Tumbando caña
Ernesto Márquez
El pasado 24 de agosto, en
Cuba, México y otros países del hemisferio sonero se festejó el
nacimiento hace 100 años de Bartolomé Maximiliano Moré, mejor conocido
como Benny Moré o El Bárbaro del Ritmo.
La efeméride fue motivo para atraer de nuevo al oído y al cuerpo su
música, para hablar de él con una copa de ron en la mano, comentar
anécdotas y, sobre todo, reflexionar y hacer precisiones sobre su vida y
obra, tal como hiciera Iván Restrepo en su conferencia musical Sonero mayor el pasado jueves 22 en el Museo Universitario Arte Contemporáneo de la Universidad Nacional Autónoma de México.
La conferencia arrojó luz a una historia, la del Benny, que se ha
estandarizado y difundido sobre todo en la web, plagada de lugares
comunes, repeticiones de errores y ausencia de datos que destaquen
momentos importantísimos como los seis años vividos en México.
La vida del Benny en México, al decir de Restrepo, en lo profesional
tuvo la enseñanza y proyección musical de mentores como don Mariano
Rivera Conde, visionario de la industria discográfica en México que lo
impulsó en su carrera; el cantante Lalo Montané, quien –a decir de
Arturo Núñez hijo– le enseñó a cantar con orquesta de gran formato, ya
que el Benny venía de ser un trovador solitario y cantante de conjuntos;
los directores de orquesta Arturo Núñez, Memo Salamanca, Chucho
Rodríguez, Rafael de Paz y Dámaso Pérez Prado, quienes fueron
determinantes en el entendimiento, gusto y futura proyección de la
sonoridad jazz band para su etapa solista. En el aspecto humano hizo
amigos personalísimos, compadres entrañables y
sociosincondicionales; se matrimonió con una mexicana, tuvo una hija de nombre Virginia (el nombre de su madre) y aprendió a ser mexicano,
comer chiley
querer mucho a esta tierra.
Es sabido que México fue el país donde Benny Moré se forjó y proyectó
internacionalmente; sin embargo, son pocos los trabajos dedicados a
resaltar esa etapa de su carrera. Lo que sobresale en los textos que se
han publicado, sobre todo en Cuba, es acerca de su infancia en Santa
Isabel de la Lajas y su periodo posmexicano, cuando siendo un artista
famoso regresa a su patria y organiza la llamada Banda Gigante.
Hay trabajos serios que van de biografías
libres, reportajes periodísticos, hagiografías de fanáticos, opiniones y comentarios laudatorios de intelectuales y anécdotas populares publicados en libros y revistas, pero en la mayoría de los casos se brincan o dedican escuetos párrafos a la presencia del Benny en México.
Ciertamente, de la vida profesional, bohemia o conyugal del Benny en
nuestro país sabemos poco, acaso algunas notas en ciertos diarios y lo
que cuentan sus amigos, los que convivieron y trabajaron con él, como el
ya citado Memo Salamanca; los cantantes Lalo Montané, Chico Andrade y
Tony Camargo, con los que compartió tarima, personajes a los que hemos
acudido (cada uno en su momento) en busca de ayuda para documentar la
presencia del lajero en nuestro país.
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