Zona de Reflexión
Lucía Lagunes Huerta*
No
es secreto que los Derechos Humanos de las mujeres no son prioridad
para el gobierno de la cuarta transformación, que incluso cree que la
lucha feminista es conservadora. En congruencia con su pensamiento, en
su primer informe de Gobierno ignoró a 61 millones de mexicanas. De lo
que no se ha percatado es de la imposibilidad de transformar a México
sin eliminar la desigualdad de la mitad del país.
En plena era de la paridad, con el mayor número de mujeres en el
gabinete y en la vida política mexicana, el énfasis presidencial, fue
seguir alimentando la tranquilidad de los sectores empresariales
nacionales e internacionales, por ello es que el día de ayer le dedicó
casi la mitad de su discurso para hablar de los resultados económicos de
sus acciones en estos primeros nueve meses.
Pese, a que reconoció que México vive una grave crisis de Derechos
Humanos, heredada de los gobiernos panistas y priistas, dejó sin
perfilar la política que su gobierno seguirá en este sentido.
Más allá de mencionar que no se permitirá la violación de los
Derechos Humanos, de la importancia de la búsqueda de las personas
desaparecidas en nuestro país y el número de personas defensoras y
periodistas protegidas; la agenda de Derechos Humanos y especialmente de
los derechos de las mujeres es inexistente, por desgracia, en este
gobierno.
Casos concretos como Ayotzinapa y Pasta de Conchos, fueron los únicos
mencionados. Nada de las nueve mujeres asesinadas cada día en México
por el simple hecho de ser mujeres, ni una palabra de cómo erradicará su
gobierno la violencia contra 61 millones de mexicanas, tampoco aclaró
la situación de los Refugios para las mujeres, sus hijas e hijos y si el
próximo año contarán con recursos o no.
Tampoco clarificó el presidente López Obrador, si el recurso que está
dando a las familias en lugar de las estancias infantiles, realmente
está siendo utilizado para que las niñas y niños sean cuidados con un
programa de desarrollo infantil.
Si no se incluye realmente a la mitad de la población, que somos las mujeres, no hay transformación posible, ni desarrollo de país.
La desigualdad que enfrentan las mujeres es un lastre para cualquier
política y proyecto de nación. En México, una tercera parte de los
hogares están encabezados por mujeres, quienes enfrentan condiciones
graves de pobreza, 32 de cada 100 mujeres vive con un ingreso inferior a
la línea de pobreza, ha señalado CONEVAL.
Por ello, habría que cambiar la frase a PRIMERO LAS POBRES. Pues,
la pobreza aleja a las mujeres jóvenes de la posibilidad de seguir
estudiando, la falta de oportunidades para el desarrollo personal de las
adolescentes y el incremento de embarazos a temprana edad, les impide
concluir sus estudios y por lo tanto los empleos a los que pueden
aspirar son precarios y deficientes.
Más allá de la Guardia Nacional que es en sí mismo un contrasentido,
si no se quiere usar la violencia para acabar con la violencia. Sí
realmente se quiere pacificar a este país, hay que empezar a desterrar la normalización de la violencia más antigua, hablo de la que se ejerce para someter a las mujeres y las niñas.
Construir un país de paz, donde la ciudadanía sea feliz, feliz,
implica poner en el centro de la política a las personas, reconociendo
su diversidad y las condiciones de desigualdad que enfrentan para poder
transformarla.
Al margen de la ley NADA, por encima de la ley NADIE,
reiteró ayer el presidente, si esta es su convicción, la igualdad para
mujeres y niñas y la protección de sus Derechos Humanos que marca la
Constitución, así como diversas leyes secundarias y tratados
internacionales firmados por México tienen que contar ya con una ruta
definida para hacerlas realidad.
Ignorar la discriminación y la desigualdad que viven las mujeres en
México, traerá como resultado que la transformación que tanto se pregona
y que el actual presidente prometió, se vea limitada e incompleta en
sus alcances.
*Periodista y feminista, Directora General de CIMAC
Twitter: @lagunes28
CIMACFoto: Hazel Zamora Mendieta
Cimacnoticias | Ciudad de México.-
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