Enrique Calderón Alzati*
En artículos anteriores he planteado
la importancia que tiene para los docentes el conocimiento del cerebro,
para mejorar de manera sustantiva el sistema educativo nacional,
elevando las capacidades de desempeño, de conocimientos y de habilidades
de los maestros y estudiantes del todos los niveles, despertando la
creatividad, la imaginación, la curiosidad y la intuición desde una edad
temprana.
En las décadas recientes los avances logrados en el campo de las
neurociencias, con el apoyo de la biología, la antropología, la
sicología, la lingüística y la inteligencia artificial, han abierto
enormes posibilidades para la medicina y la siquiatría e igualmente para
la educación. Sin embargo, nada de esto es hoy utilizado en el sistema
educativo mexicano y seguramente en los sistemas educativos de otras
naciones.
Sin dudar que hoy en día algunos profesores e investigadores de
nuestra nación han estudiado estos temas, sin embargo los resultados
logrados son reducidos por varias razones: la literatura existente sobre
el tema se encuentra en revistas y libros de carácter médico y por ello
de difícil acceso para los maestros, no obstante, las enormes
cantidades de recursos económicos dedicados por los países europeos a la
investigación del cerebro y a la difusión de los resultados logrados,
mientras en nuestra nación, el tema no forma parte de los planes de
estudio de las escuelas normales, de las escuelas de educadoras, de las
universidades pedagógicas, ni de las facultades de pedagogía de las
universidades públicas y privadas, siendo igualmente grave que los
profesores que actualmente imparten clases en escuelas de todos los
niveles educativos no tengan acceso a cursos de actualización sobre los
temas relacionados con el funcionamiento del cerebro en los procesos de
aprendizaje.
Ante esta situación, en el Instituto Latinoamericano de Comunicación
Educativa (ILCE), hemos tomado la decisión de ofrecer un diplomado sobre
el funcionamiento del cerebro en los procesos de aprendizaje, orientado
a los docentes de prescolar, de educación básica y de media superior, e
igualmente a los padres de familia con hijos pequeños en la escuela,
esperando que este esfuerzo nos permita comenzar a incidir en una mejora
palpable de los niveles de desempeño, en aquellas escuelas y regiones
de nuestro país donde nuestra propuesta sea aceptada por las autoridades
educativas y la población en general. Para ello, el diplomado que hemos
diseñado, será impartido utilizando una plataforma tecnológica de
última generación, que nos permita conformar una comunidad de
aprendizaje sustentada en Internet, con la cual nuestros instructores
(facilitadores) estarán presentando las ideas y conceptos que
constituyen el contenido del diplomado, apoyándose para ello en
imágenes, videos y laboratorios virtuales en diferentes campos de la
ciencia, ofreciendo un ambiente interactivo para los participantes e
instructores, el cual será asequible en todo el territorio nacional,
permitiendo su acceso desde las instalaciones escolares y desde los
hogares de las personas interesadas. Con este proyecto estaremos dando
inicio a un conjunto de actividades orientadas a constituir una unidad
de estudio e investigación en torno al estudio del cerebro y sus
mecanismos de aprendizaje, esperando contar con el apoyo del Conacyt,
con el propósito de contar en un futuro cercano con investigadores de
las neurociencias, que nos permitan enriquecer y actualizar
continuamente el diplomado, partiendo de la contratación de jóvenes que
hoy estudian estos temas, en las universidades líderes en este campo de
investigación.
La utilización de videos y simuladores relacionados con diferentes
campos de la ciencia, cuyo empleo facilitará la comprensión de algunos
de los conceptos e ideas relacionadas con el estudio del cerebro. Si
bien hoy contamos ya con algunos laboratorios virtuales y simuladores
que facilitarán la comprensión de las ideas y conceptos presentados en
el diplomado, la idea de ofrecer este diplomado a los profesores de los
diferentes niveles educativos, hace necesario contar con una mayor
diversidad de laboratorios que los que por ahora tenemos, por lo que
igualmente será necesario contar con una capacidad tecnológica,
científica y humana que nos facilite en el menor tiempo posible la
construcción de la tecnología que hoy necesitamos y especialmente la que
requerimos en las áreas relacionadas con la comprensión y utilización
de nuestro lenguaje y aun de otros lenguajes, considerando que es el
lenguaje el que ha permitido a los seres humanos desarrollar la
inteligencia y la capacidad de pensamiento que nos separa de las otras
especies animales.
Sabiendo que la construcción de estos instrumentos es muy reducida
hoy en nuestro país, en virtud de la escasa importancia que los
gobiernos anteriores les dieron a estas actividades, ahora esperamos
contar pronto con una capacidad de desarrollo tecnológico nacional en
este campo, mediante una invitación para apoyar el proyecto a los
centros de investigación y redes tecnológicas con que cuenta nuestro
país.
*Director general del ILCE
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