El Partido Comunista Mexicano cumple un siglo; Enrique Semo lo reivindica
En entrevista con La Jornada, el
historiador destaca que ahora ‘‘el comunismo es una parte menos
influyente de la izquierda de lo que fue durante 70 años’’
Desde 1989
se han buscado nuevas formas de adaptación a los cambios, define el
pensador y militante
▲ Enrique Semo en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México, el 25 de octubre de 2006.
La historia del Partido Comunista Mexicano (PCM) ‘‘conoce
los éxitos y fracasos de la izquierda mexicana; galvanizó la esperanza
de los trabajadores por un mundo mejor”, considera Enrique Semo Calev,
teórico y militante en esa agrupación que este año cumple un siglo.
En entrevista con La Jornada, el historiador afirma que el
PCM ‘‘mantuvo su independencia total del régimen de Estado de partido
único y divulgó una cultura que galvanizó la esperanza de los
trabajadores –obreros, campesinos, artesanos– por un mundo futuro
mejor”.
Mesa redonda en El Colegio Nacional
Con la participación de Semo Calev, a las 19 horas de hoy se
efectuará en El Colegio Nacional la mesa redonda Centenario de la
fundación del Partido Comunista Mexicano. La conmemoración, coordinada
por Diego Valadés, contará con charlas de Paco Ignacio Taibo II, Luciano
Concheiro, María Marván, Anna Ribera Carbó y Daniela Spenser.
Además, el centenario de esa agrupación política será abordada en los
próximos meses tanto en el Instituto Nacional de Estudios Históricos de
las Revoluciones de México como en la Academia Mexicana de Historia.
Enrique Semo (Bulgaria, 1930) sostiene que el PCM cumple un siglo,
aun cuando en 1981 se alió con otros partidos para formar el Partido
Socialista Unificado de México. ‘‘Durante 70 años, un destacamento
fundamental de la izquierda mexicana, la política de oposición al
Partido Revolucionario Institucional y al sistema de partido legal
único.
‘‘En esa larga lucha –sostiene el pensador– demostró una gran
dedicación, la formación de militantes muy aguerridos y una presencia
muy fuerte en el mundo intelectual de México”, aunque ‘‘la inclusión de
artistas e intelectuales no es una característica exclusiva o principal
del PCM. El comunismo atrajo a la intelectualidad progresista del mundo
durante más de medio siglo’’.
En el presente, ‘‘el comunismo es una parte menos influyente de la
izquierda de lo que fue durante 70 años; pero la izquierda ha buscado
nuevas formas de adaptación a los cambios que han sucedido a partir de
1989-91”.
Papel relevante en la difusión de la cultura
El historiador Carlos Illades Aguiar, coordinador del libro Camaradas: nueva historia del comunismo en México
(Fondo de Cultura Económica), afirma a este diario que el Partido
Comunista Mexicano se fundó oficialmente el 28 de noviembre de 1919.
‘‘Nunca tuvo una militancia cuantiosa. Fue significativo porque
participó en la organización de las primeras centrales obreras y
agrarias. Además, en comparación con partidos comunistas de América
Latina, el mexicano tiene un papel más importante en la cultura.
‘‘Diego Rivera, que estaba formándose en Europa, fue impresionado
como muchos artistas por la revolución rusa, que tuvo un impacto en la
conciencia política, en la idea del mundo, la reflexión sobre la
filosofía, la cultura tan grande que muralistas, pintores, artistas
dedicados a la gráfica y escritores tomaron muchas referencias de ese
hito histórico”, define el historiador.
‘‘Quienes vertebraban eso en términos nacionales, organizativos, eran los del PCM. Su publicación, El Machete, que
se empieza a editar a mediados de los años 20 del siglo pasado,
incorporó a importantes artistas gráficos como ilustradores de la
publicación y a escritores como autores de textos.’’
Para Illades, a cargo de la conmemoración en la Academia Mexicana de
Historia, el PCM intervino en los movimientos obrero y campesino y el
mundo de la cultura que se estaba abriendo a las vanguardias, a la
promoción estatal de la cultura; incluso en el mundo editorial donde
tenían un papel muy relevante los comunistas”.
El primer exilio latinoamericano
En esos años llegó a México el primer exilio latinoamericano, añade
Illades, con Raúl Haya de la Torre, Julio Antonio Mella y Tristán Marof.
‘‘Entran en contacto con los comunistas no sólo por la política, sino
por el mundo editorial. En los años 30 y principios de los 40, con los
exiliados españoles vienen Wenceslao Roces y Adolfo Sánchez Vázquez.
Ayudarán a la publicación de las obras de Marx, Engels, Lenin, Lukács y
múltiples autores en México. Y luego en los 70: lossudamericanos”.
Se creó Siglo XXI Editores. José Aricó trajo los Cuadernos de Pasado y Presente.
México es un terreno de exilios políticos, plurinacional. Eso será
importante para la izquierda y la cultura mexicanas. También llegan,
aunque sea en pequeños grupos, los que han visto ocupados sus países por
los nacionalsocialistas, por ejemplo Enrique Semo y Friedrich Katz, dos
historiadores muy importantes, de Bulgaria y Austria.
Los comunistas, de los que el PCM es el núcleo más fuerte, ‘‘tienen
muchísima importanciaen la democratización del país. En distintos
flancos, incluso en la vía armada, en el movimiento sindical, campesino y
universitario del 68; en la democratización de las universidades
mexicanas de provincia desde los años 60 y 70, siempre tienen un papel
importante”.
Foto Guillermo Sologuren
Reyes Martínez Torrijos
Periódico La Jornada
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