¿Enloquecen los gobernantes?
1. Son tantos los problemas que tienen los gobernantes, como el
educativo creados por ellos mismos, que parecen haber enloquecido.
Están a punto de cumplir tres años de gobierno y en lugar de mejorar la
situación económica y de seguridad del país parecen llevarlo al
matadero. Los gobiernos del PRI de De la Madrid, Salinas y Zedillo
habían llevado al pueblo al hartazgo y se pensó que Fox y Calderón del
PAN serían distintos y resultaron peores o más de lo mismo. Después se
habló de un “nuevo PRI”, pero las casas han empeorado y no se ve por
dónde salir; se piensa que los gobernantes son los únicos culpables,
pero la realidad es que el la clase capitalista en conjunto que por lo
menos durante un siglo ha tenido engañado y aplastado al pueblo.
2. A partir de 1960 fui profesor de primaria y- no solo no me avaluaron
por tener sólo estudios de bachillerato o preparatoria- sino que me
colocaron en una bellísima cabecera de zona: en Metztitlán, Hidalgo.
Luego, en 1967 impartía la asignatura de historia y geografía en una
secundaria particular grande de la colonia Moctezuma de la ciudad de
México, donde tampoco me evaluaron porque estudiaba en la Normal
Superior; más tarde sería profesor de historia en por lo menos 20
secundarias del DF (del extremo sur, norte, oriente o poniente) porque
mis nombramientos eran de tres o seis horas. Lo primero que vi fue que
los estudiantes de escuela particulares llegaban bien desayunados, bien
limpios y vestidos, así como muy atentos.
3. Comencé entonces
–con criterio izquierdista- a diferenciar las escuelas públicas de las
escuelas privadas. Los edificios en el DF no eran muy diferentes en
cuanto a espacios, pero la vigilancia, la disciplina, la obligación del
rezo a los alumnos en la capilla y los micrófonos en cada salón, eran
estrictos. Hablo de 1967-1968 cuando la técnica policiaca no estaba
desarrollada como hoy que seguramente se usan cámaras de vigilancia en
cada salón. Me pagaban por “hora dada” y no tenía ningún derecho: a
estabilidad, organización sindical, a médico, a descanso, a jubilación.
La Moctezuma es una colonia céntrica, pero clasificada como proletaria;
por lo que la gente de mayor nivel económico tenía a sus hijos
inscritos en aquello escuela que dominaba el rumbo.
4. Los
estudiantes de secundarias públicas –con excepción de la que tuve tras
el metro taxqueña en la colonia de ricos Campestre Churubusco- eran
otra cosa: los de Iztapalapa, los de la Madero (tras la Villa de
Guadalupe), los de San Felipe Terremotes, en la Aragón, estaban
realmente jodidos porque llegaban después del trabajo más ruin o porque
buscando algún ingreso se habían puesto a ayudar a alguien. El
contenido de los programas eran los mismos para el país y para la
ciudad de México, pero ello es como una imbecilidad si los estudiantes
y el medio social es radicalmente diferente. Por ello hay que decir que
las altas autoridades educativas y sus asesores son medios imbéciles si
es que no han enloquecido totalmente.
5. Los proyectos,
planes y programas educativos –así como la justicia o los derechos- no
puede ser igual o parejo para todos en una sociedad extremadamente
desigual; por ello he repetido muchas veces aquella frase del campesino
Zapata de 1911: “la educación en vez de servir para igualar a la gente,
crea más privilegios a favor de la clase dominante” o aquella polémica
del cardenismo demostrando que la educación urbana destruye la cultura
original y divide a las familias separando a padres e hijos. Quizá por
ello los profesores de la CNTE de Oaxaca, Michoacán, Guerrero y Chiapas
han sido muy tercos en la defensa de su cultura original que garantiza
la unidad de la familia y, al mismo tiempo adaptan la educación a las
condiciones reales de la región.
6. Recuerdo que en algún
tiempo se habló de la educación compensatoria destinada a garantizar el
acceso, la permanencia y la promoción en el sistema educativo del
alumnado en situación de desventaja social, procedente de minorías
étnicas, de colectivos de inmigrantes, así como de familias con miseria
y pobreza socioeconómicas 80 por ciento en México. De igual forma para
atender al alumnado que debe permanecer largos periodos de
hospitalización o convalecencia. Aunque no soy partidario de la
reformas, pienso que si no se piensa de igualar las oportunidades la
educación seguirá profundizando la desigualdad social. Si se piensa en
educación burguesa, habría que impartir educación compensatoria al 80 %
de la población.
7. Como pensaría el investigador Gil Antón:
¿Cómo culpar al profesor de los males en educación si como a un chofer
le han entregado un autobús destartalado que debe correr por carreteras
destrozadas, con inspectores exigentes y con dueños imbéciles que
obligan al chofer a una aventura arriesgando a los pasajeros a caer al
barranco? ¿Ponerle un examen de manejo al chófer para ver si es tan
bueno como los de las autopistas y las avenidas de la gran ciudad para
luego correrlo? Pienso que Peña debe saber de compra casas, Chuayffet
de liquidar indígenas, el INEE de arribismo político y Videgaray de
administrar crisis, pero de educación son totalmente ignorantes porque
nunca han trabajado en ello ni tampoco conocen a los maestros.
8. En mis cinco o seis años como profesor de primaria en Hidalgo y
Yucatán, asistí a reuniones de “Cooperación Pedagógica” de unos 80
maestros de una zona escolar en los que se analizaba la situación
económica de los alumnos y de los padres de la zona, el trabajo de los
maestros a partir de sus experiencias y se escuchaban en dos días unas
seis conferencias. En la ciudad de México a fines de los sesenta se
organizaban en grandes edificios escolares concentraciones de maestros
de secundaria, también con tres o cuatro conferencias que causaban
fuertes debates. ¿Pueden imaginarse porque estas últimas reuniones
fueron suspendidas después de ver que cientos de estos maestros fueron
integrantes de las batallas estudiantiles y populares de 1968?
9. Hay que llevar al extremo aquella frase de Sicilia: “En México
estamos hasta la madre” de que las máximas autoridades, los
empresarios, las fuerzas armadas, hagan lo que les dé la gana sin
realizar ninguna consulta. “Estamos hasta la madre” que los medios de
información –la TV en primer lugar- se dedique a calumniar a nuestro
pueblo y a los maestros porque se niegan a subordinarse como esclavos.
Sólo falta que el pueblo organizado –teniendo a los maestros de la CNTE
en la vanguardia- le ponga en la madre a todos aquellos que buscan
privatizar la educación, que quieren eliminar a decenas de miles de
maestros, que están reduciendo la matrícula educativa en todos los
niveles y que inventan medidas para que una minoría obtenga todos los
beneficios.
Blog del autor: http://pedroecheverriav. wordpress.com
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