Algunas decisiones de AMLO han dejado fuera a las mujeres más pobres
Andrés
Manuel López Obrador llegó al poder con un gabinete paritario y con la
plataforma “Femsplaining” como esbozo de una agenda para mejorar la vida
de 61 millones de mexicanas, pero durante su primer año de gobierno las
críticas de mujeres y feministas lo han hecho recular en sus políticas y
decisiones sobre igualdad de género.
El primer informe de Gobierno de López Obrador está marcado por
claroscuros en el tema de derechos de las mujeres. Por ejemplo, al
iniciar su mandato, en septiembre de 2018, confirmó a ocho mujeres como
secretarias de Estado, entre ellas la aliada feminista y ministra en
retiro, Olga Sánchez Cordero. A la par las legisladoras de Morena
ganaron más espacios en el Congreso mexicano. La Cámara de Diputados se
integró por 48.3 por ciento de diputadas y el Senado por 49.5 por ciento
de senadoras.
Si bien la nueva administración comenzó con más mujeres en cargos de
poder, es necesario recordar que las decisiones presidenciales sobre el
destino del presupuesto, las guarderías y los refugios para víctimas de
violencia de género, así como el plan para atender la violencia
feminicida, son solo algunos temas que han desatado críticas de mujeres,
feministas y organizaciones civiles.
El gobierno de López Obrador comenzó con la convicción de trabajar
por los más pobres que, de acuerdo con datos del Consejo Nacional de
Evaluación de la Política de Desarrollo Social, en su mayoría son
mujeres. Hace diez años 28 de cada 100 mujeres tenían un ingreso
inferior a la línea de pobreza; en 2018 la población femenina en pobreza
ascendía a 32 por ciento.
En contraste con la promesa de atender la desigualdad, en diciembre
la Secretaría de Hacienda y Crédito Público presentó el Proyecto de
Presupuesto Egresos de la Federación 2019, donde con el argumento de
austeridad propuso recortes a programas para las mujeres operados por
las Secretarías de Gobernación, Salud, Bienestar, Procuraduría General
de la República y del Instituto Nacional de las Mujeres.
El proyecto también propuso eliminar el Programa de Apoyo a las
Instancias de Mujeres en las Entidades Federativas (PAIMEF) y el
Programa de Coinversión Social, el cual beneficiaba proyectos de
organizaciones especializadas en derechos de las mujeres; sin embargo,
tras la intervención de legisladores y organizaciones feministas, la
Cámara de Diputados echó para atrás la propuesta de Hacienda.
No obstante, los reclamos ciudadanos no lograron revertir el recorte
al Programa de Estancias Infantiles para Apoyar a Madres Trabajadoras,
que debido a las sospechas de corrupción se recortó en dos mil 29
millones de pesos aun cuando los recursos se destinaban a guarderías que
atienden a hijas e hijos de las mujeres sin seguridad social.
Como parte de la nueva política anticorrupción, el presidente anunció
que, en vez de entregar los fondos a operadores de estancias
infantiles, se harían transferencias individuales de 800 pesos mensuales
a las madres y padres de menores de edad, mecanismo que comenzó a
funcionar en abril.
En la cruzada presidencial contra la corrupción, el 14 de febrero,
López Obrador difundió la “circular uno” donde llamó a las instituciones
del Estado a no transferir recursos públicos a organizaciones civiles a
fin de “terminar con la intermediación que ha originado
discrecionalidad, opacidad y corrupción”.
En atención a la indicación, ese mes la Secretaría de Salud, por
medio del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva,
suspendió la convocatoria para otorgar 346 millones 482 mil 708 pesos en
subsidios a los refugios que atienden a mujeres víctimas de violencia.
Mujeres, legisladoras y la Red Nacional de Refugios denunciaron que
las víctimas se quedarían sin servicios especializados en apoyo legal y
psicológico y sin lugares para resguardarse de sus agresores, por lo que
después de tres meses de negociaciones, la Secretaría de Salud decidió
entregar los fondos a los refugios.
La atención de la violencia de género es otro tema donde López
Obrador no ha sido claro. En marzo el mandatario dijo que todo lo que se
hace es para mujeres y hombres, pero con su equipo presentó el Plan
emergente para prevenir y atender la violencia de género y la semana
pasada aseguró que la Guardia Nacional operaria una estrategia de
prevención del feminicida, idea que tampoco ha convencido a académicas,
activistas y expertas en el tema.
CIMACFoto: César Martínez López
Por: Anayeli García Martínez
Cimacnoticias | Ciudad de México
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