El
presidente de Francia, Emmanuel Macron, se volvió testigo de las
falencias de sus órganos de Estado para atender la violencia contra las
mujeres cuando el pasado miércoles visitó las oficinas de la línea
nacional de ayuda a víctimas, en Paris, para escuchar silenciosamente
las llamadas.
Ahí escuchó en tiempo real cómo un policía se negó a ayudar una mujer
amenazada de muerte por parte de su esposo. El presidente se había
sentado para escuchar con audífonos las llamadas tomadas por una
experta. Fue entonces que una mujer de 57 años de edad llamó para
reportar que después de años de abuso, ella había decidido dejar a su
marido violento.
Dijo haber presentado una denuncia ante la policía, pero que no se
atrevía a volver a la casa sola para recoger sus cosas. Había preguntado
a la policía si podían acompañarla, pero los oficiales se negaron.
“¿Estás en la estación de policía ahora?”- le preguntó la operadora de
la línea de ayuda- “¿estás en peligro? ¿tu esposo está en casa?. “La
policía puede acompañarte”, aseguró.
Macron, bajó sus audífonos, meneó la cabeza, pero guardó silencio. La
operadora pidió a la mujer que le comunicara a uno de los oficiales, y
durante 15 minutos intentó convencerlo de acompañar a la víctima. El
policía dijo que no era su tarea intervenir, y que no podía acompañarla
sin una orden judicial, lo cual es falso, según las leyes francesas.
“Es su obligación ayudar a la mujer cuando existe un riesgo, con o
sin una orden judicial”, insistió la operadora, hasta preguntar al
oficial: “¿Quiere esperar a que de verdad la maten?” Sin embargo, el
policía se negó a actuar, sin saber que el presidente de la República
estaba escuchando. Al final, la experta envió a la mujer a un grupo de
autoayuda.
Después de la llamada, Macron se mostró desconcertado y preguntó:
“¿Eso pasa a menudo?” La operadora, una experta con más de dos décadas
atendiendo llamadas, respondió: “Sí, y es más y más frecuente.” Macron
relacionó la respuesta del oficial con una mala formación, al mismo
tiempo, se abrió una investigación en contra del policía.
En Francia 121 mujeres fueron asesinadas por sus parejas o ex parejas
en 2018, lo que coloca el país en el segundo lugar de violencia
feminicida en Europa, después de Alemania. Este año, hasta el 2 de
septiembre, fueron asesinadas 101 mujeres, la última, una señora de 92
años que murió luego de ser golpeada por su marido con su bastón.
El pasado domingo, 1 de septiembre, una coalición de feministas
convocó a la plaza Trocadero, enfrente de la simbólica torre Eiffel en
París, para protestar por los 100 casos de feminicidio cometidos en
2019. Uno de los hashtags que difundieron fue #1MilliardPas1Millon (Un
billón no un millón, en francés), para demandar más fondos.
Caroline de Haas, una defensora feminista e integrante de la
colectiva “Nous Toutes” (Todas nosotras, en francés), analizó que el
incidente en línea mostraba las “deficiencias peligrosas” en la
formación de elementos de seguridad. “Espero que Emmanuel Macron, ahora
que fue confrontado con el día a día para las mujeres víctimas de
violencia familiar, considere iniciativas para mejorar las cosas”, dijo a
la cadena France Info.
Insistió en que no sería necesario cambiar leyes o hacer decretos,
sino aumentar significativamente los fondos para combatir la violencia
de género. El gobierno francés, a través de la Secretaria de Igualdad,
Marlène Schiappa, anunció esta semana una campaña contra la violencia de
género que dura tres meses y termina el 25 de noviembre, Día
Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las mujeres.
Como parte de la estrategia, se realizarán mesas redondas en las
regiones. El primer ministro, Edouard Philippe, dijo que cinco millones
de euros (aproximadamente 108 millones de pesos mexicanos) serán
invertidos en nuevos Centros de Atención para mujeres, niñas y niños.
Las mujeres podrán hacer una denuncia desde el hospital, y los hombres
violentos perderán la custodia de sus hijos.
Además, Philippe anunció que los delincuentes condenados deberían
usar un brazalete electrónico en el tobillo incluso antes de una
condena, en algunos casos ya después de la primera denuncia.
Sin embargo, colectivos feministas franceses advirtieron que los
fondos previstos no serán suficientes para combatir la violencia de
género de manera eficaz, y que esperan su participación en las mesas
redondas del gobierno no sirva de decoración, sino para discutir medidas
que se implementan.
Imagen retomada del Twitter de Nous Toutes
Por: la Redacción
Cimacnoticias | Ciudad de México.
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