8/03/2015

Los periodistas pal café . . .



El asesinato de cinco personas en la capitalina colonia Narvarte tiene un indudable contexto político y periodístico. Más allá del curso procesal que ayer mismo el procurador de justicia del Distrito Federal quiso constreñir a los terrenos del homicidio y el robo (dejando abiertas todas las líneas de investigación imaginables, pero sin aceptar abiertamente la incursión en la que lleva a oficinas centrales de Xalapa), lo cierto es que las primeras consecuencias de ese golpe de barbarie llegaron al ánimo político y social de todo el país, pues lo sucedido en un departamento de la calle Luz Saviñón constituye un seco mensaje de advertencia a los movimientos críticos y de oposición respecto a los riesgos crecientes que conllevan la descomposición institucional, el hundimiento de la figura de quien vive en Los Pinos y el actuar impune de bandos internos del sistema que en sus pugnas son capaces de tramas y acciones descomunales.
No se puede apuntar aquí una hipótesis fundada de lo que realmente sucedió en la Narvarte, de los móviles y las sinrazones. A pesar del gran interés que el asunto suscitó, el procurador del gobierno de Miguel Ángel Mancera apenas dio algunos datos en firme durante una reunión con reporteros, con una parquedad que en las próximas horas se verá si corresponde al explicable cuidado en el manejo de pistas que llevarán a un contundente esclarecimiento de los hechos o, como una amplia primera lectura politizada sugirió, a un intento de sustraer ese asunto del natural contexto político y periodístico que le acompaña y tratar de fijarlo en el tablero judicial como un hecho aislado, un asalto excesivo y despiadado, pero a fin de cuentas carente de motivaciones políticas. Por lo pronto, en el palacio de gobierno de Veracruz han recibido con beneplácito la postura del procurador Rodolfo Ríos.
Pero, aun cuando es necesario esperar a que se conozcan más detalles en firme de esos asesinatos, el tipo de respuesta visto hasta ayer subraya (por ese intento de escamotearlo o difuminarlo) el factor político, las referencias a centros de poder. Rubén Espinosa Becerril había llegado a la ciudad de México a principios de junio pasado, tratando de ponerse a salvo del acoso, las amenazas y los golpes que en Veracruz ha permitido y establecido como política referencial hacia el periodismo crítico el abogado (por la Iberoamericana, campus Santa Fe), maestro (por doble partida, una en Madrid y otra en el Tec) y doctor (en economía e instituciones, por la Complutense de Madrid) Javier Duarte de Ochoa, hechura absoluta de su antecesor, Fidel Herrera Beltrán, quien lo nombró subsecretario de Finanzas y luego titular de esa cartera, y lo hizo candidato priísta a diputado federal y luego a gobernador.
La débil textura política de Duarte de Ochoa y su dependencia sostenida respecto a Herrera Beltrán, reconocido como maestro y doctor en las artes más pragmáticamente oscuras del ejercicio político priísta, han convertido el sexenio duartista en una colección de desatinos administrativos pero, lo peor, en un coctel explosivo en el que convergen los intereses densos de FHB (quien sigue gobernando y al que muchos de sus paisanos adjudican, sin que haya prueba judicial al respecto, el haber permitido la instalación de grupos del crimen organizado que siguen dominando la entidad), más las variantes ejecutivas de grupos caciquiles y empresariales históricamente acostumbrados al ejercicio ríspido del poder, y los ánimos volátiles, viscerales y punitivos del propio Duarte.
En ese rapaz ejercicio de poderes (en constante lucha entre sí pero siempre coincidentes en dañar el interés de las mayorías, sometidas éstas por diversas vías, la violenta como constante), el ejercicio periodístico ha resultado un contrincante natural. No ha de sacralizarse ese ejercicio en lo general: como en el resto del país, pero agudizado por los factores de corrupción antes mencionados, los medios de comunicación en Veracruz suelen ser alineados con los poderes mediante plata o plomo. Durante el sexenio de Duarte ha habido una proclividad a ese plomo, acompañado de sus variantes, como el despido de los periodistas molestos, la persecución, las amenazas, los golpes, el secuestro y el virtual exilio. Los periodistas independientes y sostenidamente críticos han terminado fuera del estado o el país, o se sostienen con dificultad y miedo en sus trincheras locales, o terminan en la tumba, como Regina Martínez, quien era corresponsal de Proceso o, ahora, Rubén Espinosa.
La ejecución de Espinosa y cuatro mujeres (agresiones físicas, tiro de gracia) enuncia que el brazo de la venganza pudiera haber llegado ilustrativamente hasta la ciudad de México, considerada una zona de refugio para periodistas de varias partes del país que se ven en la necesidad de salir de su franja local de peligro. Sabido es que los gobiernos federales (los panistas y, ahora, ostentosamente el priísmo peligrosamente torpe e ineficaz) han hecho malos remedos de protección al gremio periodístico, nombrando en fiscalías y comisiones a burócratas sin fuerza ni interés más que en simular con malos resultados que algo hacen (el más reciente, Ricardo Nájera Herrera, en la PGR). Pero la administración de Mancera se ha sumado a ese cuadro de abandono, en ese proceso tan visto de desmantelamiento de las banderas progresistas que distinguían a la urbe capitalina y de emparentamiento con las políticas del peñismo.
Cinco muertes en el corazón del corazón del país. Yesenia Quiroz Alfaro, maquillista de menos de 20 años, entre ellas. Y Nadia Vera, nacida en Chiapas, pero activa en Xalapa, partícipe en luchas sociales, en especial en el movimiento YoSoy132, promotora cultural con presencia en la comunidad dancística. Más una mujer presuntamente colombiana y otra dedicada al servicio doméstico. El pasado 5 de junio, una decena de encapuchados golpearon salvajemente, con bates y otros instrumentos a ocho estudiantes universitarios en un reducido departamento de Xalapa. El modelo Veracruz se extiende, agravado. ¡Hasta mañana!
Twitter: @julioastillero, Facebook: Julio Astillero, Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx




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El Banco de México y la Secretaría de Hacienda están empeñados en convencernos de que la devaluación del peso frente al dólar (28 por ciento) todavía no ha tenido efectos negativos en el mundo real. Sin embargo, no es así. Un grupo de 10 empresas de la Bosa Mexicana de Valores tienen deudas por más de 100 mil millones de dólares. En su equivalente en pesos, han aumentado en la misma proporción: 28 por ciento. El dólar caro las afectará severamente, excepto que sus exportaciones sean suficientes para abonar sus créditos. Entre las muy endeudadas sobresale América Móvil. También Fomento Económico Mexicano (Femsa), en sus divisiones de cerveza y Coca-Cola, y las dos principales televisoras. Eso por lo que toca a las grandes corporaciones de la bolsa. Pero hay centenares de empresas pequeñas y medianas que también deben dólares. Ya sea que consiguieron un crédito en un banco del exterior o un proveedor internacional les haya financiado la adquisición de maquinaria. Esas compañías tienen pocas probabilidades de sobrevivir a una devaluación como la que sufrimos estos días. Las grandes crisis del pasado no estallaron porque subió el precio del pan o los jitomates, sino por la quiebra de las empresas. Todavía no termina de pagarse la deuda del Fobaproa y ya otra tormenta parecida se anuncia a la distancia.
¿Quiere comprar casa o departamento?
Este es el momento de que compre casa o departamento, pero en pesos y a tasa fija. Agustín Carstens, gobernador del Banco de México, anuncia que el aumento de la tasa de interés en Estados Unidos hará que suban en México. Es más, se adelantarán al suceso. Tiene la esperanza de que pagándoles mayores rendimientos a los especuladores no se llevarán sus capitales del país. Es decir, no venderán los bonos del gobierno. Eso afectará a todos, pero en particular al mercado inmobiliario, ya que los bancos tendrán que subir sus intereses. ¿En qué nivel andan actualmente? Santander tiene un financiamiento hipotecario de 7.55 por ciento; Banamex, 8.50 por ciento, y Bancomer, 10.60 por ciento. No se vayan con la finta, cada línea uno tiene sus condiciones y modalidades. Tienen que preguntar y pedirle al funcionario que los atienda que les haga un impreso de computadora donde les muestre con claridad cuánto, en total, terminarán pagando dentro de 10 o 15 años. La clave es ésta: pesos, no Udis ni dólares; tasa fija, no variable; y un seguro, por si se llegaran a quedar sin empleo.
El éxito financiero de Uber
A despecho de la oposición de grupos de taxistas en algunas partes del mundo, incluyendo la ciudad de México, y a tan sólo cinco años de su lanzamiento, Uber Technologies Inc está valorada en cerca de 51 mil millones de dólares, según informó The Wall Street Journal. En ese mismo lapso la empresa recaudó más de 5 mil millones de dólares de sus inversores. En 2014 obtuvo ingresos por más de 400 millones de dólares, y entre sus socios destacan Microsoft, Google y la fabricante china de smartphones Xiaomi. La compañía de transportación ha logrado expandirse rápidamente a pesar de diversos obstáculos, y hasta el momento brinda sus servicios en 300 ciudades de 56 países. Parte de su estrategia ha sido buscar alianzas con fabricantes de celulares inteligentes y buscadores de Internet.
¿Y el dólar?
El viernes anterior la cotización del dólar cerró en 16 pesos 60 centavos. Hacienda y el Banco de México decidieron inyectar 200 millones de dólares al mercado para detener la caída del peso. Había subido a 16 pesos 81 centavos. Eso no significa que por cada 200 millones el peso se recuperará 21 centavos. Sería fácil, y relativamente barato, regresarlo a 12.50. Hoy veremos cómo abre el mercado cambiario. Las apuestas siguen sobre 17 pesos. El control no lo tienen las autoridades, sino los especuladores.



Hace unas semanas, Barack Obama decidió restablecer relaciones diplomáticas y flexibilizar aún más la política migratoria y económica con Cuba. La semana pasada Hillary Clinton prometió que, de llegar a la presidencia, terminaría con el bloqueo económico con el que hace 50 años el gobierno de Estados Unidos aisló a ese país.
En Estados Unidos quienes han hecho lo posible por evitar que ambos países restablezcan relaciones normales han expresado su abierto disgusto. Algunos de ellos son quienes de una u otra forma han medrado política y económicamente con el distanciamiento entre las dos naciones. Se han arrogado la representación de 10 millones de cubanos sin que nadie los haya nombrado como tales. En ese grupo están los legisladores de origen cubano que han chantajeado durante años al gobierno de Estados Unidos, acusando de socialistas y comunistas a quienes dentro y fuera de él han pretendido revocar una situación por demás absurda e injusta.
En Cuba está el otro lado de la moneda. El anuncio del restablecimiento de relaciones ha sido motivo de cauto optimismo entre un pueblo que ha sobrevivido con profundas carencias. El bloqueo económico y diplomático ha causado estragos en el bienestar de la población. El racionamiento de alimentos, el desabasto de energía y la precariedad de la infraestructura urbana son algunas muestras de esos estragos, pero no han sido suficientes para doblegar sus intenciones de salvaguardar lo que la revolución sí les ha garantizado: educación, salud, seguridad y dignidad ante la adversidad.



Más temprano que tarde reventará la bomba de la deuda pública de las 32 entidades que conforman la República, pues el saldo de tal débito –improductivo y con un crecimiento aterrador– alcanza niveles estratosféricos, y contando que difícilmente soportarán las cada día más endebles cuan dependientes finanzas públicas de los estados, problema que suma al del vertiginoso endeudamiento que registra la administración peñanietista.
El pasado sábado comentamos en este espacio que las cifras más recientes de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público dan cuenta de que en los 31 meses de gobierno peñanietista la deuda pública se incrementó dos billones 150 mil 322 millones de pesos (para alcanzar un nivel histórico de siete billones 503 117 millones de pesos), o lo que es lo mismo, 40 por ciento de aumento en el periodo, sin que esa catarata de dinero se haya traducido en avance económico y/o bienestar social.
Lejos de ello, a estas alturas cada mexicano –recién nacidos incluidos– debe 62 mil 526 pesos (al cierre de junio pasado), frente a 50 mil 343 pesos cuando en diciembre de 2012 Enrique Peña Nieto se instaló en Los Pinos.
Lo anterior sólo por el lado del gobierno federal, pues los estatales han seguido la misma ruta con idénticos resultados, es decir, se endeudan para pagar endeudamientos, aceitar las corruptelas del virrey en turno y pasarle la factura al desarrollo de la entidad y, desde luego, sus habitantes.
Así, en el periodo de referencia la deuda conjunta de las 32 entidades de la Federación se incrementó alrededor de 20 por ciento, al pasar de 432 mil millones de pesos en diciembre de 2012 a más de 510 mil millones en marzo de 2015, con todo y que el grueso de los presupuestales estatales se nutre de recursos canalizados por la Federación.
En un plazo más amplio, la deuda de los 31 estados y el Distrito Federal se incrementó de forma verdaderamente espeluznante: 2 mil 800 por ciento entre diciembre de 1993 y marzo de 2015 (de poco más de 18 mil millones de pesos en la primero de las fechas citadas a más de 510 mil millones en la segunda), con el consabido doble efecto (para el desarrollo de las entidades y para el bienestar de la población), y lejos de frenar la depredación los virreyes entrantes tapan a su antecesor y aceleran el paso.
Casi al cierre del calderonato –y únicamente por efectos electorales– se destapó el caso de Coahuila, cuando Humberto Moreira estaba por dejar el palacio de gobierno. En ese entonces el gobierno de Felipe Calderón endeudó al país a más no poder, pero para distraer la atención enfocó sus baterías en contra del mandatario coahuilense por registrar un aumento de 11 mil 200 por ciento en el endeudamiento de la entidad. El caos ameritaba cárcel para los responsables, pero al final de cuentas la negociación terminó, como siempre, en pasar la factura a funcionarios menores, aunque en realidad quienes pagan y pagarán son los coahuilenses.
Algo similar ocurre en todas las entidades de la Federación. Allí está el caso de Veracruz, donde los gobernadores han hecho trizas las finanzas estatales y llevado la deuda a niveles de cuento de terror. De 1993 a marzo de 2015, el saldo de tal débito aumentó 12 mil por ciento y la entidad se mantiene hundida en la pobreza y la inseguridad. Por ejemplo, el actual virrey, Javier Duarte, ha duplicado la deuda estatal, pero si se considera que, como secretario de Finanzas del gobierno de Fidel Herrera, fue él quien contrató y firmó el débito, entonces el aumento se acerca a 400 por ciento. Y se suma al periodo completo del propio Herrera el avance fue superior a mil por ciento.
¿Dónde quedó el dinero? Nadie lo sabe, aunque todos lo suponen, pero mientras matan periodistas (Rubén Espinosa Becerril el más reciente), reprimen a la población, empobrecen a los veracruzanos, crece la inseguridad y el narco vive a sus anchas en la entidad, nadie dice ni pío, con todo y que 70 por ciento de los ingresos brutos del gobierno estatal y 81 por ciento de sus municipios provienen de la federación, de acuerdo con cifras de la Cámara de Diputados.
También está el caso de los gobernadores de Nuevo León aún en funciones (papá Rodrigo e hijo ídem). Durante su estancia en el palacio de gobierno, la parejita incrementó la deuda del estado en 200 por ciento, hasta llevarla a poco más de 61 mil millones de pesos. De 1993 a la fecha, el aumento acumulado del débito ha sido de 4 mil 600 por ciento.



El INEGI presentó el pasado 28 de julio los resultados definitivos de los Censos Económicos 2014, información quinquenal con alta desagregación sobre la estructura económica y ocupacional en todas las actividades económicas del país, excepto las que son objeto del Censo Agrpecuario.
Estos Censos Económicos fue-ron levantados entre febrero y julio de 2014, fecha en la que se estima un universo total de 5 millones 654 mil 012 unidades económicas en el país, mismas que aumentaron a una tasa media anual de 1.9% en el quinquenio 2009-14, apenas a la mitad del 3.7% en el quinquenio 2004-08 (Gráfico 1).
En este total de unidades la-boraban 29 millones 642 mil 421 personas a mediados de 2014, ocupación que creció a 1.3 anual en el quinquenio 2009-14 contra 3.6% en el quinquenio previo (Gráfico 2).
Universo censal
El universo censal de análisis, sin embargo, se ubica en 4 millones 230 mil 743 unidades y 21 millones 576 mil 358 personas ocupadas, pues sólo considera los establecimientos privados y paraestatales activos en 2013, año al que corresponden las cifras (Gráfico 1).
De los 4.2 millones de establecimientos, que aumentaron a una tasa media anual de 2.6% en 2009-13 (Gráfico 3), 3.7 millones de unidades (87.4%) corresponden al sector terciario o de servicios, y 512 mil (12.1%) a actividades industriales. De los 21.6 millones de ocupados, que aumentaron sólo 1.4% por año en el quinquenio, 15.4 millones (71.2%) corresponden a los servicios, y 6.0 millones (28.0%) a la industria.



Un lector que sólo firma Indignado escribe: ¿Cómo es posible que en los días previos a las pasadas elecciones solicitara usted candidatos dispuestos a trabajar en la legalización de la eutanasia y el suicidio asistido y a promover la elaboración de la ley respectiva hasta lograr su promulgación? ¿Se siente holandés o pretende que lo seamos los habitantes de este país?
Los apreciables lectores, incluido el indignado, ¿se molestarían si les digo: Hola, futuros cadáveres? Suena algo fuerte, pero para efectos de un saludo da lo mismo. Podemos ser o parecer lo que pretendamos, pero inevitablemente y sin la más mínima posibilidad de error, tanto los lectores como los analfabetos, aunque luzcamos más o menos saludables somos, todos sin excepción, futuros cadáveres, predecibles fiambres, trátese del individuo más acaudalado del mundo o el que no tenga ni en qué caerse muerto. Reconocida esta sencilla,enfadosa o atemorizante realidad, según se pueda ver, ¿no va siendo hora de higiénica y madura desmitificación de lo hasta hoy no hablado y aparentemente contrario al dinamismo despistado de la época?



En la columna anterior se aclaró que la formación de una compañía de ballet requiere de una multitud de factores y personajes en los que la danza, habitante del cuerpo humano, es el punto nodal.
Asimismo, se aclaró que el corazón de un arte viviente, pasión por la divina locura, la danza, como yo la nombro, posee sus afiliados y seguidores de por vida en la práctica o deleite, pues ella, la divina Terpsícore (diosa de la danza en la mitología griega), no admite entregas a medias tintas o probaditas de puntada. Ella es todo y requiere todo si se desean resultados excelentes: el milagro del punto exacto del movimiento.
Sin embargo, en la danza profesional, de lo que estamos hablando, es absorbente, devoradora de vocaciones e insatisfecha; siempre hay más, y se puede más, pero es egoísta, ingrata e insegura. Es tal su exigencia, su sello, que hay quien dice que la gente se divide en personas y bailarines, lo demás es público... no hay más tiempo que no sea para ella o relacionado con ella, ni familia, amistades, comida a sus horas. Para la gente de danza, todo desemboca en en ese arte.






La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) instó ayer a las autoridades a realizar todas las pesquisas necesarias a fin de determinar el móvil de los asesinatos del fotorreportero Rubén Espinosa Becerril y de cuatro mujeres (cuyos nombres no han sido dados a conocer de manera oficial, aunque dos han sido identificadas como la activista Nadia Vera y la estudiante Yesenia Quiroz) perpetrados el pasado fin de semana en la colonia Narvarte de esta capital. Por su parte, la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) señaló que las líneas de investigación del crimen deben incluir la de un posible ataque a la libertad de expresión y la de agresiones de género, en el caso de las víctimas femeninas. Mientras al menos en ocho ciudades del país se realizaron manifestaciones y actos de protesta por el crimen múltiple, la Procuraduría General de la República (PGR) dio a conocer su negativa a atraer el caso y anunció que la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión (Feadle), que ayer cambió de titular, se limitará por ahora a levantar un acta circunstanciada y a dar seguimiento a los hechos.

Multihomicidio en la Narvarte, nuevo agravio a la sociedad
Vivimos un Estado en el que los crímenes políticos los vuelven asuntos del fuero común, donde se criminaliza la lucha social y a los verdaderos delincuentes se les dan todas facilidades para vivir libremente y en la impunidad. El reciente asesinato de cuatro mujeres y un periodista en la ciudad de México se suma a la lista de agravios donde la sociedad y sus libertades son cada vez más vulnerables y violentadas. ¿Cuánta más gente inocente, niños, estudiantes, luchadores sociales, periodistas y mujeres deben morir para que cambiemos esta terrible realidad? ¿Hasta cuándo esta impunidad, donde la línea entre el poder y el crimen ya no se distingue? Condeno, como ya me cansé de condenar, una vez más, el atroz crimen de Rubén Espinosa y sus cuatro acompañantes, también luchadores sociales, esperando más pronto que tarde acabe esta terrible pesadilla y vivamos en un verdadero Estado de derecho.

El tema del racismo en México era hasta hace poco un tema tabú del que se hablaba y se investigaba poco en la academia mexicana. El levantamiento zapatista en 1994 denunció la vigencia de estructuras coloniales que siguen marcando la inserción de la población indígena en la vida nacional y el racismo naturalizado que caracteriza nuestra sociedad. Sin embargo, hace unos pocos años que se pasó de la denuncia a la investigación rigurosa en torno a cómo se reproduce el racismo en México. No nos referimos sólo a prejuicios e ideologías discriminatorias, sino a un fenómeno estructural que caracteriza a nuestras instituciones, prácticas políticas e imaginarios colectivos.

Dijo Osorio Chong: No será con violencia o enfrentamientos como se eleve la calidad educativa en el país, sino con la presencia y el trabajo en el aula. Lo saben bien los maestros. Pero aunque lo diga, no parece saberlo el secretario de Gobernación. Tampoco lo sabe el Presidente de la República. Ni el gobernador de Oaxaca. Comparten una mentalidad bélica, como la que exhibió Gabino Cué cuando presumió de su ejército de esquiroles para sustituir a maestros en resistencia.

Tuxpan de Bolaños es un poblado ubicado en el corazón de la sierra huichol. Hace parte del municipio de Bolaños, estado de Jalisco. Cuenta con cerca de 2 mil 500 habitantes, la mayoría de los cuales vive en extrema pobreza. En 1935, el presidente Lázaro Cárdenas entregó a las autoridades locales el título de los límites territoriales del municipio, cuyos habitantes sufrieron mucho durante la Cristiada. El pueblo se dedica fundamentalmente a la siembra de los cultivos tradicionales de la región: maíz, frijol y calabaza. Unas cuantas familias poseen vacas, cerdos y gallinas. Algunos de estos ejemplares son sacrificados con motivo de las fiestas ceremoniales que se celebran en octubre y noviembre en homenaje al maíz, al igual que durante la tradicional Semana Santa. Tuxpan cuenta con un sistema educativo no muy bueno que va de prescolar a preparatoria. Quienes desean proseguir sus estudios deben hacerlo en Tepic. El pueblo se divide en seis barrios habitados por 366 familias. Cada barrio recibe agua un día a la semana durante tres horas. Hay luz eléctrica y drenaje, pero no tratamiento de aguas negras. Como el empleo local es insuficiente, los jóvenes emigran temporalmente a trabajar en los campos de tomate y tabaco de Nayarit.

El pasado 29 de julio, la Secretaría de la Defensa Nacional decidió relevar al coronel José Rodríguez Pérez de la comandancia del 27 batallón de infantería en Iguala, Guerrero. Como responsable de la unidad, el mando castrense firmó las bitácoras con los movimientos de entradas y salidas de oficiales y tropa los días 26 y 27 de septiembre de 2014, cuando fueron detenidos-desaparecidos los 43 normalistas de Ayotzinapa.

Los asesinatos del periodista Rubén Espinosa, en el Distrito Federal, y del niño Hidilberto Reyes en Ostula, Michoacán, confirman la extrema desprotección en que nos encontramos todos los mexicanos. Los ciudadanos hemos sido totalmente abandonados por las instituciones públicas. Nadie nos protege de la infinita voracidad de los gobiernos mafiosos coludidos con los más oscuros intereses nacionales e internacionales.

Cerrarles la boca. De eso se trata. Un golpe del verdugo, una descarga del pelotón de fusilamiento, y los secretos se van a la tumba. Saddam Hussein no tuvo oportunidad de contarnos sus acuerdos con las empresas estadunidenses y alemanas que proveyeron el gas que usó con los kurdos. Y ahora el espía maestro de Kadfi, Abdalá Senussi, será fusilado en Libia antes que tenga oportunidad de relatar la íntima relación que tenía con nuestros servicios de seguridad occidentales cuando servía de enlace entre su jefe, la CIA y el MI6.

El bajo precio del petróleo sigue provocando estragos en la economía. Pemex alimentó al fisco durante muchos años, hasta en 30 por ciento de sus ingresos. Sustituir estos recursos es ciertamente muy difícil. Lo era cuando los precios estaban en alrededor de 100 dólares por barril y lo es mucho más cuando está por debajo de 50.

AEuropa le está pasando lo que al futuro: ya no es como antes. Eso espanta a los supremacistas del continente donde nació el fascismo. El 27 de julio, en Dresde, Alemania, una explosión impactó el vehículo de un político de izquierda que defiende los derechos de los refugiados; un día antes, pobladores habían apedreado las ventanas de un hotel que será convertido en residencia para refugiados; se prevé que este año se dupliquen las solicitudes de asilo en Alemania, dado que cientos de miles de refugiados huyen de Siria, Irak y los Balcanes. El día 28, en Finlandia, 15 mil personas se manifestaron en repudio a un legislador que declaró que el multiculturalismo es una pesadilla; Olli Immonen, del partido Finns, el segundo en el Parlamento, ha apoyado estrictas leyes de inmigración. El día 30, el premier británico David Cameron llamó plaga (swarm, como se dice de las langostas) a los ilegales. Cada día algo. Donde no turcos, somalíes, eritreos, tunecinos, nigerianos, paquistaníes, afganos, bosnios o sudasiáticos recuerdan al hombre blanco que no está solo en casa y que fracasaron sus sueños de pureza. Ya rasguñan la boca del túnel de Calais, que une a Gran Bretaña con el continente. Nada detiene la marea; no, ciertamente, las condiciones de vida de millones de personas cuya única alternativa es huir para buscar trabajo y vida en el díscolo norte. Un tren una noche de verano a través de Italia y Francia arroja luz sobre el asunto.



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