Las compañías mineras que trabajan en México, han logrado ganancias enormes, más enormes todavía que los beneficios de los pueblos que habitaban las zonas de explotación
Foto: Vanguardia/Archivo
México,
DF. Del año 2000 al 2010 se produjeron 420 toneladas de oro, cuando en
tres siglos de Colonia sólo se produjeron 190 toneladas. Es decir en 10
años se produjo más del doble del oro que se produjo en más de tres
siglos de la Colonia.
La Auditoría Superior de la Federación
(ASF) revela que en el periodo 2007-2012 el valor de la producción
minera ascendió a 693 mil 66 millones 900 mil pesos; de los cuales 15
mil 231 millones 435 mil 200 pesos ingresaron a las arcas nacionales
por concepto de pago de derechos sobre minería, monto que representa
sólo el 2.2% del valor total de la producción minera.
La
industria minera multiplicó sus ganancias, y en paralelo causó un
enorme daño al medio ambiente y deterioro del tejido social de las
comunidades, sin que sus resultados se vieran expresados en mejores
niveles de desarrollo de los pueblos indígenas, como tampoco de las
arcas nacionales.
México rico en recursos y cultura, con un
patrimonio único y un potencial enorme, ha sido despojado de la propia
tierra que por años peleó por recuperar y que ahora cede por debajo de
la mesa, en las manos de los que más tienen sin considerar a los que
más necesitan y que significan la riqueza más grande del país: Los
pueblos indígenas.
¿Cuánto de esta riqueza se produjo en la
elevación de los niveles de bienestar de la población y en especial el
de los pueblos indígenas?
¿Cuáles han sido los daños al medio
ambiente ocasionados por esta política y cuáles son las garantías o los
compromisos de reparación que han contraído en este rubro por las
compañías mineras?
¿Cuáles han sido las contribuciones de esta política para mantener la cohesión social a la que aspiramos los mexicanos?
¿Cuáles
son los instrumentos de verificación que tenemos como país para
garantizar que la exportación de materiales hacia otros países del
mundo, no llevan incorporados materiales de carácter nuclear?
¿Cuáles
han sido los mecanismos que se han utilizado para evitar que las
comunidades indígenas o rurales, sean presa del crimen organizado, que
ha encontrado en la explotación mineral otra fuente de ingresos ilegal?
En
la actualidad, la participación extranjera en la minería en exploración
minera es del 70%. De esta cifra, Canadá participa con el 74%, Estados
Unidos con el 15% y China con el 8.3%. Las tres grandes empresas
mexicanas son Grupo Peñoles, Grupo México y Grupo Frisco.
El
auge de los consorcios mineros en estos últimos veinte años, estuvo
favorecido por el alza de los precios de los metales, pero también por
la complacencia estatal ante la exploración y explotación de las áreas
concesionadas, sin atender reclamos laborales y sociales de las
comunidades mineras.
Incluso, las concesiones se otorgaron
mediante exiguos pagos fiscales y con ínfimas regalías a los originales
dueños de las tierras y aguas.
Ante esta bonanza, la inversión minera creció, de 250 millones de dólares en el 2002 a 8 mil millones once años después.
Por supuesto, las utilidades crecieron en forma espectacular.
¿Y los pueblos mineros?
¿Y los trabajadores y sus familias?
¿Y los dueños originales de las tierras concesionadas?
Para
ellos, lo único que ha crecido, ha sido el grado de pobreza y la
conflictividad en las zonas indígenas y campesinas.Impacto. Con las
actividades mineras en el País, se afecta el entorno y el medio
ambiente, ese es el lado negativo de la moneda.
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