"Toda muerte violenta, hoy, tiene que ser investigada como un feminicidio", dijo María de la Luz Estrada.
La
alerta de género decretada en 11 municipios del Estado de México
“significa que la lucha que se ha dado, (logra) que se reconozca este
mecanismo de protección que está establecido en la Ley general de
acceso a una vida libre de derecho. Desde 2007 se han solicitado 11
declaratorias en varios estados del país, es la primera que se decreta,
nosotras hemos luchado para que se reconozca su importancia”, dijo María de la Luz Estrada, coordinadora del Observatorio Nacional del Feminicidio.
En entrevista para Aristegui CNN, señaló que “es un mecanismo de acción urgente,
ante hechos que están poniendio en riesgo la vida y seguridad de las
mujeres. Esta violencia feminicida, hoy estamos hablando de la
desaparición de mujeres jóvenes, de entre 15 y 17 años”.
En el Estado de México “solicitamos la alerta de género el 8 de diciembre de 2010, nos llevó cinco años de lucha judicial,
desde 2012 el juez de distrito reconocía que las autoridades no habían
ni leído la solicitud. Decíamos que había más de 522 casos de
asesinatos de mujeres donde la forma y la manera en que estaban siendo
asesinadas, marcaban la discriminación y saña, no se sabía ni quién las
había matado y seguían los procesos de investigación”, indicó.
“Pedíamos que se abrieran las carpetas para saber qué estaba impidiendo y quién estaba matando a las mujeres. Lo que hemos visto es que es una cadena que forman un padrón de impunidad”, agregó.
“Eran estranguladas, asfixiadas, descuartizadas, es lo que encontramos”, relató.
El feminicidio “son varios elementos en los que se plasma la saña, que el otro quiere controlar la vida de las mujeres”.
“Por primera vez se reconoce, con la alerta de género, que es la violencia comunitaria la que está poniendo en riesgo la vida de las mujeres”, precisó.
La alerta “se solicitó porque no se investigaban los casos, había impunidad grave... el 70 por ciento de los casos en el Estado de México de asesinatos de mujeres, no se está investigando”.
“Habíamos dicho que de los 922 asesinatos en el período de Enrique Peña Nieto,
522 estaban sin investigar, no sabíamos quién las había matado y la
misma autoridad reconocía las complicaciones de este tipo de
asesinatos, porque los que estaban investigando eran los de violencia
doméstica”, expuso.
“Nosotras pusimos el dedo en el tema grave de impunidad y sobre todo cuando se juntan la impunidad y la discriminación,
en este caso contra las mujeres. Lo que hacen las autoridades
inmediatamente es cuestionar la vida de la mujer, su conducta sexual,
en vez de que investiguen…”, señaló.
Explicó que cuando se solicitó la declaratoria, “hablábamos de 4000
casos de violación en dos años, en los cuales no había procesados. Se
concentraba en 10 municipios urbanizados, para nosotras es importante
porque establecimos que había un problema”.
“Llevamos un recurso judicial, lo que obligó a que le 28 de abril del año pasado, se reconociera que había una violencia sistemática en el Estado de México y que tenían que investigar”.
Argumentaron que “las consecuencias de no haberla decretado era hoy la desaparición de las mujeres… y que sí se tenía que asumir la responsabilidad de las autoridades“, comentó.
Dijo que “dentro de unos días van a formalizar las acciones urgentes que se requieren para el Estado de México… en zonas que tienen que poner vigilancia, comunicar a la comunidad los modus operandi, cómo están desapareciendo las jóvenes… depuración de policías…”.
“Estamos planteando búsquedas inmediatas, para encontrar a las mujeres con vida y que no se las lleven a otros lados para la trata de personas”, aseveró.
En tanto, Irinea Buendía, madre de Mariana Lima, víctima de feminicidio, relató lo que le sucedió a su hija.
“Mi hija se casó con el policía judicial Julio César Hernández Ballina y vive 18 meses de violencia,
yo denuncio ese contexto de violencia el día que me avisa Julio César
que mi hija se había ‘ahorcado’. Denuncio ese contexto y nunca es
tomado en cuenta, lo único que se tomó en cuenta es la denuncia que
hizo él, en la que dijo que se suicidó”.
Pero “yo encontré cosas que me indicaban que no era un suicidio, mi hija no tenía ni siquiera planeado suicidarse, en doce horas no se puede planear un suicidio”.
No podía permitir que él dijera que era sucidio, “si yo estaba viendo el cuerpo de mi hija golpeado,
claras evidencias de que la habían bañado, estaba con los tobillos como
si la hubieran amarrado, se veía claramente como si la hubieran
amarrado. Fueron cosas que me alertaron”, contó.
“Ella había hecho un plan de vida en el que Julio César Hernández Ballinas no entraba y había decidido separarse de él,
pero ya no llegó. Ella me había dicho que iría a levantar la denuncia,
después a su casa por sus cosas… pero ya no llegó”, recalcó.
“Me quedé confiando en que a lo mejor se habían reconciliado nuevamente, pero al otro día me habla Julio César
para decirme que se había suicidado mi hija, yo llego a la casa y veo
maletas hechas… como que mi hija iba a dar salida de ese lugar en donde
tanta violencia había vivido”, explicó.
“El caso está abierto y se va a investigar como si hubiera sucedido ahorita”, puntualizó.
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