Entrevista a integrante del colectivo Fotoreporteros MX
En entrevista telefónica con La Jornada Morelos,
un reportero gráfico amigo de Rubén Espinosa (1984-2015),
fotoperiodista exiliado en el Distrito Federal, asesinado la noche del
viernes 31 de julio en la colonia Narvarte, junto a Nadia Vera, Yesenia
Quiroz y dos mujeres identificadas como Alejandra y Simone. Por
seguridad, el reportero gráfico (RG) solicitó el anonimato: “Estamos
consternados, sentimos indignación, rabia, todos estamos sumamente
enojados, incluso con miedo de saber que en el DF te pueden asesinar,
cuando creíamos que el DF era la zona segura para que un periodista se
pudiera exiliar, ahora vemos que en el DF pueden llegar a lastimarte,
ya nos pueden asesinar en cualquier lugar del país”.
Rubén
Espinosa se comunicó con su amigo el 31 de julio: “Lo vi durante una
marcha, (el miércoles 29) fue la última vez que conversamos
personalmente, el jueves hablé por teléfono con Rubén y el viernes
chateamos por Whatsapp, me dijo: ‘no he llegado a mi casa, estuve en
una reunión con varios amigos, de hecho voy saliendo de la casa, te
hablaré cuando llegue, mañana tengo que ir a Puebla con mi novia y su
familia’. El chat fue a las 2 de la tarde, no se comunicó en la noche,
hasta el sábado me contactó su hermana: ‘no ha llegado a la casa, ¿tú
sabes algo?’ –el fotoperiodista apunta- Nunca llegó a casa, nos
comenzamos a preocupar, hablamos a la ONG Artículo 19, a la Comisión de
Derechos Humanos del DF y al Colectivo Periodistas de a Pie para dar la
alerta: ‘Rubén Espinosa está desaparecido’”. El Colectivo de
Fotoreporteros MX nació con el exilio de Rubén Espinosa, uno de sus
integrantes cuenta la historia: “a partir de la visita de Rubén
fundamos el Colectivo Fotoreporteros MX, para ayudar y canalizar a los
colegas de Veracruz con las Organizaciones de Protección de
Periodistas, entramos en contacto con la ONG Artículo 19 para los
cursos de seguridad”. En la actualidad los Fotoreporteros MX exigen
justicia.
-LJM.- ¿Cuándo conociste a Rubén Espinosa?
-RG.- Lo conocí en 2009, yo trabajaba en una agencia de Veracruz y me
llamaron para cubrir la campaña electoral de Javier Duarte, me trasladé
a Xalapa, durante la cobertura conocí a Rubén, nos hicimos amigos. Él
trabajaba para la campaña de Javier Duarte. Cuando nos conocimos
hablamos de los amigos que teníamos en el DF, nunca nos topamos aquí.
-LJM.- ¿Cómo lo recuerdas durante el trabajo que compartieron en Xalapa?, ¿qué caracterizaba a Rubén?
-RG.- En aquel momento él estaba comenzando prácticamente, llevaba un
año trabajando en Xalapa, lo recuerdo entusiasmado, contento de tener
trabajo, era muy alegre, era la chamba que tenía y le echaba muchas
ganas. Después se salió de la campaña de Duarte por algunos problemas,
por su manera de ser, Rubén era muy contestatario, protestaba cuando
algo no le gustaba, entonces lo sacaron de la campaña y comienza a
trabajar en medios locales, también trabajó para la alcaldesa de Xalapa
(Elizabeth Morales), no recuerdo cuánto tiempo estuvo en el
ayuntamiento, pero lo obligaron a renunciar porque en su tiempo libre
cubría a los movimientos sociales, iba a todas las manifestaciones, con
los cafetaleros, los ambientalistas y los estudiantes, tuvo que
negociar su liquidación y siguió trabajando en medios locales, para la
agencia AVC Noticias. Como toda fuente comienzas a involucrarte,
conoces a los líderes estudiantiles y cafetaleros, los entrevistas,
cubres sus manifestaciones, Rubén estuvo tan cerca de los movimientos
sociales que el gobierno lo consideró un “anarquista”, inventaron que
él convocaba a las marchas.
Rubén siempre buscaba el mejor
ángulo, la luz y la expresión, era muy brillante en cuanto a fotografía
se refiere, hacía fotos épicas y contestatarias, buscaba el punto
crítico para denunciar lo que estaba mal, ayudaba al desprotegido y los
vulnerables, así era Rubén, muy alegre, amaba su chamba, era el primero
en llegar con entusiasmo y con chispa, iba con el mejor ánimo. Se
preocupaba por los demás, al dejar Veracruz lo que más le dolía era
dejar su casa y a su novia, Rubén había adoptado Xalapa como su casa,
estaba contento, rodeado de gente que lo amaba, él se preocupaba por la
gente, invitaba a fotógrafos del DF para dar cursos de seguridad para
los periodistas de Xalapa en situación de riesgo.
-LJM.- ¿Mantenías comunicación telefónica con Rubén?
.RG.- Estaba en comunicación con él por teléfono, en 2012 me habló para
decir que vendría al DF y para pedirme un consejo. Venía con frecuencia
al DF para ver a su familia –cada tres semanas o dejaba pasar dos
meses-, yo le regalé su mascota, viajó al DF por su perro para
llevárselo a Xalapa, le pregunté: “tengo perritos recién nacidos,
¿quieres uno?”, amaba a su perro, preguntaba por su perro, cuando veía
las fotos de su mascota se ponía triste, después de que lo amenazaron
Rubén decía: “que me hagan lo que quieran, pero que no toquen a mi
perro”, de ese tamaño era Rubén.
-LJM.- ¿Cuándo viste a Rubén por última vez en Xalapa?
-RG.- En Xalapa lo vi dos o tres veces, porque cada uno tenía su
agenda. En 2012 convocamos a una reunión con fotoperiodistas para
apoyar a los compañeros de Veracruz, a partir de la visita de Rubén
fundamos el Colectivo Fotoreporteros MX, para ayudar y canalizar a los
colegas de Veracruz con las Organizaciones de Protección de
Periodistas, entramos en contacto con la ONG Artículo 19 para los
cursos de seguridad, y seguimos manteniendo el contacto, para las
reuniones del Colectivo o para tomar un café, siempre le preguntaba si
ya había encontrado trabajo aquí: “¿qué te dijeron en Proceso y
Cuartoscuro?”, todos sus amigos estábamos al pendiente de Rubén.
-LJM.- ¿Cuándo conversaste con Rubén por última vez en el DF?
-RG.- El pasado miércoles 29 de julio. Lo vi durante una marcha, fue la
última vez que conversamos personalmente, el jueves hablé por teléfono
con Rubén y el viernes chateamos por Whatsapp, me dijo: “no he llegado
a mi casa, estuve en una reunión con varios amigos, de hecho voy
saliendo de la casa, te hablaré cuando llegue, mañana tengo que ir a
Puebla con mi novia y su familia”, Rubén no contaba con un paquete de
internet en su teléfono celular, se conectaba a Whatsapp donde podía,
imagino que en la casa de la fiesta había internet, el chat fue a las 2
de la tarde, no se comunicó en la noche, hasta el sábado me contactó su
hermana: “no ha llegado a la casa, ¿tú sabes algo?”, le contesté:
“tengo entendido que iría a Puebla con su novia, revisa si está su
maleta en su cuarto”.
-LJM.- ¿El Colectivo de Fotoreporteros MX difundió la alerta ante la desaparición de Rubén?
-RG.- Nunca llegó a casa, nos comenzamos a preocupar, hablamos a la ONG
Artículo 19, a la Comisión de Derechos Humanos del DF y al Colectivo
Periodistas de a pie para dar la alerta: “Rubén Espinosa está
desaparecido”. Las organizaciones estaban al pendiente de su caso,
antes del autoexilio, Rubén había puesto una denuncia por hostigamiento
y porque le robaron su equipo fotográfico.
-LJM.- ¿Cuál es la reacción del Colectivo de Fotoreporteros MX al escuchar la noticia del asesinato de Rubén?
-RG.- Estamos consternados, sentimos indignación, rabia, todos estamos
sumamente enojados, incluso con miedo de saber que en el DF te pueden
asesinar, cuando creíamos que el DF era la zona segura para que un
periodista se pudiera exiliar, ahora vemos que en el DF pueden llegar a
lastimarte, ya nos pueden asesinar en cualquier lugar del país.
-LJM.- ¿El Colectivo de Fotoreporteros MX se presentó en la manifestación del Ángel?
-RG.-Sí, estamos unidos, ayer la manifestación en el Ángel fue
sorprendente ver cómo tantos colegas se sumaron a la protesta, dejaban
sus cámaras por ratos y tomaban las máscaras con el rosto de Rubén, el
dolor y la indignación nos han unido. El director de Cuartoscuro, Pedro
Valtierra, está consternado; también Moisés, el editor de la Agencia
Cuartoscuro, porque acababan de hablar para contratar a Rubén de planta
en la Agencia, ya tenía chamba, porque en Proceso colaboraba pero le
pagaban 5 pesos por foto, no puedes subir 100 fotos al día, le subían 2
o 3 fotos por día, quién vive con eso, Rubén vivía desesperado, quería
regresar a Xalapa, allá tenía un trabajo estable. La revista Proceso le
debía 23,000 pesos que le pagarían estos días, Rubén no tenía cuenta
bancaria en el DF, acababa de tramitar su credencial de elector, no
tenía documentos del DF para sacar su cuenta bancaria, tardó un mes y
Proceso le pagaría, Rubén me dijo: “con ese dinero podré pagar tres
meses de renta para traerme a mi novia y a mi perro”. Insisto, ya iba a
entrar a Cuartoscuro, siempre le preguntaba: “¿hablaste con Moisés?”,
me decía: “no, me manda a buzón”, así estuvo una semana hasta que le
dije: “¿qué número tienes?”, le di el nuevo número del editor, había un
puesto en la Agencia porque un fotoperiodista se salió a trabajar en
otro medio.
-LJM.- ¿Qué hará el Colectivo de Fotoreporteros para difundir el legado de Rubén?, pienso en un libro, o una exposición…
-RG.- Nosotros queríamos organizar una exposición y poner a la venta
las fotografías de Rubén para apoyarlo con sus gastos en el DF, esa era
la idea, pero nunca llegamos a concretarla. Ahora, Pedro Valtierra se
comprometió a mostrar su trabajo en la revista Cuartoscuro, ellos deben
tener su legado fotográfico, la revista publicará una sección especial
para difundir sus mejores fotos. ¿Un libro?, no lo habíamos pensado, la
exposición sí, pero son ideas al aire.
-LJM.- ¿Qué hará el Colectivo después del asesinato de Rubén?
-RG.- Nos falta conversar como Colectivo de Fotoreporteros para que no
vuelva a pasar, que no se repitan los atentados contra el gremio, ya se
unieron los periodistas y fotoperiodistas, estamos en comunicación
tratando de hacer algo, exigimos justicia.
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