más sensibles del priismo histórico, ese que Peña se dice
dispuesto a renovar: corrupción y falta de transparencia ¿Lo hará aún a
costa de ciertos personajes de su propio partido?
NOTAS
INDISCRETAS… Veintitrés muertos en las últimas 24 horas en el país: 16
cuerpos masacrados en Guerrero, cinco ejecuciones en Nuevo León, otras
tantas muertes en diversas regiones. Es la violencia que nos dejará el
calderonismo, esa que a la distancia, entre Rusia, Singapur y Nueva
York parece inexistente… Los dados Mandan Serpiente. Falló el tiro.
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